lunes, 14 de enero de 2013

La Bestia del Castillo


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24.- La búsqueda 

Edward pov 

Cabalgamos toda la noche hasta Forks. Apenas entramos Jake se acerco. 

-reúne a todos los hombre que puedas, Aro Masen tiene a mi hijo Charlie- dije sin bajar aun del caballo. 

Se quedo quieto y serio mientras mis palabras cobraban sentido. Él aunque fue invitado a la fiesta no asistió ya que estaría en una diligencia de la que parecía estar llegando. 

-¿y Bella como esta?- pregunto mientras me bajaba de mi caballo. 

Mi siempre fiel caballo, había sobrevivido de milagro al maratónico viaje cuando nacieron mis hijos, ahora espero que sobreviva a esto. Ya no es joven. Pero mi dependencia a ese animal es tan grande que aun no me decido por usar otro. 

-¿Cómo supones? Además… está embarazada de nuevo- dije. 

-¿no es muy pronto?- pregunto. 

-sí, lo es- dije mirándolo. 

Me miro antes de asentir, se giro, grito un par de instrucciones y quince minutos después un grupo de hombres similar al que llevará yo, se unió, ahora somos cerca de 25 hombres sin contarnos a Jasper, Emmet, Jacob y yo. 

-¿A dónde iremos?- pregunto. 

-al bosque, al centro del bosque- respondí. 

Me miro serio. 

Ese lugar es peligroso sin importar cuanta gente lleves. Dejamos a los caballos y de las armaduras conservamos las partes bajas, los escudos fueron remplazados por cuerdas, ganchos, arcos y flechas. 

-señor yo soy hierbero, puedo curar cualquier tipo de mordedura de serpiente y ponzoña de alacrán y arañas, además de heridas causadas por animales- dijo un hombre de la edad de mi padre, o la edad que tendría ahora. 

-bien, Jake dale media armadura y que venga- dije. 

Sabiendo que solo caminando llegaríamos nos dispusimos a seguir, el sol está ahora sobre nuestras cabezas. Que rápido se me va el tiempo, no me di cuenta. 

-Edward, no creo que debamos ir todos juntos, déjame rodear a caballo y atravesarlo por el otro lado, así no se nos escapa- dijo Emmet. 

-si Emmet ataca por el norte, déjame ir por el este- dijo Jasper. 

-bien, si vamos a rodear al maldito, me iré por la oeste- dijo Jacob 

-en marcha, mi hijo no vivirá mucho tiempo a menos que lleguemos para asegurarnos- dije. 

Y solo cuando salieron las palabras de mi boca, la furia regreso con más ganas, esa furia que no me ha abandonado a lo largo del camino pero que pareció darme tregua mientras pensaba en mi esposa. 

Y recordé la angustia en su mirada mientras me pedía traerla, está sufriendo de nuevo por un maldito bastardo y a este le ira peor porque se ha metido con mi hijo y porque mi mujer no soportará en su estado otro dolor causado por alguna perdida. 

Estoy seguro que si perdemos a Charlie… mi esposa morirá. Y eso no lo soportare. 

Cabalgamos hasta los límites del bosque, de ahí en más caminamos. Con las cuerdas amarradas a las cinturas para no perdernos, por grupos de cuatro hombres llegamos a la parte marcada como peligrosa. 

Podía ver las diferentes medidas de prevención que Charlie Swan había puesto para que la gente del pueblo supiera que no era conveniente atravesar o llegar más allá. 

Mientras caminábamos encontré a Jasper, estaba seguro que Emmet no estaría muy lejos y esperaba que Jacob estuviera bien. 

-mira Edward- dijo Jasper señalando el árbol más cercano a nuestra posición. 

Un árbol enorme, lleno de raíces grandes y de las cuales varias sobresalían del suelo. Me acerque hasta distinguir las letras en él grabadas. 

“Veces que Bella me ha salvado solo este año: 256. 

