Me tomé un descanso del videojuego al que había estado jugando con Emmett y Jasper. Me levanté y me estiré, buscando a Bella.
Estaba al lado de la gran ventana, mirando fijamente el patio cubierto de nieve. Me acerqué a ella y la rodeé en un cálido abrazo.
"¿En qué estás tan concentrada, cariño?" le susurré al oído.
"¿Alguna vez te has dado cuenta de lo limpio que la nieve hace que parezca todo?"
"¿Limpio?"
"Sí. Es blanco, puro. Sin suciedad, hierba, nada excepto la nieve. Y entonces se derrite y empapa el suelo. Es divertido como algo que parece tan limpio hace todo lo demás tan sucio. Es como si la nieve fuera buena y mala a la vez."
"¿La nieve es buena y mala?" me reí por lo bajo.
"No literalmente, Edward." Movió una mano. "No me eches cuenta. Mi mente está divagando."
De repente me llené de anticipación cuando se me ocurrió una genial idea. "¿Te gustaría salir y jugar en la nieve conmigo?"
"¿Jugar en la nieve?" se rió.
"Sí. ¿Eres demasiado mayor para jugar conmigo?" pregunté, girándola para poder mirarla.
"Tenemos la misma edad, Tutor-boy," dijo, levantando una ceja.
"Físicamente, sí. Pero, ¿cuántos años tiene tu corazón, Bella? ¡Venga!" supliqué, tirándole un poco del brazo para llevarla hasta el armario de los abrigos. "Por favor, juega conmigo en la nieve, Bella." Hice un mohín, sacando algo más el labio inferior.
"¡Vale! ¡Vale!" se rió, pasando el pulgar por mis labios.
"¿Qué estáis haciendo?" preguntó riéndose Emmett.
Me giré hacia él, sonriendo. "¡Bella va a jugar conmigo en la nieve!"
"¡Pelea de bolas de nieve!" gritó Emmett, levantándose de un salto y corriendo para coger su abrigo.
"¡Sí!" dijo Jasper, siguiendo a Emmett.
"¡Alice!" grité hacia el piso de arriba. "¡Rosalie! ¡Venid con nosotros! ¡Nos vamos fuera!"
Cogí la chaqueta de Bella y la ayudé a ponérsela. Cogí un par extra de guantes, un sombrero y una bufanda que teníamos en el armario y abrigué a Bella, no quería que pasara frío o se resfriara.
"Ya está bien," se rió Bella. "Algo más y no podré andar, mucho menos jugar en la nieve. Me caeré por todo el peso que llevo."
"Te cogeré antes de que toques el suelo," prometí, besándola en la frente.
"¡Bella! ¡Tenemos que hacer ángeles de nieve!" gritó Alice mientras se ponía su abrigo.
"No quiero que me toque ni una sola bola de nieve, Emmett," le advirtió Rose.
"Claro, Rosie," Emmett sonrió con malicia mientras él y Jasper salían por la puerta de la cocina.
"Está tramando algo," dijo Rose mientras se ponía el abrigo y los guantes.
Me abroché la cremallera de la chaqueta y cogí a Bella de la mano. La llevé a la cocina y salimos por la puerta trasera. Emmett y Jasper estaban haciendo pilas de munición. Señalé el extremo más lejano del patio. "Vamos allí, Bella. Debería estar fuera de su alcance."
"¿Qué deberíamos hacer con la nieve?" preguntó, mirándome y sonriendo.
"Creo que deberíamos seguir la idea de Alice y hacer ángeles de nieve," contesté.
"¡Sí!" gritó Alice, botando a nuestro lado. Rosalie vino tranquilamente, mirando con precaución a Emmett y Jasper.
"Bella, extiende los brazos," la instruí. "Así, nos aseguraremos de qua hay suficiente distancia y no te golpearé accidentalmente."
Bella sonrió y extendió los brazos. "Me siento como un espantapájaros," Bella se rió por lo bajo.
Me reí mientras nuestros dedos se rozaban. "Creo que así está bien. ¡Ahora la parte divertida! Simplemente déjate caer de espaldas en la nieve." Alice y yo nos caímos a la vez, riéndonos. Siempre me había gustado lo que se sentía al caer. Vi que Bella estaba observándome. "¡Venga, Bella! ¡Es divertido! ¡Inténtalo!"
