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10.- Amor ¿sentimiento o
ilusión?
Edward pov
-bueno ya terminaron sus compras ahora es nuestro turno de escoger las
actividades para la semana que empieza- pidió Jasper el sábado en la noche
mientras cenábamos todos juntos.
-me parece justo, pero antes de eso me gustaría decirles algo- dijo Rose
apenas su hermano termino de hablar.
Alice y Bella se miraron sin poder evitar reírse. Algo estan tramando de
nuevo.
-¿bueno nos dirás o debemos adivinar?- se quejo Emmet con la paciencia del tamaño
de una termita.
-estoy esperando…- dijo Rose mientras las mujeres presentes se soltaban a
reír de plano.
Jasper se quedo callado. Mire a mi hermano esperando encontrar la cara de
asombro. Pero no había entendido aun. Idiota.
-¿esperando que?- pregunto todavía mientras su mujer lo asesinaba con la
mirada.
-un hijo Emmet, estoy esperando un hijo tuyo- dijo antes de arrojarle la
servilleta algo molesta.
Y esta vez mi hermano entendió y su expresión fue impagable. El tipo quedo
blanco.
-es oficial, debemos ir de compras para la ropa del bebe, tus vestidos de
maternidad y más cosas que vas a necesitar- anuncio Alice mientras Jasper ponía
cara de derrota.
Y empezó otra semana que se convirtió en tres, en que lo único que hicimos
fue cargar paquetes de tela, encaje, zapatos y solo ellas sabían que más. Así
pasamos el primer mes y medio de nuestro viaje.
-esta noche iremos al teatro, les gustara y tendrán oportunidad de ponerse
los vestidos que les confeccionaron antes- dijo Jasper durante el desayuno.
-Si me agrada la idea. Aunque nunca he ido a una obra parisina. Las únicas
a las que Bella y yo asistimos fue una
en España y otra en Londres- dijo Alice.
-cierto y la de Londres no la terminamos porque Jake nos saco antes… no me
acuerdo porque- dijo mi esposa.
Mi expresión cambio. Aun recordaba el altercado de cinco noches atrás.
Recuerdo
-así… muévete más… estoy
por….- y solo la escuche gritar mientras me vaciaba en ella y se contorsionaba
debajo de mi cuerpo.
Excitada y satisfecha.
Escucharle pedírmelo así mientras
su voz se afecta por el orgasmo es alucinante… me pone bruto… y lo hace con
toda la sensualidad de la que es capaz. Lo empezó a hacer la segunda noche que
saco un infernal modelito de encaje que solo cubría los senos y las caderas con
una tela apenas más opaca que el resto del conjunto. Yo juro que esas prendas
son confeccionadas en el infierno para hacerme pecar.
Y mi esposa es una diablesa enfundada en
ellas.
No hay más pena. Me dice
exactamente lo que quiere y me hace lo que se le da la gana. Y yo me dejo,
porque no hay nada en este mundo que no haga por ella. Sobre todo si me lo pide
mientras me mata con su vagina sobre mi verga. Aunque lo único que pide estando
ahí es que me mueva más rápido o que apriete mas o incluso que la toque.
Apenas se dejo caer sobre
mí la abrace.
-¿Qué es eso que querías
pedirme?- pregunte cuando mi respiración se hizo normal.
-bueno, cuando estábamos
en el castillo accediste a que Sam regresara al castillo, pero me gustaría que
también Jake lo hiciera. Es un amigo y lo extraño- dijo con un susurro.
-no- dije mientras un
sentimiento de posesión me invadía.
-pero esposo… ¿por qué
no? tu mismo dijiste que necesitaba protección y no hay nadie en este mundo que
pueda hacerlo mejor que ellos- dijo mientras se sentaba y se cubría con la
sabana.
-yo puedo hacerlo mucho
mejor que ellos y sabes que no me agrada tu “amigo”- respondí vistiéndome con
el pantalón a mi vez.
-no me gusta como dices
la palabra amigo y sé que tú me cuidarías mejor. Pero no estás siempre en casa,
en cuanto regresemos te perderás no se por cuantos días y me quedare de nuevo
sola en el castillo, nadie mejor que ellos para cuidarme- insistió.
