sábado, 4 de febrero de 2012

LLC. Capitulo 21: Adornando el Arbol.

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ADORNANDO EL ARBOL

Adornar el árbol siempre había sido mi parte favorita de la Navidad y una que me tomo muy en serio. Comprar los adornos perfectos es un arte que no mucha gente practica. Los adornos de tu árbol deberían reflejar a tu familia y el amor que sentís, a la vez que las fiestas. Y este año, ¡tendría el placer de tener unos adornos muy especiales creados para los nuevos miembros y parejas de la familia!

Esperaba con mucha emoción que Bella viera su adorno y que Edward y Bella vieran el suyo como pareja. Me había sorprendido a mi misma este año con lo que había conseguido en tan sólo unos días. Por supuesto, saber que estaría perfectos juntos antes de que ellos se dieran cuenta, me dio algo de tiempo extra.

"¿Por qué estás sonriendo así?" me susurró Jasper al oído mientras me abrazaba por detrás.

"Sólo estaba pensando en lo estupendo que es tener a todo el mundo aquí ahora mismo," suspiré, apoyándome más contra él.

"¿Eso es todo? Siento el amor, pero también alegría. ¿Qué te tiene tan emocionada, Alice?" presionó Jasper.

"Estaba pensando en los adornos que vamos a poner," dije.

"Me quedé anonadado con el mío y el nuestro el año pasado," me arrulló Jasper. "¿Volveremos a poner esos este año?"

"Y cada año hasta el final de los tiempos," contesté, girándome en sus brazos.

Se inclinó para mí y le besé cariñosamente. Oh, cuanto quería a este hombre y su dulce y sensible alma. ¡Siempre sabía como me estaba sintiendo!

"Emmett, necesito más cable," dijo Edward desde encima del taburete. Él y Emmett estaban colgando las luces en el árbol de Navidad.

"¡Espera, Tutor-boy!" Bella soltó una risita. "Em se lo ha enrollado en las piernas. Estoy intentando que no se caiga encima del árbol."

Edward bufó y se bajó del taburete para poder ver a Emmett claramente. "¿Cómo has hecho eso?" preguntó, riéndose de lo que tenía delante.

"No lo sé," Emmett se rió por lo bajo. "Tengo una habilidad para hacerlo. Por esto Bella y yo tenemos un árbol muy pequeño con luces incorporadas."

"¡Nunca más!" le reprendí. "La Navidad no es lo mismo sin un árbol real y enorme para decorar, con luces y todo."

"Levanta la pierna, Em," le dijo Bella, dándole golpecitos en la pierna izquierda. "No... no..." consiguió decir entre mientras se reía y jadeaba. "En la que te estoy dando, ¡payaso!"

"¡Oh!" contestó Emmett. Levantó la pierna correcta y Bella le liberó de las luces. Edward la ayudó a sacar la otra pierna. "¡Gracias! Eso estaba empezando a molestarme," dijo Emmett.

"Edward, deberías darle a Emmett un trabajo más seguro y dejarme ayudar con las luces," le dijo Bella.

"Creo que tienes razón," Edward se rió por lo bajo. "Emmett, ¿podrías colgar el muérdago en la puerta cerca de mi piano, por favor?"

"¡Rose! ¡Después tienes que ayudarme a probarlo!" dijo Emmett, llevando a Rosalie hasta la puerta.

Edward ayudó a Bella a que se levantase y le dio un rápido beso. Su respuesta fue una gran sonrisa feliz. Les iba a ir bien y sería una pareja tan mona. Podía verle casándose con ella algún día. Ella sería la esposa perfecta para él, haciendo que no se tomara las cosas tan en serio. La parte del apodo Tutor-boy era demasiado mona y nunca sabías cuando le llamaría así. Podías ver un poco de irritación en sus ojos, pero su diversión la superaba cada vez.

"Alice, ¿estamos esperando a Esme?" preguntó Rosalie, sacándome de mis pensamientos. ¡Y Edward piensa que sólo me preocupo por la moda! ¡Qué poco sabe mi hermano!

"Estará aquí de un momento para otro," contesté.

Bella atrajo mi atención con su risa. "¡Ya son dos cosas las que se te dan fatal! ¡Tocar la guitarra y colgar las luces!"

Él le sonrió cariñosamente. "Pues tendrás que enseñarme a hacerlas."

"Edward," suspiró, poniendo su pequeña mano en su ancho hombro. "No hay suficientes horas en el día para el tipo de ayuda que eso necesitaría."

Jasper y Emmett empezaron a reírse y Rosalie bufó. Yo sólo sonreí. Bella y Edward se dieron cuenta de que tenían público y los dos se sonrojaron.

