martes, 6 de marzo de 2012

Entre el amor y la guerra


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Capitulo 4.- Giros del destino

Edward pov

-¿Dónde los atacaron exactamente? - pregunto Eleazar al tipo que se presentara como Sam.

Enorme tipo muy parecido al guardia de Bella, pero con un par de años más quizá y el pelo más largo.

-en el paso de La Cascada- dijo mientras el médico de los Hale lo curaba.

-¿hay más sobrevivientes aparte de ustedes?- pregunto mi padre.

-ninguno Señor, apenas logramos salir vivos, ¿Cómo están las niñas?- pregunto el hombre cambiando el tono.

Dulzura es lo que hay en su voz.

-ahora están preparándose para la cena y firma de acuerdos prenupciales, los matrimonios han sido arreglados- dijo Eleazar de nuevo.

-bien, eso es bueno, eso acelera las cosas- dijo Sam más para sí que para los demás.

De la nada Bella aparece corriendo, apenas con una especie de vestido, aunque yo juraría que es transparente. Otro hombre de los que son atendidos se levanto de inmediato.

La abrazo explicándole algo. La respuesta de la niña fue preguntar por Sam, apenas se levanto el hombre, ella corrió hasta él y decir que prácticamente se le echo encima es decir poco. Se soldó a su cuerpo mientras el enorme tipo la rodeaba por los hombros. Algo dijo él y ella se soltó.

-¿Dónde está el maldito?- pregunto.

-yo te llevo- dijo el tal Jake.

Y ella salió corriendo detrás de él. Lo siguiente que paso al llegar a donde el enemigo estaba fue tan rápido que no estoy seguro que sea real.

Esa niña en un segundo se convirtió en un demonio vengador enterrando la espada sin pena o misericordia alguna en el pecho del hombre. Ver la determinación con que hundió y saco el arma del cuerpo del tipo fue escalofriante. Esa imagen de ella con su caballera marrón desordenada, el vestido trasparente manchado de sangre y la mirada perdida fue suficiente para saber que las cosas no están nada bien. Sin saber que me motivo a hacerlo, jale una de las cortinas que cubrían la pared, me acerque de inmediato y la envolví. Entre Emmet y yo la sacamos del lugar.

Apenas escuche la puerta cerrarse entendí que realmente está en problemas, que una mujer mate a un hombre ya es castigado, sin añadirle que al ser un enemigo, matarlo es una clara provocación de guerra.

La lleve hasta su habitación, por suerte Lady Tania estaba ahí. La deje en sus manos y salí.

-¿te casaras?- pregunto mi padre cuando deje la recamara de la que será mi esposa.

-¿Tengo opción?- pregunte.

-sí y no; sí… si la acusas de asesinato, no… si decides callar igual que lo haremos todos los demás- dijo deteniéndose.

En la mazmorra solo estábamos Los Hale, Sam, Jake, Paul, dos guardias de Eleazar, mi padre y hermano.

-me casare- dije sin más.

-bien, no esperaba menos de ti, esa niña ha pasado por mucho en muy poco tiempo, no me extraña que haya explotado. No pensé que tuviera el valor para matar pero lo tiene. Es una adversaria de gran tamaño…-

-no necesitas vendérmela, he dicho que me casare y ojala no me rebane como a ese infeliz- dije antes de entrar en mi habitación y dejar a mi padre de pie y con la palabra en la boca.

Pero la verdad es que mi padre tiene razón, de un día para otro se encontró siendo la responsable de su clan entero, su padre prisionero, sin casa, ahora sin guardia y con su madre prisionera también, por encima de todo comprometida conmigo. Sin haberme visto nunca.

Yo siendo hombre, aun con todas las libertades me siento atrapado. Ella había estallado y desquitado con el primer adversario que encontró y de qué manera. Me dormí pensando en cómo serían las cosas.

Victoria inundo mis sueños como siempre, me calentó el cuerpo y el alma.

¿Cómo se tomaría mi esposa que tuviera una amante? Porque algo es seguro… no la dejare.

-Eddy despierta, querrás ver en que anda tu casi esposa- dijo Jasper.

Me vestí rápidamente después de lavarme la cara y camine hacía el patio interior.

