:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Capitulo 17.- Dame una
razón
Bella pov
-¿y ahora que quieres hacer?- pregunto Jake en cuanto desembarcamos en
Londres.
-no sé… solo sé que necesitaba salir de ahí, creo que podemos seguir
navegando, ir a Paris… no ya estuve ahí con él. Italia. Prepara todo nos vamos
a Italia- dije mientras me subía de nuevo.
-bien pero debo comprar suministros, Italia está del otro lado y será un
viaje mucho más lento y largo, si quieres te dejo en alguna casa de moda
mientras compro todo. No te quedes encerrada- dijo sonriendo.
-No. Me quedo aquí, solo asegúrate de no tardar- pedí.
Baje a mi camarote de siempre. Ya no es lo mismo viajar en barco después de
haber compartido la experiencia con Edward. Recordar cómo me hizo suya mientras
la tormenta sacudía el barco, o como me tomo contra la puerta mientras las olas
se golpeaban contra la cubierta es algo que me quita el sueño y la calma.
Algunas horas después sentí el barco moverse. Estamos en camino.
-Bella nos detendremos en España para recargar, ¿quieres algo?- pregunto
dos semanas después de empezar el segundo viaje.
-no, estoy bien, no espera… si necesito algo pero iré yo a comprarlo, consígueme
un carruaje y alguno de los hombres para que me acompañe- pedí.
-te acompaño yo, solo déjame conseguir el transporte y encargar las
provisiones al capitán- dijo.
Salió y me pude cambiar de ropa.
Tres horas después con todo lo necesario para mi periodo, que gracias a
Dios había llegado confirmándome que mi humillación no tendría consecuencias
lamentables, regrese al barco. Y seguimos el viaje.
Por fin llegamos a Italia.
Tras siete semanas de viaje desde Londres y casi diez desde que dejara
Eorlingan. Con la invalidación de mi matrimonio hecha o al menos en proceso.
Esperaba que mi papa ya tuviera todo en regla.
-vamos Bella, rente una hacienda en las afueras de la ciudad, te dará
privacidad y tiene una cabaña cerca para que me quede. La casa no tiene
servidumbre, así que se quedara con nosotros la hija de la cocinera del barco y
varios de los guardias. Estarás bien- dijo mientras descargaban todo a un
carruaje y otro esperaba por mí.
-bien. Entonces vayamos, quiero dormir hasta navidad- dije.
-tu cumpleaños es en una semana ¿Qué haremos?-
-nada, en mi cumpleaños siempre pasan cosas raras, no me interesa celebrar
o festejar nada. No hay nada que festejar, solo soy un año más vieja, un año
más infeliz- dije antes de mirar por la ventana e ignorarlo el resto del
camino.
Llegamos al lugar tres horas después. Me baje y fui directo a donde supuse
estaban las habitaciones, recorrí la parte de arriba de la hacienda. Es grande
y hermosa, no preste atención a la parte de abajo, encontré tres habitaciones
grandes, hasta que encontré una enorme. Tiene la cama enorme con dosel y
cortina en verde hierba. La ventana del tamaño de la pared bañaba de luz toda
la estancia, pintada de las paredes en amarillo suave con detalles en verde y
rosa, es como estar en un jardín un día soleado, la brisa que entra es magnífica.
Una habitación comunicada por una puerta pequeña tiene una tina de
porcelana gruesa en azul suave. Sobre esa tina hay una especie de cubo grande
el cual se llena por medio de unas mangueras que llevan agua. El dispositivo se
activa por medio de cuerdas. Un retrete escondido tras unos muros delgados y
que no llegan hasta el techo complementa la habitación. Con un mecanismo
parecido al de la tina, pero el cubo es más pequeño y en el fondo tiene un
tapón que evita que el agua salga a menos que se tire de él. Toda la estancia está
pintada en azul de diferentes tonos. Como el mar.
Junto a esta habitación pequeña, estaba una más grande, con un espejo que cubre
toda la pared, frente a él estaba una especie de armario enorme y a un costado
cajones de diferentes tamaños. Un diván sin respaldo pero con brazos en
amarillo remataba el mobiliario.
Un Quinqué precioso en un costado y
una ventana de la mitad de la pared hacía el techo con cortinas en rosa
suave. Toda la habitación esta pintada
en color rosa y amarillo alternado, pero muy lindo.
Después de recorrerla completa decidí quedarme en esa. Pedí que subieran mi
equipaje y me dedique a acomodar todo. No fue hasta que anocheció cuando vi la
terraza, mi ventana enorme se abre a una terraza que tiene por lo menos media
habitación de amplia. Con unos muebles de jardín en tonos pasteles, rosa, azul,
amarillo y un diván en verde hoja. Las sombrillas cerradas ahora parecen de un
estampado floral. Salí con una vela, pero el viento la apago. Decidí que la luz
de la luna es suficiente.
