lunes, 26 de agosto de 2013

Volvemos al amor



Capitulo 5.- Noche de bar.

Alice pov

-te vez muy hermosa Cariño- dijo Jasper a Bella mientras esta bajaba por las escaleras. 

Mi corazón se hace pedazos, cada vez más pequeños. A lo largo de los días es obvia su atención. Como no hacerlo, la chica es muy hermosa, para la salida ha escogido unos Jeans ajustados, blusa de cuello tortuga y pliegues bajo el busto, la prenda ajusta ahí, marcando sus senos, botas negras realmente altas de tacón corrido. Cabello suelto con una horquilla de lado. Y una Chaqueta de cuero negro a juego con las botas. Pude ver como Edward abrió la boca apenas apareció.

-gracias pero espera a que veas a Rosalie, Emmet será mejor que no te despegues de ella en toda la noche – dijo la chica y mi hermano solo sonrió.

Y dice la verdad, la rubia esta despampanante, casi el mismo atuendo pero con blusa roja, escote en V y cabello recogido.

-esa es mi intensión- respondió Emmet guiñando un ojo. 

Babeándose por Rosalie.

Más tarde con todos listos en la sala, decidíamos como irnos, ya que todos tenemos autos. Irnos juntos, apretados, o en grupo o por parejas. 

-yo puedo llevar a Bella si no te molesta Jasper, hum. Tengo unos discos que me gustaría mostrarle- infirió Edward, dándome la oportunidad de hacer las averiguaciones pertinentes.

-Jasper puedes venir conmigo para dejar a estos dos solos- apunte a Rosalie y Emmet quienes ya estan en claro romance. 

-no sé, ¿segura que estarás bien?- pensé que preguntaba a Rosalie pero fue Bella quien contesto.

-claro, estaré con Ed, nada me pasara- Bella es la única que le decía “Ed” sin que mi hermano salte molesto. 

-si prefieres nos vamos juntos...-trato Jasper una vez más.

-Jas, estaré bien, ve con Alice, socializa- dijo Bella besándolo como siempre en los labios, bueno si a eso se le llama beso. 

Aun sin estar convencido, asintió, me miro sonriendo. Salimos y nos montamos en los autos.

-lindo auto ¿es deportivo?- pregunto al subirnos.

-sí, me lo regalaron en mi cumpleaños dieciocho. Edward tiene una Hummer y Emmet un Jeep. Ya les veras cuando salgan- y mientras hablaba, la cochera se abrió. 

Salió primero Emmet y justo detrás Edward. Los seguí ya que mi auto estaba afuera desde la tarde cuando lo lleve a lavar.

-hum, Bella estará feliz, ella tiene uno de esos tanques, en rojo, fue su regalo en el ultimo cumpleaños-

-¿y qué le regalaran cuando cumpla mi edad? ¿Un avión?- pregunte sin poder evitar mi sorpresa y un toque de sarcasmo.

-no, ya tiene uno, pero no lo usa, dice que le hace sentir rara- contesto sin broma en la voz.

-¿de verdad tiene un avión? no sabía que era tan rica-

-¿no reconoces el apellido?- pregunto.

-no conozco su apellido, mi mama se refiere a todos ustedes como los Hale- conteste.

-por supuesto, se llama Isabella Swan-

-Swan, ¿la Swan de la cadena de restaurantes y oficinas de investigaciones industriales?, ¿esa Swan?- pregunte completamente sorprendida.

-sí, esa Swan, sus padres le dejaron todo al morir, mi madre es albacea de los restaurantes y mi padre de las industrias. Así que como vez, lo último que Bella necesita es estudiar, trabajar o hacer nada más que gastar y sin embargo, sus únicos caprichos son el auto que se regalo a sí misma y las compras, aunque nunca gasta más de lo que le asignan anualmente. Sabe muy bien cómo administrarse – respondió con la voz llena de orgullo.

-¿tanto la amas?- pregunte con la voz rota. 

Me miro de inmediato.

-sí pero no de la forma que tú piensas, es algo confuso, la verdad ni yo sé lo que siento, era claro hasta que volví a verte, ahora la verdad no sé- respondió mirándome intensamente. 

Mi corazón cobro vida de nuevo.

-pero andas con ella…-

-no, no somos nada, bueno nada en ese sentido, Alice ¿si te confieso algo, podrás mantenerlo en secreto? nadie más debe saber que lo revelado, Bella me odiaría y eso acabaría conmigo- me miro con algo que no identifique.

Llegamos al bar, me estacione lo más lejos que pude de mis hermanos, con la esperanza que entraran sin esperarnos.

-sí, te lo juro- conteste intrigada. 

Salimos de auto.

Tras media hora poco falto para que me soltará a llorar inconteniblemente, lo que me dijo es horrible, lo que Bella paso o piensan que paso es una abominación. Ahora entiendo su reacción la primera noche. Y el deseo de Jasper de estar a su lado siempre, en parte por que definitivamente con esos antecedentes Bella debe ser cuidada y por que Jasper se siente culpable. Por haberla dejado sola. La única noche que lo hizo. 

-ahora entiendes porque necesito estar cerca de ella, yo soy el único que la abraza de esa manera, que la besa si podemos decirle así, no había nadie más para mi hasta que llegaste tu, y ahora no se cómo alejarme, no me parece justo para ella y para ti que siga haciendo lo mismo si pretendo salir contigo en otro sentido- me respondo acercándose hasta besarme, fue lento pero intenso, nada que ver con los que se da con ella. 

Respondí con el mismo impulso. 

Mientras sus manos se apoderaban de mi cintura, las mías recorrían su cuello, un bocinazo nos hizo separarnos, Edward está estacionado junto a mí y Bella está completamente blanca, seria, cuando la mire me sentí mal. Pero no es a mí a quien ella ve, es a Jasper. 

Sin más bajo y camino muy rápido hacia Rosalie y Emmet quienes estaban igual de asombrados, después de todo, apenas han llegado unos días antes. Jasper corrió detrás de ella soltándome de golpe. La tomo del brazo, cuando le dio la vuelta ella lloraba, sin decir nada la condujo hacia otro lado del estacionamiento. Mientras Rosalie y Emmet entraban al sitio.

-¡¡¡¿estás loca o que te pasa?!!!- me reclamo Edward en cuanto quedamos solos.

-no lo planee, lo juro solo sucedió, además no están juntos, ellos no son pareja- me justifique.

-quizá no, pero lo que yo veo es a una chica llorando porque el tipo que la abraza y besa, se estaba besando con otra y veo al mismo tipo salir corriendo detrás de ella-

-no puedo explicarte la dependencia de ambos si revelar un secreto que jure no decir, confía en mí, no están juntos y si tú te lanzas por ella, Jasper y yo tendremos una oportunidad, escúchame, inténtalo, Jasper no te dirá nada, no están juntos de esa manera- trataba de convencerlo, pero no estaba dando resultado. 

Es difícil de creer cuando de verdad parecen amarse. 

-no sé qué decirte Alice, no sé- me respondió entrando, me quede un momento pensando. 

¿Y si su sentido de deber es más fuerte que la atracción hacia mí? 

¿Podría yo quitarle el único amigo, confidente, casi amante a una chica que ha pasado por tanto horror? 

La respuesta es apabullante. No. 

Camine detrás de mi hermano. Un momento después salió de nuevo.


Bella pov.

-Bella lo siento, yo…-

-no digas nada, lo vi venir desde que te miro por primera vez y eso es bueno, ya es hora que te fijes en alguien en serio, no siempre estaré aquí y tú necesitas una mujer que te haga feliz- respondí cortando sus disculpas innecesarias.

-pero estas llorando, por mi culpa- 

-no, lloro porque ya no podre dormir contigo cuando me sienta asustada, no podre acapararte toda la noche y despreocuparme de todo mientras tú me cuidas, creo que me acostumbraste demasiado y ahora no sé cómo hacer todo eso sin ti- respondí llorando otra vez.

-hey, siempre estaré aquí y claro que dormirás conmigo, ¿con quién más? ¿Con Edward?-bromeo y lo mire seriamente. 

Me puse roja, de eso estoy segura y baje la mirada.

-¿Edward? ¿En serio? ¿Te gusta?- pregunto casi sonriendo.

-no sé, es diferente, me gusta cómo me trata, es casi como tu pero de otra manera, no sé, además no creo que yo alguna vez me enamore, no estoy lista para eso y quizá nunca lo esté- 

-pues yo creo que sí le gustas y creo que no podría encontrar a nadie mejor que tu-

-pero podría encontrar a una mujer que esté limpia…-

-¡¡no digas eso!! ¡¡Jamás!!-descompuso su expresión en enfado- Ya te he dicho que no hay nada malo en ti, eres perfecta, aun no sé por qué no nunca me avent, espere mucho tiempo, ¿por qué?- susurro abrazándome.

-porque no soy Alice- conteste sonriendo – hazme un favor… es algo diferente, necesito despejar una duda y creo que tú necesitas hacer lo mismo- dije.

