Capitulo XII
Emociones
-Bella – grito Alice bajando del coche de Emmett.
Habíamos quedado en reunirnos esa mañana en mi casa porque ahí se encontraban todas las cosas que llevaríamos. Mientras los señores Swan hablaban con mis padres una danzarina Alice y un Emmett perezoso se me acercaban.
-Hola chicos.
- Hola – hablaron a coro. Alice feliz, Emmett aburrido.
-¿Todo está bien Emmett? – le pregunte ya que veía hacia el piso.
-No crees que un viaje a la Push a las nueve de la mañana de un sábado es demasiado temprano – me miro desanimado – más si una hormiga te levanta dos horas antes.
- Es la única manera que estés listo a tiempo – se justificó Alice.
- ¿Era necesario? – le pregunte a esta mientras veía a Emmett dar un gran bostezo.
- Tú no sabes Bella, ni yo que soy mujer y amante de la perfección me tardo tanto como lo hace Emmett. Es todo una Diva.
Sonreí levemente.
-No es así Alice, simplemente tanta Belleza debe ser atendida cuidadosamente – se auto alagaba.
-Si tú lo dices – se giró ella en dirección a la casa – Bella, vamos por las cosas.
No nos tardamos mucho en subir todo al auto de Emmett, como era el más grande todo fue a caer en su cajuela; menos la comida, Alice temió que no habría nada una vez que llegáramos a la playa.
Emmett iba solo en su auto, mis padres y los suyos se fueron en el carro de papa, mientras que Alice y yo nos dirigíamos en mi Beetle.
Teníamos el estéreo casi a todo volumen mientras cantábamos el Coro de Undisclosed Desires de Muse
I want to reconcile the violence in your heart
I want to recognise your beauty's not just a mask
I want to exorcise the demons from your past
I want to satisfy the undisclosed desires in your heart
-Me encanta esta canción
- A mi igual – le dije mientras seguíamos cantando.
Todo el camino fue entretenido, éramos las últimas en la caravana en la que íbamos, cosa que nos relajaba aún más porque no éramos observadas en nuestra locura musical.
.
-Bella – grito Jake levantando las manos para darnos su ubicación mientras Alice y yo nos bajábamos del auto.
Se acercó a nosotras rápidamente. Me sentía incomoda pero lo deje pasar porque un abrazo de Jake en ese momento se robó toda mi atención.
Mi corazón empezó a latir rápidamente mientras lo sentía con sus brazos rodeados sobre mí. Todas mis dudas fueron confirmadas por los ojos de Alice viendo la escena. Jacob me gustaba y mucho.
Mis padres junto a Charlie y Renne se acercaron a nosotros. Jake soltó su abrazo, lo que me entristeció.
-Hola – saludo mi padre – así que tú eres el nuevo amigo de mi hija.
-Sí, así es.
- Bueno, me alegro que finalmente se lleven bien – nos vio a ambos
-¿Qué? – pregunte
- Hija, no porque no diga nada significa que no vea las cosas – se acercó junto a mí – pero sabes que confió en ti y tus decisiones.
-Gracias papa – dije avergonzada ya que teníamos público.
- ¿Es que nadie piensa ayudarme? – oímos a Emmett gritar desde su coche mientras bajaba las sombrillas de playa.
- Vamos antes de que gruña más – Alice tomo de mi mano – tú también – agarro a Jake de la otra.
Cuando llegamos al vehículo Emmett hablaba por lo bajo, estaba molesto, se notaba. No le dijimos nada a petición de Alice.
Era un buen día, el sol iluminaba la arena dándonos la posibilidad de usar ropa ligera. Eran las once de la mañana cuando terminamos de arreglar todo.
Alice, un Emmett más alegre, Jacob y yo caminábamos por la orilla apreciando el paisaje. Ellos hablaban sobre lo imponente que se veía el acantilado pero yo seguía pensando en Jake, en la calidez de sus manos, en la suavidad de su abrazo, en las maravillosas horas que pasábamos platicando. ¿Sentiría todavía algo por mí? ¿Sería demasiado tarde?
Sentí su mirada, pero no podía levantar mi rostro del suelo, prefería ver una ramita que estaba incrustada en la arena antes que verlo a los ojos y descubrir que no sentía nada por mí. Era la primera vez que me gustaba alguien y no quería salir herida, prefería una amistad por siempre antes que un corazón roto.
Gire buscando a Alice pero esta ya no se encontraba junto a nosotros y Emmett tampoco.
-Están con tus padres preparando el almuerzo – respondió Jake al verme buscar con la mirada.
-Oh… bueno – los vi a lo lejos – iré a ayudarles.
-Bella – Jake tomo de mi mano deteniéndome – espera.
Mire nuestras manos unidas, quería seguir así pero Jake posiblemente malentendió mi mirada porque me soltó.
-Ve – me dijo con su voz apagada.
- ¿Qué pasa? – Agacho su cabeza – Hey… Jake ¿Qué pasa?
