lunes, 13 de agosto de 2012

La Bestia del Castillo


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12.- La cruel realidad


Edward pov 

-¡¡¡te largas…!!!- grite sin consideración alguna y con todas las ganas de molerla a golpes. 

-Edward perdóname, yo no sabía que tú esposa no…- 

- no tenías nada que decirle, maldita sea Bree, está embarazada ¿no pensaste que esto le haría daño? No te puedes quedar aquí, he hablado con Esme y han pospuesto su viaje hasta que puedan conseguirte donde estar. Te vas en cuanto amanezca. Y más te vale no acercarte de nuevo a mi esposa- dije bajando apenas un poco la voz. 

Salí de su recamara con ganas de matarla por su enorme estupidez. Es su culpa que Bella lleve tres días sin dejar de llorar. 

Apenas cruce la puerta del castillo dos días después de irme supe que algo estaba mal. Todos en el castillo estaba en silencio, no había hombres entrenando o mujeres sacudiendo las sabanas o las alfombras. 

El pueblo estaba igual, no encontré un solo niño corriendo o riendo o haciendo nada de lo que los pequeños hacen. Por un momento mientras pasaba por el sendero principal temí que nos hubieran atacado en mi ausencia. Aunque mi estandarte sigue ondeando en la torre más alta del castillo. 

Pero no era eso. 

En el patio interior estaban todos los habitantes, haciendo oración con velas y flores. Oraban por mi esposa. Para que mi esposa despertara. Lo cual hizo al segundo día de mi regreso. Cuatro días después de haberse enterado de la muerte de su familia y que esto le causara un desmayo. 

-¿Cómo sigue mi esposa, Carmen?- 

-mal señor… no quiere comer y creo ha empezado con la fiebre… no me deja acercarme, bueno Rose no me deja. Alice tampoco ayuda mucho. Se han encerrado en la habitación- 

-¿Cómo que se han encerrado? ¿Por qué?- 

-la señora no quiere que nadie se acerque, dice que usted puede entrar pero nadie más - dijo la mujer llorando. 

-bien, iré a verla y te diré como esta, prepara todo lo que sabes de curaciones y remedios, si como dices tiene fiebre podría afectar a la criatura- dije. 

Camine hasta la habitación y ¡oh sorpresa! Emmet con cara de arrepentimiento haciendo guardia en su puerta. 

-Emmet, ve a descansar, yo estaré toda la noche. Anda… lo necesitas- dije mientras me miraba con sus ojo tristes. 

-es mi culpa, no debí dejarla sola. No estaría así - lloriqueo una vez más… 

-no es tu culpa, no debimos ocultárselo. Debí suponer que alguien se lo diría. Me molesta que siga distante de mi, desde que despertó no me habla, entiendo que esta abatida pero siento que hay algo más. Quizá me odie por no estar con ella cuando se entero o que no se lo dijera yo personalmente… no sé, me tocará preguntarle directamente- 

-esperare a las muchachas, siguen ahí adentro- 

Asentí mientras tocaba la puerta, espere a que Alice abriera y me dejara entrar. Después de asegurarse que nada le faltaba a Bella salieron. 

-cariño… necesitas dejar que Carmen te revise, ella piensa que…- 

-¿los mataste?- pregunto de pie junto a la cama mirándome fríamente. 

-¿a quién Bella? -pregunte sin entender. 

-¡¡¡ A mi padre, a mi hermano… a mi familia!!! ¡¡¡Los mataste para quedarte con las tierras!!! ¡¡¡Por eso te fuiste a Forks a tomar posesión!!! ¡¡¡Por eso los invitaste a venir!!! ¡¡¡Por eso….!!!- 

Se quedo callada al faltarle el aire, mientras mi corazón se hacía pedazos. La mujer que amo sigue considerándome una bestia, porque es la única explicación que tengo para que me crea capaz de algo así. 

-si no dejas que Carmen te revise nuestro hijo podría sufrir las consecuencias de tu terquedad. Y no Isabella no mate a tu familia - dije antes de salir. 

La escuche llorar más todavía. Pegado a la puerta de su habitación llore por primera vez desde que Kate muriera. Sus acusaciones se clavaron como espadas en mi alma. 

-¡¡¡Edward!!!- la escuche gritar. 

Y después silencio. Ni llanto, ni gritos. Entre de nuevo y la vi en mitad de la habitación tirada, sangrando. 

-¡¡¡Carmen!!! ¡¡¡Emmet!!!- grite mientras la colocaba en la cama. 

Entraron Jasper y Rosalie. La rubia salió corriendo por Carmen mientras Jasper iba en busca de la partera. Apenas regresaron con las personas adecuadas me sacaron de la habitación. Alice y Rosalie se quedaron, a pesar de que ambas son doncellas nadie pudo sepáralas de mi esposa. 

Una eternidad después salió Carmen seguida de las demás mujeres. 