"Espabilaos con esas luces," ordené.

Bella se hizo cago y le enseñó a Edward como ponerle bien las luces al árbol. Estaba impresionada. No mucho tiempo después las enchufó para mostrarnos su trabajo. Se separó un poco para admirar su trabajo y Edward se le acercó por detrás, rodeándole la cintura con los brazos. Eran tan monos.

Me acerqué al árbol y me arrodillé al lado de nuestra caja de adornos. Bella se unió a mí.

"Todos son preciosos," dijo Bella, mirando la primera capa de adornos.

"Esme empezó con uno para ella y uno para Carlisle," expliqué. "Tenían un adorno para cada año que han estado juntos. Edward y yo tenemos adornos por cada Navidad que hemos estado con ellos." Levanté un pequeño oso azul de peluche. "Este es el primer adorno de Edward. Mi madre lo encontró en una pequeña tienda de antigüedades. El propietario dijo que fue hecho en 1901."

"Eso te pega," dijo Bella, mirando a Edward. "Te comportas como un caballero de esa época." Una sonrisa muy tierna y cariñosa apareció en la cara de mi hermano mientras miraba a Bella fijamente. Ella se sonrojó, pero le mantuvo la mirada.

Cogí un adorno con la forma de un pequeño canario amarillo. Bella lo estaba mirando fijamente mientras yo lo tocaba. "Este es mío. Mi primera Navidad," expliqué. "Mi madre decía que yo era el bebé más hablador que había visto en su vida y que sonaba como un pajarito cantando."

Edward se arrodilló a nuestro lado y sacó su adorno favorito. Era un corazón verde de cristal. "Alice y yo compramos esto para nuestra madre cuando éramos muy pequeños. Suplicamos a nuestro padre que nos diera tareas para poder conseguir el dinero para comprarlo. Alice lo había visto en un escaparate y sabía que teníamos que dárselo."

Bella tocó el adorno con delicadeza, como si le diera miedo romperlo. "Pega con sus ojos... y con los tuyos."

Sonreí para mí misma, orgullosa de mi habilidad para combinar cosas. Saqué un soldadito de juguete sosteniendo un regalo. "Este el adorno de Jasper del año pasado. Lo escogí porque era un soldado y a él le encanta la era de la Guerra Civil. Este soldado parecía tan dulce y honrado, como mi Jasper."

"Apuesto a que este es de Rosalie," Bella soltó una risita, sosteniendo un tacón rojo con cuidado.

"Has supuesto bien," dijo Rose, sentándose al lado de Bella.

"Este se lo dieron a Alice sus padres," les informó Jasper, sosteniendo una bolsita de porcelana con mi nombre escrito con purpurina.

"¡Uno de mis favoritos!" grité, inclinándome para cogerlo. Jasper me dio un beso y sonreí contra sus labios. Era tan maravilloso conmigo. Me incorporé otra vez y le miré con todo el cariño que podía reunir. "Sólo espera hasta que Rose y tú veáis lo que os he escogido este año."

"¿Son muy malos, Edward?" preguntó Jasper mientras le daba a mi hermano con el hombro.

"La verdad es que este año no me ha metido en esto. No quería que viera los de Bella y Emmett," contestó Edward, sonriéndome.

"¿Nos has comprado adornos?" preguntó Bella con una expresión de shock.

"¡Por supuesto!" me reí por lo bajo. "Vas a celebrar la Navidad como una Cullen. ¡Tienes que tener un adorno en el árbol!"

Bella me pasó los brazos por el cuello y me abrazó fuertemente. "¡Gracias, Alice!"

Me entusiasmaba verla salir de su concha. Era una persona maravillosa y se merecía más de lo que la vida le había dado hasta ahora. Tendría un final feliz si yo intervenía. Con suerte, yo siempre intervenía en estas cosas. Nadie apuesta contra mí cuando he visto su camino.

La puerta se abrió y apareció una Esme muy nerviosa. "Siento llegar tarde, niños. La reunión empezó más tarde, y después se me pinchó una rueda y tuve que esperar al taxi. Alice, la casa está estupenda. Ya veo que has puesto los adornos."

Me acerqué a ella y le quité el abrigo y la bufanda. "Tranquilízate, Mamá. Respira. Tenemos tiempo de sobra." Mi madre sonrió y me besó en la frente. Era una mujer extraordinaria y la quería muchísimo.

