lunes, 17 de septiembre de 2012

La Bestia Castillo



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14.- Edward la Bestia 


Edward pov 


Un golpe en la puerta me despertó. 

Con mucho cuidado de no despertar a Bella quien aun duerme en mis brazos me levante, dejándola sobre la almohada. La mire antes de abrir, se ve hermosa a la luz de la vela, dormida y embarazada, estoy seguro que en poco tiempo nacerá la criatura porque de otra manera no puede ser. Mi pequeña esposa carga un vientre enorme. 

-¿Qué pasa?- pregunte al encontrar a Emmet y Rose en la puerta. 

-lo encontramos, encontramos al maldito de James. Esta escondido en un pueblo del sur. Nuestros hombres lo están rodeando, pensé que querrías saber- aseguro mi amigo. 

-no solo quiero saber, quiero ponerle las manos encima- 

-Lo supuse. Vamos, Alice también se quedará con Bella, si partimos ahora, para la noche de mañana estamos de regreso- dijo Jasper de la mano con Alice. 

Emmet lo miro seriamente pero considerando que él mismo trae a Rose de la mano no dijo más. Jasper lo miro de la misma manera. 

-¿alguna vez pedirán a las muchachas o seguirán mirándose raro entre ustedes? -pregunte mirando a los cuatro. 

-bueno es que no hemos tenido tiempo…- dijo Emmet 

-es que no ha habido oportunidad…- se justifico Jasper 

Al mismo tiempo y casi a coro. 

-lo que pasa es que Jasper tiene miedo que Emmet lo masacre a golpes por pretenderme- dijo Alice separándose del rubio. 

-y Emmet tiene miedo que Jasper lo atraviese con la espada por andar conmigo- dijo Rose soltándose de Emmet. 

-vamos Rose, cuando ese par por fin usen la valentía que tienen para enfrentar adversarios, en pedir nuestras mano, les hablaremos de nuevo- dijo Alice molesta entrando con la rubia a la habitación. 

Me quede con dos magníficos guerreros en toda la palabra con la vista al suelo como niños atrapados en una travesura. 

-no tengo tiempo para sus brutalidades justo ahora, tengo un perro que matar pero en cuanto regresemos arreglaremos esto, no estarán con esas mujeres hasta que no hagan las peticiones formales- dije serio. 

-si Edward- fue la respuesta de ambos. 

Entre de nuevo bese a mi esposa y después de encomendarla a sus mejores amigas partí. 

En el patio interior están los hombres esperandome. Nadie hace más ruido del necesario. 

-¿hay alguien que prefiera no ir?- pregunte más que sarcástico, molesto, cuando los escuche murmurar el nombre de mi esposa y lo tarde que es para salir. 

-no señor, no piense eso, es solo que sabemos que la señora está en la segunda recamara de la torre y no queremos hacer ruido para evitar que se despierte, así no se preocupa por vernos listos para salir y no se altera- dijo Garrett. 

Me quede un momento con la boca abierta, la cerré tratando de aparentar normalidad. 

-señor, hemos pensado que si la señora tiene un varón podría ponerle su nombre o el de su suegro, para honrarlo, aunque claro eso es decisión de la señora y suya- dijo uno. 

-aunque si tiene una niña, el nombre de Isabella es muy hermoso y seguramente la niña lo será tanto como su madre. Aunque no es asunto mío- dijo otro bajando la mirada. 

-señor ¿cree que podamos ver a la señora pronto?- pregunto uno de los más jóvenes. 

-señor, Divina esta lista para tener jinete de nuevo y estoy seguro que la Señora apreciara salir de paseo en ella- apunto otro. 

-no seas bruto, la señora no puede ni caminar ahora - exclamo un cuarto hombre. 

-no dije que ahora animal, cuando este mejor. Extraño verla pasear por el patio- dijo de nuevo. 

Y ante ese comentario otros más se sumaron. Mis hombres extrañan ver a mi esposa caminar por el lugar. Yo también lo hago pero la veo todo el día. 

-el señor no tiene tiempo para sus preguntas y comentarios ahora, salgamos en silencio, estamos listos- dijo Emmet antes que yo pudiera responder. 