Mi casi esposa estaba en pantalones de montar y un camisa mucho más grande, sujeta por un cinturón ancho que enmarcaba su diminuta cintura y hacía el marco perfecto para sus muy bien formados senos, del tamaño perfecto para… hum… está practicando con su guardia personal, un corte pequeño en el brazo muestra que no le va muy bien.

-arriba, ataca… retrocede… defiende… vamos niña… te están pateando- la instruía el otro guardia, Sam, cada que Bella hacía un movimiento.

-Sam me vuelves a decir niña y dejare el sable por el arco- amenazo mirándolo furiosa.

El hombre asintió y no dijo más, mientras una sonrisa se pintaba en su rostro.

Parte de su hombro se asomo por la abertura de la camisa. Y me encontré mirándola. Queriendo tocar su piel blanca, casi puedo jurar que es suave.

-sospecho que tu esposa te dará dolores de cabeza hermanito- dijo Emmet uniéndose a nosotros mientras mirábamos como la chica progresa muy rápido.

Decidí ignorarlo porque… en primera, mi esposa solo serviría para formalizar las alianzas y dar herederos y en segunda porque espero que no me diera problemas y no los dará porque tratare de estar lo menos posible con ella.

Para mis cosas esta Victoria, el amor de mi vida.

-joder niña, no soy de piedra- se quejo el guardia cuando ella ataco con ganas haciéndole un corte grande.

-no seas eunuco Jake, defiéndete- pidió ella.

-vaya, ese guardia sí que se toma confianzas- dijo James con veneno como siempre.

Y aunque lo odie con ganas tiene razón. Esa no es forma de hablarle a su señora y además comprometida. Claro que aun no se ha firmado nada. Pero aun así. Tendré una charla con mi casi esposa.

-suficiente, estas molesta Bella y no es bueno que sigamos con esto, mi hermano no es a prueba de  tus enfados- dijo el tipo mayor mientras le pedía el arma a Bella.

Dudo en entregarla hasta que el tal Jake la miro seriamente cruzándose de brazos. Y ella cedió.

Interesante. ¿Habrá algo entre ellos? El tipo es mayor que ella por varios años. Es incluso mayor que yo.

-bien, será mejor que te prepares, partiremos después del desayuno. Jake, cúrale el corte-indico el mayor.

-no, eso lo puedo hacer yo- dijo ella.

-entonces muévete niña- dijo Sam de nuevo.

Ella lo miro con ganas de atravesarlo pero al mirar al otro hombre relajo la expresión. Se giro de nuevo y camino decidida hacía dentro.

Partimos hacia su castillo apenas terminamos de desayunar, el vestido que usaba dejaba ver parte del vendaje.

La observe discretamente. Después de todo es la mujer, la niña, con la que me había tocado casarme. Vaya suerte de mierda, ¿Por qué no con su hermana? Parece más sensata. Pero no más hermosa. Le daré unos días antes de tomar una opinión definitiva sobre ella.

-¿te puedo acompañar?- pregunte dos horas más tarde.

El acuerdo para rescatar a su padre, en vista de lo sucedido con su madre, se respetaría.

-claro- dijo sonriendo tímidamente.

Vaya.

-entonces te llamas Isabella pero te gusta que te llamen Bella, tu hermana es Alice, tu papa Charlie y tu mama lady René… ¿algo más que quieres agregar a mi información sobre ti?- pregunte.

-sí, tengo 16 años, soy experta con el arco y la flecha, monto a lomo sin problemas, cuando la situación lo requiere puedo usar ropa de hombre, manejo la espada y como has podido ver estoy aprendiendo a usar el sable y tengo un gusto exquisito en vestidos y tendencias de moda. Los zapatos son mi pasión después de los accesorios y si aun quieres casarte conmigo te hare gastar mucho en eso- dijo sonriendo dulcemente.

Por un momento casi olvide a la mujer fuera de sí del día anterior, hoy es una niña de la edad que dice tener. Es muy joven. Demasiado. Y con muchas habilidades para nada dignas de una dama.

-vaya, eres… interesante- dije sin encontrar otro adjetivo más acertado o decente.

-gracias, me han dicho de todo pero jamás interesante- dijo con la tristeza instalada en sus ojos.

Café dorado, sus ojos son café dorado.

-¿Cómo te sientes con el asunto de nuestra boda?- pregunte.