-lo que quieras, solo pídelo-

-hare algo, no te muevas-

Me acerque a su boca suavemente, estrelle mis labios en los suyos, he visto la manera en cómo se beso con Alice y yo no he experimentado algo así, no desde antes del ‘incidente’ y ya no recuerdo cómo es. 

Lentamente me moví un poco más, pegándome a su cuerpo, sin unirnos por completo, profundice el beso y me respondió, abrazándome fuertemente por la cintura. No sentí miedo, pero es Jasper, con él jamás siento miedo, por desgracia tampoco sentí nada más. Me separe después de un momento, fue un beso ni corto ni largo. 

Lo justo para despejar mis dudas.

-¿lo sentiste? – pregunto.

-no, creo que eso nos aclara todo. Gracias- lo abrace de nuevo mientras nos reíamos. 

Caminamos de nuevo hacia la puerta del bar, un movimiento llamo mi atención, Edward, parado junto a su auto. Nos mira fijamente y sin emitir sonido alguno entro antes que nosotros. No tengo manera de saber cuánto ha visto o lo que ha visto. Se nota molesto realmente. Quizá por el hecho de que Jasper besara a su hermanita. Los hermanos suelen ser así, Jasper es así con Rosalie.

-¿todo bien? – pregunto Alice acercándose a mí, se nota preocupada.

-claro, todo perfecto, hum, creo que Jasper espera para bailar contigo, anda ve, estas tranquilas me dan sueño- respondí fingiendo aburrimiento mientras ella comprendía lo que de verdad trataba de decir.

-Gracias Bella-dijo abrazándome brevemente, no supe que decir. 

Solo sonreí. Llegue a la mesa, Edward esta ahí, pero no me miro.

-¿Qué te pasa?- pregunte acercándome a su cuerpo para que me escuchara.

-lo sé Bella, sé lo que se traen Jasper y tú, puedes fingir cuanto quieras que no es nada importante pero lo es -

-¿de qué hablas?-

-no finjas, inocente no eres, solo aléjate de mí y no creas que dejare a mi hermana sin saber- me respondió mientras se levantaba. 

Salió del lugar sin decir nada más. 

Me quede completamente confundida, solo puede referirse al beso, no hay nada más, a menos que sepa… que lo sepa… no, Rosalie y Jasper jamás le habrían dicho, ni ellos lo saben con certeza pero entonces ¿a qué venía este comportamiento? 

No me quedare con la duda. 

-espera, no sé de que hablas, por favor explícate- le pedí apenas lo alcance subiendo a su auto. 

Me miro con la portezuela aun abierta, la cerro de golpe girándose hacía mí, el movimiento rápido me asusto haciendo que retrocediera hasta el otro auto. Se detuvo en el momento, me miro apenado de su reacción.

-te vi besándote con Jasper y ahora el baila muy contento con mi hermanita, no dejare que la lastime, que juegue con ella- dijo en tono tranquilo pero con el enfado ahí.

-no lo hace, el beso era un experimento, hum yo no… bueno es que yo…-

-¿nunca habías besado a nadie?-

-no… de esa manera… me dio curiosidad verlos y pues, necesitaba saber, sentir pero la verdad es que no sentí nada, digo, nada fuera de lo común, era solo…-

Sin dejarme decir más me tomo por la cintura besándome, sus labios me queman, la sensación es tan diferente, algo en mi cuerpo se despertó, algo que no es bueno, un calor, una necesidad entre mis piernas, me asuste, no quiero sentir algo así, no es normal, me lastimara como James, pasará otra vez, trate de soltarme. 

Apenas lo empuje me libero de su agarre. Se alejo lo suficiente mientras yo trataba de no llorar. Mi respiración es agitada y mis ojos están húmedos. Sentí mis labios temblar.

-Bella perdóname, por favor, no debí… no voy a lastimarte. Perdóname por favor, no llores, iré por Rosalie- dijo dirigiéndose a la puerta. 

Me quede de pie ahí, clavada. Mas asustada por mi respuesta que por su contacto. 

-no… espera, si les dices se les arruinara la salida, ya estoy bien- logre decir antes que abriera la puerta.

-Bella yo…- 

-lo sé, hum solo no lo hagas de nuevo, nunca- dije pasando junto a él sin tocarlo.

Trate de calmar mis sensaciones, mis temores y… ese anhelo en mi alma. Eso que nació con el contacto de sus labios en los míos.

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Mis niñas he aquí el capi despues de días, saludos y por favor recuerden dejar ocmentarios.

Gracias !!!!



Y Esta Belleza es la que voy a tener todo el dia en MI CABEZA!!

sábado, 17 de agosto de 2013

¿ Y MI FINAL FELIZ?


                                                                              Capitulo XXII

                                  Mis días... en desvelo

Todavía no podía creerlo, ya han pasado ocho meses desde que Edward regreso de Inglaterra. El tiempo estaba avanzando demasiado rápido o demasiado lento en algunas ocasiones.

Las cosas seguían igual, que decía, las cosas estaban demasiado raras desde hace varios meses. Edward no pasaba en la casa más que para dormir, Alice y Emmett siempre buscaban sacarme a algún lado cuando mi hermano no tenía turno en el hospital y Jasper 
jamás se despegaba de este cuando estábamos todos juntos.

Hoy era uno de esos extraños días en que salía el sol en Forks lo suficiente como para usar ropa holgada, lo suficiente como para entibiar mi cara la cual asomaba por la ventana en ese momento. Me sentía tan sola sin Edward, llevaba más de una semana sin poder dormir lo suficiente; me la pasaba quebrándome la cabeza al intentar averiguar lo que le pasaba. Se había vuelto tan críptico, su hermosa sonrisa ladeada había desaparecido hace mucho, era como si solo estuviera en cuerpo pero no en alma.

¿Pero cómo me acercaba a él? Por algún motivo desconocido para mí se había creado una barrera entre nosotros y dolía, cada día al verlo llegar a la casa era la misma rutina. Su saludo vacío, su falsa sonrisa y sus ojos sin vida. Todo sería perfecto si Edward fuera tan feliz como yo lo era en ese momento.

Desde aquel extraño día en la playa que resulto en la pelea que jamás imagine por parte de mi hermano y mi novio había sido la última vez que Edward había dicho o hecho algo en lo que a Jacob concernía. Me sentía feliz por el hecho que mi relación con Jake crecía cada día mas pero faltaba la cereza de mi helado y ese era indiscutiblemente Edward, sin el mi cuento de hadas solo era un sueño que no se transformaba en realidad.

-Bella, cariño – llamo mi madre desde la sala - ¿puedes bajar un momento?

- Voy mama – avance intentando relajar la constante preocupación que se marcaba en mi cara y que raramente mis padres no habían notado.

- Edward – llamo mi padre una vez que me encontré con ellos, los cuales estaban sentados en la sala y con varias maletas junto a ellos. ¿Se iban? ¿Nos íbamos?

Esperamos unos segundos por una respuesta pero nada, cuando mi padre se decidía a llamarlo de nuevo se escucharon unos pasos bajando las escaleras.

-Dime – les contesto sin quitar la vista de un libro que traía en sus manos.

- Por educación Edward primero deja ese libro a un lado y luego hablamos.

Mi padre vio a Edward a los ojos y este bajo el libro colocándolo sobre la mesita de noche – ok, tu dirás – se sentó en la silla de un puesto frente a nosotros y al otro lado de donde yo me 
encontraba.

-No sé si notaron las maletas – hablo mi madre – pero tenemos que informarles algo.

Mi padre tomo de su mano y la presiono con delicadeza viéndola a los ojos - ¿maletas? ¿Qué maletas? - pregunto Edward frunciendo el ceño.

-Estas – mi padre le señalo a Edward su ubicación – ha surgido un problema el cual tenemos que solucionar tu madre y yo – nos miraron a ambos turnándose de un lado a otro – no sabemos qué tan grave es y no podemos decirles mucho porque ni nosotros sabemos que es lo que pasa en si – mis padres se miraban preocupados.

-¿Vamos con ustedes? – les pregunte porque habían muchas maletas.

-No querida – mi madre se acercó a mí – solo tu padre y yo… pero nos tardaremos mínimamente una semana en regresar.

-Así es – mi padre coloco su mano sobre mi hombro – Edward se quedara a cargo de ti mientras no estemos aquí.

- Ya sabes Edward, cuida a tu hermana – lo vio con una sonrisa bromista pero este seguía en su mundo paralelo en el cual nada tenía gracia.

Edward me vio de reojo por un segundo, el segundo más doloroso que había sentido, me parecía que la noticia que mis padres nos acababan de dar habían sido peor que un balde frio con agua para él. ¿Dónde habían quedado Jasper y Rosalie? Acampando en la casa de Alice por unos días, ya que ahora eran el novio de la duende y la novia del oso, quien lo diría.

