Cambiando por amor

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Capitulo 18.-  La guerra de las Rosas

Edward pvo

Apenas Bella cerró la puerta en mi nariz de nuevo, me reí, sabe cuan loco me trae y se aprovecha. Vi subir a Alice por el otro lado, me apresure hacia mi recamara, Jasper quizá ya esté ahí.

-¿así que ya es oficial?- pregunto Emmet apenas entre, se estaba arreglando.

-algo así ¿y tú qué haces?- me tire en la cama junto a Jasper quien jugaba en la computadora.

-tengo una especie de cita con Rosalie, tienes las herramientas para abrir la nevera de la cocina ¿préstamelas?-

-ay que tierno… le invitaras un helado-  dije sarcástico y en tono burlón.

-sí cursi ya sé pero le encanta el de fresa además no hay mucho que podamos hacer hasta el sábado y como Bella está suspendida de las salidas no creo que quieran salir Alice y Rosalie.

-lo harán si me quedo yo y no me molestará hacerlo. Quiero nadar con ella, solo nosotros- dije

-recuerda las cámaras, si harás algo los preservativos están en el baño-

-no bruto, no me refiero a eso- dije aunque la idea nunca está lejos de mi cabeza o de otras partes más dispuestas de mi cuerpo.

-déjalo Emmet, quiere esperar antes de poderla desnudar de verdad, como lleva haciéndolo en su cabeza desde que la vio- acertó Jasper a la primera.

-¿Cómo sabes que la desnudo en mi cabeza?- pregunte cansado de preguntarme lo mismo

-fácil, porque si no fuera tu chica yo lo haría, además Edward soy tu hermano te conozco, júrame que nunca lo has hecho y te creo- me miro al igual que Emmet.

-no puedo decirte eso…- dije apenas tratando de no reírme.

-te lo dije, paga- dijo Jasper a Emmet.

-¿hacen apuestas a mi costa?-

-nunca antes que esta chica apareciera, pero es que te veías tan imbécil mirándola de lejos que no pudimos evitarlo, lo siento, pero te comprare algo con ese dinero, lo tengo guardado- respondió Jasper.

-me voy, deséenme suerte- dijo Emmet riéndose. De mí.

-suerte- dijimos mientras salía.

-¿crees que llegue a tercer base hoy?-

-¿con Rosalie, en la primera cita formal? No, tendrá suerte si la chica se deja besar, pero a como es Emmet en una de esas lo consigue ¿una partidita?- asintió.

 Estábamos a la mitad. Cuando Emmet regreso.

-oigan las chicas no están, me ayudan a buscarlas- dijo Emmet en ese momento.

-yo deje a Bella en la puerta y vi subir a Alice- respondí saliendo.

-pues no están ahí, hum, veré si están en la biblioteca- dijo Emmet

-veré abajo en la cafetería-

-voy a las canchas-

Después de recorrer el lugar casi por completo. Regresamos arriba y las vimos entrar a su recamara.

-bueno ya las vi, gracias chicos- dijo lanzándose.

Un rato después entraron Alice y Bella, nos contaron todo. Platicamos toda la noche, las bromas estaban empezando, la guerra no tardaría en estallar.

Llego la mañana y se marcharon antes de ser descubiertas, apenas estaba acostándome a “dormir” cuando unos golpes rápidos en la puerta nos levantaron de nuevo. Jasper abrió.

-Edward apresúrate, la cosa no termino; rompieron la ropa de Bella y… sus botas favoritas- dijo el duende tan rápido que no estuve seguro de entender.

-¿Qué?- dije saliendo detrás de ella.

Bella estaría furiosa, la ropa no me preocupaba, tiene mas escondida, pero las botas son otro asunto, paso un sábado entero buscándolas, lo sé porque yo las busque con ella y todos los demás con nosotros.

-esto no se queda así- decía Bella mientras caminaba hacia la habitación de Carmen.

-Bella espera, espera no actúes precipitadamente, piensa… si te lanzas así las chicas te van a seguir y estarán en problemas de nuevo, sí es por las botas yo te regalo otras pero cálmate, piensa una manera de desquitarte que no te cause problemas- dije abrazándola.

-esto es una batalla se arrepentirán, primero la ropa de Alice, el maquillaje de Rosalie y ahora mis botas y mi ropa esto no se quedará así- dijo furiosa.

Me marche en cuanto supe que no iría tras las tipejas. 

Llego la hora de la comida, es viernes y la salida de mañana está casi planificada. Para los demás yo me quedare con ella.

-¿Edward me acompañas a la biblioteca? – dije asegurándose que la escuchaban

-claro ¿Qué vas a buscar?- pregunte.

Estando de vacaciones que podría necesitar.

-nada, pero hay una parte donde no hay cámaras- respondió con voz seductora.

 El juego ha empezado. Y yo soy parte de él.

-¿es una trampa? – pregunte abrazándola por dos motivos: el primero que no me escucharan, segundo porque desde horas atrás no la había abrazado y cualquier pretexto es bueno.

-una enorme y ya mordió el anzuelo- respondió con su rostro en mi pecho.

Tenerla así es genial.

-¿qué tan grande es la broma?- pregunte de nuevo.

La bese bajando por su cuello, deseo desnudarla y hundirme en ella.

-hum, es muy rico… grande, no me dejas pensar- se quejo.

-prepárate ahí viene Leah, ya están en marcha Rose y Alice- dije mirando la puerta y la mesa donde María había estado con sus amigas.

-¿Qué demonios te pasa?- dijo Leah jalando a Bella, la solté para que no la lastimara y me quede esperando que mi chica hiciera su movimiento.