-no creo que sentir algo sea acertado de decir, eres consciente que no tenemos muchas opciones en esto. Solo espero seas bueno conmigo. Y paciente, soy bastante cabezota y con facilidad tiendo a tomar decisiones sin consultar, mi padre siempre confió en mi juicio y mi independencia, someterme no está en mi sangre y sospecho que será algo que contigo tendré que aprender- dijo mirándome apenas.

-niña, necesitamos avanzar más rápido, lord Eleazar ha mandado la primera oleada de gente a las puertas y necesitamos adelantarnos. Paul, Jake y yo entraremos por tu padre. Lord Cullen también está en movimiento. Quédate en el bosque, si alguien nos sigue te necesitaremos. Lord Edward por favor evite que intente entrar, si no salimos en diez minutos llévesela aunque sea a la fuerza- dijo Sam a uno y otro mientras Bella hacía por protestar.

-lo hare, mi casi esposa me hará caso- dije mirándola.

Ella cerró la boca no sin antes lanzarme una mirada asesina.

-bien… iremos a todo galope, avisa a la gente. No se queden atrás- dijo Bella mientras sacaba un listón de su  bota derecha y se amarraba el cabello en una especie red o algo así, cuando termino amarro el extremo.

Desde el día del consejo había notado que lo usaba suelto, solo esta mañana cuando entrenaba o pretendía hacerlo, note que lo tenía recogido por completo.

-¿crees poder seguirles el paso?- pregunte al ver su montura, tan grande como la mía.

Y ella es pequeña, apenas me llega a la barbilla. Y muy delgada. Perfecta es adecuado decir.

-¿yo? La pregunta es si tú y tu gente podrán seguirme a mi- dijo mientras azuzaba el caballo lanzándose a todo correr hacia adelante.

Seguí su ejemplo mientras apenas le daba alcance. Para ser tan pequeña el tamaño de su montura no parece ser un problema. Atravesamos el bosque y relajamos el paso para que los animales descansaran.

-Llegaremos antes del anochecer. Ella los podrá guiar hasta la parte de atrás- dijo Jake acercándose.

Puso su caballo al nivel de ella.

-Jake, cuídate mucho… yo…- cerró la boca cuando me acerque un poco más.

-lo sé, lo sé… tu papa estará bien. Sam se encargara de que así sea. Tu mama es otra cosa. Prométeme Isabella que si no salgo… mantendrás la cabeza fría cuando vayas por ella. Promételo- dijo el tipo tomando su mano.

-te lo prometo pero… sal vivo- dijo antes de soltarse de él y azuzar su caballo de nuevo.

El tipo se dio la vuelta en dirección contraria.

Algo me es claro. Amistad  no es lo único que hay entre ellos. Y no me gusta el sentimiento que se apodera de mí. Si será mi esposa deberá respetarme. Que yo no la ame y tenga a la mujer de mi vida como amante no significa que mi esposa pueda siquiera pensar en otro hombre que no sea yo.

-Bella espera, ¿Qué hay entre ese tipo y tú?- pregunte en tono nada amable y rudamente.

-¿Qué tipo?- pregunto mientras entrabamos a otra parte densa del bosque y aminorábamos aun más el paso.

-Jake- dije de nuevo un poco más irritado.

-nada más de lo normal, nos conocemos desde siempre, ha sido mi guardia toda mi vida o algo así-

-¿solo tu guardia?- ataque.

Eso no me lo creo. No es buena mintiendo.

-¿estás insinuando que entre Jake y yo hay algo sexual?- pregunto.

-¿Lo hay? ¿Lo hubo? ¿Lo habrá?- dije mas enfadado aun.

-escucha… estamos cerca del punto de entrada. Creo que esto lo podemos finalizar después- dijo seria.

No mostro ninguna expresión pero no me paso desapercibida la lagrima que corrió por su mejilla. No es tan tarde y no esta tan oscuro como para no verla aun cuando giro el rostro hacía el otro lado.

Una hora después los arqueros de mi padre tomaban posición donde ella les indicara, siendo ella la primera en colocarse. Las señales fueron dadas. Y el grupo de la puerta principal avanzo. Sabía que mi hermano y Jasper estaban en ese grupo. Mi padre y Eleazar estaban también a la cabeza. El momento crítico esta por iniciar.

