Autora: SKY
Creado en AGOSTO del 2009
Disclaimer: Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephanie Meyer.
Summary: Ya ha pasado un año desde la partida de Edward Cullen de la vida de Bella, esta para "conmemorar" el momento decide pasar la noche en el Claro donde él declaró sus sentimientos por ella, ¿Será que el alcohol le hará una mala pasada o sus presentimientos serán ciertos?
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A TU SALUD
Observe por unos segundos la botella antes de destaparla, la etiqueta tenia advertencias de que era para mayores de edad y yo, claro, ya lo era así que no tenia de que preocuparme; la abrí con un poco de esfuerzo y di un largo trago del pico directamente, el líquido de color marrón traslucido descendió por mi garganta quemando todo a su paso y dejando que un calor sobrehumano se extendiera por todas las articulaciones de mi cuerpo unos instantes, ahuyentando al frío de la noche que conspiraba con el dolor de mi pecho para hacerme pasar una un mal rato, pero eso no pasaría, era un día importante, no feliz. Pero si importante y el dolor tendría que esperar a que yo terminara de recordar para entonces consumirme… no antes.
Había luchado todo el día por no darle paso en mi memoria, aún ahora luchaba con no dejarlo hacerlo, aún cuando había ido hasta este lugar solo para recordarlo me dolía pensar en intentarlo. ¿Cuántos meses lo había evitado? Quizás 10… los primeros 2 se me había hecho imposible.
Di un trago más.
Mi excusa para pasar esta noche sola y en el medio del bosque había sido totalmente terrible y aún así, cuando era incomprensible, cuando se notaba la mentira hasta de lejos, Jake me había ayudado a convencer a Charlie para que accediera…
- Ni loco – negó mi padre con voz fuerte y testaruda - ¡Bella no va y punto!
- Vamos Charlie – le dijo sonriendo tranquilamente – no le pasará nada, solo será una noche y Bella no se moverá del sitio donde establezca la carpa.
- ¿Sabes de quién estás hablando? – le pregunto incrédulo mi padre al ver lo relajado que Jacob tomaba mi decisión de pasar una noche sola en la mitad del bosque porque "quería ver el Eclipse lunar"- ¡sabes que Bella es un imán para accidentes!.
- Papa es solo una noche…. – supliqué poniendo mi mejor cara de puchero – además es solo cada 100 años ¡nunca más lo podre ver! – "aunque en otro tiempo había pensado que sobreviviría lo suficiente…" paré en seco el rumbo de mis pensamientos, esos recuerdos y suposiciones no estaban permitidas en mi cabeza, lo desterré inmediatamente y seguí mirándolo con ojos de cachorrito perdido.
- Mira Charlie, no te preocupes, yo también iré – volteé a verlo, si era así no iría, no podía recordar con Jacob al lado, pero justo cuando iba a hablar me dedicó una mirada corta y serena que me dio a entender que ese solo era el principio de la historia y entonces añadió rápidamente– me quedaré a unos cuantos metros de ella para que pueda… disfrutar sola de la noche pero lo suficientemente cerca para ir a ayudarla si lo necesita.
Mi padre pareció pensarlo por unos segundos meditando la posibilidad de que Jacob estuviese cerca de mí y al parecer lo tranquilizó lo suficiente – bueno, bueno! está bien muchacho. Solo si estás cerca para auxiliarla si sucede algo.
- ¡Gracias papaaaaa! – me había herido que no me creyera capaz de cuidarme, pero por nada del mundo arruinaría la oportunidad que me estaba dando, además sabía perfectamente que lo de "cuidarme" era cierto, yo era un imán para los problemas… - ¡Eres el mejor!
El masculló algo inentendible como "… pero si ni siquiera le gustaba la astronomía" y nos dejó solos para ir a ver el partido de Baseball que estaban pasando.
- Así que el bosque esta noche… astronomía y todo eso ¿no? – comentó Jacob con fingida naturalidad luego de unos minutos que estuvimos en silencio evitando nuestras miradas.
- Jake yo… - ¿Por qué no podía fingir yo también que era solo astronomía? ¿Por qué al verlo a los ojos se me hacía tan difícil mentir?– yo…
- Tranquila Bells, es por… - dejó la frase para que yo la completara pero no podía decir su nombre ni hacer una referencia muy exacta así que busque rápidamente unas palabras que dieran a entender que si "era por…".
- Un año… - él lo entendió ¡bendito sea el señor! y en respuesta yo me estremecí mientras luchaba por no estallar en llanto "aun no… aguanta solo unas horas" me repetía por dentro buscando calmar la angustia que crecía en mi.