Ante mí tengo a toda una partida de guerreros despiadados en el combate, mostrando ternura ante mi esposa y la criatura que viene en camino. No porque sea mi hijo o mi esposa, sino porque ella ha logrado enamorar a todos en el castillo. No solo a mí. 

Partimos antes de la media noche. Cabalgamos hasta ver el amanecer. Nos detuvimos para darles a los caballos un par de horas de descanso. Apenas paso el tiempo montamos de nuevo. Pase cerca de Forks. Otro grupo de hombres dirigidos por Jacob, quien ahora se encarga de estas tierras cuando Garrett no esta, se unió a nosotros. 

-¿está seguro que se encuentra ahí?- pregunto Jacob. 

-sí, mis informantes son todo menos ineficaces, si ellos dicen que James está ahí, entonces es verdad- respondió Garrett. 

-bien, ya tenemos un plan de ataque, apeguémonos a él y recuerden que este asunto es cuestión de Edward y nada más de él- dijo Jasper sabiendo cuantas ganas tengo de tenerlo en mis manos. 

Para medio día mis hombres habían sacado a James y estábamos de regreso en Forks. En una de las mazmorras del castillo, que es mucho más pequeño que el mío, lo encerraron. 

-sé que tienes más que ganas de matarlo pero recuerda que no eres un asesino, nunca lo has sido y no debes empezar ahora. Toma tu venganza sin usar la espada- dijo Jasper quitándomela antes de entrar a donde lo tenían. 

-hare algo mejor que eso- dije entrando y cerrando detrás de mí. 

Jacob pov 

Apenas cerro detrás de sí, en todo el lugar se escucharon los gritos, unos por parte de Edward preguntando. 

-¿Por qué lo hiciste?- 

Otros de suplica por parte de James 

-“no me mate señor… me arrepiento” 

Y de nuevo Edward gritando a todo pulmón. 

-“no me es suficiente, cada lagrima que mi esposa derramo por su familia, la que tu mataste, no se quedará así, no se quedará sin castigo”- 

Los gritos de uno y otro, las suplicas de ese maldito bastardo cobarde y las respuestas de la Bestia. Me estremecí de escucharlo gritar y ver como clamaba venganza por la familia que solo vio por unos días y el inmenso amor que sin pena o reserva alguna declara por Bella. 

La puerta se abrió de pronto. Mostrando a un Edward sin camisa y con las manos ensangrentadas, la expresión asesina en el rostro, arrastrando por el pie a un James molido, acabado, prácticamente desfigurado, pero aun vivo. 

-llévalo al patio y reúne a los hombres- dijo mientras Emmet le entregaba una manta para que se limpiara. 

La expresión no ha abandonado su rostro. Es imponente. Nada queda de humanidad en él. Entre Jasper y yo llevamos al maldito a donde nos indicará. Garrett reunió a todos los hombres, tanto los que vinieran con Edward como los propios de Forks. 

-¡¡¡Este hombre, si puede decírsele así, mato a los Swan, a Charlie y Mike…!!! ¡¡¡Pero no solo eso, por sus acciones puso a mi esposa, lady Isabella, al borde de la muerte junto con nuestro hijo!!! ¡¡¡Este bastardo quito la vida de su señor, este peñajo no debe vivir más de lo que ya ha hecho, por lo que… lo dejo en sus manos!!! ¡¡¡Es todo suyo!!!- grito a viva voz Edward en medio del circulo que se formo. 

Con la cucaracha rastrera tirado junto a él. El primero en acercarse fue Jasper, después de patearlo dos veces se retiro no sin antes escupirlo. Emmet siguió. No fue nada considerado. Poco a poco y de a uno en uno fueron pasando. 

-¡¡¡mátenlo!!!- grito uno. 

-¡¡¡que pague por lo que hizo!!!- grito otro. 

-¡¡¡la señora sufre por su culpa!!!- grito un tercero. 

Y antes de saber quien se movió primero, si mi gente o la de ellos se abalanzaron sobre el traidor. En esa bola de golpes, insultos y vociferaciones sobre cuanto lo odiaban por asesino y por lo que causo en la señora del castillo poco a poco fueron alejándose. 

Por increíble que parezca el animal sigue vivo. Apenas, pero vivo. 

-¡¡¡déjame atravesarlo Edward….!!! ¡¡¡Déjame acabar con él!!!- grito Emmet mientras sus hombres lo detenían. 

