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15.- Los cocos
Bella pov
-Vacaciones indefinidas ¡¡¡¿ahora?!!!- casi me rugió
Emmet, dos semanas después de mi demostración física y publica de combate
cuerpo a cuerpo. El pobre Félix, se aterrorizaba de verme. Un cheque lo hizo
feliz, pero aun no se me acercaba.
-sí, eso dije, vacaciones indefinidas, las merezco
llevo casi siete años trabajando a culo partido en la agencia, jamás tomo
vacaciones, jamás he estado fuera del campo más que cuando he tenido que estar
en el hospital, así que tomare mis malditas vacaciones y trata de detenerme-
dije en posición de ataque.
-ok, las necesitas, tu maldito genio me está dando quebraderos
de cabeza, ¿Por qué carajos le partiste la cara a Cayo, el de logística, la
semana pasada?-
-me miro descaradamente el culo mientras entrenaba
con Rosalie y Jacob y ni decir de cómo le veía las tetas a tu mujer, te ahorre
el asunto-
-Cayo es gay - dijo serio. Carajo. La cagué. Esa no
la sabía.
-¿lo es?- pregunte apenas con voz.
-no, pero ver tu cara fue maravilloso- me hirvió la
sangre al minuto.
Tome la estatua miniatura de Lincoln en bronce y sin
dudar o titubear la lance justo a la cabeza, apenas un segundo antes de que
pasara por ahí, Emmet se arrojo al piso, la estatua se incrusto en la silla, a
la altura de la frente.
-¡¡¡listo, estas de vacaciones, disfrútalas y no
regreses hasta que te hayan hecho un exorcismo y te saquen el demonio que traes
dentro!!!- grito mientras se levantaba.
-no digas eso, es lo más cruel que has dicho- dije
llorando en ese momento. Me miro sin saber que carajos pasaba conmigo.
-lo siento, no quise ser cruel- su rostro era de
arrepentimiento puro, lo mire cambiando mis lagrimas por las sonrisa
-no lo fuiste, pero ver tu cara fue maravilloso-
Salí cagándome de la risa, mientras me arrojaba una bola de papel.
La isla que me prestara Esme era perfecta, habían
guardias, seguridad, trampas, cámaras, vigilancia extrema y aunque fuera casi
imposible, privacidad. Era perfecto.
-¿te vas?- pregunto Jacob llegando antes que saliera
con mi familia.
-si, por un tiempo, quiero pasarlo con mi hijo y mi
papa, ¿quieres venir? Por un mes aunque sea, puedo hacer que Carmen venga-
sonrió. Sus salidas ya no eran tan secretas.
-¿de verdad?- pregunto con ese brillo en los ojos
que Carmen tenía cuando el tipo aparecía en escena.
-Ya está. Prepara tus cosas mañana estarás en la
isla. Y Carmen también-
-bien, hum ¿Quién se encargara de nuestras
obligaciones?-
-oye no eres imprescindible, seguro que Emmet lo
consigue sin nosotros-
Dos días después estábamos todos en el paraíso. La
guardia tenía instrucciones de no dejar a nadie entrar a la isla, ellos
incluidos, solo podía andar en su parte de la isla del otro lado donde la casa
principal estaba.
Mi humor no mejoro, solo lo dirigí a otro objetivo,
los cocos, cada día cuando me enfadaba disparaba a los coco hasta que en unas
semanas no quedo mucho para desquitarme.
-Bueno si sigues así, Esme no te prestara su isla de
nuevo, ¿Cómo caramba tomaremos agua de coco si ya te los cargaste todos?- huy,
mala cosa, me encabrone de nuevo.
Me gire hasta dejarlo en la mira, sin remordimiento
dispare. Para su suerte no tenía más balas.
-si dices una palabra más, cargare el arma y te seguiré
hasta metértela por el culo- dije arrojando la pistola hacia él. Me miro serio,
antes de reírse.
-¿así que por eso pediste vacaciones? ¿Cuándo se lo
dirás a Edward?- pregunto
-¿Cómo supiste?- pregunte sin entender que me
delato.
-tu humor, solías ponerte así cuando algo en el
entrenamiento no te salía, ahora que sabes disparar tu humor es el arma más
letal- dijo riéndose
-¡¡¡cállate, solo cállate!!!- dije corriendo en
dirección a la casa. Lo ignore le resto de la semana. Del mes.
-Rob ¿Qué haces en la computadora de Jacob?-
pregunte, mi hijo dio tal salto que supe no era nada bueno.
-nada mami, hum, buscaba… nada realmente- mentir se
le daba terriblemente, gracias a Dios.
-bien, apágala y ve a dormir, no quiero escuchar un
no, un más tarde o cualquier pretexto-
-no mami, ya me voy a dormir- ok, eso era nuevo.
