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¿EL FIN?
- ¡Bella!-exclamé con voz ahogada.
- Pasa- respondió en voz baja y se apartó para que entrara a su casa. Atravesé la puerta y me quedé parado en la sala. Estaba tan nervioso que metí las manos en los bolsillos, para evitar que se notara el temblor que tenían.
- Bella...-susurré- yo...
- Toma asiento- me indicó el sillón frente a ella. Me senté, mientras ella hacía lo mismo y abrí mi boca para empezar a hablar, pero ella me interrumpió:
- Edward, sinceramente no tengo ganas de oír lo que tengas que decir- dijo con los ojos cerrados- pero creo que todos tienen derecho a ser escuchados -abrió sus ojos, se acomodó en su asiento y se cruzó de brazos- así que... habla
"Aquí vamos", pensé.
- Verás... - me pasé una mano por mi pelo- cuando empecé la secundaria, las chicas empezaron a acercarse a mí y... en esa época, yo no estaba interesado en ellas, aún no maduraba lo suficiente para empezar a fijarme en mis compañeras... pero mis amigos me insistían en que saliera con chicas, que no se iba a ver bien... -me removí incómodo en mi asiento- si rechazaba a todas... ya sabes... -y levanté brevemente mis cejas para que Bella captara lo que estaba tratando de decir, pero ella permaneció impasible, así que no supe si había entendido lo que estaba tratando de decirle- y bueno, empecé a aceptar las invitaciones que me hacían y con el tiempo me fue gustando, me comenzó a gustar ir a fiestas y que las chicas me consideraran guapo y se me acercaran...- suspiré- pero nunca pensé que hubiesen tantas interesadas en mí... me volví popular... de pronto, todas querían salir conmigo y eran tantas que era imposible recordarlas a todas, así que comencé a escribir notas con algunos datos, para que no creyeran que era un desconsiderado- fijé la vista en el suelo y seguí hablando- pero con el tiempo, esas notas fueron aumentando y se me perdían, así que...- "Vamos, Edward, tú puedes" me animé "tienes que ser honesto con Bella"- decidí traspasarlas a mi laptop para tenerlas más ordenadas, después... -tomé aire- decidí que sería bueno agregar unos datos básicos y esas notas se transformaron en fichas... creía que era un sistema muy bueno para mantener mi imagen de chico atento - sacudí la cabeza incrédulo- y me funcionó bien hasta ahora- levanté la vista para ver a Bella- el día en que... ya sabes, viste mi laptop con tu... ficha- hice una mueca al recordar ese día- estaba viéndola mientras pensaba en ti. Estaba... recordando -sonreí y me perdí en mis pensamientos- estaba recordando tus ojos... tu sonrisa... tus sonrojos... cuando dijiste que me amabas... cómo me sentí en ese momento... me di cuenta entonces que tu ficha era un mal reflejo de lo que tú eras, porque tú... eras y eres perfecta... en ese momento... -mi sonrisa se amplió- me di cuenta que te amaba y sabía que tenía que decírtelo, tenías que saber que yo te correspondía... estaba tan eufórico que fui a echarme agua fría al rostro en un intento de borrar la sonrisa idiota que tenía, que no me di cuenta que había dejado mi laptop tan expuesto... y entonces cuando volví... estabas ahí... pero Bella- me levanté y me puse de cuclillas junto a ella- tienes que creerme que jamás quise que te enteraras así... -le tomé la mano, pero ella la apartó bruscamente- Bella...
- Te escuché, Edward - se puso de pie de un salto- me di el tiempo para oírte, pero no pidas más que eso.
- Pero Bella...
- ¡Pero nada, Edward!- me gritó- ¡Me engañaste! ¿Cómo crees que me siento? Es como... - un escalofrío recorrió su cuerpo- es como si fuera un objeto... es como si me estuvieras estudiando, como si te creyeras psicólogo y me estuvieras estudiando para comprobar una teoría tuya...- siguió recriminándome con las lágrimas inundando sus preciosos ojos del color del chocolate más dulce- ¡No puedes venir aquí y esperar que actúe como si nada hubiese pasado! Sólo me querías para divertirte, porque claro - rodó los ojos- Alice es tu prima, no podías tener algo con ella, ¿cierto? y Rosalie está con Emmett y hay que ser muy idiota parar querer meterse con él - Bella empezó a sollozar con fuerza- ¡Entonces sólo quedaba la tonta de Bella! No tenías más opción.... ¡Sólo yo estaba disponible! ¡Y me engañaste, diciendo que me querías!