-Señor, el estado de su esposa es grave, la fiebre y todo lo demás que ha vivido estos días la tienen al borde de la perdida. No le garantizo que pueda conservarlo. Esta muy mal de verdad. Otro sangrado y la perderemos. Debe mantenerla tranquila. Sin sobresaltos, que no se levante, que no haga ningún tipo de esfuerzo. Y necesita encontrar la manera de que no esté más en ese estado de tristeza extrema. Su hijo depende de ello - termino la partera mientras yo me hundía en la desesperación. 

¿Cómo quitarle la tristeza? ¿Cómo mantenerla tranquila sí me considera el animal más grande y causante de la muerte de su familia? ¿Qué hacer? 

-gracias, le acompaño fuera - se ofreció Jasper quien había estado a mi lado desde que la pesadilla empezara. 

-Edward… ya sé porque tu esposa piensa que tu… bueno eso de que tu… a los Swan, ya sabes de que hablo – se interrumpió a sí mismo al no poder expresarlo con la misma fluidez que mi esposa - Bree… ella debió decir algo, porque no hay manera que esa idea saliera de Bella así como así, fui a ver a esa mujer para exigirle que me dijera todo y no está. Se marcho después de que hablaras con ella- 

- Bree. Dios, esa mujer sigue siendo una víbora. Nunca dejo en paz a Kate con el asunto de los hijos. ¿Recuerdan que cada vez que descubríamos que no estaba embarazada ella salía con sus estupideces?- pregunte. 

Pues de todos los habitantes del castillo, solo ellos sabían cuantas veces nos decepcionamos de saber que no había niños en camino. 

- ¿qué harás con Bella?- pregunto Alice quien había salido de no sé dónde. 

- explicarle todo y esperar que no se ponga histérica otra vez, no puedo dejar esto así Alice, ella no puede pensar que yo…- callé porque es demasiado doloroso. 

- pero ahora no creo que sea el momento. Espera unos días. Déjame quedar, yo veré que nada le falte y que este tranquila- pidió. 

Mientras Rose se aparecía a su lado. 

-bien. Quédense, estaré en la habitación de abajo- dije arrastrando mi humanidad hasta mi antigua habitación. 

Tres días pasaron y aún no me dejaban verla, no insistí porque no quise importunarla. Debe ser ella quien me quiera a su lado. 

- Edward tu esposa quiere verte - dijo Jasper en la puerta del estudio donde paso mis días revisando los reportes de mis informantes. 

-¿estás seguro?- 

-sí, Rose y Alice consiguieron convencerla, no me preguntes que le dijeron porque no lo sé, pero ya no piensa que tú seas el responsable y quiere verte- 

-bien asegúrate de revisar todo esto, creo que tengo mucho que explicarle a mi esposa y tardare un buen rato- dije saliendo. 



Bella pov 

- ¿Cómo te sientes?- pregunto Edward en cuanto entro. 

No supe como contestar, no estoy segura de cómo me siento pero algo sí es claro, lo he acusado de algo completamente horrible. Lo he acusado de asesino. Por el simple comentario mal intencionado de una mujer cuyo veneno parece no tener fin. 

- no sé... me siento como perdida… no lo sé de verdad. Pero no fue por eso por lo que te pedí venir, yo debo… necesito… perdóname - pedí llorando. 

- no te pongas así, piensa en nuestro hijo, no le hace nada bien que te agites - dijo abrazándome. 

- pero yo quiero que sepas que… lo que dije no… yo estaba…- 

- Bella, no lo digas. Yo sé que alguien puso esa idea en tu mente y con todo lo que estabas pasando… solo dime una cosa ¿confías en mi?- pregunto 

- con mi vida - logre responder. 

-entonces no necesito ni quiero escuchar más… te amo Bella- 

-te amo Ed. No me dejes sola, no quiero seguir alejada de ti- me aferre a su cuello. 

-no me iré. Vamos acuéstate y déjame abrazarte- pidió mientras me envolvía en sus brazos asegurándose de no aplastarme. 

-¿me dirás que paso con ellos?- pregunte. 

- no hay mucho que decir Bella, creemos que los estaban esperando, mis hombres están intentando averiguar quién fue el responsable. Lo atraparemos amor y cuando eso suceda…- 

- los mataras sin piedad alguna - dije por él. 

-sí, eso hare… justamente eso. Pero ahora lo que hare será abrazarte hasta que te duermas. Anda amor… no debes esforzarte en nada - pidió. 

Con él a mi lado pude descansar, al menos no me levante llorando en mitad de la noche. Ni esa noche ni las que le siguieron. 

-Bella, Carmen dice que ya puedes caminar un poco pero sin esforzarte demasiado- dijo Alice entrando en ese momento. 

Cinco días han pasado desde que Edward y yo de dormimos juntos de nuevo. Cinco días que han sido soportables por él. Únicamente por él. Cinco días donde el dolor de saber que jamás veré a mi padre y hermano me ahogan y en donde solo el contacto de sus manos, su calor, su amor me hacen respirar de nuevo. 

-¿te llevo a algún lugar en especial?- pregunto a mi lado. 

-sí, llévame a la almena, me gustaría un poco de aire- pedí. 

