A veces, el papel de hermana mayor requiere hacer cosas que nunca imaginaste. Esto era lo que pensaba mientras Rosalie y yo estábamos sentadas en la casa de Bella, esperando a que llegase del trabajo. Emmett nos había acorralado y nos había suplicado que le ayudásemos. Sólo aceptamos porque el gran oso estaba totalmente presa del pánico.
"Alice, realmente no creo que necesitemos hacer esto," dijo Rose por la cuarta o quinta vez. "Estuvieron solos en Nueva York por el amor de Dios. Estoy segura de que ya lo entienden todo."
"Rose, conozco a mi hermano," suspiré. "Nada pasó en ese viaje. No hubiera importado que estuviesen paseándose por esa habitación como Dios los trajo al mundo. Lo consideraría demasiado temprano."
"Aunque la quiere, ¿verdad?"
"Mucho. Y por eso exactamente no pasó nada. He conseguido que se abriera un poco más a mí sobre esto. Está contento, pero también muy nervioso."
"¿Por qué tiene Edward que ser tan complejo? ¿Por qué no puede ser simple, como Emmett?"
"Porque entonces Bella no le querría como le quiere."
"Hacen buena pareja. Los dos son muy reservados."
"Todos no podemos ser tan abiertos y fuertes como tú y Emmett, Rose. Piensa lo que eso le haría al pobre mundo en el que vivimos."
"¿Tanto ruido hicimos anoche?"
"¡En absoluto! Al menos no después de poner el equipo de música a un volumen ensordecedor," me reí. "Entonces sólo podíamos oíros un poquito."
Rose me dio un golpe en el hombro mientras sonreía malignamente. "¡Recordaré esto, Alice Cullen!"
"Estoy segura de que lo harás," me reí por lo bajo.
"Bueno, ¿qué crees que hará Eddie cuando descubra lo de nuestra misión súper secreta?"
"Ni siquiera quiero pensar en eso. ¡Después de lo que me hizo por escucharle hablando por teléfono!" me estremecí al recordarlo.
"Todavía no puedo creer que cogiese tu vestido de diseño favorito y lo quemase en el jardín mientras tú mirabas," dijo Rose con sobrecogimiento en la voz.
"Sólo pude ponérmelo una vez," suspiré. "La vendedora de Neiman Marcus estaría llorando ahora mismo si supiera lo que le pasó."
"¿Lo que me estás diciendo es que necesito asegurarme de que él no pueda llegar a mi armario?" preguntó Rose con una expresión de horror en la cara.
"Yo no me preocuparía por tus vestidos. Irá a por tus zapatos. Sabe cuanto te gustan."
"¡Dios! Es tan malo como Jasper con todo lo de 'conoce a tu enemigo' que siempre le está gritando a Emmett cuando juegan con videojuegos."
"¿Dónde crees que lo aprendió?" me reí.
"¿Puedes imaginártelos en el gimnasio ahora mismo?" reflexionó Rose. "Las mujeres allí deben estar a punto de desmayarse."
"Deberíamos entrar allí a escondidas un día y ver lo que pasa en ese sitio. Si no hay nada, tendremos un buen material de chantaje para más tarde."
"Alice Cullen, me encanta como funciona tu mente."
"¡Lo sé!" me reí por lo bajo. "¡Por eso somos amigas!"
"¡Después de lo que hiciste en el hospital, sé por seguro que no quiero estar en tu lista negra! ¡La manera como hiciste pedazos a esa chica mientras hacías como que no la conocías no tuvo precio!"
Me encogí de hombros. "No debería haberle hecho daño a mi hermano."
"Al menos no tengo que preocuparme por Jazz. Si harías eso por tu hermano, ¡probablemente asesinarías por el mío!"
Me reí, empujándola en el hombro. "¡Y entonces tendría que llamaros a ti y a Emmett para ayudarme a mover el cuerpo y enterrarlo!" las dos nos reímos un rato.