Apenas soltaron la señal de aviso, vi al grupo de tres hombres raptar por el suelo hasta llegar  una pared traslapada con otra. Se perdieron ahí.

-toma el tiempo por favor- pidió Bella mientras preparaba la flecha y tensaba el arco.

Para cuando termino el tiempo y los hombres no salían la escuche gemir. La mire y vi que estaba llorando. Apenas emitía sonido alguno. Su cuerpo se contorsionaba ligeramente por lo sollozos que contenía. Algo en mi interior hizo acercarme.

-tranquila, saldrán- susurre colocándome a su espalda.

Su aroma me sorprendió. A pesar de que habíamos cabalgado todo el día ella seguía oliendo a flores. Aspire un poco más antes de separarme. Entonces vi salir a Jake, quien camino sin esconderse.

-niña quiero que pongas atención a lo que te diré… no hay nadie vivo en el castillo- dijo despacio mientras yo entendía lo que eso significaba.

Mire a mi prometida. No comprendió.

-Garrett, llévate a los hombres a al frente y entren al castillo, Sam está abriendo la reja y bueno seguramente allá te darán indicaciones- dijo el tipo dirigiéndose al terrateniente de los Swan.

Decidí quedarme ahí. No pienso dejar a mi casi esposa con ese hombre. Y no pienso dejarla sola mientras esto pasa.

-¿Jake donde esta mi papa?- pregunto de  nuevo Bella.

-mi niña… están muertos. Tus padres, ambos, fueron asesinados- susurro de nuevo mientras Bella perdía el color.

Apenas logre sostenerla antes que llegara al suelo.

-será mejor que ella no entre, es una masacre. Hay un carruaje en la puerta principal, por favor llévesela a su castillo y no la deje venir. Esto es más de lo que mi niña puede soportar- pidió Jake conteniéndose apenas de llorar.

Mientras con ternura acariciaba el rostro de Bella, aún blanco de la impresión.

-lo hare… ¿y su hermana?- pregunte recordando que Alice se quedo en el castillo con Rose.

-Alice pronto será la esposa de Hale y no creo que haya problema por dejarla donde esta- dijo llamándola por primera vez por su nombre delante de mí.

Entregue a mi casi esposa al hombre mientras montaba mi caballo, la tome de nuevo en brazos y cabalgue con ella hasta la puerta.

Pude ver cuando sacaban a unas mujeres que por la vestimenta supuse son de la servidumbre y agradecí que mi prometida estuviera inconsciente.

Es horrible la escena.

-dámela- dijo Emmet.

La tomo en sus brazos mientras yo desmontaba, un carruaje se acerco y la puso dentro.

-Edward, este es el pergamino que Bella firmo antes de salir y este el contrato de matrimonio. Fírmalo ahora y oficialmente será tu esposa, podrás llevártela sin que se hable de más, toma toda la torre sur del castillo tu madre lo acondiciono para ustedes, tendrán privacidad- dijo mi padre cuando la deje en el sillón del carruaje.

Firme lo que me pidió y Jasper me sirvió de testigo, vi que lady Tania había firmado como testigo de Bella. Para cuando termine de poner el sello me di cuenta que estaba casado.

-pero faltará hacerlo oficial por la iglesia, en cuanto esto se arregle haremos una ceremonia para unir los tres matrimonios. Alice y Rose firmaron algo parecido pero tu hermano y Jasper firmarán al regreso. Ahora tú eres el albacea de este castillo y toda la parte que colinda con nuestras tierras, Jasper lo será de la parte que colinda con sus tierras, mas adelante veremos cómo arreglar esto- dijo mi padre mientras me entregaba todo los documentos de mi matrimonio en una bolsa de cuero sellada.

Después de que el médico se asegurara que estaba bien y solo fue por la noticia el desvanecimiento, partí dentro del carruaje con la cabeza de mi esposa en las piernas, aun desmayada.

¿Qué hare con Victoria, el amor de mi vida?

 ¿Alejarla de mí?

¿Cómo será mi vida con Bella?

-no la dejare… no puedo… Bella será mi esposa, tendrá todo lo que su estatus le dé pero jamás mi amor, ese siempre será para victoria. Siempre será así- pensé en voz alta.

No la dejare, la convertiré en mi amante.

La amo demasiado para renunciar a ella.

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