miércoles, 14 de agosto de 2013

¿Y MI FINAL FELIZ?


                                                                       Capitulo XXI
                                                         Complicaciones y Peleas
   Edward POV

Camine desarmado a través de la oscuridad, esperaba que el curso de karate al que Jasper y yo asistimos por una semana sirviera de algo. Se oían ruidos distorsionados y en susurro por la sala.

-¿Bella? ¿Alice? – pregunte al darme cuenta de quien pertenecían las voces - ¿Por qué están en la oscuridad?

-Edward… hola – Alice sonó sorprendida – es que no queríamos despertar a nadie.

Acababan de llegar y yo ni siquiera me había dado cuenta que Bella no se encontraba en la casa. Encendí la luz para ver bien toda la escena porque todo el asunto de mi hermana fuera de la casa a altas horas de la noche era nuevo para mí.

Alice me sonrió tranquilamente, esta chica era tan dulce y su sonrisa era muy convincente, si algún día decide estudiar alguna carrera el área de ventas y mercadeo le iría muy bien.

No sé cómo pude estar tan entretenido con algo más que no me había detenido a observar a Bella, estaba… Wow, jamás la había visto de esa forma.

-¿Qué…que, qué? – me sentí estúpido, tartamudee al repetir la misma pregunta pero es que no sabía cómo reaccionar – Bella, que es, que es, que es eh…

No podía hilar una palabra coherente si la veía, estaba hermosa. No porque nunca lo hubiera 
sido, Bella siempre había sido una niña preciosa. Pero ahora, aquí en este lugar me di cuenta que ella ya no era una niña, mi hermana se había convertido en una mujer. En una impactante mujer. Me sentía incómodo, yo Edward Cullen no debería de estar viendo a su hermanita como sabía que la estaba viendo y con testigos por Dios.

Edward es tu hermanita, tu hermanita, tu hermanita, tu hermanita – me repetía – Tanya no tiene razón, ella es una mentirosa. Está equivocada, no le creas. – intentaba respirar lo mejor que podía, pero ver a Bella así, simplemente quitaba el aliento.

– Tú – señale a Alice porque era la única que me ponía atención.

-¿Yo? –pregunto inocente

- ¿Qué es esto? – mire a Bella de reojo. Esta se encontraba jugando con su cabello sin poner atención alguna.

-¿Qué es qué? – me perdí antes que terminara de hablar. Ver a Bella morderse el labio tan seductoramente crispo mi cabeza con un sentimiento extraño. La inocente niñita de trece años que deje antes de irme era ahora una mujer cruelmente sexy.

Me estaba convirtiendo en el pecador número uno del mundo por ver a mi hermana de tal forma pero que podía hacer, su pequeña y bien marcada cintura, sus preciosos y largos brazos desnudos y la forma en que los jeans se ceñían tan perfectamente a su cuerpo intentaban volcar mi conciencia como balas de cañón frente a un muro de tierra. Así de débil 
me sentía.

- ¿Qué dijiste? – trate de serenarme volcando mi atención a Alice, lo que era difícil de hacer.

-Edward –creí oír una voz que me hablaba – oh Edward – el sonido volvía a oírse pero Bella era un poderoso imán y yo un pedazo de acero que estaba cerca. Simplemente no podía quitarle los ojos de encima.

Eso está mal, eso está muy mal. Estas cometiendo un error, Edward eso es incesto – me repetía – deja de verla, por favor deja de verla.

– Edward – la hermosa voz de Bella llego a mis oídos - te extraño – algo mas había en ella ¿estaba ebria?

Camino hacia mí con un paso inseguro pero rápido. No me lo espere cuando ella me abrazo con fuerza, no supe que hacer. Me sentí en shock en el momento en que su cuerpo rozo el mío como si una fuerte descarga eléctrica me hubiera aturdido, me sentía mareado y desorientado. Un millón de sensaciones recorría mi cuerpo, esto era demasiado.