-¿eso es todo? – Pregunto tomando de nuevo el libro – tengo demasiado que hacer mañana en el hospital y como veo que ya lo tienen todo arreglado creo que prescinden de mi ayuda – vacío, conmigo y ahora con mis padres.

-Edward – le llamo nuestra madre algo indignada - ¿no te despedirás de nosotros? – sus ojos reflejaban tristeza y desconcierto por el actuar de su hijo.

- Tu madre tiene razón Edward, ¿desde cuándo la descortesía con nosotros que somos tus padres? No creas que no he notado tu cambio de actuar desde hace varios días – la mirada de mi padre era seria pero preocupada - ¿te encuentras bien?

-Estoy bien – sonó frio – solo estoy un poco estresado, no creí que Forks me daría tanto trabajo.

- Hablando de trabajo – hablo papa – como ya te he dicho que estarás a cargo de Bella, tus horarios en el hospital cambiaron, por lo menos en lo que yo no me encuentre aquí – la frente de Edward se arrugo, parecía tantear el terreno por el que mi padre iba – ahora iras de lunes a sábado de ocho de la mañana a cuatro de la tarde, te dará tiempo suficiente para estar en casa cuando Bella regrese.

-Pero… ¿y mis pacientes? – Los ojos de Edward me expresaban demasiadas cosas y a la vez nada - ¿Qué pasara con los que veo en las tardes?

- La enfermera Thompson ya se encargó de todo, Edward… no te preocupes por nada, cualquier cosa sabes que puedes llamarme.

- Esta bien – coloco de nuevo el libro en su posición anterior - ¿necesitan que los deje en el aeropuerto?

-Eso sería excelente – unas llaves viajaron a través del aire hasta caer sobre las manos de 
Edward - Bella, ayuda a tu madre con sus maletas.

Caminamos hacia el auto invadidos por un silencio incómodo y lleno de preocupación. Tenía dos cosas en mi cabeza ¿qué seria aquello había hecho que mis padres estuvieran haciendo un viaje a no sé dónde y con tanta urgencia? Y ¿Qué pasaría esta semana con Edward y yo solos en casa? Sin contar con el hecho que una tumba sería mejor compañía que el en estos momentos.

Cuatro personas viajaban en un hermoso Audi a través de la carretera de Forks que llevaba a Port Ángeles, de esas cuatro ni una tan sola decía palabra alguna, solo The Doors cortesía de mi padre se oía quitándole un poco de silencio al ambiente pero aun así no servía de mucho.

Las calles, vacías; el clima, una densa neblina y una brisa constante marcaban el recorrido. Si hubieran elegido un momento y un lugar para sentirse melancólicos definitivamente este era perfecto. Quería llorar, todo esto estaba gastando mi energía abrumando cada parte de mi cuerpo y cabeza.

Una vez en el aeropuerto nos despedimos de ellos deseándoles buena suerte en el viaje antes que desaparecieran por el pasillo que los conduciría al avión. Ahora éramos Edward y yo, solos, en un recorrido que nos llevaría no más de una hora pero que igualmente seria largo.

Bella ¿y si hablas con él? – Mi cabeza empezaba a analizar la situación - ¿Qué puedes perder? Apenas y se hablan.

¿Mientras conducía? No, creo que no sería una buena idea. Pero si en cuanto llegaran a la casa, los accidentes ahí serian… menores.

Caminamos en silencio (el de costumbre, ensordecedor) a través del estacionamiento húmedo gracias a las lluvias, obviamente él no pensaba dirigirme palabra alguna y yo no sabía que decir, así que como siempre: más silencio.

Llevaba viendo por la ventanilla del auto unos veinte minutos y había contado hasta el momento cinco autos rojos, cuarenta y cinco rótulos de señalización y más de ochocientos árboles, oh… y sin olvidar los siete suspiros que Edward había dado en esos veinte minutos. 

Al cuarto ya me había preocupado que le costara respirar pero cuando lo vi de reojo (fue lo único que fui capaz de hacer) su pecho se movía tranquilamente y sin fuerza.

-Bella… - me llamo casi en susurro.

-Si – conteste un poco emocionada porque me había hablado.

-¿Hay suficiente comida en la alacena para esta semana?

- eh… - ¿Qué? ¿En serio? De todo ¿eso me preguntaba? – sí, creo.

-Bueno… - siguió conduciendo sin decirme otra palabra y yo seguí en lo mío. Contando todo lo que se apareciera en el camino.

El día que, anteriormente daba paso al sol ahora que regresábamos nos recibía con una espesa capa de nubes grises y amenaza de lluvia. Era Forks claro, pero por un momento pensé que el sol se convertiría en el comienzo de un mejor día, pero no, aquí estábamos Edward y yo caminando hacia el interior de la casa, con los labios cerrados y los gestos vacíos.

-Ya basta – le grite harta de todo esto – maldición ¿Dime que es lo que pasa?

Los ojos de Edward se abrieron de la sorpresa al oír mis palabras –no pasa nada Bella, ya te lo dije.

-Eres un maldito mentiroso – mi voz salió grave al final – juraste que jamás me mentirías y ahora lo haces, desde hace tiempo que lo haces.

-Se lo que dije pero… - dio un paso hacia mí.

-Pero nada – lagrimas por favor no me traicionen ahora – tú ya no me quieres, eso es lo que pasa.

-Bella – subió el tono de su voz –Jamás digas eso… nunca.

-Oh… ¿y solo porque lo dice así con tu voz elevada crees que debo creerte? – Lo mire mal – ya no sé qué creer de ti.

-Déjame…

-Shhhh… - lo calle – primero te enojas cuando oíste una voz aparte de la mía al otro lado del teléfono, luego, después de una desaparición por tu parte me llamas diciendo que vuelves para pasar más tiempo conmigo y tu familia, pero eso no es todo – lo amenace levantando mi dedo - te apareces aquí con una novia de la cual jamás me hablaste y de la que apenas conocí porque por alguna razón que tampoco me quieres contar terminaste con ella o terminaron, como sea, la cosa es que ya no confías en mi lo suficiente como para que volvamos a ser los amigos y hermanos que éramos de antes.

- Bella, yo… - se acercó a mi dando pasos lentos y pesados – no quise herirte.

- ¿herirme? Hasta ese momento no me habías herido (no mucho), podía soportarlo, de verdad. Te veía feliz y yo estaba feliz con Jacob – arrugo su nariz –hasta que por una misteriosa razón de la noche a la mañana huyes de mí cada vez que estamos en la misma habitación o te la pasas más tiempo del necesario en el hospital, con Jasper y quién sabe dónde más. Prefieres cualquier cosa en vez de pasar tiempo conmigo.

-Es que tu no entenderías – al parecer no pensaba decirlo en voz alta por que en el momento en que lo dijo dio tres pasos hacia atrás y sus ojos parecían sorprendidos.

-¿Entender? Pero si es lo que he intentado desde que todo empezó pero amigo, tú no dejas muchas huellas que analizar – no sé por qué pero el sarcasmo floreció en mis palabras.

-Tienes razón… - apretó sus manos, una sobre la otra – he hecho mal, pero quiero que sepas que todo lo hago por ti, siempre ha sido por ti.

-¿Y eso que se supone que debe significar para mí? – las manos me sudaban, definitivamente estaba más que nerviosa – por favor Edward, somos hermanos. No me estés dando una excusa barata de las que usan comúnmente esos novios que no saben que decir porque los han dejado entre la espada y la pared.

-No lo hago por eso – me grito – por favor no me pidas que te diga algo que no puedo decir, sé que te he abandonado – sus ojos verdes se veían húmedos y tristes – sé que crees que te he olvidado y hasta piensas que ya no… que ya no te quiero pero te equivocas – tomo mis hombros entre sus manos – eres mi hermana – las palabras le salieron forzadas – mi tesoro, mi mejor amiga y la persona que siempre querré en mi vida, pero por favor Bella… por favor, no espero que me entiendas pero sí que me tengas paciencia, todo se arreglara, ya verás y volveremos a ser tu y yo como lo éramos antes.

-No podemos ser como éramos antes – me dolió decirlo pero era cierto – estoy enamorada de Jacob y al parecer nos afecta a nosotros también.

-¿Qué? – Sus ojos verdes flameaban por la noticia que le acababa de dar – no Bella, tu…

- Yo, Bella. Si – reafirme mis palabras – Jacob es la persona correcta para mí y lo amo…

Un segundo después la lámpara francesa de mi madre se encontraba en el piso convertida en un rompecabezas imposible de armar – cualquier cosa, Bella, cualquier cosa… dime que me odias pero no me digas eso – respiraba rápido y presionaba sus puños sobre la pared de la sala.

-No de nuevo, Edward por favor entiéndelo – no entendía esos celos que aparecían cada vez que le hablaba de Jacob – tienes que aceptar que ya no soy una niñita y que llegaría el día en que tendría novio y me enamoraría.

Caminaba de un lado a otro jalándose el cabello, mordiéndose el labio y balbuceando palabras incomprensibles para mí.

-Es un error – logre escuchar.

-¿Qué es un error? – lo mire confundida.

