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¿DEMASIADO RÁPIDO?
- Edward…- sentí que una voz me llamaba mientras me sacudía suavemente- Edward…
Abrí los ojos lentamente, para encontrarme a Bella sentada junto a mi cama.
- Bella… ¿qué haces acá?- pregunté adormilado.
- Vine a darte las gracias por tu regalo de hoy- murmuró. Mi mente empezaba a funcionar lentamente.
- Te lo merecías- le sonreí y me incorporé en la cama, mirando de reojo mi laptop que, afortunadamente, había apagado antes de dormirme.
- Edward…- susurró ella algo nerviosa. Uh-oh, eso nunca significaba algo bueno. Generalmente terminaba en algo como "tenemos que hablar".
¿Sí?- pregunté tranquilamente, mientras miraba su mano en un gesto que indicara "me gustaría tomarte la mano, pero no me atrevo".
- Sobre lo que pasó anoche…-tomó aire- yo… creo que… uhm… -se movió algo nerviosa- fuimos demasiado rápido, digo apenas nos conocemos y… - En ese minuto dejé de ponerle atención. "¿Demasiado rápido? ¿Qué esperaba? Me quedaré sólo 6 semanas, hay que aprovechar el tiempo. ¿Quién piensa que soy? ¿Una tortuga? ¿Qué pasa si ahora se arrepiente? Tendría que buscarme otra chica, pero en este pueblo de porquería no es fácil encontrar a una guapa. Rosalie está ocupada y no creo que ella y Alice quieran presentarme más chicas… Pero ¿por qué se arrepentiría? Soy Edward Masen, ninguna chica se resiste a mí" pensé molesto-… con Alice- seguí diciendo Bella. "¿Alice? ¿Qué tiene que ver ella?"- así que creo que deberíamos tomarnos las cosas con más calma- concluyó. Puse mi mejor cara de chico comprensivo, y le dije, en un tono sumamente tranquilo:
- Bella…- tomé aire intentando calmar toda la furia que sentía-quizás sí fuimos demasiado rápido anoche, pero uhm…- la miré fijamente a los ojos y me preparé para decir el discurso que ya sabía de memoria- realmente me gustas, nunca antes había sentido por una chica lo que siento por ti, eres una chica muy especial y siento mucho si te di una impresión equivocada, nunca fue mi intención, pero cuando te vi anoche… estabas tan cerca de mí que no pude resistir mis ganas de besarte- agaché la cabeza avergonzado- no suelo ser así de directo, pero no estaré mucho tiempo en Forks, debo volver y no sé… - me pasé una mano por mi cabello- me gustaría disfrutar el verano contigo… supuse que si actuaba igual que siempre, me demoraría meses en invitarte a salir y me iría a Chicago sin siquiera hablarte- moví mis manos para mostrar mi "nerviosismo"- pero eso no es excusa para haberte besado anoche, tú misma señalaste que apenas nos conocemos… yo… -tartamudeé mientras pensaba en más argumentos- yo…yo… quizás- tomé aire mientras ordenaba la idea que recién se me había ocurrido- quizás fue mala idea actuar así de rápido, pero como ya te dije, realmente me gustas- me preparé para decir la más grande de las mentiras- y no he salido con muchas chicas, soy algo torpe en las citas… y… me gustas tanto que no sé cómo comportarme cuando estoy contigo- mentí y me mordí el labio para evitar cualquier atisbo de sonrisa.
- Edward… -dijo ella y levanté la vista para encontrar a una Bella muy sonrojada. Iba a sonreír satisfecho, pero me mordí el labio con más fuerza para evitarlo- tú también me gustas, pero tengo miedo- susurró en una voz apenas audible. Reprimí el impulso de rodar los ojos.
- ¿Miedo de qué?- pregunté suavemente.
- A enamorarme de ti- dijo mirando a un punto en el horizonte. Nuevamente reprimí el impulso de rodar los ojos. De todas las cosas que me habían hecho, nunca antes alguien me había dicho que tuviera miedo de enamorarse de mí. Bella era extraña.