-te he dicho que no y si
todo este teatro de la cama fue para conseguir eso, te fallo- dije molesto.
Su mirada cambio. Se puso
sería. Como ese día en el bosque cuando insinué que no era doncella. Sin decir
nada más se giro dándome la espalda. Me sentí como un gusano. Ella es honesta
yo en cambio soy un maldito bastardo infiel.
Y lo soy porque en cuanto
menciono el asunto de los viajes pensé en ver a mí amante. Me acosté a su lado.
No quise tocarla.
No quise incomodarla con
mi presencia en cuanto escuche el primer sollozo, no me atreví a consolarla
porque es mi culpa que este así. Me levante de nuevo y salí de la habitación.
Regrese muchas horas
después.
Con algo más que unas
copas encima.
Me senté en el sillón
frente a la cama, frente a ella. Dormía aun desnuda. Nunca le había dicho algo
así desde que estamos casados, no habíamos tenido un desacuerdo o algo de ese
tipo. Siempre accede a todo lo que yo pido, me hace feliz en la cama y fuera de
ella.
¿Por qué no acceder a su
petición?...
Porque me da coraje que
ese tipo la toque, se acerque o la mire siquiera.
Pero de verla tan triste y
ofendida por mi comentario me fue suficiente para acceder a su petición, pero
no se lo dejare saber. No aun.
Fin del recuerdo
-fue porque los tipos de las butacas de atrás no dejaban de mirarte. No se
aguanto y nos saco- agrego Alice.
-cierto… ya me acorde- dijo sin mirarme -entonces al teatro ¿Qué veremos?-
pregunto mirando a su cuñado.
-una obra donde el esposo engaña su
esposa y esta última se entera y… no les diré el resto, tiene que verla- dijo
Jasper mientras mi mirada se quedaba sobre él.
-vaya, suena interesante…- dijo Bella mirándonos a todos.
Pero su expresión es de seriedad.
¿Sabrá algo?
Claro que no, estoy poniéndome paranoico.
La maldita culpa.
Bella pov
-no me gusto la obra- dije apenas salimos.
-¿Por qué?- pregunto Alice.
-porque el esposo no solo le mintió a su esposa, sino que compartió cosas
que se supone solo deben compartirse en matrimonio. Además no entiendo porque
ella lo perdono. Él no lo merecía- dije.
-es algo bastante común Bella, el matrimonio no siempre es respetado, a
veces porque no hay amor entre los cónyuges o porque el hombre es un
desgraciado o simplemente por otros motivos- dijo Jasper.
-que sea común no significa que sea correcto, está jugando con los
sentimientos de su esposa, no me parece que sea justo, además ¿Cómo hace eso si
se supone que la ama?- dije de nuevo.
-¿entonces si Edward alguna vez te engañara…?-
-no quiero seguir con esto, eso no pasará Emmet- dije mirando a mi esposo.
Por primera vez tuve miedo. De que alguna vez no sea suficiente para él y busque
en otro sitio. En otra mujer.
-pero ¿tú lo perdonarías…?-
-Emmet ya déjalo, no quiere hablar más de esto y yo tampoco- dijo mi esposo
bruscamente, abrazándome muy fuerte después.
Apenas llegamos al hotel me desnudo y me hizo el amor de forma tosca, casi
salvaje. No me queje pues me gusta un poco su lado animal pero si me tomo por
sorpresa, usualmente lo hacemos así después de un par de juegos de palabras y
de caricias.
Esta vez se lanzo de lleno.
-¿hay algo que te moleste? ¿No te pareció lo que dije al salir del teatro?-
pregunte cuando después de la segunda vez se quedo quieto sobre mí.
No me hablo como otras veces. Solo se quedo tratando de regularizar su
respiración.
-no Bella, no es algo que hayas dicho tu… es que no me pareció que la obra
fuera la adecuada. Me asegurare que Jasper escoja mejor lo que vemos- dijo con
poca convicción.
-¿tu…? Bueno quiero saber si tu… hum… ¿alguna vez has pensado en…? No
importa. Estoy loca- dije cuando no pude externar mis miedos.
Es una estupidez. Él no me engañara, no me lastimara de ese modo.