-Yo soy el error, yo… - apunto con su dedo su pecho – jamás nadie va a tener tan mala suerte como la mía. Yo… yo, yo soy el peor ser en esta tierra.

- Edward, no – sus palabras me dolieron horriblemente ¿Por qué decía tales cosas? – eso no es cierto, no digas eso.

Se derrumbó frente a mí cayendo de rodillas y colocando sus manos sobre su cara, era la imagen más desgarradora que jamás haya visto de Edward, corrí hacia el abrazándolo lo más fuerte que pude para recordarle que seguía ahí, que era su hermana y que no importaba lo que pasara jamás lo iba a dejar solo.

Tome sus manos aplicando un poco de fuerza para retirarlas de su cara y las coloque a los costados de su cuerpo. Sus ojos estaban cerrados pero tanto el sollozo de su pecho como las lágrimas que recorrían su mejilla me informaban del dolor que sentía con todo aquello, el mismo dolor que me daba a mi verlo así.

-Edward, por favor, no llores – le suplique – no quise herirte, solo necesitaba hablar contigo.

- lo sé – hipo.

Toque su precioso cabello broncíneo tratando de calmarlo y me senté sobre el piso llevándome a Edward conmigo. Él es mucho más grande pero no me impidió el poder sostenerlo con mis brazos. Sentía su cuerpo temblar por los sollozos, increíblemente yo no podía hacerlo en ese momento, necesitaba ser fuerte por mí y por él.

Poco a poco su respiración se fue acompasando y las lágrimas dejaron de salir de sus hermosos ojos esmeraldas. No había más que los ruidos de los grillos y la suave lluvia cayendo sobre el tejado. Éramos Edward y yo, dos únicas respiraciones en aquella casa.

No sé cuánto tiempo estuvimos ahí él y yo, pero se sentía tan bien todo aquello; como la primera lluvia anunciando el fin del verano y limpiando todo rastro de polvo y humedad del ambiente. Habíamos limpiado un poco de lo que empañaba nuestra relación de hermanos.

-Bella, preciosa – la dulce voz de Edward me despertaba ¿me había quedado dormida en el piso de la sala? – la cena esta lista.

- Gracias – mi voz sonó pastosa – ya voy.

Me encontraba recostada en el sillón de la sala. Otro momento amnésico había pasado para no darme cuenta en el momento en que Edward me cargaba para llevarme ya sea a la cama o como ahora al sillón de la sala.
Cenamos en silencio, si era molesto pero no tan incómodo como la mayoría de las veces.

Esa noche no pude dormir. Después de desearle buenas noches a Edward a las once de la noche me quede como zombi con la mirada fija hacia el techo y sin una tan sola idea en mi cabeza. Estaba abrumada, preocupada y desesperada. Le había dicho a Edward que amaba a Jake y este ni siquiera lo sabía. Necesitaba de Alice.

Lunes…

Me levante demasiado tarde para poder despedir a Edward antes de irse y demasiado tarde para llegar a tiempo a mi primera clase del día. Solo quedaba un semestre para graduarme y así no iba a avanzar mucho.

-Bella ¿y esas ojeras? – Alice toco la parte baja de mis ojos - ¿Qué pasa?

-Oh Alice… De todo – levante una ceja.

-¿Quieres hablar de eso?

- increíblemente… si – me acomode sobre su cama y le conté todo lo que había sucedido el día anterior. Desde el repentino viaje de mis padres a no sé dónde (todavía) hasta la extraña escena de Edward y yo tirados en el piso a mitad del living.

Mientras la conversación avanzaba solo unos ah, oh, mmm, entiendo eran lo que salía de la boca de Alice.

-Y eso fue lo que paso – termine de hablar.

-Emmett, deja de oír conversaciones ajenas – grito Rose desde la planta baja.

-Pero si no estoy haciendo nada – era obvio que lo había hecho si su voz se escuchaba del otro lado de la puerta.

-Emmett – lo reprendió.

-Voy cariño – se oyeron pasos bajando.

-No se Alice, esto es tan extraño. Quisiera saber qué es lo que le pasa a Edward pero él dice que no es correcto que yo sepa. ¿Será algo grave para no poder decirme?

-Bella, eso solo lo sabrás con el tiempo. Ten paciencia – sus ojos eran comprensivos.

Martes…

-Belli ¿Esta el príncipe azul imposible?...- el oso al teléfono - Emmett – se oyó la voz de Alice molesta al fondo - ¿Quéeee?

- Si, esta con Jasper, espera un momento – no sé porque Emmett decía eso pero sabía que era de Edward quien me hablaba.

Estaban en la habitación que Jasper tenía mientras estaban aquí así que subí las escaleras en su búsqueda.

-Pero es que no puedo Jasper – la voz de Edward se oía dolida – es incorrecto y ella jamás me va a ver o amar como yo lo hago.

¿Edward estaba enamorado? ¿Por eso su relación con Tanya no había funcionado? Porque quería a alguien más. ¿Sería por eso que casi no lo veía en estos ocho meses que pasaron?

-Edward, esto te está destruyendo y la estas arrastrando contigo – la voz de Jasper era conciliadora – sé que está mal y que será una gran sorpresa pero si sigues guardando todo te mataras de a poco.

-¿Qué? No, no, no, no, no. Tenía que ayudar a Edward, ahora más que nunca debía saber de lo que hablaban.

Miércoles…

-Me quede esperando en línea un buen rato – me reclamaba Emmett mientras ingería un hot dog de un solo – es...tlu… gle es… lan… mu…to

-Emmett ¿Qué te he dicho de hablar mientras comes? – lo regaño Rose.

Trago lo que tenía en la boca y sorbió un poco de jugo –que es de mala educación – dijo mas como pregunta que afirmación.

-Así es.

- lo siento, no los encontré y olvide que no te había informado – mentirosa.

Alice y Rose me quedaron viendo raro por un segundo y luego volvieron a sus actividades, lo sé, mentir no se me daba muy bien pero parecía que tan siquiera Emmett se la había creído.

Todos los días era igual. No me levantaba a tiempo para despedir a Edward gracias a mis constantes desvelos. Regresaba a una casa en la que música de piano sonaba de fondo pero que no me atrevía a seguir aun sabiendo que era en el cuarto de música y que Edward era el que la tocaba. Cenábamos en silencio, el con su libro de medicina y yo con mi copia favorita de Romeo y Julieta. De ahí un buenas noches de ambos y cada quien a su habitación hasta el día siguiente.

Jueves…

Mis padres apenas habían llamado el día en que llegaron a Nueva York (finalmente sabia el destino) y hoy lo volvían a hacer.

-Hola… hija – su saludo era extraño - ¿Cómo han estado las cosas por allá?

-Todo bien papa, no hay ninguna novedad interesante – si supieran – ¿y ustedes?

-Volveremos el domingo – contento creo que obviando sutilmente mi pregunta – dile a Edward que lo llamare para concordar la hora de llegada.

-Si papa.

-te quiero hija.

-Yo también – era normal que me lo dijera, siempre me demostraba o decía lo mucho que me quería pero esta vez era diferente.

Alice se había vuelto en mi confesionario, le decía todo lo que pasaba. Le hable sobre la plática entre Edward y Jasper y sobre lo extraños que estaban mis padres. Por un momento creí verla incomoda cuando le dije que averiguaría quien era la chica que hacía que Edward estuviera así y luego se levantó diciendo que ella lo haría por mí y que pronto me informaría y así yo no rompería la petición de Edward.

Era Alice, casi como Sherlock Holmes en persona.

Viernes…

Volvemos al amor



Capitulo 4.- Presentaciones

Edward pov

-Hola soy Edward Cullen, lamento mucho lo de anoche, la verdad no te vi, estaba oscuro y…-cerré la boca al ver a Jasper negar desesperado a espaldas de Bella.

-¿esta Jasper negando con la cabeza como si le fuera a salir volando en cualquier minuto? –pregunto sin voltear.

Asentí. Sin dejar de mirarla. Sonrió un poco más. 

-lo de anoche fue mi culpa, no pregunte cuál era mi habitación, hum, te habrán dicho que le temo a la oscuridad y que me sorprendiste porque no te conozco y el lugar es nuevo…- comento como si de un guion ensayado se tratara. 

No es la primera vez y no es la verdad. Me parece a mi viéndola a la cara.

-algo así ¿quieres agregar algo más? – pregunte esperando su reacción. 

Me miro seriamente, negó con la cabeza, se dio la vuelta y se acostó con Jasper otra vez. Maldición.

-Emmet me han dicho que tienes una colección de música impresionante ¿tienes algo de Evanescene o Linkin Park o ya por ultimo algo de Placebo o cualquier otra cosa que suene bien?- pregunto Bella desde donde esta.

-no, pero Edward sí, es parte del tipo de música que tocan- contesto mi hermano mirándome. 

Me di la vuelta y entre a casa.

Bella pov.

Apenas lo mencionaron se dio la vuelta. 