Me asuste ¿Por qué tenía que sentir todo esto con Bella? ¿Cuál era el error por el que estaba pagando? No podía seguir así y aquí, esto solo incrementaba mis dudas las cuales esperaba, no, rogaba que no fueran ciertas.

Si, esto solo era culpa de Tanya y sus falsas palabras, yo solo estaba aturdido por su partida y necesitaba dormir. La falta de sueño me estaba confundiendo.

Eso es Edward, solo necesitas dormir. Ya verás que en la mañana todo será diferente y te reirás de esto – concluí.

Lo que no me imagine, lo que jamás espere fue que Bella levantara su cabeza a unos pocos centímetros de la mía. Sus preciosos ojos chocolate brillaban entre tristes y felices y sus labios de un carmín claro se posaban entreabiertos con una invitación demasiado tentadora. Me pare en seco, no podía más, debía hacer lo correcto. Tenía dos opciones: quedarme y sucumbir o (lo más sensato) huir y así lo hice. Corrí a mi habitación como si mi vida dependiera de eso y de verdad que lo hacía; no sabía lo que me pasaba y quedarme ahí no me ayudaría a averiguarlo.

Eres un desgra… - baje la voz porque me sentí gritar – un desgraciado Edward, ¿Cómo se te ocurre pensar en Bella de esa manera? ¿Cómo se te ocurre siquiera pensar en besarla? 

Bella es tu hermanita por Dios, no puedes, no debes y no tienes que pensar de ella como algo más.

Me vi en el espejo de mi baño cuando mojaba mi cuello para serenarme – esto no va a volver a pasar – me regañe a mí mismo – tu… no vas a volver a ver a tu hermana de esa forma.

Cerré mi habitación con llave temiendo que alguien entrara y me viera así. Tenía que olvidar todo lo sucedido y definitivamente tenía que dormir, mi mente actuaba de formas muy raras cuando no descansaba sus muy necesarias ocho horas.
Mañana seria otro día… hoy ya no quería pensar.

Bella POV

Me dolía la cabeza, mis brazos pesaban como dos bloques de cemento y mi estómago no se encontraba mejor que eso. ¿En qué momento se le ocurrió a mi orgullo aparecerse y aceptar la apuesta de Emmett? Jamás había bebido más que media copa de vino y lo hacía con mis padres presentes.

No me quería levantar de la cama pero el sol me daba directamente a la cara evitando la posibilidad de volverme a dormir. Le dije unas cuantas incoherencias a mi querido amigo el señor sol y me dispuse a levantarme.

¿Seguía con mi ropa? Oh, ahora recordaba los últimos minutos antes de perder la conciencia por completo. Edward nos había encontrado a Alice y a mi llegando a casa pero extrañamente no nos había dicho nada, bueno, la verdad no le puse mucha atención porque me sentía avergonzada.

-Bella, por fin despertaste – grito Alice desde la puerta.

-Si Alice pero no grites – frunció la frente sonriendo y negando con su cabeza.

- Pero si no estoy gritando.

Su cantarina voz ahora era un dolor de cabeza para mí – si lo haces – se acercó con una tasa de café en sus manos y me la entrego.

-Tómalo – sonreía burlonamente – y si estas sufriendo en este momento, déjame decirte que es tu culpa por hacerle caso a Emmett. Ya sabes lo estúpido que puede ser y tú le sigues la corriente – ah, y de remate venía a sermonearme – mal hecho Bella.

-Lo hecho, hecho esta Alice – no estaba de humor para sus regaños – solo… hagamos como si no hubiera pasado.

-Está bien – ladeo la cabeza – llamo Jake invitándonos a La Push esta tarde – grito emocionada.

-Alice – le hable molesta por su desconsideración por mi estado.

-¿Qué? Tú dijiste que actuáramos normal y lo estoy haciendo – puso su cara de inocente – así que – empezó a saltar sobre la cama ¿Iremos?

-Si dejas de hacer eso lo haremos – bajo de esta y salió hacia la puerta.

-Te espero abajo – camino hacia afuera – y Bella…

-¿Qué? – creo que mi mirada no fue la mejor.

-Nada.