- Tranquila cielo… tranquila, está bien, es… entendible – me dijo en un susurro mientras me acunaba en sus brazos para no dejarme ver su cara, en el fondo le dolían esas palabras y los dos lo sabíamos. Técnicamente nuestra relación era una "simple y perfecta amistad", yo lo había dejado claro hacia unos cuantos meses atrás; pero solo estaba claro para nosotros y la gente que nos conocía ya que cualquier persona que nos viera por la calle podría interpretar nuestra relación como "Un amorío adolescente". Yo buscaba el contacto con su cuerpo cada vez que podía… era como un calmante inmediato a todo lo que sentía, lo malo era que tan rápido como me calmaba cuando estaba cerca… tan rápido me sentía caer al abismo cuando se iba.
Otro trago.
¡Maldito abismo! Maldito hueco en el pecho… me había perseguido a diario. Aprovechaba cada oportunidad que tenía para instalarse en mí… cada día que estuviera sola, cada noche, cada pensamiento por pequeño que fuese que llevase su nombre…
Era la sensación más espantosa que existía. Era un dolor que amenazaba con matarme, pero solo eso… amenazaba; porque no me mataba, me hacia algo mucho peor… me dejaba sentir el dolor, dejaba que cada célula de mi cuerpo supiera que élno estaba ¡como si necesitara recordatorio! Y luego… luego de que yo ya no aguantaba, que me preparaba para morir… me dejaba agonizando, jadeando de dolor y desesperación hecha un ovillo hasta que Jacob volvía y me salvaba…
Un trago más.
Y pensar que había vivido con esa sensación un año… aunque para mi realmente el "año" como tal no era algo importante… el tiempo había dejado de tener significado. Mi meta diaria era sobrevivir sin recordarlo… algo imposible por supuesto. Pero cuando me di cuenta de eso ideé otra "meta", simplemente: no mencionarlo. Y eso hacía: no decía nada de él, tampoco pensaba o intentaba no hacerlo, me refugiaba en mi sol personal cada vez que él irrumpía en mis pensamientos. Era difícil la manera que había ideado para vivir "presa de su recuerdo pero con temor a olvidarlo" porque por mucho que hubiera pasado, por mucho que me hubiera lastimado… yo no quería olvidarlo.
Un trago más.
Edward Cullen. Su nombre retumbó en mis pensamientos – una mala señal sin dudas – esos pensamientos estaban cobrándose el haber salido a flote y de la manera más dolorosa: recordándolo.
Cerré fuerte los ojos y dejé que una a una miles de imágenes pasaran por mi cabeza: la primera vez que lo vi, cuando me salvo de aquellos tipos en Port Ángeles, el día que me dijo lo que "sentía" por mí, las noches que estuvimos solos en mi cuarto, el día de mi maldito cumpleaños, la tarde que…
Otro trago, esta vez mucho más largo.
- Edward Cullen – su nombre se perdió entre el viento mientras dejaba un ardor suave en mis labios. ¿Hacia cuanto tiempo que no pronunciaba su nombre? – Edward Cullen, Edward, Edward, ¡Edward!
Recordé sus brazos, la forma en que yo encajaba allí era perfecta como si estuviésemos hechos el uno para el otro; recordé su cabello siempre rebelde ¿Cuántas veces lo había intentado peinar sin éxito?; recordé sus labios ¡malditos labios! Hasta en mis recuerdos me paralizaban el corazón, y por ultimo recordé lo que más me gustaba de él sus ojos… capaces de paralizar no solo a mi corazón sino a todo mi cuerpo, si mi sangre era su droga sin dudas sus ojos eran la mía.
Esta vez no fue solo un trago lo que tome… la expresión "como bebe pegado al tetero" era más convincente, solo sé que paré cuando los sollozos que se agolpaban en mi garganta no me dejaron continuar tragando aquella bebida.
- ¡Edward! ¡Eddward! ¡Edd…War..d! – ¿sollozos? No, que va. Esto era llanto del bueno, habían llegado a mi mente los recuerdos que más me dolían, el momento de su partida…
¿Tú… no… me quieres?
No.
No me convienes Bella…
¡Malditas palabras! Hubiese rebatido todo sus puntos… ¡TODOS! Menos ese, ¿Cómo rebatir lo que era totalmente cierto? Yo nunca le convendría. No había punto de comparación entre él y yo.Elatractivo, perfecto, encantador, bueno en todo lo que se proponga y además, como para darle sazón, vampiro; y por otro lado yo: torpe, frágil, poco agraciada y sobretodo… humana. ¿Punto de comparación? Absolutamente ninguno.
Otro trago más, la botella quedó vacía ¿hacia cuanto que estaba tomando? No pude responderme la pregunta coherentemente así que volví a mis tortuosos pensamientos.