- Bella, yo también tengo miedo- mentí- pero no me gustaría arrepentirme por no haber aprovechado mi estadía en Forks para estar contigo. No podría soportarlo- dije mientras apartaba un mechón de cabello de su cara. Esto último era verdad, no podría soportarlo, cuando volviera a Chicago mis amigos me preguntarían con cuántas chicas anduve en el verano, y tener una novia de verano, era mucho mejor que decir que había andado solo. Nadie creería que el rompecorazones de Chicago, no hubiese tenido al menos una chica en todo el verano. Ni yo mismo lo creería.
- Edward yo…- empezó a decir ella, agachando la vista.
- Bella, yo sólo quiero tu felicidad- le sonreí-si quieres ir lento, respetaré tu decisión- le dije mientras tomaba su mano.
- Gracias- dijo ella. ¿Gracias? ¿Por qué dijo gracias? Debió haber dicho algo como "no, Edward, tienes razón, si ambos nos gustamos no tenemos por qué desaprovechar el escaso tiempo que tenemos". Reprimí mi sorpresa y murmuré:
- ¿Por qué no te tomas unos días para pensarlo? Yo no te presionaré- sonreí ampliamente- mientras tanto podemos ser amigos y conocernos mejor, ¿qué opinas?- maldije internamente, las cosas que había que hacer para que Bella Swan estuviera conmigo, si mis amigos se enteraran, sería el hazmerreír, podía ir sus risas mientras dijeran "¿Desde cuándo Edward Masen se esfuerza porque una chica sea su novia?"
- Opino que está bien- sonrió. ¿Bien? Yo opino que está mal. ¡Deberías aceptar de una maldita vez! ¿Qué tienes que pensar?
- Perfecto- fingí una sonrisa comprensiva- ¿Por qué no bajamos? Estoy seguro que Alice ya debe haber organizado nuestra agenda para hoy. – ella rió y asintió con la cabeza. Ambos nos paramos de mi cama y bajamos a encontrarnos con los demás.
***
- ¿Sabes, Edward? Tenía una impresión equivocada de ti- dijo Jasper mientras él, Emmett y yo, estábamos en la sala jugando videojuegos por turno. Alice, Rosalie y Bella, habían ido de compras durante el día.
- ¿Por qué?- le pregunté mientras miraba la pantalla. Jasper y Emmett estaban sentados en el sillón conversando, mientras miraban mi juego- Alice y Emmett, siempre me habían dicho que eras un chico popular y salías con muchas chicas- respondió.
- Soy una persona sociable- reí y terminé mi juego- pero eso no significa que ande con cada chica que se me cruce- bufé molesto, aunque ellos sí decían la verdad.
- Yo también soy sociable, pero no tengo tantas chicas detrás- dijo Emmett.
- Es mejor que no las tengas- dijo Jasper- sino tendrías serios problemas con Rose, mi hermana tiene un carácter…
- Muy dulce- terminó Emmett sonriendo y agregó dirigiéndose a Jasper- cuando fuimos a Chicago, pudimos conocer a nuestro Eddie en terreno, y créeme que las chicas llegaban como abejas a la miel a casa- rió- y la pobre Maddie tiene que sufrir los ataques de las chicas cuando nuestro Eddie las rechaza.
- No seas exagerado, Emmett- rodé los ojos, aunque para ser sinceros, NO exageraba.
- ¿Tanto arrastre tienes con las chicas?- preguntó Jasper riendo.
- No, es sólo que malinterpretan las cosas. Mis padres me enseñaron a ser caballero con las mujeres. Quizás por eso se me acercan- me encogí de hombros restándole importancia.
- Yo creo que es parte del encanto familiar- dijo Emmett.
- Del que tú careces- bromeé.
- ¡Oye!-se quejó dándome un golpe en la cabeza- yo sí tengo mi encanto.
