sábado, 11 de febrero de 2012

Cambiando por amor


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Capitulo 21.- En la intimidad…

Rosalie pov

Al llegar noche entraríamos a las oficinas, sacaríamos los expedientes de Carmen y su grupo. Edward apago las cámaras. Desde la cocina entro al sistema de vigilancia, copio una hora de grabación y la puso, se despidió y se marcho. Es hora de poner en práctica todo lo que nos ha traído a este lugar.

Al llegar la mañana ya sabíamos como atacarlas.

- no sabrán quien las golpeo hasta el último minuto y ya sería tarde- dijo Bella con la sonrisa maquiavélica en el rostro.

- es arriesgado, te expulsarán también, no dejare que lo hagas Bella-  decía Alice.

-las quieres fuera, esto es lo que se necesita-

-no Bella es muy peligroso, Alice tiene razón mira sé que lo de los huevo no lo hemos resuelto pero esto es demasiado, Carlisle sabrá que fuiste tú. Piensa en Edward si te sacan seguro hace una estupidez y con él los demás Cullen, además no te dejaremos ir sola- dije

-bien, olvidemos el asunto entonces, usemos algo de bajo calibre, para mañana lo tendré pensado- dijo mi amiga resignada.

Guardamos todo para tirarlo a la basura. Los planes para hacerles una broma que jamás olvidarán, lo que nos podría costar el futuro. No vale la pena.  Ellas no valen la pena.

-¿Qué harás esta tarde?- pregunto Bella.

-estaré con Emmet, nos gusta platicar en la terraza- conteste mientras me arreglaba para salir.

-¿y tu Alice?- pregunte.

El duende salía de la ducha para nada azul. Su primera cita se había cancelado y sabíamos que andaban en esas.

-hum, Jasper me llevara a la sala audiovisual para ver una película, ya pedimos permiso, todos andan en la ciudad, solo estamos los seis y Esme creo-

-¿Qué harás Bella?- pregunto Alice.

-me acostare temprano, mi periodo llego antes, me siento un poco mal; me tomare un analgésico, si ven a Edward le dicen que estaré aquí- dijo frente al botiquín donde teníamos los tampones y analgésicos.

-seguro- dijimos saliendo.

-Hola hermosa, ¿quieres ir a la terraza ahora?- me pregunto Emmet.

-¿A dónde más podríamos ir?-

-bueno no hay nadie, pensé que tal vez tu y yo podíamos perdernos allá arriba- respondió besándome, sus manos se quedaron en mi trasero, apretándome contra él, su erección es palpable.

-llévame- pedí

Para cuando llegamos al lugar, había dos tumbonas forradas con sabanas y almohadas y una lona sobre ellas sujeta a varios puntos.

-¿y eso? ¿Cómo veremos las estrellas con eso ahí?-

-eso se arregla muy fácil- dijo mi hombre jalando la estructura hacia afuera de la lona

Me deje caer en un lado mientras se sentaba en el otro. Me beso despacio, lento, la pasión fue creciendo mientras su mano recorría mi brazo, al llegar a la espalda, me jalo dejándome sobre sus piernas.

Siguió besándome, acariciándome completa esta vez, hasta que coló la mano debajo de mi blusa, gemí al sentirlo, se detuvo.

-lo siento yo…-

-cállate y termina lo que empezaste, la blusa no se desabrochara sola- dije mientras tiraba de su playera dejándolo solo con el pantalón.

Me beso de nuevo mientras me empujaba contra las almohadas, desabrocho mi blusa, despacio, sin prisas, la oscuridad aun no llega y verlo así es increíble. Bajo la luz del atardecer, ese momento previo a que todo se haga negro, lo supe con certeza. Estoy enamorada. De él.

-¿quieres ser mi novia?- pregunto mientras abría el seguro de mi sostén.

-si- respondí antes de sentir sus labios en mi piel.

Me desnudo, me beso completa. Marco un sendero de besos desde mis senos hasta mi centro. Su lengua hace maravillas. En poco me sentí cerrar mientras sus dedos entraban y salían de mí con rapidez.

