BELLA SWAN
Estaba en la habitación que sería mía durante el tiempo que estuviera en Forks. Me recosté en la cama y suspiré con resignación cuando sonó mi móvil.
- Hola- respondí.
- ¡Edward!- chilló la voz al otro del teléfono. Me alejé automáticamente para evitar romperme los oídos.
- Hola Jen- le contesté mientras encendía mi laptop.
- ¡Te acuerdas de mí!- exclamó ella emocionada.
- Por supuesto, ¡Cómo podría olvidarte!- le dije suavemente, y ella soltó una risa tonta, aunque cómo podía olvidarme teniendo registrado su número en mi celular. Tamborileé los dedos impaciente mientras se terminaba de cargar la pantalla del laptop.
- Mmm… me estaba preguntando si podríamos salir un día de estos…- susurró ella.
- No creo que eso sea posible- le dije distraídamente mientras abría mi archivo que quería.
- ¿Por qué no?- preguntó ella con tono triste. Hice una mueca, todos sabían de mi viaje, pero parece que ella pensaba que era una mentira para librarme de los demás y estar solo con ella.
- Porque no estoy en Chicago- respondí y busqué la ficha de Jen en mi laptop- ¿tú no irías a Florida este verano?- le pregunté mientras leía la información de la pantalla.
- ¡Sí!- chilló ella emocionada que me acordara de algo más que su nombre. Sonreí satisfecho. Había sido una gran idea crear mi archivo de chicas- Iré a Florida, pero en unos días más… pensaba que tú aún seguías acá…
- Me habría encantado salir contigo, podríamos…- leí la sección "gustos e intereses"- haber ido a tomar un helado…
- Oh, Edward, no pensé que recordaras nuestra última cita- dijo ella con tono ¿sexy?
- La pasé realmente bien, Jen- mentí- recuerdo cada detalle… -sonreí mientras seguía leyendo la ficha- pediste helado de frutilla, tu sabor favorito.
- ¡Sí! Es mi sabor favorito- estaba seguro que Jen debía estar saltando al otro lado del teléfono-es una lástima que no podamos repetirla.
- Lo sé- suspiré- Jen…
- ¿Sí, Edward?- preguntó ella esperanzada, casi como si pensara que le diría "en este mismo instante tomo un avión y voy a Chicago para salir contigo".
- Debo irme- dije con falso pesar- me encantaría seguir hablando contigo, pero me llaman.
- Oh… está bien, nos vemos, Edward- murmuró ella.
- ¿Y Jen?
- ¿Sí, Edward?- preguntó ella nuevamente.
- Gracias por llamar- me mordí el labio con culpa- me alegraste el día.
- ¡De nada!- chilló ella- Adiós Edward, espero que podamos salir cuando vuelvas.
- Claro, Jen, adiós- corté el móvil y comencé a actualizar la ficha de Jen. De pronto recordé a la tímida amiga de Alice y decidí crearle una ficha. Después de todo, ella sería la persona que haría mi verano más interesante…
- Me acomodé mejor en mi cama y comencé a escribir la ficha número… ¿77? ¿Con tantas chicas he salido? Hasta yo mismo me sorprendí.
Ficha N°77: Bella Swan
Primer encuentro: Casa de los Cullen.
No tenía más datos que esos, así que tendría que aprovechar todas las oportunidades que tuviera para conversar con ella e ir completando la ficha. Después de guardar el archivo, cerré el laptop y bajé al primer piso.
- ¡Edward!- dijo Alice cuando me vio- Estábamos hablando de ti.
- ¿En serio?- pregunté mientras me acercaba hacia donde estaban todos.
- Sí, estábamos contándoles a Rose, Jasper y Bella acerca de ti… - dijo Emmett- pero ya que estás aquí, ¿por qué no te presentas tú mismo?
- ¿Presentarme?- solté una risotada- está bien- me senté en el sillón que casualmente estaba frente a Bella- Hola a todos, me llamo Edward Anthony Masen, tengo 18 años y soy Géminis- sonreí ampliamente. Emmett rió con ganas, mientras Alice me miraba reprobatoriamente- ¿Qué?
- Eso no es una presentación- me dijo cruzándose de brazos. Rodé los ojos.
- ¿Por qué mejor no hacemos algo diferente? ustedes preguntan- miré a los hermanos Hale y a Bella- y yo respondo.
- Me parece bien- aprobó Alice.
- Alice nos dijo que ya terminaste la secundaria… - empezó Jasper- así que… ¿qué sigue? ¿irás a la universidad?
- Así es- respondí- me da cierta nostalgia haber terminado…- sonreí- realmente fueron buenos tiempos, pero es hora de continuar ¡y enfrentarse a lo desconocido!- agregué dramáticamente- Siguiente pregunta- pregunté antes que siguieran con el tema de la universidad, aun no recibía respuesta.
- ¿Qué piensas estudiar?- me preguntó Rose. La maldije internamente, odiaba hablar de eso, era el tema diario de discusión con mis padres.