- Bella, yo te...
- ¡Cállate!- me chilló furiosa- no me digas que me quieres, ¡porque es mentira!
- ¡Tienes que creerme!- grité antes que me interrumpiera- ¡Yo te quiero, Bella!
- No puedo creerte, Edward, lo siento- respondió mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas.
- Bella.... - gemí.
- Edward... - suspiró profundamente y añadió más calmada- necesito tiempo parar digerir todo lo que pasó... necesito pensar... estar sola... y ordenar mis pensamientos acerca de ti... -sacudió la cabeza- ahora no sé qué pensar de ti... necesito procesar lo que me dijiste... quizás... -dijo sin convencimiento- podamos conversar de nuevo y... -dejó la frase inconclusa.
-Te daré tiempo para que lo pienses, Bella -le aseguré esforzándome por disimular el dolor que sentía internamente- te prometo que no te molestaré... -me puse de pie y me dirigí hacia la puerta, tomé el pomo y me giré nuevamente hacia ella- gracias por escucharme- sonreí tristemente- espero que nos veamos pronto. Adiós, Bella Swan- y caminé hacia mi auto sintiendo cómo mi cuerpo se destrozaba lentamente.
***
Me sentía tan enojado conmigo mismo, mientras conducía de vuelta a casa de mis tíos, los ojos me ardían al tratar de contener las lágrimas. A medida que atravesaba la carretera, no podía evitar pensar en Bella, cada segundo que pasaba, sólo me dedicaba a pensar en ella. En un intento de desesperado por tratar de alejar esos pensamientos de mi cabeza, concentré toda mi atención en el camino, en los árboles que pasaban junto a mí, en las señales del tránsito, en cualquier cosa que sirviera como distracción, pero era mucho pedir. De pronto, identifiqué entre los árboles, el atajo que había tomado con Bella la primera vez que nos besamos y en un impulso masoquista, me desvié en dirección a la playa. Estacioné mi auto en el mismo lugar donde lo había hecho antes y caminé hacia la playa.
Las olas chocaban contra las rocas y el aire soplaba con tal intensidad, que parecía avisar que se avecinaba una tormenta más adelante. Pero no me importaba, necesitaba estar solo, necesitaba sacar toda la presión que sentía en el pecho y provocaba que me sintiera ahogado, aunque sabía que mis pulmones estaban perfectamente sanos. Me senté en la fría arena, rodeé mis piernas con mis brazos y me dediqué a observar el paisaje, pero seguía respirando con dificultad, como si una parte de mí mismo se hubiera quedado con Bella. De pronto, un trueno resonó en medio de la noche y el suelo tembló levemente, antes que la lluvia comenzara a caer. Mientras veía cómo el agua se deslizaba por mis manos y no pude evitar recordar a Bella llorando por mi culpa. Era un idiota. Le había hecho demasiado daño. Ella no me perdonaría, estaba seguro de ello. Yo tampoco me perdonaría haber herido a un ser tan delicado como Bella. Era un monstruo, ¿Cómo no me di cuenta antes? Todas esas chicas, que yo pensaba que hablaban por despecho, tenían razón, yo era un idiota sin corazón que no merecía ser feliz. El sólo hecho de pensar en Bella, hacía que sintiera que me abrían el pecho con algo muy caliente, que me quemaba por dentro y me causaba ganas de llorar. Pero no podía, había algo mi interior que me reprimía, quizás era la formación que mis padres me habían dado: "Tienes que mantener la cabeza fría siempre, Edward, sino sólo cometerás torpezas". Bufé molesto ante ese recuerdo, cada día que pasaba estaba más convencido que mis padres me habían enseñado cosas absolutamente inservibles. ¡Arg! ¿Por qué no podían ser más como mis tíos? Ellos eran tan buenas personas... tan preocupados por su familia... ¿Por qué no podían ser así de amables?