-no, matarlo sería demasiado fácil, no ha sufrido lo suficiente, no ha pagado el dolor de mi esposa, no estoy satisfecho… no me parece suficiente. Llévenlo al bosque, al centro del bosque - dijo mientras los presentes hacían silencio. 

-señor, esa zona está llena de animales salvajes, oso, lobos y otras bestias… el Señor Charlie no nos dejaba entrar al bosque… es mortal…- 

- justo por eso - dijo antes de darse la vuelta completa mirándonos a todos - nadie en mi clan, en mis tierras, en mis dominios se atreverá jamás a hacerle daño a mi esposa o mi furia no verá fin hasta verle muerto ¿Queda claro para todos?- pregunto sin gritar pero con esa mirada que seguramente el mismo demonio tiene. 

-si señor- dijo a coro sus hombres. 

-¿y ustedes?- pregunto cuando la gente de Forks dudo en contestar. 

-claro como el agua señor- dije por primera vez. 

Y conmigo la gente de Forks, donde Bella siempre fue amada. 

Sé que sus palabras no son dichas por decir, porque por primera vez entendí que ese hombre frente a mi es la bestia a la que todos temen y supe que mi Bella estará bien. Que él se encargara de que así sea. 

-Por Lady Isabella- dijo uno. 

Y esta vez todos los presentes corearon su nombre mientras llevábamos al tipejo a donde se nos indicará. Tardamos media tarde en dejarlo bajo un árbol. A nadie le importo la suerte que correría. Aunque estuvimos a nada de morir en el intento. 

-mañana manda una partida de hombres, solo para asegurarse que no queda nada, no se acerquen, no quiero que se pongan en peligro. Creo que Garrett no será necesario aquí después de todo. Te quedarás a cargo, mandare más hombres para reforzar las fronteras y espero que en cuanto mi hijo nazca vayas, a Bella le dará gusto verte de nuevo y porque quiero saber cómo queda el asunto de los comercios. Confió en que harás un trabajo excelente- término de decirme mientras comíamos en el salón más grande, festejando la venganza. 

-Edward… debemos regresar al castillo… Bella esta en trabajo de parto - anuncio Jasper acercándose a donde estábamos. 

-prepara a los hombre y alcánzame, Emmet nos vamos- dijo mientras corría hacía la salida que lleva a las caballerizas- ¡¡¡¿Qué esperas Jacob?!!! ¡¡¡¿Una invitación con florecitas?!!!- grito antes de salir del edificio. 

Apenas nos subimos a los caballos Emmet, Jasper, Garrett y cinco hombres más nos dimos a la tarea de alcanzarlo. El hombre voló con todo y montura. Los demás nos alcanzarían en el camino o eso intentaría. Cabalgamos sin descanso alguno hasta el castillo donde Bella esta. No hubo un minuto en que Edward se detuviera, el caballo del señor parecía entender la urgencia de su amo pues no bajo el nivel ni la velocidad en ningún momento. 

-Edward por fin llegas tu esposa…- 

Un grito proveniente de la segunda ventana grande de la torre interrumpió al hombre rubio. Todos se encogieron ante eso, todos menos él. Quien aun sin desmontar se lanzo con todo y caballo al interior del castillo mientras su armadura volaba por los aires. 

Nadie lo vio de nuevo, solo el caballo regreso unos minutos después y sin más colapso en la entrada. 

No se levanto.

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5 comentarios:

  1. rayos y ahora que paso .....Gracias nena....Besos...

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  2. no se qué pasó con el comentario que hice, pera acá voy de nuevo. Espero que James de una maldita vez muera, Edward una completa bestia, pero me encantó su reacción, espero que Bella y el bebé estén bien
    cariños.

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  3. GENIAL GENIAL GENIALLLLLLL!!!!!!!!!!!!!!!!!,espero con ansias el próximo cap.,besos Emma

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  4. Al fin James tiene lo que se merece... que se muera!!! Besitos nenas ;)

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  5. Que buen capitulo brujis!! aunque para no perder tu costumbre veo que seguis de la mano de tu fiel compañero de escritura "el suspenso"...
    Espero que actualices pronto brujis!! Te quiero mucho...

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