Ni mi padre ni mama o Edward se encontraban en casa, todos habían salido. Después del desayuno (a las once de la mañana) Rose y Jasper aparecieron con cara cansada hasta que les dije que teníamos una invitación a la Push la cual aceptaron gustosamente.
A las dos de la tarde Emmett y Alice ya tenían todo listo, solo faltaba avisarles a mis padres por lo que habíamos decidido pasar por el hospital para hacerlo personalmente y de paso invitar a Edward si el trabajo lo dejaba.

-Edward – corrí por el pasillo cuando lo encontré hablando con una enfermera. Nada educado de mi parte pero llevaba cinco minutos buscándolo.

- Bella – me miro sorprendido - ¿Qué... Que haces aquí?

-Vamos a La Push con los chicos y quería saber si quieres ir.

-¿Qué chicos? – me miro serio.

-Emmett, Jasper, Alice, Rose y… Jake – mencione por ultimo intentando suavizar las cosas por si no le gustaba – pero si no puedes lo entiendo.

-Jacob – dijo en susurro y se movió viendo hacia el pasillo – espérame aquí, ya regreso.
¿Había sido un sí o un no?

Me sentía feliz y a la vez preocupada. Edward había aceptado la invitación y ahora viajaba conmigo y con Alice en el asiento trasero. Era la primera vez que todos estaríamos juntos, aunque era extraño que Tanya no viniera con nosotros pero no la encontramos en ningún lado y cuando le preguntamos a Edward el no dijo nada.

-Princesa – grito Jake a la distancia cuando nos vio bajar del auto.

Solo salude con la mano intentando llevar las cosas tranquilas ya que Edward me observaba con una mirada vacía. Tenía que pedirle a Jacob que disminuyera sus muy dedicadas demostraciones de cariño. Quería que él y Edward se llevaran bien y teníamos que ir paso a paso para lograrlo.

-Me alegra que hayan venido – Jake beso mi mejilla porque gire la cabeza evitando un beso en los labios. Como dije, un paso a la vez.

-Edward – saludo Jake. Este simplemente levanto sus cejas en forma de saludo. Algo es algo.

La tarde paso tranquila, los chicos bajaron todo de los autos, jugamos volibol en equipos y asaron salchichas y malvaviscos para comer. Casi un día perfecto si no fuera porque Edward no se involucró en ninguna actividad, el solo veía cada cosa que hacíamos y se excusaba diciendo que tenía que leer un libro de medicina para un caso en el que trabajaba.

-Bella – gritaron las chicas – al agua.

- es tarde – me excuse – y el sol se esconderá dentro de poco.

No seas aguafiestas – Alice tomo de mi camisa y empezó a desabotonarla - además ya traes el traje de baño puesto.

Era verdad, por petición (a fuerza) de Alice me había colocado un bañador azul eléctrico que jamás había visto. Era muy lindo pero de dos piezas y me sentía incomoda usándolo.

-Alice – la mire con suplica – no creo…

-Oh, no Bella – se cruzó de brazos – lo prometiste y lo cumples.

Derrotada empecé a desabrochar mi pantalón, oí unos silbidos a lo lejos. Emmett imitaba a Jim Carrey en la máscara cuando le silbo a Cameron Díaz, Jasper solo sonreía y Jacob aplaudía haciendo gestos con la cara, una total vergüenza, sentía mis mejillas explotar por toda la sangre que las coloreaba. Pero olvidaba a un cuarto integrante de la raza masculina y cuando gire buscando la mirada de Edward este no estaba por ningún lado.

-Fue al auto – me hablo Alice – tal vez quiera nadar con nosotros. Su bañador se encuentra ahí.

-Tal vez – tome de su mano y me deje guiar.

Cada quien tomo su pareja y por un momento me sentí mal por Edward, quizá el actuaba así porque Tanya no estaba. Pobre de él.

-Princesa… - Jacob tomo de mi cintura – te ves hermosísima.

-Gracias – él lo decía pero no me lo creía mucho.

-Vamos – tomo de mi mano y nos dirigimos al lugar donde me beso por primera vez – quería un tiempo contigo… a solas.