O era muy malo lo que estaba haciendo o mis cambios
de humor lo tenían alerta.
Los días pasaban, mi humor no mejoraba, el asunto
con Jacob se supo hasta la oficina, genial, ahora me creerían loca. No estaban
muy lejos, o sea, es que mi cabeza era un hervidero de cosas, ideas,
pensamientos, sentimientos, todo y las malditas… bueno para que seguir.
Me encerré en mi habitación. Escuche la alarma de la
entrada. Imposible, nadie podía entrar sin que la guardia lo supiera, pero y si
estaban muertos. Roberto. Tome mis armas favoritas, una 9 mm automática, cuatro
cargadores, una mini .38, con sus cargadores, el cuchillo militar, lo guarde en
mi pantalón y una estrella metálica, salí tan rápido como puede. Debía ser
precavida.
Nada se veía mal, me asome a la ventana, los
guardias estaban revisando el perímetro. Jacob estaba en la entra de de piedra,
mirando hacia la puerta. Levanto el rostro y negó. Me relaje. Carmen me
alcanzo.
-no te preocupes, una comadrej, o algo así, no sé,
pero Rob está bien, lo acabo de dejar en la sala comiendo donas, muy
entretenido-
-bien me iré a dormir entonces, ¿lo acuestas?- pedí.
-seguro, descansa- me miro sonriendo, Jacob y su
enorme bocota, se la cerraría mañana cuando no estuviera tan cansada.
Edward pvo
-Pasa, mama está arriba, espero que dormida, la tía
Carmen la calmo, seguro que ya venía con ganas de disparar, últimamente esta de
muy mal humor y es tu culpa, papa- me reclamo un niño de facciones endurecidas.
Me senté donde me indico, la vena Swan estaba presente.
-¿sabes quién soy?-
-claro, somos iguales, lo sospeche cuando fuiste a
buscar al Tío Emmet, pensé que ibas por nosotros, luego cuando mama estuvo en
el hospital y no llegaste dude, la tía Rosalie dijo que aun no estaban listos
para arreglarse, que eventualmente lo
arreglaría, pero eventualmente no llega y mama sigue mal- analizo con un
razonamiento de su edad, después de sermonearme como si tuviera 50 y no 7 años.
-bueno, es que hay cosas que quizá no comprendas y
que nos mantienen separados, ¿Qué sabes del trabajo de tu mama?-
-se que elimina gente mala y que a veces le toca
hacer otras cosas, pero no sé mucho y que tú haces algo parecido- me dejo
literalmente con la boca abierta. Ese no era un niño, era un enano de 50 años.
-pues sabes mucho, ¿tu mama te lo dijo?-
-¡¡¡no!!! Me manda a Rusia si se entera, me lo dijo
Charlie, bueno escuche una conversación entre Charlie y su novia René y después
cuando pregunte me dijo no sin antes jurar que mama no se enteraría, el tío
Jacob me enseño a escondidas a poner las alarmas y activarlas si algo pasaba,
mama me enseño a manejar el sistema de seguridad. Y el Tío Emmet me enseño una
foto tuya, él me dijo, bueno me confirmo quien eras, ¿te quedaras esta vez?- Y por fin vi al niño pequeño, sus ojos
temerosos de una respuesta negativa, lo ame sin más, no pude evitar abrazarlo.
-tratare, si tu mama no me mata antes- dije en
broma, mala broma. Se separo muy serio.
-hum, esconderé sus armas- dijo.
-no, son peligrosas, no debes tocarlas o jugar con
ellas, seguro que Carmen puede hacerlo-
-mama solo tiene cuchillos en la casa, las pistolas
las mantiene en una caja fuerte, en su recamara, todas ellas- ¿todas ellas?
¿Cuántas tenía?
-igual mejor no te acerque a ellas ¿Qué tan mal
dices que está tu mama?- pregunte recordando su comentario inicial.
-huy, está muy molesta, apenas algo no le gusta y
dispara, no aquí, pero si en la playa, según dicen los guardias ya mato a todos
los cocos de la isla y trato de dispararle al tío Jacob, pero no tenía balas y
antes de eso le arrojo una estatua al tío Emmet, casi le abre la cabeza y antes
de eso dice la tía Carmen, que saco a golpes a un tipo de la oficina porque la
llamo señora- Este niño sabía todo. Era una cámara de vigilancia andando.
-bien, creo que iré a verla…- dije levantándome. Me
tomo de la mano y me llevo hasta las escaleras.
-su recamara es la primera de la derecha, ve, si te
dispara llamo a tu amigo Jasper ¿recibió mi mensaje? ¿Así nos encontraste?-
-¿fuiste tú?-
-¿Quién mas si no? ya me canse de escuchar a mama
llorar por las noches, no me deja dormir-
Sonreí mientras subía las escaleras, un chaleco
antibalas me sería de mucha utilidad.
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