Hermanita algún día la vida te recompensara por todo lo que has sacrificado, por mi y nuestro padre. Te amo mi Bellis, solo la muerte me podría arrancar de tu lado, no debes temer que encuentre una mujer que me separe de ti por que no habrá una sola a la que yo pueda amar más de lo que te amo a ti, tuyo siempre, tu héroe.” 

Vaya recompensa le está dando la puta vida, primero un esposo animal como yo, después la muerte de su padre y hermano, un parto más que difícil, el embarazo inoportuno de nuestro tercer hijo, yo con mis pendejadas de nuevo y para rematar… Charlie en las manos de un loco. 

Y más abajo se leía más débilmente. 

“Veces que Mike me ha salvado en toda mi vida: ya perdí la cuenta. 

Tonto, ni la muerte nos separara, te amo mi héroe incomprendido. Ojala el hombre que me toque de esposo sea la mínima parte de lo que tú eres, nunca pienses que lo que he hecho por ustedes ha sido sacrificio. Ustedes son mi vida, tuya siempre, tu damisela” 

Me quede ahí, con una prueba más de mi esposa no es precisamente prudente, ya que esos árboles estaban dentro de la zona peligrosa. Y con la certeza de que como pensé al principio, los Swan eran unidos, muy unidos. 

-mira, aquí hay otro- dijo Jasper rodeando el árbol. 

“Cantidad de besos que Bella me deja robarle por mes: 5 ¿Conseguiré más?, ¿Me dejaras robarte más Bella?” 

Fruncí el ceño, eso no me agrada. Del mismo lado más abajo se leía: 

“Golpes que le he dado a Jacob por besar a mi hermana: 15 por mes ¿podré darle más? Si, seguramente por la manera como mi hermanita lo mira… si”. 

Vaya, mi cuñado le solapaba el asunto. 

“Días que mis hijos trabajaran tiempo de más por venir a esta parte del bosque: 365. 

Días que Jacob dormirá en el establo por besar a mi hija: 365. 

Días que esperare para que la pida en matrimonio: no los suficientes. 



Ya están advertidos, ustedes tres vagos, si me entero que regresaron a esta parte, Jake y Mike los moleré a palos y a ti Bella te casare con la bestia del castillo. Decretado por Charlie Swan, 1578” 



Vaya, al parece ser mi esposa es un castigo. Eso me hizo sonreír, hasta que escuche a uno de los hombres gritar. Miremos en esa dirección y un oso negro estaba de frente a nosotros. 

-nadie se mueva hasta que yo lo diga, Emir, muévete con tu grupo lentamente hacia atrás, no provoquemos al animal - hable fuerte sin gritar. 

Mientras menos bajas tuviéramos sería mejor. Por desgracia, el oso no está por cooperar, se lanzo hacía nosotros y Jasper con su puntería de siempre lo atravesó con una lanza antes de que llegara. 

-al regresar, quítenle la piel. Mi esposa se merece un abrigo- dije mientras otro de los hombres se aseguraba que estuviera muerto. 

-señor, se escucha unos rugidos de…- 

Y antes de que terminara de hablar, tuvimos un grupo de felinos en los arboles. La lucha por nuestras vidas empezó. De alguna manera logramos juntarnos en el centro, ahí donde se dejara a James. 

Pero no hay nada. 

-Jasper cuenta a los heridos y dime cuantas bajar tuvimos- dije mientras algunos de los hombres hacían fogatas enormes usando las ramas bajas de los árboles para mantener alejados a los animales. 

Está oscureciendo y será más peligroso. 

-Edward, no encuentro a Emmet por ningún lado, sus hombres dicen que se quedo atrás cubriéndolos- dijo Jasper un momento después. 

-Jake, toma algo de fuego y arma dos grupos de búsqueda- ordene cuando estuvimos todo reunidos. 

Algo está mal, yo tengo un ejército intentando entrar al bosque y nos ha costado mucho trabajo, un hombre con un bebe no habría pasado del primer tramo. 

-tenemos siente heridos, dos muertos y los otros están solo cansados. Algunos asustados- dijo Jasper. 