Pero la respuesta a esa pregunta de mi subconsciente nunca llegó, porque el sonido de un nuevo trueno, provocó que algo en mi interior se liberara, como si se abriera una caja que tuviera guardada durante años: la caja con mis sentimientos que había reprimidos desde que tenía uso de razón. Respiré profundamente, hundí la cabeza en mis rodillas y lloré por Bella, lloré como nunca pensé que lloraría por alguien, lloré desde lo más profundo de mi ser, lloré mientras la lluvia aumentaba de intensidad y la arena se volvía cada vez más fría y húmeda.
***
- ¡Edward!- gritó mi tía y corrió a abrazarme, apenas me vio entrar a la casa- ¿Dónde te habías metido? ¡Cómo se te ocurre salir con una tormenta así! ¡Te podría haber pasado algo!- me soltó para mirarme y su expresión se volvió más preocupada- ¡Oh, Edward! ¿Te sientes bien?- preguntó colocándome una mano en la frente- ¡Estás ardiendo en fiebre! – Esme me tomó del brazo y me condujo escaleras arriba- Llamaré a Carlisle, mientras tanto ponte ropa seca y acuéstate- me ordenó cuando llegamos a mi cuarto. Asentí con la cabeza e hice lo que me decía, después que mi cabeza chocó contra la almohada, suspiré y me quedé con la mirada perdida en el techo de la habitación.
- Edward, Edward- oí que unas voces me llamaban. De pronto, una luz me cegó momentáneamente hasta que reaccionó y me di cuenta que era mi tío examinándome- Edward- dijo cuando notó que mis ojos se enfocaban en él- Esme dijo que tenías fiebre, así que te di un jarabe para bajarla y te quedaste dormido un par de horas.
- ¿Horas?- pregunté confundido, no recordaba haber tomado medicina ni haber dormido, aunque para ser sinceros ni siquiera recordaba que había hecho cinco minutos atrás, mis pensamientos eran tan nebulosos, veía a Bella la mayor parte del tiempo, pero habían ciertas lagunas mentales, como por ejemplo, la de ahora.
- Sí, dormiste unas tres horas- respondió mirando su reloj- ahora tienes mejor cara y tus signos vitales son normales, tienes suerte – hice una mueca al oír esa palabra, la suerte me había abandonado junto con Bella, Carlisle ignoró mi gesto y siguió hablando- …que no te hubiese dado una pulmonía por exponerte así en plena tormenta- iré a buscar a Esme, está tan preocupada por ti… ya vuelvo- me sonrió y salió del cuarto. ¡Lo que me faltaba! Ahora me mirarían con más lástima y pondrían esa expresión que decía "Pobre Edward, pero finjamos que no nos damos cuenta de su sufrimiento para no hacerlo sentir mal".
- Edward, cariño, ¿cómo te sientes?- preguntó Esme y caminó rápidamente hacia mí para sentarse en la orilla de mi cama.
- Mejor – intenté sonreír lo más natural posible, y a pesar que ya no tenía fiebre y no tenía mi ropa mojada, me seguía sintiendo pésimo, pero si lo decía en voz alta, estaba convencido que me enviarían a un psicólogo, o peor, un psiquiatra.
- Me alegro, pensé que te daría una pulmonía cuando te vi- dijo Esme llevándose una mano al pecho- me reí intentando aligerar el ambiente y cambiar de tema- no es gracioso, Edward, era una clara posibilidad, ¡salir en una tormenta así!
- Lo siento- agaché la vista avergonzado- yo…- Esme me interrumpió colocando una mano sobre mi brazo:
- ¿Hablaste con Bella?- asentí con la cabeza- Las cosas no salieron como esperabas, ¿cierto?-nuevamente asentí- ¿quieres hablar sobre eso?- preguntó con tono suave. Me removí inquieto en la cama, me debatía entre guardarme todo lo que sentía o desahogarme con ella- Si no quieres… entiendo- comenzó a quitar su mano para ponerse de pie, pero la detuve:
- Está bien… yo quiero hablar, es sólo que… es tan…- sacudí la cabeza frustrado.
- Te ayudaré un poco- me sonrió ella- fuiste a la casa de Bella y le hablaste –asentí- ¿qué sucedió?