- Aún no lo he decidido, soy una persona con demasiadas habilidades- respondí mientras cruzaba los brazos detrás de mi cabeza- soy bueno para tantas cosas que cuesta decidir- sonreí con suficiencia.
- Sigues tan humilde como siempre, Edward- suspiró Alice. Yo sólo me tiré hacia atrás levemente y le guiñé un ojo a Bella cuando nadie estaba mirando, como era de esperar, ella se sonrojó.
- Y tú, Bella… ¿hay algo que me quieras preguntar?- le pregunté sonriendo.
- No…- susurró ella en voz baja.
- Puedes preguntarme lo que quieras, no te voy a morder- dije tranquilamente mientras llevaba mis manos a mi regazo. Ella negó con la cabeza y se sonrojó aún más de lo que ya estaba.
- Basta, Edward- dijo Rosalie- La estás intimidando.
- Sólo intento ser amable- sonreí.
- ¿Por cuánto tiempo piensas quedarte?- me preguntó Rosalie.
- No lo sé, lo que tarde el caso de mis padres, me dijo que serían seis semanas, pero puede ser más o menos- me encogí de hombros- no lo sé.
- Mm.. pero tú ya eres mayor de edad, ¿por qué no te quedaste en Chicago?- siguió Jasper.
- Vaya, qué amables son ustedes dos- dije con falsa molestia- ¡apenas me conocen y ya quieren que me vaya!
- Jasper- dijo Alice ignorándome- Edward se vino a Forks porque mis tíos no creen que sea… seguro, dejarlo solo.
- ¡Alice!- me quejé.
- Déjala hablar, ellos merecen saber- dijo Emmett.
- Verán… - Alice miró a Jasper, Rosalie y Bella- el cumpleaños de Edward fue en junio y como era de esperar, nuestro primo no se iba a conformar con un simple saludo… - rodó los ojos.
- Ni tampoco con una pequeña celebración, no señor- continuó diciendo Emmett- Edward Masen quiso celebrar a lo grande.
- Y dado el carácter de este muchacho- añadió Alice en tono serio- las cosas se salieron de control.
- ¿Tanto así?- preguntó Bella. Genial, estaba arruinando las cosas con ella, por culpa de la gran boca de mis primos.
- Bueno… no fue tan terrible, ni siquiera te castigaron, ¿cierto?- dijo Emmett.
- No- sonreí- yo traté de que la gente se comportara, pero no hubo caso- me encogí de hombros- así que no fui mi culpa todo lo que ocurrió. Mi único crimen fue haber sido el festejado- sonreí inocentemente.
- Sí, Edward, lo que tú digas… - Alice rodó los ojos.
- Como sea, creo que ya hablaron suficiente de mí, ahora es mi turno de hacer preguntas. Alice es la única que aún está secundaria, ¿cierto?
- No, Bella aún lo está- respondió mi prima- somos compañeras.
- ¿Y te gusta ser compañera de Alice, Bella?- pregunté mirándola fijamente- algunas veces esta pequeña niña suele transformarse en un verdadero demonio cuando no se sale con la suya…- miré burlonamente a Alice.
- Es de familia, ¿sabes?- me respondió ella a la defensiva.
- Estaba preguntándole a Bella.
- No- dijo ella tímidamente- Alice es una gran amiga- sonrió- es mi mejor amiga- Alice sonrió con orgullo.
- Qué tierna- sonreí- existen tan pocas personas como tú, Bella- suspiré con falsa resignación- es una verdadera suerte que mis primos hayan tenido la oportunidad de conocerte- dije con tono cordial.
- ¡Primera cosa cuerda que dices!- exclamó Emmett y giré mi cabeza hacia él, su mirada era malévola, claramente era una provocación para una posterior pelea en el jardín. Esta vez no caería en su juego, necesitaba demostrar seriedad y dejar de intimidar a Bella, por el rabillo del ojo, fijé que miraba atentamente mi reacción.
- Es la verdad, Emmett- dije con tono arrepentido- en la secundaria, la gente suele tan cruel- sacudí la cabeza- que son pocos los afortunados que logran trabar una verdadera amistad con alguien- todos me miraban atentos- yo, por ejemplo, fui desafortunado en eso…- agaché la mirada y contuve las ganas de reír- espero que la universidad me ayude a conocer personas que sí valen la pena- levanté la vista y miré a todos con una sonrisa triste.
- Eso fue tan… dulce- dijo Alice- quién diría que debajo de ese aire rebelde, se escondía un chico sensible- agregó burlona.
- Vamos, Alice, no me dejes en ridículo delante de las visitas, van a pensar que soy un patán, después de lo que contaste acerca de mi fiesta… - hice una mueca- Además, mi estimada Alice, soy tu primo, no deberías hablar así de tu propia familia. Con primos así, para qué quiero enemigos- todos se rieron- cambiando de tema, ¿hace cuánto que son novios?- pregunté.
