sábado, 4 de febrero de 2012

LLC: Cap 41: Tiempo con Bella


TIEMPO CON BELLA

Era tan suave y cálida en mis brazos mientras dormía. No estaba seguro de si se había dormido por la medicación o por el agotamiento después de compartir tanto conmigo. Bella verdaderamente era una mujer extraordinaria. Me sorprendía que hubiese compartido esos recuerdos conmigo. Era obvio que le dolía recordar a sus padres. La fidelidad y el aprecio que tenía por Emmett eran asombrosos. Estaba agradecido de que hubiese querido compartir sus recuerdos conmigo, dejándome entrar un poco más en su corazón.

Saqué mi móvil y llamé a Alice. Había algo de lo que necesitaba encargarme por Bella.

Contestó enseguida, "Hola, hermanito. ¿Cómo está tu oído esta mañana?"

"Mejor. Tengo que pedirte un favor."

"Pide y veré lo que puedo hacer."

"Me gustaría que Rose y tú no fueseis muy duras con Emmett y Jasper por lo de anoche."

"¿Por qué? Te gusta devolver las bromas tanto como a mí."

"Hoy Bella tuvo una larga conversación conmigo. Realmente no quiere que le hagáis una broma a Emmett. Creo que un nuevo cerrojo en su puerta sería suficiente."

"¿Te importaría explicármelo?"

"Lo haré, pero ahora no."

"De acuerdo. Llamaré a Rose y le dejaré saber que tenemos un cambio de planes."

"Gracias."

"¿Qué, no hay apodo especial para mí hoy? ¿No deberías estar sintiendo el amor por tu única hermana después de que ella te conceda tu favor?"

"Me duele la cabeza, Ali. Perdona mi olvido no intencionado."

"Échate una siesta, Edward. Suenas fatal." Colgó.

Cerré mi móvil y me moví hundiéndome más en las almohadas. Acerqué Bella más a mí, besándole el pelo. Cerré los ojos y esperé que una siesta me quitara el dolor de cabeza. ¡Estúpida bocina!

Cuando me desperté otra vez, la habitación estaba oscura. Bella ya no estaba a mi lado. Me incorporé y escuché ruidos desde el piso de abajo.

Bajé, pasándome las manos por el pelo. Me alegró notar que el dolor de cabeza se había ido. Bostecé, pero se convirtió en una risa amortiguada cuando vi a Bella.

Estaba cojeando por la cocina mientras hacía la cena. Podía oírla murmurando, pero no conseguía entender las palabras. Miré el reloj de la cocina y vi que eran casi las seis y media. Necesitaría llamar a mi madre y dejarse saber que estaba vivo. Por ahora, sólo quería ver a esta preciosa mujer ser independiente. Me senté en el último escalón y la observé. Pronto me di cuenta de que no estaba murmurando. Estaba cantando suavemente para ella misma. No reconocí la melodía.

"I love to hear the thunder - Watch the lightning - When it lights up the sky - You know it makes me feel good - Well, I love a rainy night - It's such a beautiful sight - I love to feel the rain - On my face - To taste the rain on my lips - In the moonlight shadows - Puts a song - In this heart of mine - Puts a smile on my face every time," cantó. (Eddie Rabbit – I Love A Rainy Night)

Tenía una voz tan bonita. Era como yo imaginaba que sería la voz de un ángel. Escuché el clic de una puerta y levanté la vista para ver a Emmett entrando por la puerta principal. Levanté un dedo a mis labios y me sonrió con malicia. Inclinó la cabeza a un lado y pude decir que estaba escuchándola. Parecía un poco impresionado.

"Yeah, I love a rainy night - Well, it makes me high - Ooh, I love a rainy night - You know I do, yeah, yeah - I love a rainy night - I love a rainy night - You can see it in my eyes Yeah, I love a rainy night - Well, it makes me high - Ooh, I love a rainy night - You know I do, yeah, yeah - I love a rainy night - I love a rainy night - You can see it in my eyes." Bella dejó de cantar y sólo estaba tarareando suavemente. Podía decir que ahora estaba pensando en una canción nueva.