- Yo le escribí una carta porque pensé que no quería hablarme y no la culpo porque…
- Edward- dijo Esme y suspiré, a ella no le gustaba que fuera tan duro conmigo mismo, así que me limité a contarle los hechos y omití todas mis quejas.
Una vez que terminé de contar mi relato, mi tía me abrazó y me dijo:
- Siento tanto que las cosas terminaran así… pero ella tiene razón, tienes que darle tiempo, necesita que sus heridas se cierren.
- Lo sé…- dije con la vista fija en el suelo.
- Estoy orgullosa de ti, Edward- murmuró mi tía de repente.
- ¿Orgullosa por qué?- pregunté frunciendo el ceño.
- Requiere mucho valor aceptar las consecuencias de nuestros errores- me aseguró- y aunque te duela alejarte de Bella, sabes que tienes que hacerlo, porque es lo correcto- me sonrió tristemente- conseguimos tu pasaje de regreso para mañana al mediodía, por favor no creas que queremos que te vayas, todos estamos felices de tenerte acá, pero… creemos que es mejor para ti volver a Chicago… -mi expresión debió haber sido bastante angustiada porque agregó con fervor ya verás que todo se va a solucionar… sólo ten paciencia- y se levantó para dejarme descansar.
Aunque esperaba de todo corazón que Esme tuviera razón, mi lado racional me decía que no me creara falsas esperanzas. Y tener estas luchas internas me estaba empezando a agotar, pero, ya sea para bien o para mal, pronto regresaría a Chicago y podría alejarme de Forks, quizás así podría olvidar a Bella….
No, ahora que lo pensaba, jamás podría olvidarla, pero tal vez en casa podría soportar de una forma más… digna, el deseo de Bella de estar lejos de mí.
Todo esto era tan nuevo y extraño, en Chicago las chicas lo único que querían era estar cerca de mí, y se emocionaban cuando recordaba su nombre, y aunque nunca me había interesado alguna de ellas durante mucho tiempo, me reconfortaba saber que querían estar conmigo, y no con otro. Pero ahora, mi vida había cambiado radicalmente, era como si la Tierra girara al revés, porque cuando por fin me había interesado realmente en alguien, justo esa persona me repelía como si tuviera la peste. Reconozco que actué mal, pero ¿no era algo exagerada la reacción de Bella? Después de todo, ella me quería ¿o no? Si ella me quisiera… me perdonaría… quizás…. Ella no me quería y quería alejarse ¡Y yo justo le di la excusa que necesitaba!
Sacudí la cabeza intentando apartar esos pensamientos de mi mente. Estaba comenzando a desvariar, Bella era una chica sincera, sería incapaz de hacer algo así. Simplemente no quería verme porque le había hecho daño. No tenía por qué dudar de ella. A diferencia de mí, Bella era una persona noble y de buenas intenciones.
Respiré profundamente y mirando por última vez el techo, me dormí sabiendo que a la noche siguiente estaría viendo el de mi cuarto en Chicago.
***
A la mañana siguiente, apenas desperté, recordé que no había preparado mis maletas, anoche recién me había enterado de mi vuelo, así que rápidamente fui hasta al armario, pero cuando lo abrí me di cuenta que sólo había ropa para un solo día. Alguien, lo más probable es que haya sido mi tía, me había guardado mis cosas, dejando solamente lo esencial afuera. Sonreí ante tamaño gesto de generosidad y bajé a agradecerle.
Cuando llegué al primer piso, estaban Emmett y Jasper conversando alegremente y sonrieron al verme.
- ¡Eddie!- gritó Emmett- ¡Qué gusto verte! – sinceramente me sorprendió, parecía querealmente se alegraba de verme.
- Justo estábamos hablando de ti- agregó Jasper.
- Sí, yo le estaba comentando al Sr. Hale, aquí presente- señaló a Jasper- que estaba preocupado por usted, joven Edward, si no hubiese sido porque lo conozco a usted desde que era un enano de pelo rojo y ojos verdes, colores muy navideños, debo agregar- rió- hubiese pensado que estaba viendo un zombie…
- No tienes buena cara, Edward- interrumpió Jasper.