Me acerque lentamente a él tomándole su mano, el repitió lo que había hecho yo anteriormente observando fijamente nuestras manos unidas. Por un segundo imagine que su mirada tenía el mismo significado que la mia, pero lo deseche intentando no hacerme falsas ilusiones.
-Ya no puedo – dijo para él.
Soltó mi agarre y empezó a caminar en círculos en donde nos encontrábamos, yo lo veía preocupada, ¿Qué le pasaba? Pateaba la arena, apretaba sus manos y se tocaba continuamente la cara como si quisiera serenarse de esa forma.
-Bella, necesito decirte algo – se acercó colocándose frente a mí – pero no aquí. Ven conmigo.
Lo seguí. Su paso era lento pero desesperado. No muy lejos de donde mis padres se encontraban había un grupo de viejos árboles caídos, por su gran tamaño y la forma en que se encontraban uno sobre otro parecían una pared que dividía el lugar.
-Necesitaba hablarte en privado – me dijo al percatarse que veía la pared de árboles – sin la vista de nadie sobre nosotros.
-Oh…
Suspiro sonoramente mientras me ofrecía sentarme sobre un tronco cercano. No sabía lo que me diría pero prefería estar sentada antes de llegar a caer ridículamente.
-Yo…yo – tartamudeo nervioso – yo Bella, bueno… Por favor solo escúchame.
Su nerviosismo solo logro ponerme más nerviosa, por lo que simplemente asentí. Mordí mi labio mientras esperaba que siguiera hablando.
-Sé que tengo poco tiempo de conocerte y sé también que no empezamos con el pie derecho – sonrió – pero hay algo que no puedo negar y me gustaría que tú lo supieras.
Susurro algo que aunque no escuche muy bien creo que era algo como: aunque ya lo sabes.
Se arrodillo frente a mí tomando suavemente mis manos. Nuestros ojos se conectaron en el momento en que levante la vista, veía una emoción reflejarse en sus ojos, no sabía lo que era pero esperaba que fuera buena. Soltó nuestras manos solo para luego acunar mi rostro regalándome una tierna sonrisa, sentía que entibiaba mi cara e increíblemente mi corazón se entibio también.
Algo en aquel acto hizo que Jake se levantara abruptamente llevándome consigo. Estábamos frente a frente, aunque él me llevaba más de una cabeza de altura. En un segundo sus ojos pasaron de duda a decisión.
-Bella… Estoy enamorado de ti – hablo seguro – me gustaste desde la primera vez que te vi. Eres hermosa, inteligente, impredecible, decidida, valiente, valiosa.
Mientras hablaba mi mente intentaba procesar todo de a poco. Estaba en shock, esperaba, no, ansiaba que me dijera que yo le gustaba, pero decirme que estaba enamorado de mí era otra cosa. Ya no simplemente era una atracción, para él esto iba más allá.
-Sé que tu no sientes nada por mí y lo entiendo – no era cierto – no he sido el príncipe azul que te mereces.
-Pero si tan solo me quisieras un poquito más que un amigo te enamoraría cada día hasta que sientas por mí lo que yo siento por ti - tomo mis manos de nuevo – y lo seguiría haciendo después de eso, porque el que tu llegaras a corresponder mis sentimientos sería lo más preciado que pudiera tener y lo cuidaría como el tesoro más grande y único.
-Jacob – dije mientras soltaba el aire ya que había olvidado respirar.
-No Bella, no tienes que decirme nada ahora, solo dame una oportunidad, es lo único que pido. Si al final del día crees que esto no es correcto lo entenderé - Estaba feliz, él me quería, yo le gustaba.
- Yo… - levante la vista intentando explicarle que él era más que un amigo para mí.
Mientras mi mente buscaba las palabras correctas Jake se acercaba lentamente. Sus ojos brillaban y una sonrisa se escapaba de sus grandes y esponjados labios.
Dos segundos después me encontraba en otro mundo, sentí la tibiez de sus labios cuando rozaron los míos. Oh por Dios me estaban dando mi primer beso, y se sentía tan bien. Su actuar era inseguro pero a la vez decidido, posiblemente pensando que lo rechazaría en cualquier momento pero no pensaba hacerlo. Lo único que sentía eran sus labios contra los míos danzando lentamente, disfrutando de cada movimiento que compartíamos.
Nos separamos cuando el aire falto en nuestros cuerpos, sentía mis mejillas arder, todo era tan alucinante.
-oh Be…lla – hablo entrecortado – eso fue… Wow, no hay palabras.
-A comer – oíamos a Renne y mi madre Gritar. Salvándome de decir algo.
Caminamos en silencio de regreso, sentía mis mejillas todavía calientes del sonrojo. Solo estábamos a unos cuantos metros de todos cuando mire a Jake y este me regalo una cálida sonrisa. ¿Qué le diría?
Me acerque a mi madre en busca de hacer algo para distraerme, no quería seguir sonrojada frente a ellos, pero no me dejo hacer nada por lo que me senté junto a Emmett que jugaba entretenidamente lanzando piedritas a un vaso.