-formemos tres grupos, yo tomare uno, Jake toma el otro, Jasper quédate aquí con el restante, si no regresamos en dos horas… continua la búsqueda de mi hijo y asegúrate que regrese con Bella, no regresen por mi- dije. 

-no te dejare atrás- 

-¡¡¡No te estoy preguntando, es una orden y más te vale cumplirla!!!- grite haciendo que mi voz resonara en el bosque. 

Por respuesta tuvimos rugidos, aúllos, gritos, graznidos y demás sonidos que juntos fueron escalofriantes. Vi a varios de mis hombres acercarse más al centro del círculo. 

-en marcha- dije. 

Apenas había llegado a donde la luz de la última fogata se perdía cuando escuche a Emmet. Me gire hacía donde el sonido provenía. 

-¡¡¡Jasper, trae al curandero!!!- grite. 

Mi amigo apenas se mantenía en pie. Corrimos hacía él. Al verme, se dejo caer. 

-Emmet ¿Qué te paso?- pregunte mientras colocaba su cabeza en mis brazos. 

-lo encontré, el bastardo está escondido, no encontré al niño... pero sé donde puede estar- 

-¿donde Emmet?- pregunte temiendo que perdiera la conciencia antes de decirme. 

-divise una cabaña casi en el linde noreste, del otro lado, Rufus te podrá decir donde, él la vio primero- y dicho eso se perdió. 

-revísalo- dije mientras otros hombres nos rodeaban con fuego para evitar que nos atacaran los animales. 

En la oscuridad del bosque divisábamos el rojo de los ojos, algunos destellos verdes, otro naranja y amarillo. No sabemos que son pero sabemos que nosotros representábamos un festín. 

-movámoslo, para estas más seguros- dijo Paul. 

Lo montamos en una cama improvisada hecha de ramas y mantas. 

-iré al extremo, si Aro está muerto, mi hijo estará solo, si no lo está, mi hijo estará en peligro- dije. 

-iremos contigo- dijo Jacob. 

- Edgar cura a Emmet y encárgate de que llegue a Forks, lleva a los herido y al grupo que estaba conmigo, si es necesario y es posible esperen a que sea de día -indique -localízame a Rufus, ojalá se acuerde hacía donde vio la cabaña- 

-Edward, Rufus fue uno de los hombres que murieron en el ataque de los felinos- dijo Jasper. 

Mis esperanzas de encontrar a Charlie pronto, se fueron volando. Pero no así me determinación. 

-entonces razón de más para movernos, iremos en línea recta hacía el noreste y rogaremos tener la dirección correcta- dije mientras tomaba mi espada, la de Emmet, un arco y varias flechas, así como una lanza larga y otra corta. 

Mis hombres cargaron tanto como pudieron, nos separamos ahí. Mi amigo necesita atención, no puede esperar. Y yo no puedo esperar para encontrar a mi hijo. 

Caminamos con antorchas encendidas, pero la suerte parece no estar de nuestro lado, apenas tres horas han pasado con ningún apoyo más que la débil luz de ella y el sentido de orientación de Jacob quien dijo conocer bien el bosque, cuando la lluvia nos sorprendió. Las antorchas se apagaron. 

-reúnanse- grite mientras desenfundábamos las espadas y otros preparaban los arcos. 

-no veo nada Edward- escuche a Jacob. 

-solo quedémonos juntos- indique. 

La desesperación está haciéndose imposible de soportar. El tiempo sigue pasando. No estoy seguro de que espero, ahí en la oscuridad, a mitad de la nada, pero sé que espero algo. 

-¡¡¡Edward!!!- escuche no muy lejos. 

Mire hacía el camino por donde veníamos o eso es lo que me pareció y vi a Jasper salir de entre los arboles con otras antorchas encendidas y varios hombres, casi la mitad de los que habíamos dejado. 

-por acá- grito Humberto. 

-¿Qué haces aquí?- pregunte cuando su grupo se reunió con el nuestro. 

-pensé que necesitarías esto, las prendimos con aceite que tenía el curandero- dijo entregándome una antorcha encendida. 