Será como si nunca hubiese existido…
- ¡Mentir...roso! – eso era… ¡un mentiroso! Prometió cosas que nunca serían ciertas, ¿Para qué lo hizo? ¿Qué buscaba demostrar? ¿Qué la mente humana no era tan fuerte como la de un vampiro? Si, era cierto. No era tan fuerte ni tenía tanta memoria… pero al igual que a ellos hay cosas que a los humanos les marcan la vida y por más tiempo que pase y por mas terapia que tomen esas cosas siempre se recordarían, ya fuesen buenas o malas. Y él era una de las buenas…- Men..tirossso… ¡Ed..war..d Mme..ntiross…oo! ¡MEN...TIROO...SO!
Como respuesta a mis gritos ahogados en las lágrimas, una rama se partió entre los matorrales que delimitaban el Claro; en mi cabeza resonó una vocecita de alerta gritando "PELIGRO" y como respuesta a ella mis músculos se tensaron y mi respiración se agitó.
No sé qué fue lo que me hizo levantarme y lanzar las mantas al suelo, sabía que era una estupidez ir en busca del "peligro" que anunciaba mi conciencia pero… ¿hacia cuanto tiempo que no sentía esa adrenalina en mis venas martillando contra mi cabeza? Medité mis palabras y al ver lo estúpidas que eran mis respuestas me refugie en el alcohol y la botella vacía que estaba tirada en el suelo.
Mientras caminaba (bastante tambaleante debo acotar) en dirección a aquel matorral su voz resonó en mi cabeza "prométeme que te cuidaras". Me detuve en seco a la mitad del camino… yo se lo había prometido. El hueco de mi pecho ardió de una manera peligrosa. Pero entonces muchas preguntas desfilaron en mi cabeza y la primera que encabezaba la lista era ¿por qué? ¿Por qué yo debía cumplir las promesas si él no lo hacía? ¿Tenía que ser siempre yo la buena?
Tal cual como en una caricatura mi conciencia se dividió en dos la parte mala – el diablillo – me empujaba a ir y acercarme "¿para qué cumplir promesas si Edward nunca lo hizo? ¡Demuestra que tal rebelde puedes ser! Cualquier cosa le echamos la culpa al alcohol" y justo en ese momento la parte buena – el angelito – apareció "¿¡Te volviste loca! ¡Tu seguridad es lo primero! Grita el nombre de Jacob, él puede protegernos de cualquier cosa que esté aquí…"
Con indecisión avancé un paso más dándome cuenta de que no actuaba por ninguna de las cosas que mi "conciencia" me había estado diciendo… No era por ser una borracha rebelde pero tampoco por haberme vuelto loca. Lo que me incitaba a ir hacia allá era mi corazón, ese latido desbocado que retumbaba en todo el Claro desde que se había partido la ramita, mi corazón identificó ese "crack" y mi subconsciente lo había transformado en un nombre… Su nombre.
Sabia, aun con el nivel peligrosamente alto de alcohol que circulaba en mi sangre, que lo que estaba haciendo era una estupidez. Cuando llegara a esos matorrales y no lo viera me llevaría una decepción bastante fuerte pero frente a eso yo… me reía. Si, tal como una idiota mientras caminaba a mi destino me reía de lo absurdo de mi estado y de mis pensamientos.
Caminé tambaleándome de lado a lado, si de por si mi estabilidad era pésima, tener unas cuantas copitas encima podía ser la causa de mi muerte sin dudas. Me caí por lo menos tres veces hasta llegar a los matorrales y la risa que me acompañaba se había transformado en débiles sollozos que esperaban a comprobar que es lo que había para desatarse en un llanto digno de ser recordado.
No había un sitio por donde pasar y yo, presa de la desesperación, decidí que no me importaba cortarme y arañarme con las ramas, desde hacía un año no tenia que preocuparme por la sangre de mi cuerpo y ahora no comenzaría a hacerlo…
Por un segundo mientras observaba la escena mi corazón palpitó tan fuerte que me parecía que si alguien hablaba yo no lo oiría, pero cuando reconoció que no había nadie allí, mejor dicho, que Edward no estaba se quedó mudo por unos instantes y comenzó a resonar de manera extraña, ni rápida ni lenta, mientras que el hueco de mi pecho se hinchaba expandiéndose por todos lados siempre causando un dolor inimaginable.
Sentí como la desolación se apoderaba de mi mientas intentaba llegar hasta algo que me sirviera de punto de apoyo, pero al ver lo lejos que se encontraban todas las cosas me dejé caer al suelo, presa del llanto y del abatimiento mientras dejaba que el abismo que había intentado mantener a ralla toda la noche se apoderara de mi… jugar a la chica fuerte ya me había cansado.
Abrace mis piernas en un intento de protegerme de mi misma, de ese hueco inmenso que amenazaba con separar mi cuerpo en diferentes pedazos. Y sin más, comencé a llorar cada vez más fuerte, esperando que Jacob me oyera y se diera cuenta de lo que sucedía para que me salvara… como siempre.
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