Dios ¿cómo un hombre puede ser así de hermoso? su piel es pálida como la de los hermanos, pero se ve bien, torso marcado, brazos musculosos, justo como me gustan o solían gustarme… cabello color indefinido, entre café y bronce, despeinado a todas horas del día, piernas marcadas, cielos si no me matara la pena de lo sucedido antes, ya estaría conociéndolo más… es un decir, yo jamás tratare de conocer a un hombre que no sea como amigo.

Aunque él podría bien tentarme a algo más… 

No, eso jamás.

Regreso unos minutos después mientras la música empezaba a sonar, una de mis favoritas “I’m with You”, de Avril Lavinge. Empecé a cantar suave al principio aun acostada entre los brazos de Jasper, en algún momento me levante para hacer el show completo, Jasper me tiro un cepillo para cabello que use como micrófono, aumentando el volumen sin darme cuenta. 

Cante esa, otra y la siguiente y la que siguió después de esa bailando ligeramente y haciendo coreografía alrededor de la piscina, todos han salido del agua y están sentados mirándome dar el espectáculo. Al terminar la última melodía di otro paso hacia atrás y me sentí volando hasta darme con el agua, levantando la cortina de la misma y por supuesto las carcajadas no esperaron. Con toda intención me quede en el fondo, no quiero salir aun, seguramente se reirían un poco más de mi.

Cuando se me agoto el aire, emergí, junto a ellos esta un chico moreno, impresionantemente atractivo, fue presentado como Jacob, me saludo con una sonrisa blanca, me gusto al instante, pero no de la manera como me gusta Edward.

Wow ¿de dónde salió eso? 

Me gusta Edward. 

Diablos.

-¿te ayudo?- pregunto inclinándose hasta tomar mis manos.

Dude un momento, mire a Jasper quien se jalo hacia la orilla de la silla listo para saltar, increíblemente fue Edward quien se paro junto a Jacob. 

Parecía listo para cualquier cosa también.

-yo lo hago Jake, gracias- extendió sus manos tomando las mías suavemente y esperando que yo lo agarrara también, Jasper sin duda les habrá dicho más de lo que me hacen creer.

-gracias- dije mientras sin esfuerzo alguno me sacaba del agua. 

Me sacudí el cabello mientras caminaba hacia la tumbona más cercana, sin prestar mucha atención a mi alrededor me quite el vestido, ya que estoy mojada es estúpido traerlo encima.

Me gire y me detuve en seco al ver como Jacob me miraba, me tense de inmediato, esa expresión en su mirada la había visto antes, en James. 

Mi respiración cambio drásticamente, un ataque de pánico viene... busque con la mirada a Rosalie pero juega con Emmet en la piscina y de nuevo a Jasper quien platicaba con Alice dándome la espalda.

-ponte esto- dijo Edward interponiéndose entre Jacob y yo. 

Lo mire sin saber que decir. 

Sonreí, al tomar su camisa sin querer roce con mis dedos su mano, retire la mía soltando la camisa. Gemí sin querer, Jasper giro de inmediato. Se levanto pero Alice lo tomo de la mano, deteniéndolo.

-Se te cayo esto- dijo sonriendo Edward mientras la recogía y la tomaba desde arriba dejando espacio para que yo la tomara de abajo. 

Agradecí su acción. 

Apenas me la puse, se giro hacia su amigo y se lo llevo para dentro, mientras por la cara del chico, es obvio que le reclama algo. Un rato después regreso Jake, me mira diferente, no hay rastro de nada que no sea amistad y una especie de instinto protector. 

Hum, raro. Pero lindo.

-hola, yo soy Jacob ¿ya te adaptaste al clima de aquí?- pregunto mientras se sentaba a mi lado sin acercarse demasiado en el borde de la piscina. 

-pues no es muy diferente de Forks, allá también llueve mucho y también tenemos piscina así que la diferencia es el acento, hablan muy gracioso, bueno tu, ello usan el Ingles de mi país- señale a quienes jugaban pelota dentro de la piscina.

-¿te unes al juego?- pregunto mientras se levantaba y se quitaba la camisa.

Me quede mirándolo un momento, después recordé que no es buena idea dar malas impresiones, desvié mi mirada y fue a parar directo en Edward, quien desde el otro lado, nos miraba serio, podría jurar que se ve molesto por algo, pero no puedo decirlo con certeza, no lo conozco bien.

-si pero yo en el equipo de Emmet- respondí quitándome la camisa de Edward.

Tiene su aroma, la lleve hasta mi rostro, aspire antes de dejarla, cuando fui consciente de lo que hacía, solté la prenda y no me atreví a mirarlo. Me lance de cabeza a la piscina y nade despacio hasta donde Emmet se encuentra.

-¿Por qué hacer una piscina en la azotea? – pregunte al emerger, para mi sorpresa casi me choco con Edward. 


Edward pov.

Fue una sorpresa verla cantando con “micrófono” y todo, se ve tan relajada, tan feliz, por un momento me olvide de la noche anterior, esa es la chica de casi todos los días, canto al menos cuatro melodías antes de caer a la piscina, no pude evitar reírme igual que los demás.

Jake llego saludando y por supuesto, presentándose a los Hale, se giro al ver que Bella emergía del agua. 

De inmediato se ofreció a sacarla de agua, ella vacilo buscando a Jasper con la mirada, me pare junto a mi amigo, decline su oferta, estire mis manos esperando que me dejará ayudarla aunque apenas nos conocemos. Los segundos seme hicieron interminables mientras su mirada se fundía con la mía, por fin tomo mis manos y por un momento casi olvido respirar, detuve el gemido que se formo en mi garganta al sentir su piel caliente. 

Me compuse tan rápido como pude y la saque del agua, se dio la vuelta después de sonreír, me quede de piedra al verla alejarse, el vestido blanco pegado a su cuerpo fue más excitante que verla desnuda, el traje de baño no cure mucho, es un bóxer corto y una sostén sencillo en negro. 

Tiene un cuerpo increíble, piernas tornadas, senos perfectos, caderas… hum que caderas y ni hablar de su trasero. Apenas recordé lo que dijo Jasper sobre su físico cuando se giro, antes de llegar a mí, su mirada se congelo en Jake, quien la mira como si fuera algo de comer, note como busca a Jasper de nuevo, respirando muy rápido y pálida por completo.

No pensé, solo actué, me puse frente a ella, impidiendo que Jake la siguiera mirando, mientras le ofrecía la playera que pensaba ponerme. Se la puso de inmediato después de tirarla y que yo la recogiera, mientras yo casi mataba mentalmente al imbécil que tengo por amigo.

-vamos a dentro pedazo de imbécil- dije al jalarlo por el cuello hasta dejar su cabeza pegada a la mía.

-ok, ¿Cuál es el problema?- pregunto apenas entramos a mi recamara.

-nunca vuelvas a mirarla así- dije sin más explicaciones.

-¿te gusta?- pregunto sonriendo descaradamente, no la dejará en paz si le dejo con esa idea.

-no… sí… pero no es por eso, ven vamos a la cocina - pedí caminando hacia allá -creo que algo le paso antes, no le gusta que la toquen, se asusta con facilidad, anoche paso algo muy raro, te lo contare pero prométeme Jacob que nunca saldrá de ti. Promételo- cuando por fin lo hizo le relate el episodio de la noche anterior, llego a la misma conclusión que yo.

Alguien la forzó o estuvo muy cerca de hacerlo. 

Íbamos con rumbo a la piscina un rato después cuando sonó el teléfono y me regrese.

-hola hijo, ¿ya están los chicos Hale en casa?- mi madre.

-sí, Alice fue por ellos ayer, están en la piscina- 

-bien, te paso a tu padre, te amo, saluda a tus hermanos- se despidió mientras papa se ponía al teléfono.

-Edward tengo algo que pedirte, hum, la chica que viaja con ellos es especial, conozco a Emmet y Alice, no son exactamente lo que se puede llamar conscientes pero tú sí, te pido que la cuides, que veas que nada la incomode, sé por Eleazar que Jasper se encarga de eso pero están de vacaciones y quizá sea bueno que por unos días, deje la responsabilidad en otras manos y confió en ti para eso, eres lo suficientemente maduro para encomendarte una tarea como esta. Sé que es mucho pedir pero hasta que regresemos en una semana o dos, me temo te tocara ti- finalizo mi padre, lentamente mi sonrisa se formo, ahora si tengo pretexto para estar cerca de ella. 

Bueno tan cerca como ella quiera.

-no digas mas papa, yo me ocupo, además, sospecho que Alice mantendrá ocupado a Jasper y si voy bien Emmet a Rosalie- aclare sin más detalles.

-asegúrate que no sean pareja Bella y Jasper, Eleazar dice que no sabe que pasa entre ellos, ya que ninguno sale con otras personas pero no han dicho nada de manera oficial y cuando Alice pesca una idea es terrible- termino y se despidió dejando todo su amor como siempre.