-Oh… - fue lo único que salió de mis labios.
Sonrió cálidamente acercándose con decisión - ¿me regalas un beso? – puso su carita de niño.

-¿Qué? – me reí de su actuar.

-Sé que no me has dado un beso porque Edward está aquí y quieres llevar las cosas con calma pero ya no puedo más – tomo de mi cintura – y verte con ese bañador no ayuda mucho.

- yo… lo siento – puse mis manos sobre su cuello – no fue mi intención.

- Pues bésame y te perdono – movió su cabeza como si estuviera enojado.

Me acerque a él lo más que pude ya que su altura no ayudaba a mi propósito y él lo entendió, se inclinó rosando sus labios con los míos y lo que empezó como un suave y tierno beso se fue convirtiendo en un beso necesitado y muy apasionado hasta que se acabo repentinamente.

-¿Qué crees que estás haciendo? – le grito Edward a Jake empujándolo lejos de mí.

-Besando a mi novia, eso es lo que hago – estiro su camisa que anteriormente había sido arrugada por Edward cuando tomo de ella para alejarlo.
Edward resoplo – Nos vamos – tomo de mi mano pero Jacob lo detuvo.

-Si quieres irte hazlo tú, pero Bella se queda.

Los gritos alertaron a los chicos los cuales llegaron segundos después. Yo por mi parte me había quedado muda y no sabía qué hacer. Edward estaba exagerando, era demasiado.

-Bella se va conmigo – bufo – y ni tú ni nadie decide por ella.

- Edward – lo llamo Jasper.

- Ni siquiera tu – le dijo a este – y si quieres seguirte llamando mi amigo no te metas.

Los ojos de Jasper se abrieron de par en par y Alice junto a Rose me miraban preocupadas.

-Amigo, Hombre… tranquilicémonos aquí – hablo Emmett acercándose lentamente a ellos.

- tu… no me dices que hacer – Edward se volteo hacia este – y mejor desaparécete si quieres seguir intacto.

-Edward – le llame hablando por primera vez.

Su mirada era dolida y a la vez flameaba fuego en sus ojos, tenía una postura de ataque y sus puños se encontraban cerrados y rojos por la presión que ponía en ellos.

-Ven conmigo – estiro una de sus manos hacia mí – por favor.

- Ella se queda aquí – le grito Jake -¿Crees que la dejaría irse con un loco como tú?

Solo un pestañear de ojos fue el tiempo que a Edward le tomo para golpear a Jacob en la cara desequilibrándolo – nadie me dice loco y menos un perro como tú.

-Jacob – gritamos Alice, Rose y yo en coro.

-Oh, gracias por apoyarme – sonrió este – gracias a Dios existe gente sensata y con cerebro aquí.

- Eres un imbécil – Edward se acercó buscado darle otro golpe pero Jacob lo esquivo – pelea como hombre y no te corras.

-No lo hago - se burló Jake – solamente no quiero hacer sufrir a Bella.

- ¿Mas? – Ironizo Edward – no te basto con hacerla llorar el día que llegamos del aeropuerto.

-Eso fue tu culpa – grito – si Bella no te tuviera miedo jamás habría derramado una lagrima.

-Jacob cállate – le grite. Sus palabras solamente traerían más problemas.

Y así fue, el ir y venir entre Jacob y Edward al pelearse era constante, estaba aterrada y en un dilema. Edward es mi hermano pero Jake mi novio. Edward había comenzado todo pero Jake no ayudo a terminarlo.

-Bella – me llamaron los chicos pasando sus manos frente a mí – mira – señalaron hacia la playa.

Ambos seguían peleándose y dándose golpes en la cara, pecho y brazos y se adentraban de a poco en el agua. Si seguían haciéndolo intentarían ahogarse entre sí.

Salí corriendo hacia ellos, no tenía la fuerza para detenerlo pero lo intentaría. Solo oi a Alice gritarme antes de entrar al mar siguiéndolos. Entre más avanzaba las olas se hacían más fuertes y los veía menos.