Me cargo hasta llegar al sitio. Me dejo en un sillón enorme que Emmet sacará apenas salimos de la habitación. 

- No me quedare sentada mucho tiempo ¿lo sabes verdad?- pregunte. 

Ya estoy cansada de estar acostada y sentada, necesito estirar las piernas un poco. 

-sí te quedarás sentada o no te daré la sorpresa que te tengo- dijo Edward besándome antes de entrar. 

Con esas palabras me quede quieta las dos horas que estuve ahí. 

-Bella…- escuche a mi espalda. 

Antes de poder moverme lo tuve frente a mí. Jacob. 

-¿Qué haces aquí?- pregunte mientras se arrodillaba y me abrazaba. 

-tu esposo me mando a traer hace cuatro días, pero no te dejaban salir aun y preferí esperar para verte. Te vez muy hermosa Bella- 

-gracias, ¿Cómo están las cosas por allá?- pregunte 

-pues sobrevivimos, creo que el tal Garrett se está haciendo cargo de ver que nada falte en Forks, pero no es de eso de lo que quiero hablar, ¿eres feliz Bella? ¿Te trata bien?- 

-me hace muy feliz Jacob, no es como las personas dicen, es un gran hombre y lo amo- 

-¿y nosotros?- 

-Jacob no hay un nosotros, ya no. Yo estoy enamorada de Edward. Y él de mi- dije mientras tomaba su mano. 

-eso puedo verlo, brillas al hablar de él. Me da gusto que al final estés bien con lo que te toco vivir- dijo con sarcasmo. 

-no creo que eso sea así, si no puedes alegrarte de verdad por mi quizá no debas estar aquí- pedí con tristeza. 

-no Bella, perdóname. No quise ser cruel. ¿Te llevo adentro?-pregunto con su cara de cachorro perdido. 

-si, por favor- dije sonriendo. 

Después de todo, tuvimos un pasado donde creí que él sería mi futuro. 

Apenas había entrado conmigo en brazos cuando mi bestial esposo apareció con la furia pintada en la cara. Celos es la palabra adecuada. 

-yo la llevo Jacob, yo la llevo- logro apenas no rugir. 

Me tomo en brazos y camino hasta la recamara. Dije adiós a mi amigo de mucho tiempo atrás con la mano mientras su semblante cambiaba por la tristeza de verme en brazos de otro hombre. 

-no necesitas ponerte como oso con mi mejor amigo- pedí abriendo la puerta de la recamara. 

-estaba tocándote Bella- 

-estaba trayéndome aquí para que descansara ¿lo mataras por eso?- pregunte. 

-no, lo matare por tocarte- dijo mientras me dejaba en la cama y me besaba. 

-eres incorregible y te amo. Ahora de verdad quiero dormir- 

-y yo de verdad quiero que te duermas, vendré más tarde. Mandare a Alice, te amo- 

Lo escuche salir. Me acomode en la cama dispuesta a descansar un poco más. 

Un sonido, algo como un golpe seco me despertó. Antes de saber que era sentí a alguien junto a mí. Me gire apenas. Bree. 

-¿Qué haces aquí? Sal de mi recamara inmediatamente. Sal de mi castillo. ¡¡¡Ahora!!!- grite mientras me incorporaba y bajaba de la cama por el lado más alejado a ella. 

-si no lo hago ¿qué harás? ¿Golpearme?- 

-¿Cómo demonios entraste aquí? Edward va a despellejarte cuando se entere- dije caminando hacia la salida. 

Al abrir encontré a Alice inconsciente junto a la puerta. Me arrodille lentamente, aun respira pero no se mueve. Trate de gritar pero Bree me lo impidió golpeándome en la espalda. 

-no se va a enterar. Tú morirás como Kate, esa maldita nunca debió interponerse entre Edward y yo, levántate…- dijo con odio. 

Antes que yo pudiera registrar el comentario sentí la punta de una daga en mi cuello. 

-no saldrás viva si me lastimas- dije segura. 

-no sabrán que fui yo, porque para cuando te encuentren en el fondo de la escalera yo no estaré aquí, camina - 

-no - dije con toda la firmeza que encontré. 

Girándome hasta quedar frente a ella y alejándome un poco. 

-o caminas o te abro como cerdo por mitad ahora mismo y de paso a tu amiguita- 

-no saldrás de aquí, Edward nunca será tuyo. Me ama, no te amará jamás, ni siquiera te soporta- ataque con todo el coraje y la vena Swan atravesada. 

-¡¡¡¡Cállate maldita!!!-se lanzo contra mí con el arma por delante. 

Apenas me dio tiempo de tomarla de la mano y esquivar la daga. 

Entre sus ganas de atravesarme y mis ganas de evitarlo en algún momento perdí el piso, me encontré volando por los aires… con ella.

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3 comentarios:

  1. dios que catastrófe solo espero que Bella no pierda el bebe.....Gracias me encantoooo...

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  2. GENIAL,GENIAL,GENIAL!!!!!!!!!!!!!!!!!!!,besos,Emma

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  3. ohhhh diossss quiero saber que va a pasarrrrrr

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