Apenas colgué regrese a la terraza, Jacob está sentado junto a ella, se ve hermosa con mi playera puesta, sin desearlo me excite, joder, no debo, no con esta chica en particular. Si me acerco a ella no será con ese tipo de interés. Por un tiempo.

La mire mientras Jacob se quitaba la playera y se tiraba al agua, por un momento me sentí celoso de la manera como lo mira, sus ojos se encontraron con los míos, una corriente me invadió completo, enseguida se levanto, se quito la ropa también, juraría que la vi respirar de mi camisa pero fue rápido, no me miro, se tiro de lleno al agua, sin perder tiempo hice lo mismo, nade tan rápido como pude colocándome cerca de donde está. Salió de pronto, casi nos chocamos, no es que me moleste pero no quiero asustarla de nuevo. 

-¿Por qué hacer una piscina en la azotea? – pregunto.

-porque había espacio para ella y por qué de una manera retorcida, la preferimos aquí que allá- señale hacia abajo -las hojas secas dan mucho problema, siempre fastidian las piscinas y luego nos tocaría limpiarla, así que era más practica hacerla acá – explique mientras nadábamos hacia la orilla, sin salir de agua.

-me dijo Alice que tienes una banda o algo así ¿Qué tocas?-

-un poco de todo, hum, rock alternativo, pop, incluso clásicas cuando la ocasión se presta, aunque tendrías que escucharlo, este sábado tocamos en un pub de la ciudad, ¿quieres venir?- pregunte sin esperar más.

-claro, bueno si no te molesta que vayamos todos- dijo señalando a Jasper. 

Mi esperanza amenaza con irse al carajo, creo que sí andan…

-no, claro que no, de hecho me imagino que Alice ya agendo esa salida, hum, ¿Jasper y tu son…?- la voz de Jasper sonó como altavoz en mi cabeza.

-Bella ven cariño, Jacob quiere la reta de volibol acuático, te necesito- Bella miro hacia él sonriendo. 

-vamos, le patearé el trasero a ese amigo tuyo- decía mientras nadaba hacia ellos. 

Apenas llego, Jasper la abrazo, mis dudas mueren lentamente. Parecen estar juntos.

Dos horas después Jacob se rindió, entre Rosalie y Bella le han ganado al menos cinco veces. Se despidió y se marcho. No irá con nosotros esa noche, tiene cosas que hacer pero quedo formal de ir otro día.

-Bella vamos a comer- sugirió Jasper mientras todos salíamos del agua.

-no, no tengo hambre, hum, vayan ustedes, ¿no importa si me quedo?- pregunto, Jasper vacilo sobre dejarla o no.

-no tengo hambre tampoco, me quedo contigo y sirve que me cuentas mas de ti- salte al agua aun con la playera puesta y nade hacia ella, me miro sonriente y nos quedamos ahí platicando.

-tengo diecisiete casi dieciocho, ya termine el bachillerato y estoy por entrar a la escuela de alta cocina, aquí en Londres, pretendo dirigir personalmente los negocios, hum aun no sé que a hare con los demás, estoy considerando dejar que Jasper se ocupe. No hemos decidido donde viviremos, creo que Eleazar esta por comprar una casa por acá, para que no tengamos que rentar aunque creo que ellos tendrán dormitorios en la universidad. La verdad no se qué haré respecto a eso- termino de responde en el orden de mis preguntas- Y ¿tu?-

-pues yo estoy en conservatorio de la universidad ya curse el primer año y me quiero dedicar a la música, mi padre no está del todo contento pero no me dice que no. La banda tiene bastante pegue, al menos en los pub y antros locales, hum, por ahí una persona nos hablo de grabar un disco para promoción estatal pero no sé, hum, la verdad no sé si somos lo suficientemente buenos como para eso. En otras cosas generales te digo, no tengo novia, mis amigos solo son Jake y Seth, tocan conmigo…-

Antes de darme cuenta la noche cayo, encendieron las luces de la terraza antes que oscureciera. Se ve hermosa bajo esa luz, si no tengo cuidado me podría enamorar rápidamente y sigo sin saber si es libre o de Jasper. 

Necesito saber.

miércoles, 14 de agosto de 2013

¿Y MI FINAL FELIZ?


                                                                       Capitulo XXI
                                                         Complicaciones y Peleas
   Edward POV

Camine desarmado a través de la oscuridad, esperaba que el curso de karate al que Jasper y yo asistimos por una semana sirviera de algo. Se oían ruidos distorsionados y en susurro por la sala.

-¿Bella? ¿Alice? – pregunte al darme cuenta de quien pertenecían las voces - ¿Por qué están en la oscuridad?

-Edward… hola – Alice sonó sorprendida – es que no queríamos despertar a nadie.

Acababan de llegar y yo ni siquiera me había dado cuenta que Bella no se encontraba en la casa. Encendí la luz para ver bien toda la escena porque todo el asunto de mi hermana fuera de la casa a altas horas de la noche era nuevo para mí.

Alice me sonrió tranquilamente, esta chica era tan dulce y su sonrisa era muy convincente, si algún día decide estudiar alguna carrera el área de ventas y mercadeo le iría muy bien.

No sé cómo pude estar tan entretenido con algo más que no me había detenido a observar a Bella, estaba… Wow, jamás la había visto de esa forma.

-¿Qué…que, qué? – me sentí estúpido, tartamudee al repetir la misma pregunta pero es que no sabía cómo reaccionar – Bella, que es, que es, que es eh…

No podía hilar una palabra coherente si la veía, estaba hermosa. No porque nunca lo hubiera 
sido, Bella siempre había sido una niña preciosa. Pero ahora, aquí en este lugar me di cuenta que ella ya no era una niña, mi hermana se había convertido en una mujer. En una impactante mujer. Me sentía incómodo, yo Edward Cullen no debería de estar viendo a su hermanita como sabía que la estaba viendo y con testigos por Dios.

Edward es tu hermanita, tu hermanita, tu hermanita, tu hermanita – me repetía – Tanya no tiene razón, ella es una mentirosa. Está equivocada, no le creas. – intentaba respirar lo mejor que podía, pero ver a Bella así, simplemente quitaba el aliento.

– Tú – señale a Alice porque era la única que me ponía atención.

-¿Yo? –pregunto inocente

- ¿Qué es esto? – mire a Bella de reojo. Esta se encontraba jugando con su cabello sin poner atención alguna.

-¿Qué es qué? – me perdí antes que terminara de hablar. Ver a Bella morderse el labio tan seductoramente crispo mi cabeza con un sentimiento extraño. La inocente niñita de trece años que deje antes de irme era ahora una mujer cruelmente sexy.

Me estaba convirtiendo en el pecador número uno del mundo por ver a mi hermana de tal forma pero que podía hacer, su pequeña y bien marcada cintura, sus preciosos y largos brazos desnudos y la forma en que los jeans se ceñían tan perfectamente a su cuerpo intentaban volcar mi conciencia como balas de cañón frente a un muro de tierra. Así de débil 
me sentía.

- ¿Qué dijiste? – trate de serenarme volcando mi atención a Alice, lo que era difícil de hacer.

-Edward –creí oír una voz que me hablaba – oh Edward – el sonido volvía a oírse pero Bella era un poderoso imán y yo un pedazo de acero que estaba cerca. Simplemente no podía quitarle los ojos de encima.

Eso está mal, eso está muy mal. Estas cometiendo un error, Edward eso es incesto – me repetía – deja de verla, por favor deja de verla.

– Edward – la hermosa voz de Bella llego a mis oídos - te extraño – algo mas había en ella ¿estaba ebria?

Camino hacia mí con un paso inseguro pero rápido. No me lo espere cuando ella me abrazo con fuerza, no supe que hacer. Me sentí en shock en el momento en que su cuerpo rozo el mío como si una fuerte descarga eléctrica me hubiera aturdido, me sentía mareado y desorientado. Un millón de sensaciones recorría mi cuerpo, esto era demasiado.

Me asuste ¿Por qué tenía que sentir todo esto con Bella? ¿Cuál era el error por el que estaba pagando? No podía seguir así y aquí, esto solo incrementaba mis dudas las cuales esperaba, no, rogaba que no fueran ciertas.

Si, esto solo era culpa de Tanya y sus falsas palabras, yo solo estaba aturdido por su partida y necesitaba dormir. La falta de sueño me estaba confundiendo.

Eso es Edward, solo necesitas dormir. Ya verás que en la mañana todo será diferente y te reirás de esto – concluí.

Lo que no me imagine, lo que jamás espere fue que Bella levantara su cabeza a unos pocos centímetros de la mía. Sus preciosos ojos chocolate brillaban entre tristes y felices y sus labios de un carmín claro se posaban entreabiertos con una invitación demasiado tentadora. Me pare en seco, no podía más, debía hacer lo correcto. Tenía dos opciones: quedarme y sucumbir o (lo más sensato) huir y así lo hice. Corrí a mi habitación como si mi vida dependiera de eso y de verdad que lo hacía; no sabía lo que me pasaba y quedarme ahí no me ayudaría a averiguarlo.