-Edward – grite antes de sentir una ola sobre mí.

-Bella, Bella… abre los ojos – oi la voz de Edward hablarme con preocupación – preciosa, por favor. Por favor abre los ojos. Mírame.

-Bella – oi sollozar a Alice – amiga.

-Bella, Cariño, Bells, Princesa –oía la voz de todos llamarme una y otra vez pero me sentía muy cansada como para responderles y abrir los ojos.

Sentí presión en mi pecho, no me dolió pero si me hizo toser. Me ardían los ojos y la garganta.

-Bella, gracias a Dios –los brazos de Edward rodeaban mi cuerpo – lo siento tanto.

-Edward – le llame, mi voz sonaba ronca y sin fuerza -¿Qué paso?

- Eres una tonta por seguirnos – sonrió – no vuelvas a hacerme esto.

-Hey… sin insultos – intente pegarle pero no tenía fuerzas.

- nos vamos a casa – miro a Jacob – y esta vez ni se te ocurra decir no.

No hubo reclamos por su parte, solo asintió y se hizo a un lado para dejar que Edward me cargara hacia el auto – de verdad, esto no es necesario – le vi – puedo caminar.

-No, no puedes – me acerco más a su cuerpo – por una vez intenta no ser tan terca y hazme caso.

Camino con una sonrisa en sus labios mientras nos acercábamos a mi Beetle – Jasper – lo llamo – conduce tú.

-Aquí están las llaves – Alice se las extendió – yo voy con ustedes, Rose se ira con Emmett.

Vi su rostro, varias partes de este estaban rojas y otras empezaban a colorearse de un morado berenjena. No sabía cuánto más estaba golpeado, solo esperaba no fuera demasiado.

- Esta bien – Edward me acomodo sobre su pecho dentro del asiento trasero. Era tan cómodo estar así con él, el palpitar del corazón de Edward me dieron la calma que buscaba desde hace varios días. Estaba cansada y adolorida, el ronronear del motor, los sonidos del bosque y el suave cantar de su corazón lograron hacerme dormir mientras regresábamos a la casa.

-Preciosa – la mano de Edward rosaba mi mejilla – despierta.

-Mmm… - su toque era cómodo y no quería abrir los ojos

- Lo se cariño, estas cansada pero por favor abre los ojos solo un momento.

Los abrí despacio percatándome que ya no estábamos en el auto, me encontraba en mi habitación y sobre mi cama – tomate esto – extendió unos analgésicos y un vaso con agua.

Me acomode sobre la cama quedando sentada y tome el medicamento, mientras tanto 
Edward me miraba curioso - ¿Me perdonas? – Sus ojos reflejaron tristeza – sé que fui un imbécil al actuar así, no fue correcto. Por favor perdóname.

-Edward yo… - claro que lo perdonaba pero todo esto era tan extraño y no podía hablar.

-Lo entiendo – bajo su cabeza – solo espero algún día lo hagas – se levantó de la cama ya que se encontraba sentado junto a mí, antes de poder dar un paso tome su mano deteniéndolo.

-Te perdono – lo mire a los ojos – eres mi hermano, jamás podría odiarte, te necesito en mi vida.

- Lo sé – sentí dolor en sus palabras. No entendí porque pero parecía que mis palabras no eran suficientes para él.

-¿Qué pasa? – jale de su mano para que se sentara de nuevo junto a mí.

El entendió mi petición y lo hizo – nada preciosa, nada.

Él estaba triste, tal vez habían tenido problemas con Tanya – todo estará bien – lo abrace con fuerza y él me correspondió, estuvimos así por varios minutos, yo no quería soltarlo y al parecer el tampoco.

-¿Edward? – Susurre - ¿confías en mí?

-Siempre preciosa.

- ¿Me dirías si tienes problemas con Tanya? – Suspiro – yo soy tu hermana y espero que todavía tú amiga. ¿Todo está bien entre ustedes?