-te matare por desobedecerme- dije serio. 

Pero en realidad estoy más que agradecido, habría sido imposible seguir a oscuras. 

-pues tendrás que hacer fila, Emmet despertó y dice que me matará por dejarte solo- dijo encogiéndose de hombros. 

-a él también lo matare por imbécil, quedarse solo atrás… ¿te dijo que hizo con Aro?- 

-solo logro herirlo, pero mientras peleaban, un oso los ataco, Aro escapo y Emmet… bueno, ya viste que logro sobrevivir- 

-¿un oso? ¿Él solo?- pregunte. 

-sí, él solo- dijo Jasper asintiendo. 

-bueno señoritas, si ya acabaron de ponerse guapas, muevan el culo, mi hijo espera- dije cuando al movernos Jake, Jasper y yo, algunos hombres no lo hicieron. 

-señor… no podemos- dijo uno de ellos. 

-¿a qué te…?- calle al ver que se hundían. 

-lánzale una cuerda- pedí mientras hacía un nudo en la que yo traía. 

Se la arroje al que estaba más cerca, con ayuda de otro de mis hombres logramos sacarlo. 

La operación se repitió con los otros dos, pero cuando quisimos sacar al cuarto, un felino salto encima de él haciendo que ambos se hundieran. 

-¡¡¡carajo Jacob!!! ¡¡¡¿Por qué no me advertiste de las arenas movedizas?!!!- grite más que enfadado. 

Peter tiene familia, un hijo de catorce años y una niña de doce. Maldita sea. 

-porque no deberíamos estar en esta parte. No estamos yendo en línea, estamos dando la vuelta. La cabaña debe estar hacía allá, hacía los pantanales- dijo Jacob apuntado hacia atrás y a la derecha. 

Quise gritarle de nuevo pero, ya es complicado llegar de día, de noche es casi imposible. Pero seguiré intentando. 

-Jacob, mi hijo tiene más 24 horas lejos de su madre, no sé si comió, si está sucio, herido o tal vez para ahora muerto. Solo quiero llegar a donde puede él estar y quitarme la maldita duda. No te equivoques de nuevo- dije entre dientes después de tomar al hombre por la camisa y acercarlo tanto que su respiración y la mía se confundieron. 

La desesperación se está haciendo furia de nuevo. Este miedo que me embarga me hace seguir. En este momento nada me parece imposible, nada está más allá de mi control. Yo soy la bestia del castillo negro y esta bestia está desesperada por no saber de su hijo. 

-vamos por este lado- dijo el hombre caminando hacía donde apuntara antes. 

-tomen las cuerdas y amárrense de tres en tres, iremos un grupo detrás del otro, las antorchas en los extremos, arqueros en medio y espadas adentro, movámonos rápido y tan silenciosamente como se pueda- pedí. 

Desquitarme con mis hombres no me hará sentir mejor. Es a Aro a quien quiero. 

Jasper pov 

Puedo ver cuán furioso esta Edward, la manera como se para, por como aprieta la mandíbula y le ceño arrugado, el tono en su voz. En este momento ni un oso le hará competencia. Y lo entiendo. Su hijo está en peligro, la bestia ha regresado con más fuerza tras meses de no ver luz del día. 

Nunca me intimido cuando sus arranques llegaban, pero ahora… viéndolo así, me da miedo. Por primera vez me da miedo. 

-estamos cerca de donde se supone Emmet vio la cabaña, pero… en este lado solo hay…- Jacob fue interrumpido cuando el primer grupo de hombres cayo por una especie de barranco. 

-¡¡¿están bien allá abajo?!!- pregunto Edward. 

-sí señor, pero Fabio no se mueve, creo que se golpeo contra las rocas- grito uno de los hombres. 

-¡¡¿Qué carajo es esto?!!- se volteo mi primo hacía Jacob. 

-una trampa para animales, si esto está aquí, quiere decir que estamos cerca, así es como el tipejo ese pudo vivir en los lindes del bosque y no ser atacado por las bestias- dijo el hombre. 

-¿Por qué Emmet no las vio?- pregunte. 