Entonces Rose se puso seria de verdad. "Alice, ¿qué vamos a decir? La pobre chica se sonroja con nada. ¡Esto va a mortificarla!"
Sonreí para mi misma. Bella se había encontrado con mortificación de verdad hace dos noches cuando Edward se encontró con ella. Esto no sería nada comparado con eso. "He pensado que podríamos dejar que hable ella. Puede decirnos lo que sabe y nosotras podemos ponerla al tanto del resto."
"No sé si todavía se siente tan unida a nosotras."
"Sé que Bella quiere sentirse tan unida a nosotras. Edward y yo tuvimos una conversación sobre ella esta mañana. Dice que sólo vemos una pequeña parte de la verdadera Bella. Me ha dicho que tiene miedo de acercarse a nosotras por lo que les pasó a sus padres. Otra vez ha estado hablando de ellos en sueños."
"Eso de que hable en sueños es demasiado adorable. Bueno, al menos cuando tiene sueños buenos. ¿Pero cómo lo sabe Edward? Estaba como 'La Noche de los Muertos Vivientes' en Navidad cuando estaban el sofá."
Me reí y aplaudí. "¡Emmett no te cuenta nada!"
"¿Por qué es eso divertido?
"Porque Jasper me dijo que secuestraron a Edward la mañana de la víspera de Navidad para ir a recoger tu anillo. ¡Edward les confió que se queda despierto hasta después de que Bella ha acabado de hablar! Es que esa noche estaba demasiado cansado por quedarse levantado hasta tarde la noche antes y por la universidad."
"¡Ese diablillo! ¿Lo sabe Bella?"
"Creo que tiene una idea, pero no sé si él se ha sincerado y le ha contado que lo hace."
Rose miró su reloj. "Bella debería llegar en cualquier momento."
"Creo que puedo escuchar su camión." Corrí hasta la ventana y aparté la cortina. "¡Sip! Está aparcando. Está mirando tu coche."
"¿Crees que Emmett le ha avisado?"
"¡Ni hablar! ¡Ese cobarde no tiene valor para hacerlo! Por eso ha programado hoy como día de gimnasio para los tres."
"Voy a tener una pequeña charla con mi prometido sobre explicarme sus planes."
Corrí desde la ventana y me senté de nuevo en el sofá junto a Rose. "¡Aquí viene!" La puerta principal se abrió y Bella entró. Rose y yo hicimos como que estábamos leyendo nuestras revistas.
"¡Hola, señoritas!" dijo Bella.
Levantamos la mirada y le sonreímos. "¡Hey, Bella!" contesté.
"No es que no me alegre de veros, pero ¿qué estáis haciendo aquí?" preguntó Bella. "Sé que hoy Em está en el gimnasio."
"¡Hemos venido a verte, tonta!" dije alegremente.
"Oh. Bien." Tartamudeó Bella. "Sólo dejad que me duche y me cambie y ahora vuelvo."
"Estaremos aquí," dijo Rose con una sonrisa. Cuando la ducha se cortó en el piso de arriba, Rose se giró hacia mí. "Alice, creo que hemos estado viendo todo esto desde una mala perspectiva. Hemos hablado de la reacción de Edward, pero ¿y la de Bella? Ha crecido con Emmett. Apuesto que es incluso más peligrosa con la venganza que Emmett y Edward juntos."
"Sí, pero Bella es una mujer y le explicaremos que nosotras las mujeres debemos ir juntas," expliqué. "Llegará un momento en el que necesitará que la ayudemos para poner firme a mi hermano."
"O necesitará que la ayudemos para hacerle una broma a uno de ellos," Rose se rió por lo bajo.
Bella bajó las escaleras con unos shorts y una camiseta de tirantes, mientras se secaba el pelo. "Bien, señoritas. ¿Qué tenéis planeado? ¡Alice, por favor, prométeme que no son compras! ¡Por fin he acabado con el malvado trabajo de envolver regalos y me niego a poner un pie en el centro comercial hasta que se me hayan curado todos los cortes!"