Él es mío, solo mío.
Edward pov
Para cuando por fin Bella se durmió mi cabeza era un hervidero de cosas, la
culpa es la que reina.
¿Qué hacer con mi amante?
¿Cómo mirar a mi esposa ahora?
Sobre todo porque ya sé con certeza lo que piensa de la infidelidad. Dios,
si se entera no me perdonará nunca. La perderé para siempre, aun si se queda a
mi lado.
Pasaron dos semanas más antes de regresar a casa. Nuestras vacaciones se
habían terminado. La cantidad de baúles que entre las tres mujeres tenían ahora
son una locura, siendo mi esposa la que más tiene de todas.
Otra consecuencia de mi complejo de culpa.
Lo que vio le compre. Vestidos, zapatos, lencería, joyas, muebles,
cortinas, un comedor completo etc. Aunque de todo lo único que pidió fueron los
zapatos y los vestidos. Como en el viaje de ida, el de regreso estuvo cargado
de pasión, solo salíamos para comer.
-¿crees que eso te hará ganar su perdón cuando se entere?- pregunto Emmet
cuando los sirvientes descargaron todo en el castillo.
-no me jodas ahora Emmet- pedí
-¿Cuándo vas a terminar con aquella? ¿Qué esperas para respetar a su mujer?
Eres un imbécil. Lo sabrá y cuando eso pase te vas a lamentar el resto de tu
vida- dijo antes de entrar al castillo
Sé que tiene razón, sé que debo terminar con Victoria pero el amor que aun siento
por ella no me deja. Ahora estoy dividió entre mi amor por mi amante y el amor
por mi esposa. Porque eso lo sé con certeza. La amo.
-vaya, me sentiré tan sola ahora que se han ido- dijo Bella tres noches
después de nuestra llegada.
Rose empezaba a superar los vómitos y su vientre por fin se hacía visible
con cuatro meses. Por lo que decidieron irse cuanto antes.
-lo sé, si quieres puedo llevarte a casa de Alice mientras estoy de viaje. Estamos
a mediados de febrero, no regresare hasta principios de abril. Es mucho tiempo
para que te quedes sola- sugerí.
-Llévame contigo- dijo.
-¿Qué?…. No Bella. Son días de viaje a caballo, con carruaje tardaremos una
eternidad-
-no dije que iría en carruaje, sabes que puedo cabalgar como tú, solo
necesito que digas que sí. Por favor, no me dejes sola por tanto tiempo- pidió
arrodillándose sobre la cama frente a mí.
-no es un viaje apropiado para ti, será pesado y siempre está el riesgo de
que nos ataquen. Si no los hombres de Masen cualquier banda de ladrones. Es muy
peligroso para nosotros mucho más para una mujer ¿Sabes lo que pasaría si te
capturan?- pregunte esperando que eso la desanimara.
Aunque es más que obvio que yo no dejare que nadie le toque un cabello.
-si… perderían su hombría bajo mi espada- dijo dándome la espalda.
Esta molesta. Genial.
-lo siento Bella, la respuesta es no. Y no cambiare de parecer, además Jacob
está por llegar- dije para quitarle el enojo.
Y funciono. Se giro hacía mi de inmediato.
-¿Jake? ¿Mi Jake?- pregunto antes de sonreír de oreja a oreja y lanzarse
sobre mí.
-¿desde cuándo es tu Jake?- pregunte molesto.
-no seas tonto, es solo una manera de decir que sí es el Jake que yo
conozco-
-¿y cuál otro podría ser?- dije sin cambiar mi humor.
-te vas mañana ¿cierto? ¿De verdad quieres pasar esta noche enfadado
conmigo? ¿no prefieres desnudarme?- pregunto mientras se quitaba la bata
dejando al descubierto la lencería infernal.
La de hoy es de encaje morado con bordados en hilo rosa, solo en los senos
y uno más grande adelante y otro atrás cubriendo apenas lo esencial. Me olvide
de todo lo que no fuera tomarla hasta cansarme.
Lo cual no sucederá esta noche.
Para cuando partí llevaba la firme idea de dar por terminado mi romance con
Victoria.
La amo pero no como a mi esposa.
Ya no.
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