Colgué sus cosas en el armario del pasillo. Me giré y la vi con mi padre mirando algunos adornos con Edward y Bella. Rápidamente fui a la cocina y cogí mi cámara del mostrador. Mis calcetines se deslizaron por el suelo mientras volvía al salón. Me incorporé, e hice una foto de los cuatro juntos alrededor de la caja. También les hice una foto a Emmett y a Rosalie acurrucados cerca de las escaleras. Jasper se me acercó por detrás, abrazándome. Sonreí y giré la cámara. Se inclinó por mí y extendió la cámara, haciéndonos una foto. Le besé en la mejilla, y volvimos al árbol.

"Alice, ¿tienes los nuevos adornos para este año?" preguntó mi padre.

"¡Cómo si necesitaras preguntar!" Puse los ojos en blanco con falso asco y entonces les sonreí malignamente.

Sabían cuanto me encantaba hacerme cargo de los adornos. Corrí hasta mi habitación y cogí la caja de debajo de la cama. Volví abajo con cuidado, ya que no quería que se me cayera.

La dejé a mi lado en el sofá. "¿Quién quiere ir primero?"

"Yo mismo," contestó mi padre.

"Vale." Busqué en la caja hasta que encontré su adorno. "Papá, quería comprarte algo especial, pero ya llevas bastantes Navidades y hay tantos adornos relacionados con la medicina ahí. Así que me decidí por un hobby, aunque no es que como si te tomaras el tiempo para tener muchos." Saqué el adorno de la caja, previendo la respuesta que me daría.

Todo el mundo se rió cuando vieron el adorno.

Mi padre extendió la mano y lo cogió. "Alice, te has superado. ¡Un tostador roto!"

"Bueno, sí que te gusta intentar arreglar electrodomésticos aunque no tienes ni idea de lo que estás haciendo," dije con un guiño. Todos vimos como mi padre elegía un sitio cerca de la copa para su adorno.

"¡Ahora yo!" dijo alegremente mi madre. ¡Y ella se preguntaba de quién había sacado mi alegría!"

Sonreí, ya sabiendo que mi madre estaba a punto de llorar. Saqué su adorno, extendiéndolo en la palma de mi mano.

"¡Oh, Alice!" al instante empezó a sollozar mientras lo acariciaba con el dedo. "¿Cómo sabes siempre lo que es perfecto para nuestro árbol?"

Me encogí de hombros. "¡Un talento natural!"

Le había comprado un adorno con forma de manuscrito. El grabado decía lo siguiente: Navidad 2007 de la Familia Cullen. Debajo de ese título estaban nuestros nombres: Carlisle, Esme, Alice, Edward, Jasper, Rosalie, Emmett, Bella.

"Claramente te has superado," dijo mi madre, dándome un rápido abrazo. Se levantó y puso su adorno justo en el medio del árbol.

"Edward, ¿quieres ser el siguiente?" pregunté, guiñándole.

"Si eso te complace," sonrió con malicia.

Puse la mano sobre su adorno. "Ahora, ten en cuenta que esto es una broma en honor a tus cambios de humor durante los últimos años." Frunció el ceño. Saqué su adorno y lo levanté. "Representa lo fácilmente que pasas de ser mi dulce hermanito a una bestia enfadada y gritona."

"¡Un león con una oveja, Alice! ¿En serio?" Edward suspiró, pellizcándose el puente de la nariz.

"No te preocupes. El año que viene tú te harás cargo de los adornos. Entonces podrás vengarte," dije con una sonrisa.

Edward sonrió mientras murmuraba entre dientes. Estaba segura de que ya estaba conspirando una venganza adecuada. Encontró un sitio en la parte más a la izquierda del árbol para su adorno. Supuse que estaba esperando no tener que mirarlo mucho.

"¡Ahora yo!" dijo Rosalie. Sonreí y lo saqué de la caja, enseñándoselo. "¡Dios mío! ¡Alice, me encanta!"

Rose cogió el adorno de cristal con mucho cuidado. Era una réplica de la esfera que bajan en Times Square en Año Nuevo. Rose siempre había querido ver eso en persona. Escogió colgarlo a la derecha para que cualquiera que entrara por la puerta lo viera al instante. (a.n.: Times Square es un edificio que está en Nueva York, y en Año Nuevo bajan una esfera, si no entendéis lo que digo, buscad en Google, en la parte de imágenes: Times Square New Year, y una de las primeras es la esfera esa, cuando la veáis seguro que sabéis a lo que me refiero.)

"Jasper, ahora tú," dije. Saqué su adorno y todo el mundo se rió. "Sé cuanto te gusta ver 'Una Historia de Navidad' cada año y cuando vi esto, tu escena favorita, tenía que comprarlo."

"¡Me encanta la parte donde la lengua se queda pegada al poste!" dijo Emmett. "¡Excelente!"

"Gracias, cariño," dijo Jasper, besándome en la mejilla. Cogió su adorno y lo puso al lado del de mi padre.