"No hay centro comercial, Bella," contesté dulcemente. "Ven y siéntate justo aquí entre Rose y yo." Le di unos golpecitos al cojín del sofá. Bella me miró con cautela pero se sentó.
"Bella, cuéntanos más de Nueva York," dijo Rose.
"¿Qué queréis saber?" preguntó Bella. Se parecía tanto a Edward en ese momento.
Sonreí, si podía conseguir que mi hermano hablase, claramente podía hacerlo con ella. "¿Cómo era el servicio de habitaciones?" pregunté. "La verdad es que nunca he estado en ese hotel en particular. Las pocas veces que he ido fue mis padres y ellos prefieren los hoteles con estilos más antiguos."
"La comida estaba muy buena," dijo Bella soltando risitas. "Aunque, creo que el pobre camarero pensó que estaba loca. Estaba en la puerta esperándole y haciéndole señas de lo que tenía que hacer. Estaba intentando no despertar a Edward."
"¿Por qué te preocupaba despertarle?" preguntó Rose. "Estabas en Nueva York y se suponía que tenías que hacer turismo."
"Era muy temprano," Bella se encogió de hombros. "Pensé que sería agradable sorprenderle con el desayuno en la cama."
"¿Eso no debería haber pasado al revés?" preguntó Rose con una sonrisa.
"Yo me levanté primero," dijo Bella con una sonrisa. "Además, pareció gustarle."
"¿Hay algo más que te gustaría contarnos?" pregunté, sonriendo a Bella.
"Me está entrando la clara impresión de que vosotras dos tenéis una agenda," contestó Bella. "¿Por qué no vamos al grano, señoritas? Ha sido un día muy largo para mí. Mike tuvo que ser ahuyentado más de lo normal y estoy bastante cansada."
"¿No sabe que estás con Edward?" preguntó Rose.
Bella bufó. "¿Y creíste que eso le detendría?"
"Mandaré a Emmett," ofreció Rose.
"¡Ni hablar!" Bella se rió por lo bajo. "Sólo tengo que aguantarle hasta el domingo. Después de eso, iré a la universidad a tiempo completo y no le veré. ¡Ahora dejad de intentar distraerme! ¿Qué queréis?"
"Sólo pensamos que te gustaría tener algunas amigas para hablar de tu viaje," contesté. "Sabemos que estos últimos años debieron ser difíciles con sólo Emmett alrededor. Él no es la más sensible de las almas."
Bella empezó a reírse y a sujetarse el estómago. Rose y yo la miramos con cautela. Sacudió las manos mientras se calmaba.
"Sólo... sólo estoy... ¡intentando imaginarme hablando con Emmett!"
Rose y yo sonreímos. Podíamos imaginárnoslo y no era una visión agradable.
"Bueno, ¿quieres hablarnos de algo?" preguntó Rose. "Probablemente deberíamos acostumbrarnos a hablar así ya que he aceptado casarme con tu loco hermano."
"¡Probablemente!" Bella se rió por lo bajo. "Pero no quiero detalles personales sobre mi hermano."
"Define detalles personales," dije.
"Cualquier cosa que pase detrás de una puerta cerrada," Bella se rió por lo bajo. "Hay algunas cosas que una chica nunca debería saber sobre su hermano."
"Como quieras," Rose se rió. "Cuanto más sabemos, más cosas podemos echarles encima cuando se comportan mal."
Miré mi reloj. Los chicos llegarían en una hora. "De acuerdo, Bella. Nos estamos quedando sin tiempo. Este es el trato. Hemos venido aquí para hablar contigo y ver si tienes alguna pregunta sobre Edward o ser una mujer. Más específicamente, sobre ser una mujer con un hombre." Estaba intentando no avergonzarla o confundirla.
