domingo, 25 de noviembre de 2012

La Bestia del Castillo


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

20.- Una noche de pasión 


Bella pov 

-deberíamos ir por los niños, Jasper y Alice querrán tener la noche para ellos y Tornado no es nada fácil de dormir- dije mientras me abrazaba Edward. 

Por insistencia de mi amiga deje que se lo llevaran a la torre donde viva con su ahora esposo. 

-estarán bien, además es bueno que los niños se queden con otras personas además de nosotros, Emmet juro y perjuro que podrían con Huracán - respondió. 

-no sé, nunca han dormido separados, ¿Qué tal si se extrañan tanto que no duermen?- pregunte de nuevo tratando de mantener el hilo de mis palabras. 

-estarán bien- dijo de nuevo pero esta vez recorrió con un dedo mi costado. 

-no puedo pensar en nada que sirva de pretexto si no dejas de tocarme así- me queje cuando su dedo llego a mi intimidad. 

Apenas me rozaba pero yo sentía cada centímetro de su piel en la mía. Me toco despacio, entro despacio mientras yo abría mis piernas presa del placer que sé viene a continuación. 

-¿Qué quieres Bella?- pregunto dejando su dedo en la entrada y sin moverse ni un milímetro más 

-que me hagas tuya- respondí. 

-¿y cómo lo quieres?- pregunto rozando solo una vez mi botón. 

-no me hagas esto… solo tómame… no me hagas esperar- pedí, suplique tan mojada que soy consciente de cómo escurre. 

-no… hoy tendrás que pedirlo… cada cosa que quieras- susurro metiendo y sacando su dedo solo una vez. 

-eres perverso, malvado y me encanta- dije mientras entendía por donde iba el asunto. 

Esta tomando venganza de mí por hacer que se corriera mientras lo chupaba la noche anterior y no le deje tocarme mientras lo montaba, llevándolo hasta la locura. Aun cuando me suplico y pude ver como se desesperaba cada que me acariciaba los senos sin dejar de moverme sobre él. 

-¿entonces… que hago?- pregunto sonriendo. 

A la luz del fuego en nuestra habitación pude ver la sonrisa perversa y de lado que me pone a temblar. 

-hum… - dude en pedirlo en voz alta pero… es mi esposo, ¿Cuánta pena puedo tener con él? - mételo despacio, sácalo de nuevo y repite- pedí mientras con mi mano jalaba un poco más la suya. 

Lo hizo, lento primero y muy suave. 

-mete otro y muévete más rápido- pedí cuando empecé a sentir la tensión en mi vientre. 

De nuevo hizo lo que pedí. 

-mas rápido… tócame- pedí mientras colocaba su otra mano sobre mi seno derecho. 

Lo hizo, metió y saca sus dedos con una velocidad hecha para hacerme gritar, con su otra mano apretó, acaricio y pellizco. 

-bésame aquí- pedí mientras se colocaba sobre mi cubriendo con sus labios mi otro seno. 

Me aferre a sus brazos mientras me sentía llegar al paraíso. 

-entra… entra por favor y hazme tuya- pedí cuando sentí el primer orgasmo solo con sus dedos. 

-todo menos eso - susurro sin dejar de chupar. 

Para cuando mis gritos se hicieron mayores solo sus dedos hacían su magia sobre mí, estaba incorporado mirándome retorcer. Con una mano me apretaba los senos y con la otra seguía enloqueciéndome. 

-por favor, entra, te lo suplico no aguanto… Quiero… por favor…- suplique de nuevo. 

Por su mirada supe que está muriendo por hacerlo, sus labios entreabiertos y temblando, la mirada de lujuria, todo su cuerpo en tensión me lo dice, pero no se movió, decidí jugar sucio también. 

Tome su miembro duro y mojado entre mis dedos. 

Sin saber cómo me moví o se movió, puse su punta en mi boca, lo chupe sin delicadeza, con ganas de enloquecerlo… y lo hice, en poco tiempo lo sentí tensarse mucho más. Sus movimientos se hicieron salvajes en mi cuerpo, los míos se hicieron erráticos sobre su miembro. 

Apenas me estremecí una vez me dejo sobre la cama y se acomodo sobre mí. Entro de una sola embestida, grite más de placer que de otra cosa, me tomo de la cintura y se movió con muchas… muchas ganas, me tuvo gritando y suplicando que no se detenga. 

Pero lo hizo. 

De la nada se detuvo. Lo mire sin saber que está mal y la sonrisa diabólica regreso. Esta torturándome. Y lo sabe. 

-¿Qué mas hago?- pregunto apenas con algo de aliento. 

-baja sin dejar de besarme…- pedí mirándolo. 

Este juego empieza a gustarme y mucho. 

Bajo besando mi cuello, siguió por el espacio entre mis senos, no sin antes morderlos apenas lo suficiente para hacerme quejar, recorrió la piel de mi vientre despacio, mordió al llegar a mi botón, su lengua es caliente, suave y enloquecedora. 

La pasó una vez, luego otra y otra después, lento, como si no existiera nada más que mi cuerpo, chupo y mordió de nuevo y empezó de nuevo. Me abrí más para él, para que me haga mucho mas, para que me haga todo lo que se le ocurra. 

-mete tus dedos- pedí -sin dejar de hacer lo que estás haciendo- agregue cuando su boca se separo de mi. 

-eres perversa y vas a matarme- dijo entre mordisco, metida y chupada. 