"¡Yo! ¡Yo!" gritó Emmett, levantando la mano.

Me reí de él. ¿Cómo podría no hacerlo? "Vale, Emmett. Ven aquí. Extiende la mano y cierra los ojos. ¡No mires!"

Emmett hizo lo que le dije, pero no pudo dejar de arrastrar los pies como un niño pequeño en la mañana de Navidad. Puse el adorno en la palma de su mano y escuché a los otros riéndose en voz baja.

"Bien, abre los ojos y ve tu primer adorno Cullen."

Emmett abrió los ojos. "¡Sí!" gritó mientras levantaba un puño. "Rose, ¿lo has visto?" Emmett se fue rápidamente hasta ella. "Es un osito negro sonriendo."

"Y date cuenta que está siendo perezoso y está tumbado," dijo Rosalie con una sonrisa perversa. "Alice ha escogido bien."

Emmett se rió por lo bajo y puso su oso al lado del adorno de Rosalie. Le dio un tierno beso en la mejilla mientras miraban sus adornos colgados juntos.

"Ya sólo quedas tú, Bella," dije, sonriéndole.

Se sonrojó y me sonrió tímidamente. La cogí de la mano y me la acerqué.

"Espero que al menos te guste la mitad de lo que me gusta a mí," le dije.

Saqué un precioso cisne que tenía las alas plegadas y el cuello encogido. Bella lo cogió con cuidado, mirándolo fijamente. Miré a Edward y le vi asintiendo para decirme que lo aprobaba. (a.n.: para los que no entiendan a que viene lo del cisne, Swan, el apellido de Bella, significa cisne en inglés.)

Se acercó a Bella y la cogió por los brazos. "Vamos a buscar un sitio para esto," le dijo.

Asintió, con una gran sonrisa. Edward la ayudó a ponerlo alto, entre los adornos de Rose y mi padre.

Bella volvió y me abrazó fuertemente. "Muchas gracias, Alice."

"Ha sido un placer, Bella," contesté.

"Empecemos a poner el resto," anunció mi padre. "Hay bastantes en esta caja."

"¡Espera!" me reí por lo bajo. "Os estáis olvidando de algo."

"¿Del qué, querida?"

"Además de tener dos miembros más en la familia Cullen, también tenemos dos nuevas parejas. La tradición es que el adorno de pareja nunca cambia y cada pareja sólo tiene uno." Saqué de la caja una ventana con escarcha que tenía mi nombre y el de Jasper y parecía que habían sido pintados con nieve. "Este el adorno que Jasper y yo tenemos desde el año pasado como nuestro adorno de pareja." Se lo di a Jasper y volví a la caja. "Rose, Emmett, este es el vuestro." Saqué una bombilla morada con anillos dorados en la parte de arriba y en la de abajo. Los nombres de Rosalie y Emmett estaban escritos en dorado.

"¡Alice, es precioso!" gritó Alice, abrazándome fuertemente.

"Gracias," dijo Emmett con sinceridad. Con cuidado cogió el adorno. Él y Rose lo colgaron debajo de los suyos.

"Edward, Bella." Vi cómo prácticamente él tenía que arrastrarla. "¡No muerde, Bella!" dije con un guiño, intentando disminuir sus nervios.

Funcionó y se rió. Saqué un marco plateado con forma de copo de nieve con una foto de ellos bailando en la fiesta de Navidad. Edward lo cogió y se lo enseñó a Bella.

"¡Mira a Squirt con un vestido!" Emmett se rió por lo bajo desde detrás de Bella. "No importa cuantas veces lo vea, ¡casi no puedo creerlo!"

"Bella, sí que estabas muy guapa con ese vestido," dijo Rose, abrazándola.

"Gracias, Ali." Edward me dio un abrazo, besándome el la frente. Me gustaba más este Edward sentimental y todo era gracias a Bella. Sonreí alegremente.

Bella puso el adorno al lado del de mi madre, limpiándose algunas lágrimas cuando acabó. Edward la abrazó con fuerza, dándole un beso en la cabeza. Todo el mundo les sonrió. Era maravilloso verlos felices.

"Ahora podemos poner los otros," dije alegremente. "Y Edward, creo que ya es hora de tocar algunos villancicos."

Sonrió y asintió. Besó a Bella en la mejilla y se fue a su piano. Empezó con 'Noche de Paz' y nunca antes había sonado tan dulce.

Ya que Emmett y Bella eran nuevos, tardamos bastante en adornar el árbol. Les contamos la historia de cada adorno antes de ponerlos en el árbol. Cuando acabamos, el árbol estaba fantástico.

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