Por costumbre más que otra cosa, use uno de los conjuntos infernales que
tanto le gustan a mi esposo, mi ex esposo ahora. Su favorito. El negro de
encaje bordado sin más adorno que mi cuerpo. Sin envolverme en nada salí. El
viento es cálido, fuerte pero soportable. Deje mis puertas abiertas y me acosté
en el diván de afuera, a extrañar lo que ya no tenía.
- no deberías usar eso para estar afuera, algún sirviente podría verte-
dijo una voz detrás de mí.
Me senté sin saber si estoy soñando
o es real. Es él. El hombre de mis sueños y de mis tormentos y enfados y… todo
lo demás. Lo busque con la mirada pero no lo vi.
¿Es mi imaginación? ¿Mi mente está confundida? ¿Estoy loca?
-¿no me escuchaste…? ven adentro, no quiero que te enfermes de nuevo-
escuche de nuevo.
Soy mujer pero no soy tonta. Tome la daga y entre a mi habitación, la vela
que dejara antes encendida ya no lo estaba. Camine hasta la puerta y entonces
lo vi. Solo la sombra de alguien. Me tense. Levante el arma lista para atacar
cuando me tomo de las manos quitándomela antes de entender que estaba pasando.
-te juro que después de que me escuches te dejare matarme si lo deseas…-
dijo cerca de mi rostro.
-Edward… ¿Qué haces aquí? No tienes derecho, ya no somos nada, sal de mi
habitación o Jake te sacara a golpes- dije alejándome tanto como pude, me
envolví con la sabana de la cama.
-Jake, ¿tu Jake? No está. Salió con la cocinera… parece que te dejo en mi
compañía- dijo, encendió una vela y estaba sonriendo.
Casi me deshago de felicidad.
-aun así no tienes derecho, ya no somos…-
-¿esposos? de hecho Bella, sí lo somos, ya que tu documento no es válido
sin mi firma… y no he firmado, así que oficialmente seguimos casados. Y como tu
esposo te pido que me escuches, tengo mucho que explicarte en cuanto a lo que
paso con esa mujer… y pedirte perdón como corresponde… yo te amo Bella, no me
dejes hasta escucharme- dijo acercándose un poco.
Si la sorpresa inicial de saber que no sstoy libre no me fue suficiente,
saber que él quiere explicarme cosas y que yo lo perdone si me tumbo.
¿Cómo podrá perdonar él lo que yo hice?
-Bella ¿estás bien? -dijo cuando me sujeto entre sus brazos.
-no, no quiero que me explique nada y no necesitas que te perdone nada, no
creo poder hacerlo, pero no es ese el motivo por el decidí separarme de ti, no
es por lo que tú hiciste. Fue por lo que yo hice. No puedo seguir enfadada
contigo y ofendida por tus acciones si yo misma me porte de peor manera- dije
sin mirarlo y separándome tan rápido como pude.
-¿Qué hiciste Bella?- pregunto sin tocarme.
De pie a mi espalda.
-yo… yo… no puedo hacer esto, por favor déjame sola- pedí
-no… esto debe arreglarse, debemos poner una solución a nuestra situación.
Dime la verdad y deja que sea yo quien juzgue si eres o no digna de ser mi
esposa, después escúchame y decide si yo soy digno de ser tu esposo. Si al
final aun quieres tu libertad yo… firmare lo que quieras- dijo susurrando
apenas.
-no quiero que sepas, ya es bastante con la culpa y el asco que me tengo
para dejar que también tú lo tengas hacia mí –
-cariño no puede ser tan malo, no puede ser peor de lo que yo hice… ¿Es eso? ¿Te acostaste con…? ¡¡¡No!!! ¡¡¡Tu
no Bella!!! ¡¡¡Dime que no es eso!!!- pidió tomándome entre sus manos por los
hombros y apretándome hasta hacerme daño.
Su rostro es de miedo más que de
enfado.
-no me hagas decirlo en voz alta, solo firma y vete- pedí llorando.
-no me has respondido… ¿qué significa eso?- pregunto a su vez.
-¡¡¡que deje que me tocaran, que pusieran sus asquerosas manos sobre mi
mientras intentaba ponerlos en contra… que su manos me recorrieron y me tocaron
y me probaron y que habría preferido morir antes que dejar que hicieran algo
más pero estaban pensando en matarte, en torturarte hasta que murieras y no
podía permitirlo… que me deje tomar y
cuando entraste al castillo estaba dispuesta a hacerlo de nuevo con tal de
poder matarlos!!!- dije sin espacio, punto, coma o respirar siquiera.