Suspiró fuertemente, haciendo como que estaba disgustada, pero hizo lo que le pedí. Gritó mientras caía, con los ojos fuertemente cerrados. Alice, Rose y yo intercambiamos una mirada y empezamos a reírnos. Bella giró la cabeza y nos miró, riéndose por lo bajo.
"Probablemente no ha sido muy elegante," dijo Bella.
"Sólo haz tu ángel," me reí, poniendo los ojos en blanco. Alice, Rose y yo nos levantamos al mismo tiempo, admirando nuestro trabajo. "El tuyo siempre es el más pequeño, querida hermana," dije, poniéndole un brazo sobre los hombros. "Y el de Rose este año también es perfecto."
"El tuyo también está muy bien," dijo Rose, mirando el mío. Me dio un golpe en el hombro y con un gesto de la cabeza me señaló a Bella.
Bella estaba tumbada en la nieve. Tenía los ojos cerrados y las manos apoyadas en el estómago. Parecía que tenía alas de nieve de verdad.
"Está preciosa," susurré.
"Pues ve a decírselo," bromeó Alice, empujándome hacia Bella.
Me arrodillé en la nieve y me tumbé sobre Bella. Abrió los ojos y me sonrió. "Me pides que haga un ángel de nieve y entonces viene y lo arruinas," dijo con humor y amor en sus preciosos ojos marrones.
"¿Quién necesita un ángel de nieve cuándo tengo uno real?" contesté, inclinándome y besándola en sus suaves labios.
Me rodeó el cuello con los brazos, acercándome más a ella. Sonreí cuando empezó a recorrerme el pelo con las manos enguantadas. Acababa de separar los labios para mí cuando fuimos groseramente interrumpidos por una bola de nieve que me golpeó en la cabeza y a Bella en la mano.
"¡Ay!" gritó Bella, quitando la mano. Me giré para ver a Emmett y Jasper riéndose.
"Deja de enrollarte con mi hermana y ven aquí para pelear contra nosotros," gritó Emmett.
Volví a mirar a Bella y cogí la mano que le habían golpeado. "¿Estás bien?"
"Sí," suspiró Bella. "Sólo me ha sorprendido. Me ha dado en los nudillos. Ahí duele más."
"¿Estás segura?" pregunté.
"Segurísima," contestó Bella. Levantó la cabeza y me besó rápidamente. "Ahora ve a matar a mi hermano por mí."
Le sonreí mientras me levantaba. La ayudé a levantarse y me acerqué a donde estaban Emmett y Jasper. "Dadme un momento. Los dos tenéis munición."
"Deberías haber pensado eso en vez de hacer mariquitas ángeles de nieve," dijo Emmett con una sonrisa maligna.
Una bola de nieve vino volando y le dio a Emmett en la cabeza. Jasper y yo nos caímos riéndonos al ver la expresión atónita de Emmett.
"¿Así que hacer ángeles de nieve es de mariquitas, no?" preguntó Rose, con una bola de nieve en las manos. Vi que Alice y Bella también tenían bolas de nieve.
"Vamos," suplicó Emmett, levantando las manos con las palmas extendidas. "Tienes que admitir que son las chicas las que hacen ángeles de nieve. Las peleas de bolas de nieve son lo que hacen los chicos."
"Señoritas," dijo Rosalie, sonriéndole maliciosamente. Las tres las lanzaron a la vez. Le dieron a Emmett en la frente, en el pecho y en el hombro.
Jasper y yo empezamos a reírnos otra vez, apoyándonos el uno contra el otro. Nuestra risa se acabó cuando fuimos golpeados en la cabeza. Miramos con furia a Emmett. Se rió por lo bajo y señaló a las chicas. Jasper y yo nos miramos antes de correr a su pila de bolas de nieve. Emmett nos siguió y cada uno cogimos una. Empezamos a andar lentamente hacia nuestras parejas, sonriendo con malicia.
"¡No te atrevas!" le advirtió Rosalie a Emmett. "Te he dicho que más vale que no me toque ni una sola bola de nieve."
Emmett rompió su bola de nieve en dos. "Y te lo he prometido, Rose. No serás golpeada por unasola bola de nieve."
"¡Jazzy!" cantó Alice. "Tú no me golpearías con esa fría y húmeda bola de nieve ¿verdad? ¿Y si me resfrío? ¿No te sentirías mal por eso?"
"Te compraré sopa de pollo, cariño," contestó Jasper, sonriendo malignamente a mi hermana.
