sábado, 28 de enero de 2012

Encontrarte pero... ¿amarte u odiarte?



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15.- Los cocos

Bella pov

-Vacaciones indefinidas ¡¡¡¿ahora?!!!- casi me rugió Emmet, dos semanas después de mi demostración física y publica de combate cuerpo a cuerpo. El pobre Félix, se aterrorizaba de verme. Un cheque lo hizo feliz, pero aun no se me acercaba.

-sí, eso dije, vacaciones indefinidas, las merezco llevo casi siete años trabajando a culo partido en la agencia, jamás tomo vacaciones, jamás he estado fuera del campo más que cuando he tenido que estar en el hospital, así que tomare mis malditas vacaciones y trata de detenerme- dije en posición de ataque.

-ok, las necesitas, tu maldito genio me está dando quebraderos de cabeza, ¿Por qué carajos le partiste la cara a Cayo, el de logística, la semana pasada?-

-me miro descaradamente el culo mientras entrenaba con Rosalie y Jacob y ni decir de cómo le veía las tetas a tu mujer, te ahorre el asunto-

-Cayo es gay - dijo serio. Carajo. La cagué. Esa no la sabía.

-¿lo es?- pregunte apenas con voz.

-no, pero ver tu cara fue maravilloso- me hirvió la sangre al minuto.

Tome la estatua miniatura de Lincoln en bronce y sin dudar o titubear la lance justo a la cabeza, apenas un segundo antes de que pasara por ahí, Emmet se arrojo al piso, la estatua se incrusto en la silla, a la altura de la frente.

-¡¡¡listo, estas de vacaciones, disfrútalas y no regreses hasta que te hayan hecho un exorcismo y te saquen el demonio que traes dentro!!!- grito mientras se levantaba.

-no digas eso, es lo más cruel que has dicho- dije llorando en ese momento. Me miro sin saber que carajos pasaba conmigo.

-lo siento, no quise ser cruel- su rostro era de arrepentimiento puro, lo mire cambiando mis lagrimas por las sonrisa

-no lo fuiste, pero ver tu cara fue maravilloso- Salí cagándome de la risa, mientras me arrojaba una bola de papel.

La isla que me prestara Esme era perfecta, habían guardias, seguridad, trampas, cámaras, vigilancia extrema y aunque fuera casi imposible, privacidad. Era perfecto.

-¿te vas?- pregunto Jacob llegando antes que saliera con mi familia.

-si, por un tiempo, quiero pasarlo con mi hijo y mi papa, ¿quieres venir? Por un mes aunque sea, puedo hacer que Carmen venga- sonrió. Sus salidas ya no eran tan secretas.

-¿de verdad?- pregunto con ese brillo en los ojos que Carmen tenía cuando el tipo aparecía en escena.

-Ya está. Prepara tus cosas mañana estarás en la isla. Y Carmen también-

-bien, hum ¿Quién se encargara de nuestras obligaciones?-

-oye no eres imprescindible, seguro que Emmet lo consigue sin nosotros-

Dos días después estábamos todos en el paraíso. La guardia tenía instrucciones de no dejar a nadie entrar a la isla, ellos incluidos, solo podía andar en su parte de la isla del otro lado donde la casa principal estaba.

Mi humor no mejoro, solo lo dirigí a otro objetivo, los cocos, cada día cuando me enfadaba disparaba a los coco hasta que en unas semanas no quedo mucho para desquitarme.

-Bueno si sigues así, Esme no te prestara su isla de nuevo, ¿Cómo caramba tomaremos agua de coco si ya te los cargaste todos?- huy, mala cosa, me encabrone de nuevo.

Me gire hasta dejarlo en la mira, sin remordimiento dispare. Para su suerte no tenía más balas.

-si dices una palabra más, cargare el arma y te seguiré hasta metértela por el culo- dije arrojando la pistola hacia él. Me miro serio, antes de reírse.

-¿así que por eso pediste vacaciones? ¿Cuándo se lo dirás a Edward?- pregunto  

-¿Cómo supiste?- pregunte sin entender que me delato.

-tu humor, solías ponerte así cuando algo en el entrenamiento no te salía, ahora que sabes disparar tu humor es el arma más letal- dijo riéndose

-¡¡¡cállate, solo cállate!!!- dije corriendo en dirección a la casa. Lo ignore le resto de la semana. Del mes.

-Rob ¿Qué haces en la computadora de Jacob?- pregunte, mi hijo dio tal salto que supe no era nada bueno.

-nada mami, hum, buscaba… nada realmente- mentir se le daba terriblemente, gracias a Dios.

-bien, apágala y ve a dormir, no quiero escuchar un no, un más tarde o cualquier pretexto-

-no mami, ya me voy a dormir- ok, eso era nuevo.