- … pero después me dije a mí mismo "Mismo, ¿pero si no es Edward?" y ¡Bingo! Eras tú- terminó Emmett riendo junto con Jasper. No podía creerlo, me estaban hablando como si nada hubiese pasado…
- ¿Qué?- preguntó Jasper viendo mi expresión.
- ¿Por qué me siguen hablando?- pregunté de vuelta.
- Todos cometemos errores- se encogió de hombros, Emmett.
- No tenemos por qué juzgarte- continuó Jasper.
- ¡Quién esté libre de pecado, que lance la primera piedra!- exclamó Emmett, permanecimos en silencio unos instantes mirándonos las caras y luego éste empezó a hacer sonidos de grillos, no pudimos evitar reír.
- Mucho mejor- me dijo Jasper mirándome aprobatoriamente.
- Arriba ese ánimo- agregó Emmett golpeándome la espalda- tienes suerte de conocernos, ¿sabías? No somos personas rencorosas, pero Alice y Rose…
- Son chicas y hacen lo que las chicas hacen, se apoyan unas a otras…
- Y le meten ideas a Bella para que odie a Edward- rió Emmett, pero se calló al ver el rostro furioso de Jasper y el mío de shock.
- No serían capaces de hacerlo, saben que Bella quiere a Edward- dijo Jasper en tono seguro.
- Entonces no entiendo, ¿serías tan gentil de iluminarnos con tu conocimientos y decirnos por qué Alice y Rose actúan como actúan?- preguntó Emmett con cierto deje de ironía.
- Lo único que ellas quieren es que Bella esté bien y evitarán hablar de Edward, porque saben que es un tema delicado para ella y no le hace bien, así que se limitarán a obligarla a que se distraiga… irán de compras, al cine, a la playa… no sé… -se encogió de hombros- cosas que sirvan para hacer que Bella se olvide temporalmente de Edward y vuelva a estar bien- nos miró en busca de alguna reacción y al no ver lo que esperaba, suspiró y continuó- y sólo cuando ella esté bien… podrá pensar las cosas y tomar una decisión al respecto- concluyó.
- Vaya- dijo Emmett asombrado- tú sí sabes.
- Es psicología- se encogió de hombros.
- Eres bueno… -murmuró Emmett aún asombrado.
- Estudio psicología, idiota- replicó Jasper molesto.
- ¡Vaya! ¡Ahora todo tiene sentido!- dijo teatralmente.
- Basta ya, Emmett- le dijo Jasper golpeándolo atrás de la cabeza.
- Yo creo que eso no lo aprendiste en la escuela de psicología, sino que lo sacaste de las revistas que tiene Rose- bromeó Emmett- si quieres entender a las mujeres, lee esas revistas, no necesitas estudiar tanto viejo loco como Jasper. Eso es aburrido- dijo sonriente.
- ¡Edward!- exclamó Esme apenas me vio- ¿por qué no me avisaste que estabas levantado?
- Uhm…
- Estábamos conversando de la vida, mamá- respondió Emmett.
- Claro… - dijo ella entrecerrando los ojos- Ven, Edward- les sonreí a los chicos, o al menos lo intenté y seguí a mi tía a la cocina.
Una vez allí, me senté y miré distraídamente por la ventana, estaba tan absorto en eso que no me di cuenta que me estaban hablando.
- ¡Edward!- exclamó Esme moviéndome un poco el brazo para que reaccionara.
- ¿Sí?- pregunté deslizando mi vista desde la ventana hacia ella.
- Te pregunté cómo amaneciste- dijo estudiando mi rostro.
- Amanecí mejor- sonreí un poco- gracias por guardar mis cosas.
- No hay problema, todo ha sido apresurado- me respondió algo nerviosa- pero es por tu bien, cariño- me dio un breve abrazo- ahora come, te espera un largo viaje.
Pasamos el resto del desayuno en silencio, hasta que llegaron Emmett y Jasper quienes me arrastraron hasta la sala y se encargaron de mantener mi mente ocupada durante toda la mañana, me distrajeron tan bien que no me di ni cuenta cuando llegó la hora de despedirme.
- ¡Te voy a extrañar, Eddie!- gritó Emmett abrazándome como si me fuera a otro planeta en lugar de Chicago- Forks no será lo mismo sin ti- añadió dramáticamente.