Eres un desgra… - baje la voz porque me sentí gritar – un desgraciado Edward, ¿Cómo se te ocurre pensar en Bella de esa manera? ¿Cómo se te ocurre siquiera pensar en besarla? 

Bella es tu hermanita por Dios, no puedes, no debes y no tienes que pensar de ella como algo más.

Me vi en el espejo de mi baño cuando mojaba mi cuello para serenarme – esto no va a volver a pasar – me regañe a mí mismo – tu… no vas a volver a ver a tu hermana de esa forma.

Cerré mi habitación con llave temiendo que alguien entrara y me viera así. Tenía que olvidar todo lo sucedido y definitivamente tenía que dormir, mi mente actuaba de formas muy raras cuando no descansaba sus muy necesarias ocho horas.
Mañana seria otro día… hoy ya no quería pensar.

Bella POV

Me dolía la cabeza, mis brazos pesaban como dos bloques de cemento y mi estómago no se encontraba mejor que eso. ¿En qué momento se le ocurrió a mi orgullo aparecerse y aceptar la apuesta de Emmett? Jamás había bebido más que media copa de vino y lo hacía con mis padres presentes.

No me quería levantar de la cama pero el sol me daba directamente a la cara evitando la posibilidad de volverme a dormir. Le dije unas cuantas incoherencias a mi querido amigo el señor sol y me dispuse a levantarme.

¿Seguía con mi ropa? Oh, ahora recordaba los últimos minutos antes de perder la conciencia por completo. Edward nos había encontrado a Alice y a mi llegando a casa pero extrañamente no nos había dicho nada, bueno, la verdad no le puse mucha atención porque me sentía avergonzada.

-Bella, por fin despertaste – grito Alice desde la puerta.

-Si Alice pero no grites – frunció la frente sonriendo y negando con su cabeza.

- Pero si no estoy gritando.

Su cantarina voz ahora era un dolor de cabeza para mí – si lo haces – se acercó con una tasa de café en sus manos y me la entrego.

-Tómalo – sonreía burlonamente – y si estas sufriendo en este momento, déjame decirte que es tu culpa por hacerle caso a Emmett. Ya sabes lo estúpido que puede ser y tú le sigues la corriente – ah, y de remate venía a sermonearme – mal hecho Bella.

-Lo hecho, hecho esta Alice – no estaba de humor para sus regaños – solo… hagamos como si no hubiera pasado.

-Está bien – ladeo la cabeza – llamo Jake invitándonos a La Push esta tarde – grito emocionada.

-Alice – le hable molesta por su desconsideración por mi estado.

-¿Qué? Tú dijiste que actuáramos normal y lo estoy haciendo – puso su cara de inocente – así que – empezó a saltar sobre la cama ¿Iremos?

-Si dejas de hacer eso lo haremos – bajo de esta y salió hacia la puerta.

-Te espero abajo – camino hacia afuera – y Bella…

-¿Qué? – creo que mi mirada no fue la mejor.

-Nada.

Ni mi padre ni mama o Edward se encontraban en casa, todos habían salido. Después del desayuno (a las once de la mañana) Rose y Jasper aparecieron con cara cansada hasta que les dije que teníamos una invitación a la Push la cual aceptaron gustosamente.
A las dos de la tarde Emmett y Alice ya tenían todo listo, solo faltaba avisarles a mis padres por lo que habíamos decidido pasar por el hospital para hacerlo personalmente y de paso invitar a Edward si el trabajo lo dejaba.

-Edward – corrí por el pasillo cuando lo encontré hablando con una enfermera. Nada educado de mi parte pero llevaba cinco minutos buscándolo.

- Bella – me miro sorprendido - ¿Qué... Que haces aquí?

-Vamos a La Push con los chicos y quería saber si quieres ir.

-¿Qué chicos? – me miro serio.

-Emmett, Jasper, Alice, Rose y… Jake – mencione por ultimo intentando suavizar las cosas por si no le gustaba – pero si no puedes lo entiendo.

-Jacob – dijo en susurro y se movió viendo hacia el pasillo – espérame aquí, ya regreso.
¿Había sido un sí o un no?

Me sentía feliz y a la vez preocupada. Edward había aceptado la invitación y ahora viajaba conmigo y con Alice en el asiento trasero. Era la primera vez que todos estaríamos juntos, aunque era extraño que Tanya no viniera con nosotros pero no la encontramos en ningún lado y cuando le preguntamos a Edward el no dijo nada.

-Princesa – grito Jake a la distancia cuando nos vio bajar del auto.

Solo salude con la mano intentando llevar las cosas tranquilas ya que Edward me observaba con una mirada vacía. Tenía que pedirle a Jacob que disminuyera sus muy dedicadas demostraciones de cariño. Quería que él y Edward se llevaran bien y teníamos que ir paso a paso para lograrlo.

-Me alegra que hayan venido – Jake beso mi mejilla porque gire la cabeza evitando un beso en los labios. Como dije, un paso a la vez.

-Edward – saludo Jake. Este simplemente levanto sus cejas en forma de saludo. Algo es algo.

La tarde paso tranquila, los chicos bajaron todo de los autos, jugamos volibol en equipos y asaron salchichas y malvaviscos para comer. Casi un día perfecto si no fuera porque Edward no se involucró en ninguna actividad, el solo veía cada cosa que hacíamos y se excusaba diciendo que tenía que leer un libro de medicina para un caso en el que trabajaba.

-Bella – gritaron las chicas – al agua.

- es tarde – me excuse – y el sol se esconderá dentro de poco.

No seas aguafiestas – Alice tomo de mi camisa y empezó a desabotonarla - además ya traes el traje de baño puesto.

Era verdad, por petición (a fuerza) de Alice me había colocado un bañador azul eléctrico que jamás había visto. Era muy lindo pero de dos piezas y me sentía incomoda usándolo.

-Alice – la mire con suplica – no creo…

-Oh, no Bella – se cruzó de brazos – lo prometiste y lo cumples.

Derrotada empecé a desabrochar mi pantalón, oí unos silbidos a lo lejos. Emmett imitaba a Jim Carrey en la máscara cuando le silbo a Cameron Díaz, Jasper solo sonreía y Jacob aplaudía haciendo gestos con la cara, una total vergüenza, sentía mis mejillas explotar por toda la sangre que las coloreaba. Pero olvidaba a un cuarto integrante de la raza masculina y cuando gire buscando la mirada de Edward este no estaba por ningún lado.

-Fue al auto – me hablo Alice – tal vez quiera nadar con nosotros. Su bañador se encuentra ahí.

-Tal vez – tome de su mano y me deje guiar.

Cada quien tomo su pareja y por un momento me sentí mal por Edward, quizá el actuaba así porque Tanya no estaba. Pobre de él.

-Princesa… - Jacob tomo de mi cintura – te ves hermosísima.

-Gracias – él lo decía pero no me lo creía mucho.

-Vamos – tomo de mi mano y nos dirigimos al lugar donde me beso por primera vez – quería un tiempo contigo… a solas.

-Oh… - fue lo único que salió de mis labios.
Sonrió cálidamente acercándose con decisión - ¿me regalas un beso? – puso su carita de niño.

-¿Qué? – me reí de su actuar.

-Sé que no me has dado un beso porque Edward está aquí y quieres llevar las cosas con calma pero ya no puedo más – tomo de mi cintura – y verte con ese bañador no ayuda mucho.

- yo… lo siento – puse mis manos sobre su cuello – no fue mi intención.

- Pues bésame y te perdono – movió su cabeza como si estuviera enojado.

Me acerque a él lo más que pude ya que su altura no ayudaba a mi propósito y él lo entendió, se inclinó rosando sus labios con los míos y lo que empezó como un suave y tierno beso se fue convirtiendo en un beso necesitado y muy apasionado hasta que se acabo repentinamente.

-¿Qué crees que estás haciendo? – le grito Edward a Jake empujándolo lejos de mí.

-Besando a mi novia, eso es lo que hago – estiro su camisa que anteriormente había sido arrugada por Edward cuando tomo de ella para alejarlo.
Edward resoplo – Nos vamos – tomo de mi mano pero Jacob lo detuvo.

-Si quieres irte hazlo tú, pero Bella se queda.

Los gritos alertaron a los chicos los cuales llegaron segundos después. Yo por mi parte me había quedado muda y no sabía qué hacer. Edward estaba exagerando, era demasiado.

-Bella se va conmigo – bufo – y ni tú ni nadie decide por ella.

- Edward – lo llamo Jasper.

- Ni siquiera tu – le dijo a este – y si quieres seguirte llamando mi amigo no te metas.

Los ojos de Jasper se abrieron de par en par y Alice junto a Rose me miraban preocupadas.

-Amigo, Hombre… tranquilicémonos aquí – hablo Emmett acercándose lentamente a ellos.

- tu… no me dices que hacer – Edward se volteo hacia este – y mejor desaparécete si quieres seguir intacto.