Bella se sonrojó y supe que lo había entendido. "No tengo preguntas, pero gracias."
"¿Has ido al médico alguna vez?" preguntó Rose.
"Una vez al año desde que cumplí quince años," contestó Bella. "Como le dije a Emmett, mi madre y yo tuvimos 'La Charla' por mi cumpleaños. Y llevo con la píldora desde hace dos años."
"Creíamos que eras..." empezó Rose.
"Lo soy," contestó Bella rápidamente. Vio nuestras expresiones de curiosidad. "Irregular."
¡Eso contestaba la pregunta! ¡No había nada peor que ser una mujer y no saber cuando esperar a tu visita mensual!
"Sólo queremos que sepas que estamos aquí para ti si tienes alguna pregunta," dije, poniendo un brazo alrededor de los hombros de Bella. "Queremos que sepas que puedes venir a nosotras con cualquier cosa. Realmente queremos que confíes en nosotras, Bella."
Bella asintió, pero no dijo nada.
"Alice y yo realmente queremos que nos consideres familia," continuó Rose. "Puede que técnicamente no estemos relacionadas, pero te vemos como nuestra hermana pequeña. Te conocemos, parece que nos acabas de conocer, pero Emmett ha estado contándonos historias desde hace tanto tiempo que nos sentimos como si siempre te hubiésemos conocido."
"Tiene razón," dije. "Así que por favor no sientas vergüenza ni seas tímida. Realmente puedes contarnos cualquier cosa y sólo lo mantendremos entre nosotras tres."
"De acuerdo, entonces," dijo Bella. Tenía una expresión de determinación en los ojos y la barbilla un poco hacia arriba mientras se giraba para mirarme. Era similar al muro de Edward, pero le contenía la cara entera, no sólo los ojos como a él. "¿Estaba contándome Edward la verdad cuando dijo que él nunca...? No es que no confía en él. Es sólo que... es una persona sorprendente y me es difícil de creer."
"Bella, estaba contándote toda la verdad," contesté. "Esa novia de la que te habló... Le hizo eso porque Edward no se quería acostar con ella. Le dijo que sentía que eran demasiado jóvenes ya que entonces sólo tenían diecisiete. Le dijo que quería hacer eso con la persona con la que se iba a casar y no sabía si esa era ella. Ella lo aceptó unos cuantos meses, pero era una persona muy egoísta. No entendía su punto de vista así que decidió que él estaba equivocado. Entonces fue cuando se le ocurrió su plan de la cena."
"Me dijo que tuvo que contenerte para que no te lanzaras sobre ella," Bella se rió por lo bajo. Su cara se puso seria otra vez. "Le dije que debería haberte dejado."
"¡Oh, Dios!" dijo Rose, abanicándose. "¡Bella es peleona!"
"No tengo mucha paciencia con la gente cruel," contestó Bella.
"Bueno..." dije alegremente. "... con suerte, nunca tendrás que conocerla."
"¿Todavía vive en la ciudad?" preguntó Bella, atónita.
"Sí," contesté. "Su madre trabaja en el banco y creo que ella está haciendo un curso de estética o algo así. Oí que la echaron de la universidad por ir demasiado de fiesta."
"¿Sabe Edward dónde está?" preguntó Bella.
"No. La vigilo para asegurarme de que no se acerca a mi hermano," expliqué.
"Eres una hermana muy buena para él, Alice," dijo Bella, sonriéndome. "Gracias a las dos por venir a hablar conmigo. Es agradable saber que las dos me consideráis una amiga. Y para que lo sepáis, no pasó nada. Tengo la sensación de que Emmett os convenció para que hablaseis conmigo. Él y yo desayunamos juntos antes de que me fuese de viaje e intentó darme una charla de sexo."
"Bella, tienes mi palabra como tu futura cuñada. Emmett nunca más volverá a intentar darte otra charla de sexo," prometió Rose.
"¡Gracias!" Bella suspiró, sus hombros se relajaron visiblemente.