- Muy oculto… -susurró Jasper.
- ¿Tú también vas a empezar?-preguntó enojado Emmett.
- Sólo digo la verdad… -se encogió de hombros- sinceramente no sé qué ve mi hermana en ti- rió.
- Yo podría decir lo mismo, Alice es tan… - Emmett frunció el ceño buscando la palabra adecuada.
- Hablando de Alice…-empezó Jasper- hoy tenía un interés especial por salir con Bella. Al parecer ella estaba uhm… ¡diferente!-dijo esta última palabra haciendo unas comillas imaginarias- y como ustedes dos salieron anoche… ella pensaba que había pasado algo-nuevamente hizo comillas en el aire.
- ¿Diferente? ¿Algo?- preguntó Emmett confundido.
- Ya sabes… -le dijo Jasper con una mirada significativa.
- No, no sé- respondió Emmett más confundido que antes. Jasper rodó los ojos y suspiró- ¡perdón! Soy demasiado ingenuo- dijo levantando las manos. No pudimos evitar reírnos.
- Ingenuo no- dije entre risas- eres un idiota que es muy distinto- nos reímos con más ganas. Emmett iba a reclamar cuando Jasper lo interrumpió:
- ¿Bella y tú se besaron?- me preguntó de sopetón y junto a Emmett me miraron expectantes. Hice mi mejor actuación de chico tímido.
- Uhm… -me toqué el cabello con la mano y agaché la cabeza fingiendo vergüenza.
- ¡Responde!- exigió Emmett.
- Es obvio, Emmett- bufó Jasper- honestamente, espero que mis futuros sobrinos hereden la inteligencia de Rose porque si heredan la tuya… pobres criaturas- sacudió la cabeza- pero volviendo a lo que estábamos hablando, tú y Bella se besaron, ¿cierto?- preguntó nuevamente
- Bueno… ayer salimos y ehm… ella estaba allí… yo estaba allí…. estábamos allí… - sonaba tan estúpido, pero si tenía que fingir que Bella me gustaba mucho, necesitaba mostrar algún grado de incoherencia al hablar de ella.
- Sí, sí, ¿y después qué pasó?- apuró Emmett.
- Nos besamos-dije en voz muy baja.
- ¿Qué?- preguntó Jasper.
- Nos besamos- repetí con voz más fuerte.
- Pero ¿quién besó a quién? Tú la besaste y ella te correspondió o… -empezó Emmett.
- ¡No seas entrometido! ¡Pareces una chica!- lo reprimió Jasper.
- ¡No soy entrometido!- exclamó Emmett- simplemente me preocupo por mi familia.- Jasper iba a abrir la boca para responder cuando se sintió un chillido proveniente de la entrada.
- ¡Llegamos!- chilló Alice, mientras Rosalie y Bella entraban detrás de ella.
- No es necesario que grites, podemos oír que llegaron- dijo Emmett.
- Quién habla de no gritar… el más moderado- Jasper rodó los ojos.
- ¿Qué hacían? – preguntó Rosalie sentándose en el regazo de Emmett.
- Conversábamos de…
- La vida- interrumpí- hace tiempo que no nos veíamos y es bueno ponerse al día- me encogí de hombros.
- Nosotras hicimos lo mismo- Alice miró de reojo a Bella, quien estaba sentada en el sillón de enfrente- es increíble todas las cosas que pueden pasar, ¿no te parece?- mi prima me miró fijamente. Era obvio que también Bella había sido interrogada.
- Supongo- agaché la vista fingiendo vergüenza.
- Aww… -empezó a molestarme Emmett- nuestro Eddie se puso tímido…
- Déjalo ya- le ordenó Rosalie, mientras Alice se acomodaba junto a Jasper.
- ¿Fueron de compras? –preguntó frunciendo el ceño- No veo las bolsas.
- Están en el auto- respondió Alice.
- Y no las bajaron porque… -empezó Emmett.