Emmett sonrió y cogió la puerta. La abrió y la cerró fuertemente. "¡Bella! ¡Estoy en casa!" me guiñó. Estaba intentando no hacerla pasar vergüenza.

"Estoy en la cocina, Em. Creo que Edward todavía está durmiendo, así que por favor no hagas mucho ruido."

Rápidamente subí las escaleras en silencio y después bajé haciendo más ruido. "No, estoy despierto."

Bella se giró y nos sonrió a su hermano y a mí. "Hey, chicos. Ya casi he acabado si queréis sentaros y hacerme compañía mientras el pollo acaba de hacerse."

"No tenías que cocinar, Bella," dijo Emmett. "Podía haber recogido algo para nosotros. Estoy seguro de que el pie te está molestando."

"¡Nop! ¡Me siento genial!" Bella nos sonrió y podía decir que era muy sincera. "Además, he dormido casi todo el día. Es bueno para mí estar levantada un rato."

"¡Edward, te vas a sorprender! El pollo frito de Bella es el mejor," me dijo Emmett.

"También he hecho tu plato favorito," dijo Bella mientras miraba algo que había en el horno.

"¿En serio?"

"¡Sí!" Bella se rió por lo bajo. "Aunque lo tendrás que sacar del horno por mí. Ya está listo."

Emmett se levantó enseguida. "¡Sin problema, hermanita!" cogió uno de los guantes y sacó el gran plato del horno y lo dejó en el mostrador al lado de ella. "Edward, esta mujer es una cocinera fenomenal. Lo único que sabe mejor que su pollo frito es su guiso de patatas con malvaviscos y nueces. Normalmente sólo lo hace en vacaciones. ¿Qué pasa, Squirt? ¿Me echas de menos y esta es tu manera de atraerme para que pase más tiempo en casa?"

"Nop. Me alegra que Rose te aleje. Me da la oportunidad de recuperarme de tus tonterías," dijo Bella, sonriendo malignamente.

"Claro..." contestó Emmett, poniendo los ojos en blanco. Se sentó a mi lado otra vez y se inclinó para que Bella no pudiese oírle. "De todos modos, probablemente es por ti. No ha cantado así en la cocina desde que todo pasó."

"¿Por qué?" pregunté. "Tiene una voz tan bonita."

"Porque es algo que solía hacer con nuestra madre. Bella dejó de hacer muchas cosas cuando murieron," explicó Emmett.

"¿A qué vienen todos esos susurros? ¿Estáis apostando quien va a comer más pollo?" preguntó Bella.

"Ahora que lo mencionas," dijo Emmett, frotándose el estómago.

"Engulle esta comida..." le advirtió Bella mientras le señalaba con una gran cuchara. "... y pasará mucho, mucho tiempo antes de que lo cocine otra vez, Emmett."

"¡Sí, señora!" Emmett se rió por lo bajo.

Bella apagó el horno y puso los últimos trozos de pollo en el plato ya rebosante. Fue cojeando a sentarse en una silla. Me levanté y le puse la pierna sobre la silla vacía.

"Gracias, Edward. Uno de vosotros o los dos necesita servir los platos. ¡Yo he cocinado así que podéis serviros a vosotros y a mí!"

"¿Qué te gustaría?" le pregunté.

Me sonrió dulcemente. "Un muslo de pollo y dos grandes cucharas de guiso por favor."

La besé en la frente y me dirigí al mostrador. Emmett estaba apilando comida en su plato. Tenía al menos cuatro trozos de pollo apilados y la otra mitad de su pato estaba completamente llena del guiso. Me reí entre dientes de él. Me sonrió y fue a la mesa.

"¡Joder, Em! Por eso no lo hago a menudo. Ya no podrías entrar por la puerta," Bella se rió por lo bajo.