-Edward – le llame hablando por primera vez.

Su mirada era dolida y a la vez flameaba fuego en sus ojos, tenía una postura de ataque y sus puños se encontraban cerrados y rojos por la presión que ponía en ellos.

-Ven conmigo – estiro una de sus manos hacia mí – por favor.

- Ella se queda aquí – le grito Jake -¿Crees que la dejaría irse con un loco como tú?

Solo un pestañear de ojos fue el tiempo que a Edward le tomo para golpear a Jacob en la cara desequilibrándolo – nadie me dice loco y menos un perro como tú.

-Jacob – gritamos Alice, Rose y yo en coro.

-Oh, gracias por apoyarme – sonrió este – gracias a Dios existe gente sensata y con cerebro aquí.

- Eres un imbécil – Edward se acercó buscado darle otro golpe pero Jacob lo esquivo – pelea como hombre y no te corras.

-No lo hago - se burló Jake – solamente no quiero hacer sufrir a Bella.

- ¿Mas? – Ironizo Edward – no te basto con hacerla llorar el día que llegamos del aeropuerto.

-Eso fue tu culpa – grito – si Bella no te tuviera miedo jamás habría derramado una lagrima.

-Jacob cállate – le grite. Sus palabras solamente traerían más problemas.

Y así fue, el ir y venir entre Jacob y Edward al pelearse era constante, estaba aterrada y en un dilema. Edward es mi hermano pero Jake mi novio. Edward había comenzado todo pero Jake no ayudo a terminarlo.

-Bella – me llamaron los chicos pasando sus manos frente a mí – mira – señalaron hacia la playa.

Ambos seguían peleándose y dándose golpes en la cara, pecho y brazos y se adentraban de a poco en el agua. Si seguían haciéndolo intentarían ahogarse entre sí.

Salí corriendo hacia ellos, no tenía la fuerza para detenerlo pero lo intentaría. Solo oi a Alice gritarme antes de entrar al mar siguiéndolos. Entre más avanzaba las olas se hacían más fuertes y los veía menos.

-Edward – grite antes de sentir una ola sobre mí.

-Bella, Bella… abre los ojos – oi la voz de Edward hablarme con preocupación – preciosa, por favor. Por favor abre los ojos. Mírame.

-Bella – oi sollozar a Alice – amiga.

-Bella, Cariño, Bells, Princesa –oía la voz de todos llamarme una y otra vez pero me sentía muy cansada como para responderles y abrir los ojos.

Sentí presión en mi pecho, no me dolió pero si me hizo toser. Me ardían los ojos y la garganta.

-Bella, gracias a Dios –los brazos de Edward rodeaban mi cuerpo – lo siento tanto.

-Edward – le llame, mi voz sonaba ronca y sin fuerza -¿Qué paso?

- Eres una tonta por seguirnos – sonrió – no vuelvas a hacerme esto.

-Hey… sin insultos – intente pegarle pero no tenía fuerzas.

- nos vamos a casa – miro a Jacob – y esta vez ni se te ocurra decir no.

No hubo reclamos por su parte, solo asintió y se hizo a un lado para dejar que Edward me cargara hacia el auto – de verdad, esto no es necesario – le vi – puedo caminar.

-No, no puedes – me acerco más a su cuerpo – por una vez intenta no ser tan terca y hazme caso.

Camino con una sonrisa en sus labios mientras nos acercábamos a mi Beetle – Jasper – lo llamo – conduce tú.

-Aquí están las llaves – Alice se las extendió – yo voy con ustedes, Rose se ira con Emmett.

Vi su rostro, varias partes de este estaban rojas y otras empezaban a colorearse de un morado berenjena. No sabía cuánto más estaba golpeado, solo esperaba no fuera demasiado.

- Esta bien – Edward me acomodo sobre su pecho dentro del asiento trasero. Era tan cómodo estar así con él, el palpitar del corazón de Edward me dieron la calma que buscaba desde hace varios días. Estaba cansada y adolorida, el ronronear del motor, los sonidos del bosque y el suave cantar de su corazón lograron hacerme dormir mientras regresábamos a la casa.

-Preciosa – la mano de Edward rosaba mi mejilla – despierta.

-Mmm… - su toque era cómodo y no quería abrir los ojos

- Lo se cariño, estas cansada pero por favor abre los ojos solo un momento.

Los abrí despacio percatándome que ya no estábamos en el auto, me encontraba en mi habitación y sobre mi cama – tomate esto – extendió unos analgésicos y un vaso con agua.

Me acomode sobre la cama quedando sentada y tome el medicamento, mientras tanto 
Edward me miraba curioso - ¿Me perdonas? – Sus ojos reflejaron tristeza – sé que fui un imbécil al actuar así, no fue correcto. Por favor perdóname.

-Edward yo… - claro que lo perdonaba pero todo esto era tan extraño y no podía hablar.

-Lo entiendo – bajo su cabeza – solo espero algún día lo hagas – se levantó de la cama ya que se encontraba sentado junto a mí, antes de poder dar un paso tome su mano deteniéndolo.

-Te perdono – lo mire a los ojos – eres mi hermano, jamás podría odiarte, te necesito en mi vida.

- Lo sé – sentí dolor en sus palabras. No entendí porque pero parecía que mis palabras no eran suficientes para él.

-¿Qué pasa? – jale de su mano para que se sentara de nuevo junto a mí.

El entendió mi petición y lo hizo – nada preciosa, nada.

Él estaba triste, tal vez habían tenido problemas con Tanya – todo estará bien – lo abrace con fuerza y él me correspondió, estuvimos así por varios minutos, yo no quería soltarlo y al parecer el tampoco.

-¿Edward? – Susurre - ¿confías en mí?

-Siempre preciosa.

- ¿Me dirías si tienes problemas con Tanya? – Suspiro – yo soy tu hermana y espero que todavía tú amiga. ¿Todo está bien entre ustedes?

Me soltó y se sentó viéndome de frente – ella no volverá – me acerque a él tomando su rostro, roce con la yema de mis dedos cada golpe en su cara y toque con cuidado el labio que tenía una cortadura, Edward cerro los ojos y suspiro.

-Ustedes se veían tan felices, eran el uno para el otro – le sonreí pero él solo bajo la mirada – no dejes que un malentendido los separe.

- Ella necesita a alguien mejor que yo - ¿pero que estaba diciendo? – merece ser feliz y conmigo jamás podría serlo de verdad.

-¿Qué dices? – Levante su cabeza – no la conozco demasiado pero sé que ella te ama infinitamente. Sea lo que sea que los haya separado no vale nada, es simplemente basura. No dejes que la basura ahogue tu relación con ella.

- Te equivocas – coloco sus manos sobre las mías – la razón de nuestra ruptura no es nada de lo que tú dices.

Se levantó decidido a irse – solo puedo decirte que es lo más valioso que existe en este mundo y principalmente tu no deberías hablar así.

-¿Por qué?... Habla conmigo – le pedí – si necesitas alguien con quien contar sabes que siempre voy a estar aquí, soy tu hermana y jamás dejare de serlo.

-Lo sé –paso su mano por su cabello – no tienes idea de cuanto lo sé.

Salió de la habitación dejándome sola, aunque no por mucho porque dos cabezas se asomaron por la puerta. Alice y Emmett se veían preocupados.

-Bella ¿estás bien? – ambos preguntaron a coro sentándose a cada lado de la cama.

-Si chaparra, nos diste un gran susto – Emmett despeino mi cabello.

- lo siento, no fue mi intención. Es solo… - me quede callada.

-Es solo que tenías que hacer algo, lo entiendo – Alice tomo mis manos – descansa, mañana vendremos a verte. Has pasado demasiado y necesitas dormir.

-Alice tiene razón Bella. Ver a dos hombres pelearse por ti es mucho por asimilar.

- Emmett, cállate – Alice lo miro molesta.

- Pero ¿Qué dije? – frunció los labios.

Alice lo ignoro – Buenas noches Bella, que descanses – me dio un abrazo de despedida.

-Nochecitas Belli – los grandes brazos de Emmett me rodearon – Suerte con Edward y Jacob.

- Emmett – le grito Alice golpeándole en la cabeza.

-¿Qué? – le pregunte confundida por sus palabras.

-Nada Bella – negó Alice moviendo a los lados la cabeza – no le hagas caso.

-Oh, el amor – dijo Emmett antes de desaparecer por la puerta.

- Ouch – lo oi gritar desde algún lado de la casa. ¿Por qué le abra pegado Alice esta vez?

No entendí ni una sola palabra y por el momento lo único que quería era dormir. Sentí mis ojos cerrarse por lo pesados que estaban.

Mi habitación estaba a oscuras pero antes de caer en un profundo sueño creí oír a Edward tararear una canción para mí.

Hoy había pasado demasiado, tal vez mañana sería mejor.
 
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Perdon si quedo un poco choreto, me cuesta un poco montarlo y hacerle los espacion; bueno en fin cosas de edicion. 

Un capi mas, las queremos...