"Ha sido un placer, Bella," contesté. "¿Estás segura de que no tienes preguntas?"
Bella sonrió con malicia y podía decir que se estaba preparando para ser tonta. "Tengo una, Alice. ¿De dónde vienen los bebés?" soltó una risita.
"Bueno, tú sabes," Rose se rió por lo bajo. "Cuando un hombre y una mujer se quieren mucho..."
"¡No!" se rió Bella. "¡Usa metáforas con animales! ¡Es más entretenido! Eso es lo que hizo mi madre."
"¿Qué animales usó?" pregunté, botando. ¡Esto se estaba poniendo interesante!
"Usó un león para el hombre y una oveja para la mujer. Dijo que las ovejas son suaves y frágiles como la piel y el corazón de las mujeres. Y el león es cabezota y sólo va detrás de la comida, por eso es el hombre," explicó Bella.
"¡Oh! ¡Me encanta tu madre!" chilló Rose. "Ojalá la hubiera conocido."
"¡Ok!" Bella se rió por lo bajo. Se levantó y nos miró. "Repetiré la conversación que tuvo conmigo pero con vuestros nombres." Bella se aclaró la garganta y luchó para no sonreír. "Tenéis una edad ahora, Alice y Rose, en la que es importante entender las diferencias entre un hombre y una mujer. Un hombre es como un león. Son fuertes y orgullosos y totalmente cabezotas. Y necesitan a una mujer fuerte para que cace para ellos y les diga lo que se supone que tienen que hacer. Un buen león aprecia todo el trabajo y te mimará de vez en cuando con una bonita cebra. Desafortunadamente, la mayoría de los leones sólo quieren una comida rápida."
"¿Qué es el regalo de la cebra?" me reí.
"¡Nunca me dijo eso!" Bella se rió por lo bajo. "¡Quizás se refiere a una cena y una película! ¡Bueno! Una mujer es como una oveja. Suave y delicada, con un corazón que puede ser frágil. La oveja proporciona calidez y consuelo, pero no deberías darle tu lana a cualquiera. Tienen que merecérselo mucho y tratarlo como si fuera de oro."
"¡Para Bella!" gritó Rose, con lágrimas resbalándole por la cara de tanto reírse. "¡No puedo más!"
"¡No!" jadeé entre mi risa. "¡Acaba!"
"Así que cuando la oveja decide tumbarse con un cierto león, deberían tomar precauciones para asegurarse de que no viene un cachorro accidentalmente. Algunos leones no quieren ser padres y dejarás a la oveja para que cuide del cachorro. Por esto es mejor que la oveja espere hasta después de la universidad, cuando tenga un hogar propio y su propio dinero para que no tenga que depender del león para nada. También es una buena idea casarse. Me doy cuenta que en este día, y a esta edad, el matrimonio no es tan global como antes. Por favor, simplemente vigila tu lana cuidadosamente. Si tenéis preguntas, Alice y Rose, dejádmelo saber y tendremos esta charla otra vez."
"¡Bella!" chillé. "¡Este es el mejor discurso de los pájaros y las abejas que he escuchado! ¡Incluso habla del matrimonio!"
"¿Ha escuchado esto Emmett?" Rose se rió por lo bajo.
"¡No tengo ni idea!" Bella soltó una risita. "Y estoy muy agradecida por ello. ¡Quién sabe lo que él diría sobre eso!" Bella miró el reloj cerca de la puerta. "Estoy ha sido divertido, pero necesito hacer la cena. Podéis quedaros si queréis. Ya iba a cocinar para los chicos por petición de Em. ¡Si queréis charlar más, seguidme a la cocina!" Bella se giró y se fue andando.
"Eso ha ido bien," me reí por lo bajo.
Rose asintió con la cabeza. Seguimos a Bella para verla preparar la cena. ¡Tendríamos que darle las gracias a Emmett por esta tarde tan encantadora!
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