"Es tu culpa por cocinar tan bien, Bella." Emmett se inclinó sobre la mesa y besó a Bella en la mejilla.

Sonreí al ver eso. Podía ser muy molesto, pero la quería mucho. Acabé con el plato de Bella y se lo puse delante. "¿Qué te gustaría beber?"

"Leche, por favor," dijo.

Cogí un vaso y le serví su bebida. Cogí dos vasos más y los llené para Emmett y para mí. En su prisa por empezar a comer, se había olvidado de coger algo para beber. Asintió con la cabeza y me sonrió. Supuse que eso significaba gracias.

Me serví mi plato y me senté al lado de Bella. "Gracias por cocinar, Bella."

"Sin problema. Me gusta cocinar," contestó.

"¡Y se te da muy bien!" anunció Emmett.

"Gracias, Em," dijo Bella mientras se sonrojaba.

"Bueno, ¿qué habéis hecho durante el día?" preguntó Emmett.

Bella se encogió de hombros. "Sobre todo dormir. Entre mi medicina y tú provocándole a Edward un dolor de cabeza, no nos apetecía hacer mucho."

"Sí, perdón por eso, Edward," se disculpó Emmett. "En mi cabeza era mucho más divertido, Bella. No era mi intención asustarte."

"¡Lo sé, hermano oso!" dijo Bella, sonriéndole. "Eres como un niño en el corazón."

El resto de la comida pasó en silencio. Emmett fue el primero en acabar. Limpió su plato, besó a Bella en la mejilla, y se fue corriendo al piso de arriba. Escuchamos la ducha poco después.

"¿Te ha gustado?" preguntó Bella, señalando mi plato con su tenedor.

"Emmett tiene razón. Este es el mejor pollo que alguna vez he probado y eso es decir algo con Esme como mi madre. El guiso también estaba muy bueno, pero un poco dulce."

"Sí, por eso no lo hago más a menudo."

"¿Qué deberíamos hacer esta noche."

"Probablemente deberías llamar a tu madre y decirle que estás vivo."

Me reí por lo bajo. "La verdad es que estaba pensando en eso antes. ¿Y después de eso?"

"¿No necesitas ir a casa para coger algo o visitar?"

"Alice me dejó algunas cosas anoche."

"¡Bien, entonces! Si no te importaría mucho, ¿podrías limpiar la cocina mientras me ducho?"

"Lo que sea por ti, cariño." La ayudé a ponerse de pie y la besé en la frente. La vi subiendo las escaleras. Cogí las sobras y limpié nuestros platos.

Emmett bajó las escaleras. "Eddie, ¿te vas a quedar esta noche?"

"Estaba planeándolo, a menos que prefirieses que no lo hiciera."

"¿Te irías de verdad si te lo dijera?"

"Probablemente no," sonreí con malicia. "Pero lo haría si Bella lo pidiese."

"De acuerdo," Emmett se rió entre dientes. "La verdad es que iba a salir con Rose, pero no quiero dejar sola a Bella. Sé que me dirá que está bien y todo eso, pero diría eso de todos modos."

"Sé lo que quieres decir," me reí por lo bajo. "Voy a quedarme. Diviértete con Rose."

Emmett entró en la cocina y me miró fijamente. "Edward, sólo quiero que sepas que he estado observando como tratas a Bella. No creo que pudiera haber deseado que alguien fuese más cariñoso con ella. Sé que lo estás haciendo porque la quieres, pero sólo quiero que sepas cuanto lo aprecio." Emmett sonrió con malicia. "Pero aún así acabaré contigo si alguna vez le haces daño."

Extendí la mano y Emmett me la dio. "No esperaría nada menos de ti."

"Dile a Bella que mañana se levante tarde. Por una vez puedo despertarme solo."

"Se lo diré, pero no sé si escuchará," me reí entre dientes.

"La convencerás," dijo Emmett con convicción.