Me perdí en algún momento entre el placer y el amor, se desnudo en cuestión de minutos. Cuando por fin entro en mi fue como si todo estuviera donde debería. Me sentí en casa por primera vez en mucho tiempo.

Ahora ya sé a dónde pertenezco. Le pertenezco a él. Aferrada a su espalda mientras embestía una y otra vez lo escuche decirlo, lo que tanto espere por fin lo dijo. Pero solo pude gemir ante mi inminente orgasmo.

Emmet pov

-te amo- logre decir antes de vaciarme en ella, su respuesta fue gemir otra vez mientras su cuerpo cerrado en torno a mi me sacudía, haciéndome sentir tanto placer como jamás imagine.

-te amo- dijo minutos después, me gire para no aplastarla con mi cuerpo.

Sus piernas aun enrolladas en mi cadera me dificultaban no lastimarla.

-Cariño, si no me sueltas no podre abrazarte- dije besándola de nuevo.

-me abrazas después, házmelo de nuevo- pidió mientras me mordía –No soy de cristal, no te contengas Emmet- susurro.

Esta chica me matara. Es justo lo que espero en una mujer, lo que quiero en una mujer. En mi mujer.

Sin perder tiempo en cursilerías y duro como estaba de nuevo por sus palabras, tome otro preservativo y antes de perder el valor entre en ella de nuevo, con cero delicadeza, sus uñas se enterraba en mí mientras pedía más. Gire hasta dejarle encima. Y mi dulce chica desapareció.

 La mujer sobre a mi es una amazona dispuesta a matarme, se mueve con fuerza, su mirada es lujuria absoluta y eso me prendió más todavía. Me quito las manos de su cuerpo mientras se movía con precisión, con la fuerza y el compás justo para hacerme llegar, lo más tortuoso es ver cómo se acaricia a sí misma y que no me deje tocarla, sus senos me están matando y no me deja rozarlos, apretarlos, morderlos.

-Rose, por favor…déjame tocarte…- suplique mientras su centro me hacía pasar momento de placer absoluto y sus manos tocándose y acariciándose me ponen más duro, mas frenético, desesperado por completo.

Cuando su rostro se tenso de placer y bajo la guardia ataque.

La tumbe quedando de nuevo encima, la jale hasta la orilla y la senté de espadas a mí y la hice mía de nuevo, no dejo de moverse pero ahora la sujetaba por sus muy ricos senos, mientras su irresistible trasero se chocaba contra mí. La sentí cerrarse justo antes de vaciarme de nuevo.

Sus gemidos me ponen loco, es increíble la fuerza que esta mujer tiene. La fuerza de hacerme perder la cabeza.

Cuando por fin terminamos logre ponerla en la tumbona ya arrastrarme junto a ella. Tome una de las mantas y nos cubrí con ella. Me abrazo con delicadeza. Mi chica dulce estaba de vuelta.

Alice pov

-¿Qué película rentaste?- pregunte apenas entramos a la sala.

-ninguna, hice algo mejor- dijo Encendiendo una vela y luego otra y otra, había una cama hecha de sabanas y  más velas a una distancia segura.

-me encanta- me colgué de su cuello, besándolo.

Por fin podre sentir su piel sobre la mía.

-la cena primero- Logro decir, nos sentamos a comer tranquilamente sabiendo que tenemos la noche para nosotros.

Tomamos vino  y el maratón de besos empezó, lento, suave, excitante. Sus manos llegaron al borde de mi vestido, deslizo los tirantes suavemente. Mientras bajaba por mi cuello, hasta mi hombro. Llegue al botón de su camisa y sin prisas mientras me seguía besando libre la hilera, sacándola del pantalón después de abrir la cremallera.

Dejo caer mi vestido por todo mi cuerpo, mientras me deshacía de su cinturón habiendo quitado ya su camisa, quede frente a él desnuda casi por completo. Solo las bragas de algodón me quedaban. Él frente a mí solo con el pantalón abierto. Me beso de nuevo llevándome hasta las mantas. Se dejo caer jalándome con él, sus manos entraron en la única prenda que me cubría, mientras sus labios se dedicaban a besar mis pezones endurecidos por el deseo.