- ¡Basta ya, Emmett, lo vas a hacer llorar!- siguió Jasper.
- No lo puedo evitar- dijo soltándome- ¡crecen tan rápido!- rió Emmett.
- Yo también te voy a extrañar- bromeé- extrañaré tus gritos, deberías revisarte los oídos, no es normal que alguien grite tanto.
- Le hemos dicho eso muchas veces- respondió Jasper serio y luego rió- ¡pero no nos escucha!- nos reímos un buen rato, hasta que finalmente la risa paró y él continuó hablando- yo también te extrañaré, eres un buen chico- me sonrió.
- ¡Sonamos tan gay!- se quejó Emmett- menos mal que no hay nadie más aquí, sino quépensarían- se estremeció- pensarían que queremos hacer un trío para…
- ¡Emmett!- lo cortó Jasper- estamos despidiéndonos de Edward, ¿podrías concentrarte en eso? ¿Eres capaz de concentrarte alguna vez?- preguntó contrariado.
- Oh sí, tu hermana lo puede confirmar- sonrió malévolamente, Jasper abrió la boca para hablar, pero lo interrumpí:
- Gracias por seguir hablándome chicos…- murmuré algo avergonzado- yo también los extrañaré.
- ¡Abrazo grupal!- chilló Emmett y nos abrazó a Jasper y a mí. }
Después de despedirme de ellos, no sin antes prometer que nos mantendríamos en contacto, como era de esperar, Alice y Rosalie no aparecieron por la casa, era obvio que tampoco querían verme. Cargué mis maletas en el auto de Carlisle (el mío sería enviado a Chicago en la tarde) y me subí en el asiento trasero. Mis tíos me acompañaron hasta el aeropuerto y una vez allí, Esme me hizo prometerle, nunca antes había prometido tantas cosas en un solo día, que la llamaría apenas llegara a Chicago. Luego, de despedirme de ellos, me dirigí hacia las ventanillas, mostré mi pasaje y caminé hacia la sala de embarque mientras esperaba por el vuelo que me llevaría de vuelta a mi antigua vida.
***
Estaba en el avión rumbo a Chicago, no podía creer todo lo que había pasado con Bella. Había sido un total y completo idiota, había desperdiciado la oportunidad de estar con una chica con la que realmente podía ser yo mismo. Suspiré pesadamente mientras el avión comenzaba a despegar. Me coloqué los audífonos, los conecté al asiento, sintonicé el primer canal de música y cerré los ojos para olvidarme de todo, aunque sea por unas horas.
Come with me. (Ven conmigo)
Esa simple frase, hizo que Bella volviera a mis pensamientos. No pude evitar recordar nuestra primera cita.
***Inicio Flashback 1***
- "Bella… ven conmigo- le extendí la mano para que la tomara- nada malo te va a pasar.
***Fin Flashback 1***
We took a back road. (Tomamos un atajo)
***Inicio Flashback 2***
- Mira, un desvío- le señalé un camino que se habría entremedio de los árboles.
- ¡No pensarás seguirlo! ¡¿Estás loco?!- preguntó alarmada.
- Relájate- reí.
**Fin Flashback 2***
We're gonna look at the stars. (Vamos a mirar las estrellas)
***Inicio Flashback 3***
- Confía en mí- le dije mirándola fijamente a los ojos,- sólo daremos una vuelta, miraremos las estrellas y volvemos al auto. ¿Está bien?- ella asintió y tomó la mano que le ofrecía
***Fin Flashback 3***
We took a back road in my car. (Tomamos un atajo en mi auto)
Down to the ocean, (abajo en el océano)
It's only water and sand (es sólo agua y arena)
***Inicio Flashback4***
Caminamos unos metros hasta llegar a la playa, me saqué mi chaqueta y la extendí en la arena. Le hice una seña a Bella para que se sentara, y una vez que lo hizo, me senté junto a ella.
- Linda noche, ¿no te parece?- pregunté.
- Sí- murmuró ella- tenías razón, valía la pena tomar el atajo, de otra manera no estaríamos aquí viendo lo hermosa que está la noche- me sonrió.