-porque no paso por acá, cuando nos desviamos debimos tomar la otra ruta, esta es la parte más peligrosa del bosque, Emmet debió pasar por el otro lado- explico de nuevo. 

-¿cómo seguimos?- pregunto Edward 

-nos tocara bajar y subir, debe tener unos dos o tres metros de profundidad y quizá dos de ancho. Espera, déjame revisar el terreno, quizá no sea completa y encuentre un paso por aquí- dijo Jacob. 

Tomo a su grupo y camino hacia un lado. 

-iré por el otro- dije mientras me movía tres pasos para el otro lado. 

-no tengo tiempo para esperar- dijo mi insensato primo soltándose de la cuerda y dejándose resbalar hacia abajo. 

-¡¡¡hay estacas señor, no baje!!!- grito Baltasar, uno de los hombres que habían caído. 

-¡¡¡Edward, imbécil de mierda espérate!!!- grite mientras intentaba seguirlo. 

Por suerte no me solté. Logre alcanzarlo y tomarlo de los hombros antes que terminará como brocheta. Su pecho quedo a escasos centímetros de una vara filosa. 

-¡¡¡eres un maldito pendejo!!! ¡¡¡Te matare cuando esto acabe!!! ¡¡¡¿Cómo te lanzas así imbécil?!!! ¡¡¡¿Pretendes qué Bella me mate cuando le diga que no te cuide?!!! ¡¡¡Pensaste en la mujer que te espera, en los hijos que tienes y en el que viene en camino!!! ¡¡¡Piensa pendejo, antes de lanzarte así, no conocemos esto lugares, no seas estúpido!!!- grite fuera de control cuando los hombres lograron subirnos de nuevo. 

-¿ya acabaste? Porque mi hijo sigue del otro lado- dijo sin inmutarse. 

-¡¡¡eres un…!!!- 

-si me insultas de nuevo te parto el culo- dijo serio. 

Me quede callado porque a como Él esta es capaz de hacerme mierda en un ratito. Suspire y asentí. 

-podemos seguir por este lado, encontré un paso estrecho, tendremos que pasar de a un hombre por vez y lo mejor será soltarnos. Sacaremos a los hombres por el otro lado- dijo Jacob quien había llegado segundos antes que saliéramos del hueco. 

-Bien hagamos eso- dijo enfilándose a donde Jacob indicara. 

Para cuando el último hombre cruzo, el sol estaba saliendo. 

Pude mirar con la claridad del día que Edward esta mucho peor que al salir. Esta aterrado. Y eso en él es peligroso, muy peligroso. 

Sin el temor de las bestias acechándonos caminamos más rápido, nos dispersamos y buscamos de esa manera. Media hora después un grito proveniente de Horacio nos indico que ya habían encontrado la cabaña. Cuando llegue, la escena que vi frente a mi es horrible. 

Aro, herido de gravedad, al pie de un árbol sostiene una cuerda. En el extremo de ella, pende una canasta, atorada en una de las ramas altas. Todos quietos, el llanto de una criatura nos tiene así. En la canasta esta Charlie. Y la canasta da hacia un cerco donde tres panteras rondan y rugen sin parar. 

-un hijo por un hijo…- dijo Aro. 

Dicho eso, soltó la cuerda. 

-¡¡¡¡¡¡¡No!!!!!!!!-


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¿les gusto niñas?
!!!!!COMENTEN!!!!

4 comentarios:

  1. Simple y llanamente Morire...no puedo esperar al próximo capi...demasiado bueno..demasiado...
    cariños Dark

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  2. rayos linda como nos dejas asi ,esperaré ansiosa...

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  3. Me encanto,me encanto,largo como me gustan,emocionante y con suma necesidad de leer el próximo,PRONTO NO TE HAGAS DE ROGAR!!!!!!,besos Emma Emmav

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  4. Hay Dios! yo leo como mil historias a la misma vez! No puedo esperar! Me muero!
    Espero que Charlie, NO!¡
    Se te Quiere Mucho! Nana... ;)

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