-Hey Bella ¿Dónde estabas? –me pregunto este.
- Admirando el paisaje – mentí.
-Es lindo aquí ¿No crees? Si tuviera novia la traería a caminar por la playa
-Si Emmett, es agradable aquí -Siguió en su juego mientras esperábamos la comida.
Mientras miraba a cada miembro del grupo me percaté de que Alice no se encontraba ahí.
-¿Y Alice? – le pregunte a Emmett.
-Creo que dijo que iba a buscar algo en el auto – levanto sus hombros como no estando seguro.
¿En cuál auto? Porque yo nadaba mis llaves y vi que sobresalía sobre la bolsa del pantalón de Emmett la muñequita hawaiana que las decoraba.
Camine hacia los autos buscándola, pero junto al de mi padre y el mío no había nadie hasta que me percate que detrás del jeep de Emmett una duendecilla daba saltitos de emoción.
-Alice ¿Estas bien? – le pregunte confundida por su actuación, pero al parecer no se había percatado que estaba ahí y dio un saltito mas pero esta vez del susto.
- Oh Bella, me asustaste.
- Perdón, creí que me habías escuchado llegar – me acerque más a ella.
Volví a repetirle la pregunta por si no me había escuchado la primera vez pero esta simplemente sonrió con picardía.
-Oh no… ¿Ahora qué? – pregunte seriamente buscando el trasfondo de su sonrisa.
-Está bien, está bien… te lo cuento – se meció – pero quiero que sepas que no fue mi intencion.
-Ya dilo – le dije fastidiada de sus rodeos.
-Los vi.
-¿A quién?
-De verdad Bella, me preocupas – movió su cabeza negando – es tan obvio y aun así no lo ves.
-¿Ver qué?… eeh... – entendí de lo que hablaba.
-Tu… tú, ¿tú que viste?
-¿De verdad quieres que te lo diga? – asentí lentamente temiendo que fuera lo que estaba pensando.
-Te vi besándote con Jacob – soltó –Aww… se veían tan tiernos.
-Alice – la reprendí, ya que sentía que lo había gritado – habla bajito.
-Pero si eso es lo que he hecho.
-No, lo gritaste.
-Estas paranoica – se rio burlona - No te preocupes, nadie más lo sabe.
-No es solo eso lo que me preocupa.
-Tú no le has dicho lo que sientes ¿Verdad? – Negué con la cabeza - ¿Y no sabes cómo hacerlo?
-No.
-Ok, tengo menos experiencia que tú en esto – me vio divertida – pues a ti ya te han besado, pero creo que sería correcto que se lo dijeras la próxima vez que estén solos. El tiempo apremia Bella, y la vida es muy corta para desperdiciarla en cobardías.
- Lo se Alice, pero es complicado.
-Solo es complicado si tú lo haces complicado. Te dijo que te quiere ¿No es así? – Asentí -¿Pues cuál es el problema? ¿Ves alguno?
Alice tenía razón, no podía perder el tiempo en inseguridades.
La tome de la mano para dirigirnos de regreso al grupo, todos ya estaban almorzando cuando llegamos así que evitando molestias tomamos nuestros platos de comida y nos unimos al círculo.
La tarde pasó entre pláticas de adultos y tonterías de Jake y Emmett, esos dos se llevaban muy bien y hasta se entendían en las idioteces que decían.
Alice me obligo literalmente a meterme al mar, aunque gane una batalla al negarme usar el diminuto traje de baño que había sacado de no sé dónde. Nadamos entre las suaves olas y nos escapamos de Emmett unas cuantas veces mientras el día pasaba, no podía pedir más. Todo era perfecto.
Ya empezaba a atardecer cuando nuestros padres decidieron que era hora de irse. Todos estaban recogiendo las cosas cuando sentí la mano de Jake tomar mi bolso.
-Bella – me llamo para que lo viera – No quiero sonar desesperado pero ¿Qué has pensado?
Bella se valiente me dije.
-Tú… tú me gustas – le confesé tomando valor pero sin verlo a los ojos.
Cuando levante la mirada su rostro estaba marcado con una enorme sonrisa y sus ojos brillaban de manera cegadora.
-Bella… ¿Quieres ser mi novia? – pregunto entrelazando nuestras manos.
-Si – conteste en susurro.
-Esa respuesta basta para mí – dijo y luego unió nuestros labios en un corto beso.
Vi hacia el frente buscando a alguien que pudiera habernos visto y así fue, una Alice sonriente y un Emmett asombrado se encontraban a unos cuantos metros.
Ahora era Isabella Cullen, la novia de Jacob Black. Me sentía feliz pero a la vez extraña ya que todo esto era nuevo para mí.
Pero venía la otra parte: informarle a mis papas y a… Edward ¿Cómo se lo tomarían?
me encantoooo aunque creo que a Edward no le agradará mucho la idea....Besos y gracias....
ResponderEliminaroh ohhhh... creo q a edward no le va a gustar mucho la idea... que intriga!!! gracias por el capi lindas
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