***Fin Flashback 4***
And in the ocean we'll hold hands. (y en el océano nos tomamos de las manos)
***Inicio Flashback 5***
Algo extraño se movió en mi interior que hizo que me levantara y le extendiera mi mano a Bella, quien, esta vez, la tomó sin titubear. Siguiendo ese impulso repentino, la guié hasta la orilla de la playa hasta que nos fuimos acercando peligrosamente al agua.
- ¡Edward! ¿Qué estás haciendo? ¡Nos vamos a mojar!- exclamó aterrada. Me detuve y me coloqué en frente a ella. Tomé su cara entre mis manos y la besé brevemente en los labios. Me separé un poco de Bella y ella me miraba con la expresión más dulce que había visto en una chica antes. Sonrió nerviosa, y nuevamente la besé con más seguridad que antes. Bella respondió esta vez al beso con mayor intensidad, el choque de unas olas, hizo que perdiéramos el equilibrio y cayéramos al agua. Ambos soltamos una risa y continuamos besándonos. Una vez que nos separamos, Bella entrelazó su mano con la mía y salimos del agua.
***Fin Flashback 5***
La letra de la canción describía cada detalle de mi primera cita con Bella. Esto era demasiada coincidencia, ¿cómo una canción podía ser tan acertada? Decidí seguir escuchándola, a lo mejor estaba paranoico…
Without an answer, the thunder speaks for the sky, and on the cold, wet dirt I cry. (sin una respuesta, el trueno habla por el cielo, y en la fría y húmeda suciedad, lloro)
***Inicio Flashback 6***
Arg! ¿Por qué no podían ser más como mis tíos? Ellos eran tan buenas personas... tan preocupados por su familia... ¿Por qué no podían ser así de amables?
Pero la respuesta a esa pregunta de mi subconsciente nunca llegó, porque el sonido de un nuevo trueno, provocó que algo en mi interior se liberara, como si se abriera una caja que tuviera guardada durante años: la caja con mis sentimientos que había reprimidos desde que tenía uso de razón. Respiré profundamente, hundí la cabeza en mis rodillas y lloré por Bella, lloré como nunca pensé que lloraría por alguien, lloré desde lo más profundo de mi ser, lloré mientras la lluvia aumentaba de intensidad y la arena se volvía cada vez más fría y húmeda.
***Fin Flashback 6***
Definitivamente no estaba loco, la letra acertaba en cada detalle, era como si el autor de la canción hubiese sido yo mismo. El solo pensamiento de que alguien desconocido supiera lo que pasaba en mi interior, me daba escalofríos.
Mi lado cuerdo me decía que no escuchara más, pero mi lado irracional me pedía a gritos que siguiera oyendo, y como últimamente éste era el que primaba, seguí poniéndole atención a la canción, que iba por la mitad de una nueva estrofa…
It's someone's calling? (¿Hay alguien llamando?)
An angel whispers my name, (un ángel susurra mi nombre)
***Inicio Flashback 7***
- Edward…
Escuchaba que alguien decía mi nombre en algún lugar muy lejano, pero no lograba identificar a quién pertenecía la voz.
- Edward…
Volví a sentir que alguien me llamaba, aunque esta vez lo sentía de más cerca.
- Edward…
Ahora sentí que alguien me hablaba en oído, mientras me acariciaban suavemente el rostro. Suspiré contento y abrí los ojos. Bella me sonreía angelicalmente.
***Fin Flashback 7***
But the message relayed is the same: (pero el mensaje seguía siendo el mismo)
"Wait till tomorrow, (espera hasta mañana)
You'll be fine" (estarás bien)
***Inicio Flashback 8***
Edward, no te pongas así- me suplicó mi tía, abrazándome con más fuerza y acercándome a ella.- Ya verás que todo se solucionará- Me hundí en su pecho y ella me acariciaba el cabello mientras me susurraba: "Espera hasta mañana, estarás bien".
***Fin Flashback 8***
Me quité los audífonos de golpe, captando algunas miradas reprobatorias del resto de los pasajeros, pero no me importó. La canción había provocado lo que estaba tratando de evitar: recordar a Bella.
Cerré los ojos intentando relajarme mientras deseaba fervientemente que Chicago me ayudara a borrar todo el dolor que sentía y que hasta ahora, seguía sintiendo con la misma intensidad de aquel fatídico día en que Bella se alejó de mí.
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