O era muy malo lo que estaba haciendo o mis cambios de humor lo tenían alerta.

Los días pasaban, mi humor no mejoraba, el asunto con Jacob se supo hasta la oficina, genial, ahora me creerían loca. No estaban muy lejos, o sea, es que mi cabeza era un hervidero de cosas, ideas, pensamientos, sentimientos, todo y las malditas… bueno para que seguir.

Me encerré en mi habitación. Escuche la alarma de la entrada. Imposible, nadie podía entrar sin que la guardia lo supiera, pero y si estaban muertos. Roberto. Tome mis armas favoritas, una 9 mm automática, cuatro cargadores, una mini .38, con sus cargadores, el cuchillo militar, lo guarde en mi pantalón y una estrella metálica, salí tan rápido como puede. Debía ser precavida.

Nada se veía mal, me asome a la ventana, los guardias estaban revisando el perímetro. Jacob estaba en la entra de de piedra, mirando hacia la puerta. Levanto el rostro y negó. Me relaje. Carmen me alcanzo.

-no te preocupes, una comadrej, o algo así, no sé, pero Rob está bien, lo acabo de dejar en la sala comiendo donas, muy entretenido-

-bien me iré a dormir entonces, ¿lo acuestas?- pedí.

-seguro, descansa- me miro sonriendo, Jacob y su enorme bocota, se la cerraría mañana cuando no estuviera tan cansada.

Edward pvo

-Pasa, mama está arriba, espero que dormida, la tía Carmen la calmo, seguro que ya venía con ganas de disparar, últimamente esta de muy mal humor y es tu culpa, papa- me reclamo un niño de facciones endurecidas. Me senté donde me indico, la vena Swan estaba presente.

-¿sabes quién soy?-

-claro, somos iguales, lo sospeche cuando fuiste a buscar al Tío Emmet, pensé que ibas por nosotros, luego cuando mama estuvo en el hospital y no llegaste dude, la tía Rosalie dijo que aun no estaban listos para arreglarse, que eventualmente lo arreglaría, pero eventualmente no llega y mama sigue mal- analizo con un razonamiento de su edad, después de sermonearme como si tuviera 50 y no 7 años.

-bueno, es que hay cosas que quizá no comprendas y que nos mantienen separados, ¿Qué sabes del trabajo de tu mama?-

-se que elimina gente mala y que a veces le toca hacer otras cosas, pero no sé mucho y que tú haces algo parecido- me dejo literalmente con la boca abierta. Ese no era un niño, era un enano de 50 años.

-pues sabes mucho, ¿tu mama te lo dijo?-

-¡¡¡no!!! Me manda a Rusia si se entera, me lo dijo Charlie, bueno escuche una conversación entre Charlie y su novia René y después cuando pregunte me dijo no sin antes jurar que mama no se enteraría, el tío Jacob me enseño a escondidas a poner las alarmas y activarlas si algo pasaba, mama me enseño a manejar el sistema de seguridad. Y el Tío Emmet me enseño una foto tuya, él me dijo, bueno me confirmo quien eras, ¿te quedaras esta vez?-  Y por fin vi al niño pequeño, sus ojos temerosos de una respuesta negativa, lo ame sin más, no pude evitar abrazarlo.

-tratare, si tu mama no me mata antes- dije en broma, mala broma. Se separo muy serio.

-hum, esconderé sus armas- dijo.

-no, son peligrosas, no debes tocarlas o jugar con ellas, seguro que Carmen puede hacerlo-

-mama solo tiene cuchillos en la casa, las pistolas las mantiene en una caja fuerte, en su recamara, todas ellas- ¿todas ellas? ¿Cuántas tenía?

-igual mejor no te acerque a ellas ¿Qué tan mal dices que está tu mama?- pregunte recordando su comentario inicial.

-huy, está muy molesta, apenas algo no le gusta y dispara, no aquí, pero si en la playa, según dicen los guardias ya mato a todos los cocos de la isla y trato de dispararle al tío Jacob, pero no tenía balas y antes de eso le arrojo una estatua al tío Emmet, casi le abre la cabeza y antes de eso dice la tía Carmen, que saco a golpes a un tipo de la oficina porque la llamo señora- Este niño sabía todo. Era una cámara de vigilancia andando.

-bien, creo que iré a verla…- dije levantándome. Me tomo de la mano y me llevo hasta las escaleras.

-su recamara es la primera de la derecha, ve, si te dispara llamo a tu amigo Jasper ¿recibió mi mensaje? ¿Así nos encontraste?-

-¿fuiste tú?-

-¿Quién mas si no? ya me canse de escuchar a mama llorar por las noches, no me deja dormir-

Sonreí mientras subía las escaleras, un chaleco antibalas me sería de mucha utilidad.

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