- Rose y yo, llevamos uhm….- empezó Emmett y fijó su mirada en el cielo, como si el techo tuviera la respuesta a su cálculo.
- Año y medio- terminó Rosalie por él.
- Llevan bastante tiempo- dije sorprendido- honestamente Rose… te admiro… no es fácil aguantar a Emmett durante tanto tiempo…- le sonreí- ¡deberían construirte un monumento!
- ¡Oye!- se quejó Emmett.
- ¿Y Jasper, cuánto tiempo llevas con Alice?- pregunté ignorando a Emmett.
- Uhm…- rió avergonzado- gracias al noviazgo de mi hermana, conocí a Alice… y empezamos a hacernos amigos…
- Y después novios- siguió Alice- llevamos casi un año.
- ¡Oh! Al parecer la paciencia es algo de los Hale, porque para aguantar a Alice… -susurré. Jasper rió tranquilamente y dijo:
- Cuando la conoces, Alice es una gran persona.
- ¡Grande!- rió Emmett y yo me uní a sus risas.
- ¿Y tú, Edward?- preguntó Rosalie, dándole un codazo a Emmett para que se callara.
- ¿Yo qué?
- ¿Tienes novia?- pude sentir la tensión de Bella al oír la pregunta de Rosalie.
- No- respondí seguro, eso era totalmente cierto, una cosa era salir con varias chicas y otra muy diferente era tener una novia- aún no encuentro a la chica indicada- bajé la cabeza- pero tengo fe en que algún día la encontraré- levanté la vista y le sonreí a Bella. Rosalie y Alice intercambiaron una mirada de "¿estás viendo lo mismo que yo?", a mí me dieron ganas de gritarles "sí, chicas, yo también lo veo: hay química entre Edward y Bella".
- Quizás, ella está más cerca de lo que te imaginas- me dijo Alice con los ojos brillantes. Perfecto, conociendo a mi prima, haría todo lo posible por juntarme con Bella.
- Ojalá, Alice- suspiré para beneficio de Bella- a veces pienso…
- ¿Qué?- preguntó Bella de repente. Genial. Ella tenía interés por mí.
- A veces pienso que esa chica no existe…- suspiré con derrota.
- ¡Claro que existe!- exclamó Rosalie- es cosa que abras bien los ojos- yo sólo asentí y miré a Bella fijamente, después al notar que todos me miraban, retiré la vista fingiendo vergüenza. Esto sería tan fácil…
- Uhm… necesito…-tartamudeé para acentuar nuevamente en la mente de Rosalie y Alice el hecho de que "Hay química entre Edward y Bella" y fomentar la idea de "Tenemos que hacer algo para juntarlos"- tomar aire…- le dirigí una nerviosa mirada a Bella y salí al jardín. Me senté bajo un árbol y miré el reloj, era cosa de esperar.
Después de unos quince minutos, sentí unos pasos que se acercaban.
- Edward, a mí tú no me engañas- dijo Alice sentándose a mi lado.
- ¿Qué quieres decir?- pregunté con tono inocente.
- Edward- dijo ella ignorando mi pregunta- ¿te gusta Bella?- me felicité interiormente, todo estaba saliendo a la perfección.
- ¿Qué? ¿Bella? No… claro que no- dije con falso nerviosismo- ¿Qué te hace pensar eso?- desvié mi mirada a propósito- apenas la conocí hoy… no…
- Vamos, Edward…- sonrió ella- no lo niegues.
- No, Alice… yo…- seguí con mi actuación.
- Si no te gusta Bella, ¿por qué te pones tan nervioso y evitas mi mirada?- me mordí el labio y ella sonrió aún más. ¡Soy tan buen actor!- te diré algo… por lo que me di cuenta, tú también le gustas a Bella- Sí, Alice, ya sé eso, yo también me di cuenta, hasta ahora no me estás diciendo algo que no sepa- y estaba pensando, más bien, estábamos pensando que si a ti también te gusta Bella… - Mantén la expresión de lástima me recordé- podríamos ayudarte a acercarte a ella…- me propuso Alice. Esto era demasiado bueno para ser verdad.
- Sí…- susurré bajito nuevamente mostrando mis grandes dotes de actor.
- ¿Sí, qué?- Alice sonrió ampliamente.
Sí…- suspiré profundamente- sí, Alice, me gusta Bella- agaché la vista y casi pude sentir cómo Alice explotaba de felicidad.
- ¡Lo sabía! ¡Lo sabía!- chillaba emocionada- no te preocupes, Edward, te ayudaremos con Bella- No tienes idea, lo que facilitaría eso las cosas, Alice- ¡Son la pareja perfecta!- dijo en tono soñador. Uh-oh, esto era demasiado- ¡Debo contarle a Rose!- y Alice salió disparada rumbo a la casa. Apoyé mi cabeza contra el árbol y sonreí pensando en que merecía un premio por ser tan buen actor. Quizás mis padres tenían razón y Leyes sería la carrera ideal para mí, tenía habilidades de sobra para convencer a la gente.
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