Fui hasta la puerta con él y salió al porche. Se giró una vez más hacia mí.

"Una última cosa, Edward. Si me haces tío, te mataré."

Me quedé ahí, con la boca abierta, y la cara se me puso roja. Emmett se fue hasta su Jeep sacudiendo la cabeza y riéndose fuertemente. Recogí mi mandíbula del suelo y conseguí cerrar la puerta. Me alegraba que Bella no hubiese estado aquí para escuchar eso. Cerré la puerta con llave y me dirigí a la cocina.

Saqué mi móvil y llamé a mi casa. "Residencia Cullen," dijo Alice alegremente.

"Ali."

"Edward," soltó una risita. "¿Te vas a quedar en casa de Bella esta noche?"

"Por supuesto."

"Menos mal; hay demasiadas escaleras en nuestra casa. ¿Quién sabe en que tipo de problemas se metería con esa escayola?"

"Díselo a nuestros padres por mí, por favor."

"Por supuesto. ¡Buenas noches, hermanito!"

"¡Buenas noches, Ali!" me reí por lo bajo mientras colgaba. Lo guardé en mi bolsillo y me dirigí al piso de arriba.

Bella estaba arropada bajo las mantas con sólo una lamparita encendida. Me sonrió cuando entré en la habitación. "¿Emmett se ha ido a escondidas?" preguntó.

"Sí," me reí entre dientes mientras me tumbaba sobre las mantas a su lado. "Dijo que no necesitas despertarle mañana por la mañana. Preferiría que siguieras durmiendo."

"Lo tendré en cuenta. Mientras tanto, cierra bien mi puerta para prevenir más incidentes con bocinas."

"Probablemente eso es muy buena idea," me reí mientras iba a la puerta. La cerré y apagué las luces. Me puse el pijama y me tumbé junto a Bella, teniendo cuidado con su escayola. "Gracias por la cena y por compartir esas fotos conmigo."

"Perdón por haber sido una llorona hoy. Parece que últimamente les recuerdo mucho."

"¿Crees que ayudaría si fuésemos a visitarlos y les llevásemos algunas flores?"

"No sé. Pero probablemente debería presentarte. Después de todo, no me gustaría que me mirasen desde ahí arriba y se preocuparan por el desconocido durmiendo en mi cama."

"Bella, eres absurda," me reí por lo bajo, besándola en el pelo.

"Sí, lo sé. Pero si quieres ir conmigo, eso me gustaría mucho."

"¿Quieres que Emmett también venga?"

"Normalmente, querría. Pero sé que Jasper dijo que Rose estaba teniendo problemas echando de menos a sus padres, así que no quiero hacerla pensar más en ellos al hacer que Emmett nos lleve a ver a los nuestros."

"Siempre podríamos pedirle que viniese solo."

"Posiblemente. Déjame que lo consulte con la almohada."

"Sólo quiero que sepas que estoy aquí para ti, Bella. Sea lo que sea lo que necesites, ¿vale?"

"Lo sé. Gracias.

"No puedo creer que llegásemos a casa de nuestro viaje y al día siguiente, acabases con una escayola."

"Emmett intentó advertírtelo."

"Tu torpeza no me hará desistir, cariño. Incluso con tu, digamos, desafiante estado de equilibrio, todavía eres la más mujer más preciosa que alguna vez he conocido."

"Entonces, obviamente no has conocida a muchas."

"O yo podría tener razón."

"Sí que disfrutas teniendo razón muchas veces."

"Parece así porque normalmente la tengo."

"¡De acuerdo! Ya hemos apaciguado tu ego suficiente, Tutor-boy."

Me reí mientras me movía, apoyando mi cabeza en su hombro. "Buenas noches, mi preciosa Bella."

"Buenas noches, Edward. Te amo."

"Yo también te amo, Bella." Esas eran las palabras más verdaderas que alguna vez había dicho... siempre las diría con intención. Con todo mi corazón y mi alma. Para siempre.

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