Me soltó y se sentó viéndome de frente – ella no volverá – me acerque a él tomando su rostro, roce con la yema de mis dedos cada golpe en su cara y toque con cuidado el labio que tenía una cortadura, Edward cerro los ojos y suspiro.

-Ustedes se veían tan felices, eran el uno para el otro – le sonreí pero él solo bajo la mirada – no dejes que un malentendido los separe.

- Ella necesita a alguien mejor que yo - ¿pero que estaba diciendo? – merece ser feliz y conmigo jamás podría serlo de verdad.

-¿Qué dices? – Levante su cabeza – no la conozco demasiado pero sé que ella te ama infinitamente. Sea lo que sea que los haya separado no vale nada, es simplemente basura. No dejes que la basura ahogue tu relación con ella.

- Te equivocas – coloco sus manos sobre las mías – la razón de nuestra ruptura no es nada de lo que tú dices.

Se levantó decidido a irse – solo puedo decirte que es lo más valioso que existe en este mundo y principalmente tu no deberías hablar así.

-¿Por qué?... Habla conmigo – le pedí – si necesitas alguien con quien contar sabes que siempre voy a estar aquí, soy tu hermana y jamás dejare de serlo.

-Lo sé –paso su mano por su cabello – no tienes idea de cuanto lo sé.

Salió de la habitación dejándome sola, aunque no por mucho porque dos cabezas se asomaron por la puerta. Alice y Emmett se veían preocupados.

-Bella ¿estás bien? – ambos preguntaron a coro sentándose a cada lado de la cama.

-Si chaparra, nos diste un gran susto – Emmett despeino mi cabello.

- lo siento, no fue mi intención. Es solo… - me quede callada.

-Es solo que tenías que hacer algo, lo entiendo – Alice tomo mis manos – descansa, mañana vendremos a verte. Has pasado demasiado y necesitas dormir.

-Alice tiene razón Bella. Ver a dos hombres pelearse por ti es mucho por asimilar.

- Emmett, cállate – Alice lo miro molesta.

- Pero ¿Qué dije? – frunció los labios.

Alice lo ignoro – Buenas noches Bella, que descanses – me dio un abrazo de despedida.

-Nochecitas Belli – los grandes brazos de Emmett me rodearon – Suerte con Edward y Jacob.

- Emmett – le grito Alice golpeándole en la cabeza.

-¿Qué? – le pregunte confundida por sus palabras.

-Nada Bella – negó Alice moviendo a los lados la cabeza – no le hagas caso.

-Oh, el amor – dijo Emmett antes de desaparecer por la puerta.

- Ouch – lo oi gritar desde algún lado de la casa. ¿Por qué le abra pegado Alice esta vez?

No entendí ni una sola palabra y por el momento lo único que quería era dormir. Sentí mis ojos cerrarse por lo pesados que estaban.

Mi habitación estaba a oscuras pero antes de caer en un profundo sueño creí oír a Edward tararear una canción para mí.

Hoy había pasado demasiado, tal vez mañana sería mejor.
 
0o0o0o0o0o0o0o 0o0o0o0o0 0o0o0o0o0o0o0o

Perdon si quedo un poco choreto, me cuesta un poco montarlo y hacerle los espacion; bueno en fin cosas de edicion. 

Un capi mas, las queremos... 

4 comentarios:

  1. ohhhh pobre edward, la situacion es complicada. Actualicen pronto por favorrrrrrrrrr se les echa de menos ;)

    ResponderEliminar
  2. Hola es Alejandra!!! Me encantan tus historias aun no tengo mi favorita es imposible todas son muy buenas!!! Tengo una pregunta cuantos años tiene bella y cuantos tiene edward? Por favor publiquen pronto me muero por leer el próximo capitulo!!!

    Cariños

    ResponderEliminar
  3. Hola, esta historia no es mía, te recomiendo que leas el principio, ahi seguro aclaras tus dudas sobre los personajes, las publicaiones serán cada viernes de esta historia.

    ResponderEliminar
  4. Genial ,me encanto y valla si que está confundido Edward ,un completo conflicto....Gracias linda ,sigue asi...

    ResponderEliminar