-Alice, te amo- dijo antes de meter sus dedos en mi.

Gemí ante eso. Sin ser capaz de responder nada coherente.

Solo acerté a meter mi mano entre su ropa interior y tomarlo cuan largo es. Moví arriba y abajo, mientras gemía contra mi cuerpo e intensificaba el movimiento de su mano. Llegue al primer orgasmo antes de ser consciente de ello. No vi cuando se quito todo o cuando me desnudo por completo, aun presa del sentimiento de  placer que me envolvía.

-¿Alice, quieres ser mi novia?- dijo mientras se colocaba sobre mí.

-sí… te amo Jasper- dije apenas segundos antes de que entrara.

Su cuerpo me lleno por completo, como si fuéramos uno. Se movió lento, suave, intensificando la velocidad y la fuerza, hasta que suplique pidiendo mas, su boca se estrello en la mía y no dejamos de besarnos hasta que me cerré de nuevo, se despego solo para gemir antes de dejarse caer sobre mí. Giro levemente para liberarme de su peso.

-es oficial eres mi novia- dijo mientras intentaba recuperar el aliento.

-sí y tu eres mi novio. ¿Lo hacemos otra vez?- pedí.

Jasper pov

-Sí, no creo cansarme nunca de ti- dije mientras me daba a la más placentera tarea de besarla y prepararla de nuevo, nada mas divino que verla deshacerse entre mis manos, su mirada esta cargada de deseo.

Lentamente esta vez la bese desde el cuello hacia el sur, siempre al sur, estoy seguro que jamás he probado antes miel tan dulce como lo es su sabor. Y no me equivoque. Apenas mi lengua la toco se retorció de nuevo, su cuerpo me tiene loco, su sabor me intoxica de la mejor manera que pude pedir. Seguí besando, mordiendo, saboreando esa parte de su cuerpo de la que aun no he tenido suficiente.

Cuando sentí que ya no aguataría mas estando fuera de ella, subí sin dejar de besar su cuerpo, esas lomas perfectas que adornaban su torso, del tamaño justo, pase por ahí sin hacerlos menos, hasta llegar a su boca, antes de decidir si besarla de nuevo o perderme entre sus piernas antes, me jalo del cuello besándome con una pasión que no había sacado hasta ese momento, dejándome sin respiración.

-Alice…-

-entra, ahora…- hice lo que me pedía.

Apenas me hundí en su cuerpo giro llevándome con ella hasta quedar encima, se movió lentamente hasta que suplique fuera más rápido, negó riendo mientras colocaba mis manos sobre sus senos y seguía con la candencia de una Diosa.

-Alice, no seas mala… estas matándome, por favor más rápido…- suplique.

Me miro serena mientras intensificaba el ritmo, cuando no pude mas la tome por la cadera moviéndola y moviéndome, su rostro cambio, pude ver que estaba por llegar y lo hizo apenas segundos antes que me viniera con ella aun moviéndose.

-te amo… ¿Por qué tardaste tanto?- pregunto con la respiración acelerada.

-¿por idiota?-

-si-

-si… lo siento- dije antes de que sonriera dulcemente

La abrace aun sobre mi cuerpo, no hay mejor lugar para ella que en mis brazos y no habrá jamás mejor lugar para mí que en los suyos. Es oficial, estaba enamorado. Completamente. Y ella es toda mía, solo mía. La acaricie intentando hacerle el amor de nuevo cuando la campana sonó en toda la escuela. Eso no es bueno.

-¿Qué pasa?- pregunto asustada.

-no sé, vístete, debe ser algo importantes si están sonando la campana- dije mientras me vestía también.

Llegamos al área de la piscina, punto de encuentro.

-¡¡¡ Carlisle!!!-

-ese es Edward, viene de arriba- reconocí la voz de mi hermano  

-¡¡¡ Carlisle!!!  -

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