lunes, 6 de febrero de 2012

BFL: I wanna live for you


Epílogo:

I wanna live for you

Estaba sentado en un rincón de su habitación, con mis manos apoyadas en mis rodillas, contemplandola, contemplando su cama, contemplando a mi esposa. El ruido de las maquinas eran las únicas pruebas que ella estaba viva. Sabía que estaba actuando egoísta, que incluso estaba dañando a mis seres queridos con mi actitud pero ¿Cómo uno enfrenta algo así? me pregunté y tenía claro que de mi decisión pendía no solo la vida de ella, sino la vida de ese pequeño ser que crecía en su vientre a cada hora, a cada minuto que pasaba.

¿Tendrías hijos?

No

Un minuto de silencio por la humanidad

¿De qué hablas?

Acabas de privar a las futuras generaciones de mujeres de muchos orgasmos mentales e histerias colectivas

Recordar esa conversación me provoco una risa mezclada con llanto. Apreté entre mis manos la carta que ella me había dejado y que Alice me había entregado.

Ten

¿Qué es esto?

Es para ti — me dijo y la miré — Es una carta de ella — explicó saliendo de la habitación. Habían pasado dos días desde que Bella había entrado en coma profundo.

¿Fuiste adicta?

¿Importaría eso?

Realmente no, claro que cuando quieras contribuir a la humanidad habrá que considerarlo

— ¡Maldición! — grité entre dientes apretando aún más el papel entre mis manos, a tal punto que estaba arrugado. No lo había leído, de hecho estaba tal cual, en su sobre, Alice lo había entregado. — No quiero leerlo — le dije en voz alta mirándola — Quiero escucharlo de tus labios, quiero escucharte a ti — grité desde mi posición. Pero solo obtuve un silencio en respuesta, el mismo silencio que había estado obteniendo durante todo el mes. Abrí el sobre, y saque el papel, lo estiré y comencé a leerlo.

No planee que sucediera si eso estás pensando pero creo que hicimos bastantes meritos para conseguirlo — era su primera frase y me reí.

Casarme y tener hijos no estaba dentro de mis prioridades pero heme aquí escribiendo una carta para quien es mi esposo; El hombre sueña y planea pero es Dios quién dispone y si estás leyendo esto es porque fue él quien tomó la ventaja esta vez — leí y me embargó la rabia.

Quiero que sepas que hace dos días confirmé que estaba embarazada y mi sorpresa fue mayúscula, no diré que no se cómo paso, porque recuerdo cada minuto, cada segundo de dicha hazaña. Solo diré a mi favor que no olvide la pastilla como estas pensando, esto fue obra del destino (ovulé dos veces en el mes, ¿sorprendido?, lo sé puedo coincidir contigo por primera vez y de manera oficial: soy ¡increíble!)— solté una risa y era increíble realmente increíble y la extrañaba con desesperación. Su ausencia estaba consumiéndome.

La verdad no sé si leerás esto cuando aún no haya nacido nuestro hijo o hija o tal vez lo leas cuando ya nació, eso depende de las posibilidades que le dije a Alice.

El motivo de esta carta es decirte que apenas supe que estaba embarazada, algo en mi interior cambio, es difícil de explicar, es difícil de sentir, en realidad no estoy segura pero quiero que sepas que he cambiado de opinión, quiero vivir Edward, quiero vivir por nuestro hijo, no sé si este cambio de actitud o de voluntad este aún a tiempo y espero de todo corazón que jamás leas esta carta (la recuperaré si eventualmente soy yo la que tomó la ventaja) pero si no y ya no estoy allí quiero que sepas que desde el minuto que supe que estaba esperando un hijo tuyo quise vivir y me arrepentí enormemente de haber sido tan ciega, tan egoísta, me arrepiento de no haberte escuchado. Supongo que todos pagamos nuestros errores, solo espero que mi precio no sea demasiado alto — lo fue mi amor, y no solo para ti, musité mientras veía como una lágrima caía sobre el papel y borraba en parte las letras que contenían esté, las palabras que ella había escrito para mí.

Te amo y amo a este pequeño ser que crece en mí y viviré, viviré para traerlo al mundo, viviré para ti por siempre y para siempre porque nuestro hijo es parte de mí. Sé que suena cursi y jamás pensé decirlo pero yo vivo en él — se me encogió el corazón.

Te amo y espero que siempre me recuerdes, te he dejado el mejor regalo que alguien puede recibir y de paso he contribuido a la humanidad (jamás me hubiera perdonado privar a la gente de histerias colectivas y orgasmos mentales) — una sonrisa se esbozó en mis labios, yo tampoco mi amor coincidí.

Tu fan favorita; tu amante de media noche y tú esposa por siempre

Bella

— Por eso no quería venir aquella noche al hospital —interrumpió la voz de Jessica acercándose a mí sacándome de mis pensamientos.

— ¿Lo sabías? — le pregunté

— Lo supe después, Alice me lo contó — agregó — ¿Qué has decidido? — preguntó y esta vez no oculte mis lágrimas, encaré su mirada cerrando el pedazo de papel entre mis manos.

— Vivirá hasta donde ella quiera vivir — contesté.

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