- Porque Alice salió disparada del auto para ver a Jasper – rió Bella.
- Y las bolsas estaban demasiado pesadas para cargarlas nosotras- siguió Rosalie- así que uhm… ¿por qué no las bajan ustedes?- le dio un suave beso a Emmett.
- Yo lo haría, Rose, pero no puedo, soy un caballero- todos reímos, pero él nos ignoró- así que no puedo dejar a mi hermosa novia acá sola.
- Claro, yo voy a robarte a mi propia hermana- bufó Jasper.
- Nunca se sabe, Hale, nunca se sabe- respondió un Emmett muy serio.
- Basta ya, yo iré- dije de pronto, estaba harto de estas conversaciones que sabía que terminarían en "yo te quiero más", "no podría vivir sin ti" y otras cursilerías- así estos caballeros no deben abandonar a sus damiselas- sonreí.
- Te acompaño- dijo Bella poniéndose de pie. Emmett no resistió y empezó a hacer ruiditos de besos descaradamente, hasta que Rosalie le pellizcó el brazo y se calló.
- Qué amable, Bella dijo Alice- Aquí tienes, Edward – me pasó las llaves y me miró maliciosamente- no tarden- Rodé los ojos y salí de la casa junto a Bella
***
Acabábamos de dejar las bolsas en el dormitorio de Alice y me disponía a bajar donde estaban los demás cuando Bella se detuvo de pronto.
- ¿Qué pasa?- pregunté preocupado.
- Mm.. ¿podemos ir a tu cuarto?-preguntó sonrojándose.
- Claro- me dirigí hacia mi puerta y le hice una señal con la mano para que entrara- adelante, toma asiento- le indiqué mi cama.
- Estuve pensando en lo que hablamos en la mañana… - murmuró mirando la alfombra- y tienes razón. Quise gritarle "Por supuesto que tengo razón, soy Edward Masen, siempre tengo razón", pero me contuve.
- ¿Razón?-fingí sorpresa- ¿en qué?
- En que el verano es demasiado corto y si esperamos demasiado…-titubeó- pero tú me gustas y… bueno… no sé- sacudió la cabeza- no quiero que…-se detuvo.
- ¿Qué es lo que no quieres?- pregunté con tono dulce. Nota mental: "Te estás ablandando".
- No… olvídalo, es ridículo.
- Dime, Bella… prometo que no me reiré- la animé.
- Es sólo que no quiere que soy una chica fácil… realmente no soy así, pero tú… -empezó a mover nerviosamente los pies.
- Bella- la callé antes que se le ocurrieran más motivos para aumentar su inseguridad- tú me gustas y yo te gusto… así que…-me preparé para poner mi mejor cara de soy-un-chico-tímido-pero-estoy-armándome-de-valor-para-decir-algo- Bella…¿te gustaría ser mi novia?- sus ojos brillaron notablemente y sabía que aceptaría, después de todo, es Edward Masen quién se lo está pidiendo, pero parecía incapaz de hablar, así que seguí con mi actuación para forzarla a hablar- si no quieres está bien, yo…- agité mis manos nerviosamente unos momento, pero Bella seguía sin reaccionar, así que me paré de la cama, esperando que el movimiento la hiciera salir de su trance.
- Sí… -susurró en una voz apenas audible. Rodé los ojos, por suerte, estaba de espaldas a ella, y seguí mi camino hacia la puerta, fingiendo no haber oído. Sí quería ser mi novia, tendría que decírmelo de manera segura, de lo contrario, no sería digna de serlo- Edward- me llamó con un volumen normal de voz, sonreí, pero rápidamente volví a mi expresión nerviosa antes de girarme.
- ¿Sí, Bella?- pregunté con fingido temor.
- Sí, Edward me gustaría ser tu novia.
Me acerqué a ella, le di un suave beso en los labios y la abracé, mientras sonreía satisfecho por haber conseguido, una vez más, que una chica cayera ante mis encantos.
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