Me soltó por completo, alejándose lo suficiente. Apenas logre dejarme caer
en la cama.
-¿Quién? ¿Quién de los dos…?... ¡¡¡contéstame carajo!!!- grito cuando
después de unos minutos no dije nada.
-el hijo- dije apenas.
Me miro completa y sin decir nada más salió de la habitación dando un portazo. Me quede
estática, intentando entender que lo he perdido para siempre.
Esto es lo que supe que pasaría, ahora me odia. Y tiene razón, no soy más
que una ramera y seré tratada como tal. No soy más digna de ser su esposa, no
soy digna de estar frente a él. No soy…
-¡¡¡maldita sea Bella!!! ¡¡¡¿Por qué?!!! ¡¡¡¿Por qué te dejaste?!!! - entro como huracán
Tiro todo a su paso mientras gritaba, cuando se canso me miro antes de
arrodillándose ante mí.
-Yo habría preferido morir a que
pasaras por eso ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué no me dejaste morir?...-
-porque… yo no habría sobrevivido sin ti, al menos estarías vivo… lejos
pero vivo- respondí.
-no Bella, yo no vivo sin ti, yo no sé dónde está el mundo sin ti… yo… te
amo. Y no me importa lo que tú creas sobre la dignidad o la falta de ella. Todo
lo que pasaste en ese lugar lo hiciste para salvarme, no tengo nada que
perdonar y no hay manera de que sienta por ti otra cosa que no sea amor-
-pero yo…-
-tu nada, tu eres la mujer que quiero a mi lado… si logras perdonarme algún
día- dijo abrazándome fuertemente.
Y me deje porque eso es lo único que necesito saber. O algo así. Su asunto
aun no está arreglado. Llego mi turno de saber. Necesito saber.
-¿Por qué seguiste con ella después de casarnos?- pregunte aun entre sus
brazos.
-porque no te amaba en ese momento y no pensé que alguna vez lo haría- dijo
sin soltarme.
-¿Por qué no la dejas cuando las cosas entre nosotros empezaron a ponerse
serias?- pregunte de nuevo
-no sé Bella, sentía algo por ella y dejarla me costaba trabajo, pero
después… cuando regrese y te encontré enferma sentí que moriría si algo te pasaba y después… con el viaje, la ropa
infernal, el tiempo que pasamos juntos… me di cuenta que te amaba y la deje-
respondió.
-esa noche en la cabaña ¿estuviste con ella mientras yo dormía?- pregunte.
Y esperaba que su respuesta fuera “no” y que solo se tratara de una mentira
más de esa mujer.
-si- respondió sin mirarme y me solté de inmediato.
Y mi furia se desato. Me olvide de todo lo que yo hice y me concentre en lo
que él hizo.
-¡¡¡¿Cómo pudiste?!!! ¡¡¡¿Cómo después de hacerlo conmigo?!!! ¡¡¡¿No te fui
suficiente?!!! ¡¡¡¿No te complací?!!! ¡¡¡¿No fui suficientemente buena para
ti?!!! ¡¡¡Responde!!!- dije mientras con cada pregunta lo empujaba un poco más.
-no se trata de eso… Bella en ese tiempo sentía algo por ella y cuando
llego me dio tristeza verla así y bueno una cosa llevo a otra, no lo planee de
esa manera, tienes que creerme, me
equivoque, fui un imbécil y te lastime de la peor manera pero te amo, los meses
sin ti, cuando te capturaron, cuando te
fuiste, todo ha sido una tortura… cuando tu padre me dijo que te habías ido yo…
perdóname- suplico abrazado a mí.
De rodillas y llorando.
Me quede ahí, recordando las palabras de Jake el último día que estuve en
la cabaña, las palabras de Edward cuando le confesé lo ocurrido. Analizando por
un momento más que dejándome llevar por mis sentimientos.
-solo si tú perdonas lo que yo hice- dije por fin después de un rato en
silencio.
-no tengo nada que perdonarte… no hay nada que hayas hecho que me ofenda,
me duele terriblemente que hayas tenido que pasar por eso y será una cosa más
por la que deberás perdonarme, nunca debí dejarte ir, nunca debí verla después
de casado, todo esto, todo y cada cosa que ha pasado ha sido mi culpa, la única
que debe perdonar aquí eres tu…-
-entonces yo te perdono y lo olvido- dije.
Me sigue doliendo y sé que pasara mucho tiempo antes que esa herida sane en mí, pero sé también que no
estar con él me dolerá mil veces más, además tan inocente ya no soy, también tengo
en mi conciencia los días en la isla, ya he perdido mucho.
No lo perderé a él también.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
No hay comentarios:
Publicar un comentario