martes, 20 de diciembre de 2011

Solo te necesito a ti


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Capitulo 1.-     Reconciliándonos

Bella  pov

Me sacudió que me gritara así, nunca lo hace, nunca lo había hecho y sin pensarlo me abalancé sobre él haciéndolo caer de espaldas besándolo de manera desesperada, rompiendo, arañando y desgarrando la ropa que aun lo cubría y que aun olía al perfume barato de esa prostituta igual de barata que más tarde moriría, pero por lo pronto solo quiero sentirlo dentro y alrededor de mi, con manos rápidas me despojo de mi ropa, haciendo el beso más suave y amoroso mientras nuestro temperamento pasaba de Furico a Pasional, rallando es lo tierno debido al amor que nos tenemos.

-Te amo solo a ti, ¿no lo vez?- dijo mientras nos besábamos como si la vida se nos fuera en ello.

Acaricio mi espalda haciendo círculos con las uñas, mientras mis manos acarician su ya bastante revuelto cabello, sentí sus manos en mis nalgas, apretando como si quisiera márcalas, le sentí morderme desde el lóbulo del oreja hasta mi hombro de manera suave y repetida, mientras me sujeto de su espalada y sentó el deseo crecer, me levanto a horcadas y corrió de nuevo a casa, me tumbo en la cama, seguíamos besándonos, bajo sus labios a mis senos y les dedico tiempo, haciéndome sentir lo más hermoso que haya visto y lo más preciado para él, cada caricia es más candente que la anterior, lamio, beso, chupo, mordió cada uno hasta que estuvo seguro que tenia suficiente de ellos mientras que con sus manos recorría mis piernas y de vez en tanto deslizaba los dedos sobre mi intimidad ahora mas húmeda a cada minuto si eso es posible, introduciendo un dedo cada vez más, mientras yo deslizo mis manos a la vez hacia el centro de su cuerpo, su columna de deseo crece con cada caricia que me propicia y de la cual me arranca gemidos de placer, los cuales le hacen desearme más y excitarse más, es un juego erótico que no nos cansa y que siempre es más placentero que la vez anterior, mis dientes se hincaron en su pecho intentando no gritar y suplicar que entre en mí, no lo hare, aun falta mucho por disfrutar antes de eso.

 – Bésame – le suplique con mi labios sedientos de él y lo hizo.

Me gire para estar encima de él, baje por su pecho dejando un sendero de fuego donde mis labios tocan su piel, hasta llegar a su cintura, me miro esperando lo siguiente, yo sabía cuando podía enloquecerlo con mis labios y lengua. No dude en darle pronto lo que su mirada me suplica a gritos, bese, lamí, chupe y mordí todo y cada centímetro de su enardecido y acrecentado sexo, mientras él se retuerce y la sabana paga el precio de mis habilidades, inclinándose hacia delante ligeramente me jalo con facilidad poniéndome encima y girando en una fracción de segundo, bajo por mi cuerpo dispuesto a devolverme el favor, es completamente hipnotizanté ver su cara desenfocada de placer y deseo, esa mirada que promete mas placer todavía, le sentí entre mis piernas, su aliento cálido me estremeció y supe que lo sabia en el momento que le sentí sonreír contra mi femineidad, su lengua suave, caliente y complaciente se movió de manera diestra, justo donde sabia yo perdía la cabeza, mordió, lamio, chupo y beso cada parte mi centro mientras yo me estremecía con los primeros espasmo de orgasmo tan ansiado.

Con el primer grito de placer que salió de mi garganta, se movió hacia arriba, hundiendo su columna en mi húmeda y estremecida intimidad, de golpe al inicio, suave y casi desesperantemente más suave después, lento con un ritmo que me sugiere no lleva prisa en terminar, lo bese sintiendo mi sabor aun en su lengua, lo que nos éxito todavía más, le abrace como si fuera lo último, cerré mi cueva húmeda sobre él y lo escuche gemir mientras se estremecía.

- vas a matarme Bella- susurro incrementando el ritmo de sus embestidas, la cama cedió ante la intensidad de nuestro encuentro.

Con un gemido de placer por parte de ambos llegamos a la cima, como siempre uno en brazos de otro y al igual que siempre uno con el nombre del otro en los labios, juntos en ese amasijo de deseo, fluidos y amor, sobre todo amor. Descansó sobre mí, abrazados aun presas de la pasión. Aferrados el uno del otro.

- hum, debemos ir a la biblioteca, ese trabajo debe quedar hoy, para que podamos ir de caza el fin de semana, quiero hacerte el amor en el bosque mañana en la noche- dijo.

Lo ignore, satisfecha de él pero con ganas de mas, siempre quería mas...

 - Patricia espera- insistió, sisee en respuesta…

Me aferre un poco más a su cuerpo sin hacer caso de sus palabras

 - si no quieres ir está bien, iré solo…- salte de la cama desecha para ducharme, lanzándole una mirada asesina.

 - si no le dices que se detenga con su empeño de seguirte y tener algo contigo, te juro que la mato- dije sin pisca de humor y la mirada negra de odio.

Me miro con seriedad entendiendo por primera vez que no estoy jugando y hablando por hablar, esa chica morirá si no ceja su intento de conseguirlo.

– Bien, esta noche le haremos saber que estamos juntos no como hermanos, sino como pareja, si eso no es suficiente pensaremos en otra cosa, pero ya deja de pensar en matar, eso en un vampiro  no es recomendable y menos si el vampiro en cuestión eres tú-  dijo serio, por mi reacción más que por la integridad de la chica.

-¿A qué te refieres con eso de que el vampiro en cuestión soy yo?- dije mirando su reflejo en el espejo mientras me arreglaba, la ducha a velocidad vampiro no tarda más de 20 segundos.

-No leo tu mente y la verdad me asusta esta actitud tuya, jamás te había visto así, no es la primera vez que nos topamos con chicas o chicos que se sienten atraídos hacia nosotros, recuerdas a Luisa, o al imbécil de Moisés, ese tipo si debió morir – dijo apretando los puños al recordar a mi enamorado de hace 10 años.

El pobre tipo de verdad intento invitarme a salir pero Edward lo asustaba solo con mirarlo, aun así no cejo en su intento hasta que Jasper hablo con él, por el miedo a que Edward le arrancara la cabeza de un manotazo.

-¿y porque él sí y la perra esta no? – pregunte indignada, la verdad moisés me parecía lindo siempre atento a mis necesidades en la única clase que no compartía con Edward.

-Porque – dijo – a diferencia de Patricia, Moisés te gustaba y yo no tengo ningún interés más que el de trabajar para sacar lo mejor este semestre, sabes que es vital pasar desapercibidos acá, tenemos historia  no me gustaría dar motivos para sospechas- agrego.

- bien, la chica vivirá mientras entienda que yo soy tu pareja no tu  hermana - sisee recordando sus palabras al teléfono mientras mi boca se llenaba de veneno.

- sabes estas exagerando este asunto, no es normal en ti- digo mientras salíamos.

De alguna manera se que tiene razón pero… decidí ignorarlo.

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