-¿Qué te pasa a ti?- pregunto Bella soltándose de golpe.

-Edward es mí…-

-no soy nada tuyo, lo siento pero estas equivocada, nunca quise andar contigo- dije agrandando la cosa, ser rechazada en privado es una cosa, pero decirlo delante de todos la pondrá furiosa.

-pero yo… la noche que compartimos…- dijo furiosa.

Bella cambio ligeramente su expresión. Carajo, no me acordaba de eso.

-oye, nada paso estabas completamente abría, me marche en cuanto te acostaste- me excuse, omití la parte donde deje que se desnudara.

Y que me provocara desnudándose. Bueno que lo intentara.

-¿pero si no fuiste tú quien…?- no termino la frase.

 Órale, lo hizo y no supo ni con quien.

-¿otra vez están peleando?- intervino Victoria.

-no profesora, Bella y yo estamos platicando y Leah vino reclamando no se qué cosa, pero ya se arreglo ¿cierto Leah?- dije cuando vi llegar a las amigas de Bella.

-Sí claro, no hay problema- respondió Leah.

Mirándonos con odio. Se detuvo en Bella.

-¿todo bien?- pregunto Alice, con Rose detrás.

 Lo que sea que hicieron estaba listo. Ahora hay que ver se les ha ocurrido a ese trió.

 La mañana llego y con ella una cosa que jamás olvidare. Se volaron la barda con las bromitas...

Carmen se veía horrible, como si en lugar de cabello trajera un poco de pelusa, un color indefinido. Leah se reporto enferma todo el día, María estaba en la enfermería, con una alergia enorme, ni Rosalie se había puesto así... Solo pudimos reinos a carcajada suelta. Y la guerra empezó.

-¿Qué hicieron chicas?- pregunto Emmet mientras platicábamos en nuestra habitación, cada una abrazada a uno de nosotros después del desayuno.

-pues para Carmen usamos peróxido en su Champú, para Leah pusimos un laxante fuerte en su leche y para maría use el mismo polvo del experimentó en química, el que usaron en el maquillaje de Rose-  contesto Alice.

-¿y a quien se le ocurrió todo esto? y lo más importante ¿donde consiguieron todo?- pregunto Jasper.

-Bella- dijeron al mismo tiempo que mi chica levantaba la mano.

-el peróxido lo sacamos de los tintes de cabello que compramos, nos lo íbamos a teñir ¿recuerdan?- comento Alice mientras recordaba la loca idea de Bella de hacerse rubia.

Obviamente me tomo toda la mañana convencerla que su color era perfecto.

-y de donde salieron esas ideas hay más, algo que involucre mucha, mucha pintura roja-

-sean cuidadosas esto se puede salir de control las pueden descubrir, Carlisle no lo dejara pasar- advertí besando a mi chica en el cuello.

-no podrán con nosotras- dijo Bella girándose para besarme en los labios.

-Agh qué asco, váyanse a otro cuarto, es más nos vamos- dijo Emmet mientras todos salían por la puerta.

-¿estamos solos?- pregunto Bella cuando se dio cuenta.

-sí, ¿te sigo besando?- pregunte

-sí… pero solo eso-

-no pensaba hacer nada mas- mentí.

A la hora de la comida solo estábamos las chicas del 4, mis hermanos y yo y las pesadas en la enfermería. Comimos despacio haciendo bromas, competencias sobre quien se terminaba la ensalada primero, obviamente las chicas nos ganaron y por mucho.

Fue un rato muy agradable. Compartimos todo, me estoy enamorando mucho mas, se que tengo… que quiero estar con ella.

-Bella… te veo mañana- dije faltándome le valor para pedirle que sea mi novia.

-buenas noches- me dio un beso, suave, corto, muy corto para mi gusto.

Cerró la puerta como siempre. La escuche gritar antes de dar tres pasos, entre empujando la puerta. Una especie de animal muerto estaba en su cama. La tome de la mano y la saque. Sus amigas estaban entrando. Con gesto les indique a mis hermanos que las detuvieran. Quite las sabanas con la cosa esa y tire todo.

-Esto es la guerra- dijo Bella entrando, revisaron las otras camas y también tenían algo desagradable, la de Alice tenia comida podrida, la almohada de Rosalie estaba mojada de algo que preferimos no averiguar.

Todo se saco y se tiro, ninguna quiso dormir ahí, por lo que se quedaron en nuestro cuarto.

-¿Dónde se quedarán ustedes?- pregunto Alice.

Acomodando la maletita con sus cosas en el armario.

-en el cuarto de ustedes, podemos dormir en el suelo-

-para eso quedan aquí-

-no Rosalie, si alguien va con el chisme y las vienen a ver solo las encontraran a ustedes, nosotros estaremos en otro lugar y no se estará  rompiendo ninguna regla- aclaro Jasper.

-cierto-

-bueno descansen, venimos en la madrugada- dije Besando a Bella.

Para la mañana ya tenían la revancha armada. Se mueven rápido.

-necesito entrar a la biblioteca para imprimir algo- dijo Bella en cuanto cruce la puerta.

Por ser tan temprano fue fácil, pero apenas teníamos tiempo. Le abrí la puerta y moví la cámara, entro, quince minutos después salió con un montón de hojas en la mano.

No me dejo ver hasta que las empezaron a poner en cada puerta de los dormitorios y en la cafetería.

-¿esto? Bella si se enteran que fuiste tú, estarás frita- dijo Emmet cuando vimos lo que la hoja contenía.

-si me atrapan ustedes estarán fritos, lo hice en tu computadora Emmet- dijo mi chica riendo.

El oso se puso frio  corrió a su computadora a borrar la evidencia.

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