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Capitulo 10.- ¿dónde estuviste?
Bella pov
Trate en vano de asentarme en los bosques, siempre había algún cazador o campista cerca, me aburrí de
moverme de bosque cada varios días, por lo cual y después de alimentarme hasta
la saciedad, decidí que el único lugar tranquilo sería el fondo del lago y para
allá me dirigí, me perdí en el tiempo y
el espacio, solo existía mi esencia, pensamiento y confusión.
Veo pasar la vasta población marina en esta parte donde me encuentro, la
inmensidad del fondo me permite no sentir más emociones del exterior, asolo así
puedo tratar controlar mi temores, organizar mis dudas, trabajar con mi
paciencia.
Poco fue el tiempo que me tomo
controlar, canalizar, enfocar y dominar esta nueva habilidad, es momento de
volver a casa, hoy empiezo mi lento regreso a casa, feliz con la idea de ver a
Edward otra vez y perderme entre sus brazos.
Me acerco a las poblaciones del lugar con mucha lentitud, aun debo probar
mis reacciones a la avalancha de emociones, me sorprendí gratamente al notar
que no me es difícil diferenciar las sensaciones externas de las propias, he
podido desglosar cada una y encontrar la manera de trabajarlas para usarles
en mi beneficio, el enfado y frustración
me daba velocidad, todo por escapar de esos dos sentimientos desagradables, la
felicidad y ansiedad que siento me permiten mejorar mi humor, tomando solo lo
mejor y desechando lo malo, las emociones sexuales las reservo para mis
encuentros con Edward, si ya están ahí las usare.
Con el pleno control de la emociones humanas externas, me falta la prueba
de fuego, vampiros, somos más intensos, esas son las emociones que me
preocupan, las pesadillas desaparecieron en el agua, ahora no sé cómo será,
pues no tengo indicios de querer dormir.
Cada día me acerco un poco más, el proceso es lento pues debo manejar
varias emociones al mismo tiempo, todas humanas, me he alimentado solo lo
indispensable. Siempre en el camino a casa.
Por fin veo mi casa a lo lejos, fui consiente de estar corriendo hasta que
me detuve a un centímetro de la puerta principal.
-Edward – llame varias veces, recorriendo la casa, se ve abandonada, algo esta
mal, no hay rastro de él en ella.
Con paso decidido me dirijo a casa de Esme.
-¡¡¡¡¡regresaste, por dios Bella regresaste ¡¡¡¡¡ -chillaba Alice a mi
alrededor, dando saltos de gusto, su alegría me pega como tubo pero es bueno,
se siente bien – lo sabía, te vi venir hace un momento y justo le contaba a
Jasper – parloteo a la velocidad vampiro de siempre.
-¿donde está Edward? – Pregunte de golpe - fui a casa y no lo encontré –
agregue. Mirando a Alice y Jasper alternadamente- hola Jazz, ¿cómo me sientes?
– dije
-mucho mejor, al menos ya no quiero desterrarme al Brasil – contesto con humor.
-Me alegro escucharlo – respondí imitándolo.
-Bienvenida a casa hija –dijo Esme
desde la escalera con brazos abiertos hacia mí, Carlisle a su espalda me miro
preguntándose si no saldría corriendo.
-No me iré otra vez -dije mirándolo y sonrió.
-¿Ahora también lees el pensamiento? – dijo con la sonrisa en la boca.
– no necesito leer tus pensamientos para saber que eso te preguntas, está
escrito en tu cara – respondí -¿Y Edward?
– pregunte otra vez, solo se miraron entre ellos.
-Bella… Edward se fue – dijo Esme, con el dolor en los ojos.
-¡¡¡¿Qué?!!! – pregunte.
El asombro fue total, trate de contener la marea de emociones provenientes
de mi familia ante tal revelación.
-¿A dónde? ¿Por qué? Le pedí que me esperara ¿Por qué no lo hizo? – una tras
otra las preguntas se aglomeraron en mi cabeza y salieron atropelladas por mi
boca.
-Creo que se desespero de ver que no regresabas, pensó que podría
encontrarte y se fue -Respondió Carlisle.
-Hace 2 meses que no nos llama, aunque Alice lo ve y dice que está bien –continúo
Esme.
-¿2 meses? - pregunte – pero no
tiene mucho que me fui ¿Cómo..?-
-Te fuiste hace casi un año– me interrumpió Jasper, sintiendo como intenta
tranquilizarme.
Casi lo consigue.
-¿Alice donde lo viste por última vez? debo encontrarlo – me dirigí arriba jalando
a mi cuñada, debo cambiarme de ropa para poder buscarlo.
Un año, ¿como demonios me perdí tanto?
Solo pasaron 3 semanas antes de hundirme en el lago. Eso… el lago, ahí no
se distinguían los días y las noches.
Demonios, si pierdo al vampiro que
amo de nada valdrá mi eternidad.
- no sé, la última vez que lo vi estaba con Renessme- me detuve, la mención
de mi hija me hizo recordad que no sé nada de ella.
-¿Y cómo están ellos? – pregunte mientras me duchaba y ponía ropa limpia.
-Esperando noticias tuyas como nosotros
-dijo
-Renessme se entero mientras escuchaba a Emmet y Rosalie hablar de ti,
regresaron pero ya no estabas, Edward no quiso irse con ellos esperándote pero
quizá aun este allá- finalizo con un toque de esperanza que agradecí -les
llamare ahora mismo – dijo saliendo por la puerta como rayo.
-Buenas noticias Bella, Edward llego ayer a donde están ellos y viene en
camino, no será necesario que te muevas de aquí, aunque quizás quieras arregla
la casa antes de que regresen. – llamo Esme desde la puerta.
-Gracias, si eso sería lindo- conteste, emocionada con la idea de ver a mi
esposo e hija por fin después de tanto. Cayo la noche mientras espero
pacientemente la llegada del día, pues con él mi familia estará en casa.
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