"¡Hazlo y muere, Tutor-boy!" dijo Bella mientas se alejaba de mí muy lentamente.
"Bella, cariño. Sabes que es justo. Me has golpeado," dije, acechándola.
Bella me miró con furia y sus mejillas se sonrojaron. Dejó de moverse y puso las manos en las caderas, sacando la barbilla. ¡Me encantaba su expresión cabezota! Solté la bola de nieve y salté sobre ella, girándola para que fuera yo quien golpeara el suelo y ella quedara sobre mi pecho. Gritó cuando la cogí y se rió cuando golpeamos el suelo. Le quité el pelo de la cara. Siguió riéndose, sus ojos marrones brillando de felicidad.
"Edward," se rió por lo bajo. "Gracias por no darme con una bola de nieve."
"De nada," contesté, acercando su cara a la mía y besándola cariñosamente. Bella gritó contra mí. La solté y la miré fijamente. "¿Qué?"
"¡Frío!" gritó, quitándose de encima de mí. "¡Alguien acaba de darme!"
Cuando se giró, pude ver la nieve en su pelo, justo por encima del cuello. Me levanté y vi a Emmett sonriendo. "Creo que ha sido tu hermano," le susurré.
"¡Creo que es hombre muerto!" dijo Bella entre dientes. Se movió para esconderse detrás de mí de rodillas. "Distráele," me ordenó.
"¿Qué eres, Edward? ¿El escudo humano de Bella?" dijo Emmett, con una bola de nieve entre sus grades manos.
"Si eso es lo que me dice que sea," le dije. "No necesitaría un escudo si no la hubieras golpeado con una bola de nieve."
"Estaba en la línea de fuego. Meramente una víctima de la guerra. La verdad es que te apuntaba a ti," dijo Emmett.
"¡Mentiroso!" me reí por lo bajo. "Era imposible que me dieras con Bella tumbada encima de mí."
"Como he dicho," Emmett se encogió de hombros. "Víctima de la guerra."
"Cuando te lo diga, ponte a mi lado tan rápido como puedas. Tengo una buena pila de munición para nosotros," me susurró Bella al oído. Tirité por como su respiración me daba en la cara. No quería nada más que abrazarla y besarla otra vez.
"¡Deja de proteger a Bella," dijo Emmett. "Estará a salvo una vez que te alejes de ella. Es a ti a quien quiero dar. Nunca conseguí mi revancha por el año pasado."
"Todavía te acuerdas de eso," me reí.
"Era de lo único que habló hasta el verano," dijo Jasper, guiñándome. Creo que tenía una idea bastante clara de lo que Bella estaba haciendo detrás de mí.
"¡Ahora!" dijo Bella.
Me giré y me arrodillé a su lado. Sí que había hecho una buena pila de bolas de nieve. Ya estaba tirándoselas a Emmett. Vi como una le daba en el hombro y otra en el brazo. Le tiré una y le dio en el pecho. Al principio, Emmett estaba atónito, pero rápidamente se recuperó y empezó a tirar sus bolas de nieve. Bella se inclinó y escondió la parte superior del cuerpo detrás de mí. A Emmett no le importaba. En vez de eso le daba en las piernas. Bella gritó y saltó, acercándose a mí y colgándose de mi chaqueta.
"¡Tregua, Emmett!" gritó Bella.
"¡Creo que sí, Squirt!" Emmett se rió.
"¿Qué es todo este ruido?" dijo mi madre desde los escalones del porche.
"¡Pelea de bolas de nieve!" cantó Alice. "¿Quieres unirte a nosotros?"
"Creo que tu padre y yo somos un poco mayores para peleas de bolas de nieve, Alice," contestó mi madre con una sonrisa.
Cogí una de las bolas de nieve de Bella y se la tiré a mi madre, dándole en el hombro. Soltó un grito ahogado y me miró. "¡Eres tan mayor como te sientes, mamá!" le grité. "¡Y sé que te sientes en los veintisiete años! ¡Ven aquí y pelea con nosotros!"
"¡Edward Anthony!" mi madre se rió, señalándome con un dedo. "Cuando le cuente a tu padre que me has dado con una bola de nieve."
Alice brincó hasta ella y le dio una bola de nieve. "¡A por él, mamá!"
Mi madre miró entre Alice y yo y entonces cogió la bola de nieve, sonriendo malignamente.