-tu quisiste jugar… tu pusiste las reglas… si no te gustan… siempre puedes entrar y hacerme feliz- replique cuando me acorde de cómo hablar. 

-¿y perderme esto?... Yo creo que no- 

-cállate y sigue- logre pedir antes de gemir. 

Aumento el movimiento, las fuerza y por último la rapidez haciéndome llegar en la mitad del tiempo. Apenas soy consciente de otra cosa que no sea su boca haciéndome gritar. Sus dedos se mueven rápidos y lentos, siguiendo así hasta que me libere. 

-¿y ahora?- pregunto con la voz cargada. 

-ahora es mi turno- dije levantándome no sin temblar un poco más. 

Lo empuje lentamente hasta dejarlo con la espalda pegada al cabeza de la cama. Su mirada es de total excitación, así como la firmeza de su miembro. Camine apoyada en mis manos y rodillas hasta llegar a donde él esta. 

No pregunte que quiere porque eso es más que claro. 

-¿lo harás hoy? - pregunto mirándome. 

-¿urgencia esposo?- 

-mucha esposa- 

Sonreí por su respuesta, con lentitud acerque mi boca a la suya, me atrapo rápido, llevando sus manos a mi espalda y jalándome por completo hacía él. Me dejó encima de su cuerpo, a horcadas y con su miembro justo donde lo quiero. 

-muévete- pidió separándose de mí. 

Lo hice, me moví despacio, apenas friccionando nuestros cuerpos, puedo sentir como la chispa crece hasta convertirse en fuego. 

-más rápido- susurro conteniéndose de tomarme y moverme a su gusto. 

De nuevo hice lo que me pidió, aumente la velocidad solo un poco más. 

-más Bella, mas… estas acabando conmigo con esta lentitud…- 

-entonces hazlo tu- dije llevando mis manos a mis senos y acariciándolos solo para él, provocándolo a seguir mi ritmo. 

Y tal como lo pensé, quito mis manos colocando las suyas. Apretándome, masajeándome, lamiéndolos con ganas y succionando con más todavía. 

Me hizo gritar mucho antes de haber llegado. Me mantuvo así mientras aumentando el movimiento lo volví loco, lo cual es justo considerando como me tiene. Por fin después de unos minutos tomo el control de mi cuerpo. 

Y llegamos juntos, satisfechos con lo que el otro nos da. 

-me haces feliz amor- dijo contra la piel de mi hombro. 

-me haces feliz también, gracias por todo lo que me has dado- dije mirándolo. 

-no te he dado más que dolor y sufrimiento. Eres tu quien me ha dado todo, me diste dos hijos hermosos, una familia, amor, me trajiste de nuevo a la vida, no soy más la bestia que aterroriza a mi gente, gracias a ti soy un hombre de nuevo- dijo. 

Y con cada palabra una lágrima cayó. Su confesión me hace feliz y aun así dude en creerlo todo. 

-¿me dejas tomarte otra vez?- pregunto cuando mis manos lo acariciaron en el torso. 

-si… pensé que tendría que pedirlo- dije. 

-caramba, de saber que esa posibilidad existía, te habría dejado sufrir un poco más- 

-cállate… eres despreciable, me desnudas, te metes entre mis piernas, me haces gritar, temblar, gemir, suplicar, pedirte más y todavía me toca rogar... Cullen te juro que estas ganándote una semana en la otra habitación- dije casi indignada. 

Yo con el deseo en la superficie y él con sus bromas. 

-¿entonces ahora soy malo?- pregunto mientras me dejaba bajo su cuerpo con un tono de juego perverso y sexual 

-muy malo Sr. Cullen- respondí siguiéndole, así me gusta jugar 

-¿y qué me hará al respecto Sra. Cullen?- ataco una vez más mientras sus labios se apoderaban de mi pezón duro y deseoso de sus caricias. 

-nada Sr. Cullen, no hare nada… ni siquiera pienso tocarlo- dije alejando mis manos. 

-ah eso facilita todo- dijo tomando las cintas de mi vestido. 

Acto seguido me amarro al cabezal de la cama. Y me deje por que a cada segundo que pasa me gusta mucho más este nuevo juego. 

-señor Cullen… ¿Qué hará conmigo?- pregunte cuando amarro delicadamente mis pies. 

-todo lo que se me ocurra Señora Cullen- 

-¿lo prometes?- casi jadee al sentir sus dedos en mi pierna por la parte de adentro, muy cerca de mi centro. 

-lo juro por mi honor señora… le hare todo y mucho más- 

Y lo hizo. 

Por horas me tuvo gritando, pidiendo más, suplicando por más. Me corrí en su mano, su boca y con su miembro en mi. 

Se corrió de verme llegar, de escucharme gritar mientras me chupaba, de sentirme mojada, gritando y completamente loca de placer. 

Por fin me soltó apenas un par de horas después de que el sol estuviera en lo alto y solo porque el ruido de los hombres entrenando no me dejo gritar como él quiere. 

-escucho a nuestros desastres llorar, será mejor que… salgamos- dijo cuando el llanto de nuestros hijos inundo el pasillo. 

Fue una noche maravillosa, la mejor de nuestro matrimonio. Y por sus palabras supe que no será la última.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


4 comentarios:

  1. Muy bueno quiero uno mas largo

    ResponderEliminar
  2. fantastico ,fue una marathon ,me encanta,,,Gracias nena ...

    ResponderEliminar
  3. Absolutamente genial!!!!!!!!!!!!!!!!!!!,como siempre,besos Emma

    ResponderEliminar