"Está tan guapa cuando sonríe así," dijo Bella suavemente a mi lado. Me giré para besarla, pero no llegué tan lejos. Una bola me dio en la oreja. Bella estaba en el suelo a mi lado riéndose y señalándome.
Mi madre gritó, "¡Oh, querido!" Me giré para verla esconder su sonrisa detrás de una mano mientas me miraba fijamente. Corrió hasta la puerta de atrás y la abrió. "¡Carlisle! ¡Más te vale salir! ¡Necesito protección de las bolas de nieve de los niños!"
Vi como mi padre salía y besaba a mi madre en la mejilla. "¡Tu caballero está aquí, mi lady!"
"¡Ugh!" gimió Alice. "Mamá, ¿no te cansas de que papá diga eso? ¡Lo hace todos los años!"
"¡Nop!," mi madre se rió por lo bajo, besando a Carlisle en la mejilla. Volvió a mirar a mi hermana. "Estoy segura de que hay algo que Jasper te dice que te gusta oír."
"Unos cuantos de algos," dije, sonriéndole a mi hermana. Alice me sacó la lengua.
"¿Podemos volver ahora a la pelea?" se quejó Emmett, con una bola de nieve en cada mano.
Por el rabillo del ojo, vi que Bella echaba el brazo hacia atrás. Seguí con la mirada la bola de nieve mientras volaba por el patio y le daba a Emmett en mitad de la frente.
"¡Ups!" dijo Bella soltando risitas. "Un poco alta. Estaba apuntándole al pecho."
"¡Estás muy muerta, Squirt!" se rió Emmett, limpiándose la nieve de la cara.
Me levanté, levantando a Bella conmigo. Corrí hasta los árboles y la mantuve entre un árbol y mi cuerpo. Asomamos las cabezas por el tronco para ver a Emmett sonriéndonos maliciosamente.
"Podéis correr, pero no podéis esconderos para siempre," Emmett se rió por lo bajo.
Nos lanzó una bola de nieve y tiré de Bella mientras gritaba. La bola golpeó un lado del tronco del árbol y nos salpicó cuando se rompió.
"Necesitamos ver donde está," Bella soltó una risita, lentamente asomándose por un lado del tronco.
Emmett estaba momentáneamente distraído por el ataque de Jasper y de mi padre. Mi madre, Alice y Rose estaban teniendo una pelea a tres bandas, en la que no golpeaban a nadie. Se agachaban y saltaban mientras se reían y gritaban.
Sentí que Bella se reía contra mí y la miré para verla sonriendo y observando a todo el mundo. En este momento era imposible describir su belleza.
Estaba tan concentrado mirando a Bella que olvidé la pelea que había a varios metros de distancia. Eso fue hasta que una bola de nieve me dio fuerte en el hombro. Bella me estaba mirando fijamente con los ojos muy abiertos. Me cogió de la chaqueta y tiró de mí para esconderme detrás del árbol. Con cuidado me quitó la nieve de encima.
"¿Por qué no te quitaste?" preguntó, mirándome fijamente.
Me encantaba como estaban sus profundos ojos marrones. Me asombraba que pudiera ver tantas cosas en ellos. Ahora mismo, podía ver su amor y preocupación por mí. "Estaba distraído. No la vi venir."
"¿Qué demonios podría haberte tenido tan distraído? ¡Carlisle tardó muchísimo en tirártela! Estaba apuntando, ¡intentando decidir donde darte!"
Me acerqué más a ella, atrapándola contar el árbol. Cogí su cara entre mis manos. "Tú, Isabella. Me distraes continuamente con tu belleza."
"Quizás debería irme si soy una distracción," bromeó, poniendo las manos sobre mis hombros.
"¿Y si decido tenerte justo aquí y nunca soltarte?" pregunté, besándola en las mejillas delicadamente.
"No habrá quejas de mi parte, Tutor-boy." Se puso de puntillas y me besó dulcemente.
"¡Edward! ¡Bella!" gritó Alice. "¡Salid de ahí y pelead con nosotros, debiluchos!"
Bella soltó una risita mientras me cogía fuertemente de la mano. "¡Vamos a por ellos!"
Salimos de detrás del árbol para verlos a todos formando una línea, sonriéndonos. Alice tiró la primera bola de nieve y todo el mundo la siguió. Rápidamente cogí a Bella y la puse delante de mí mientras les daba la espalda a los demás. Todos nos reímos cuando las bolas de nieve me dieron en la espalda.
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