domingo, 17 de junio de 2012

La bestia del Castillo

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7.- Firmando una tregua
Bella pov


La luz que entra por el ventanal esta matándome. Apenas logre moverme, me sentí tiesa del cuerpo y la cabeza esta a nada de estallarme. 

¿En que estaba pensando cuando decidí tomarme la botella? 

Ah sí… pensaba que nada podía ser peor que seguir acostada a su lado. Sintiendo su calor, su olor. Bueno, esto no es peor, es diferente. 

Gemí de dolor. 

-¿te sientes mejor?- pregunto a mi lado. 

Como invocado de mis pesadillas al abrir mis ojos, con mucho trabajo por cierto, mi esposo me miraba divertido con la cabeza apoyada en un brazo y aun acostado en la cama, a mi lado. 

-¿sigo viva?- pregunte apenas. 

-sí, aunque debo decir que no te ves como una mujer viva, te ves mas como… una mujer que paso la noche en el suelo después de tomar la botella de Whisky- dijo sonriendo. 

-sí… bueno… eso fue lo que hice ¿no tiene nada que hacer? ¿Asuntos que arreglar? ¿Otras camas qué visitar?- pregunte sin importarme que se enfadara otra vez. 

Ya estoy acostumbrada, además no tengo idea de cómo lidiar con él cuando no grita. Porque sus gritos y sus insultos me dan fuerzas para seguir odiándolo. Pero si me mira justo como ahora lo hace, mi cerebro se hace puré y tampoco sé cómo lidiar con un esposo… atento. 

-No. He decidido quedarme hoy todo el día en la cama- dijo sin asomo de enfado. 

-¿esta cama? ¿Quién es usted y que hizo con mí… con el señor de este castillo? Porque obviamente no es usted- dije sin importarme nada y tratando de hacerlo enojar para que se fuera. 

Estoy harta de callar, comer y abrir las piernas, si me va a matar que sea rápido y sin dolor. Tres meses llevo en su castillo y el infierno me parece un mejor lugar para vivir. 

-vaya… veo que has aprendido el sarcasmo de Jasper y la altanería de Emmet, en cuanto a tu primera pregunta la respuesta es sí, me quedare en esta cama y tú te quedarás conmigo- dijo con una media sonrisa. 

Una hermosa y perfecta media sonrisa pintada en su hermoso y perfecto rostro. 

-no, iré al pueblo hoy, tengo ganas de conocerlo. Carmen me llevará - dije llevándole la contraria. 

Este esposo me da más miedo que el otro. Este podría convencerme de vender mi alma si sigue sonriendo de esa manera. Podría convencerme de lo que quiera. 

-no me harás esto fácil ¿verdad? Bella, intento mejorar nuestro matrimonio, sé que no he sido exactamente el mejor esposo o el mejor compañero pero… ya no sé cómo serlo. Llevas tres meses aquí, siento que no te conozco de nada. Por favor, ayúdame con esto. Si vamos a tener una vida juntos al menos hagamos que sea lo más pacífica posible para ambos. Por el bien de los hijos que lleguemos a tener- pidió con un tono de voz que no le conocía. 

Me quede pensando un momento. En otras palabras me ofrece una tregua indefinida, un papel diferente del que ahora desempeño. Quizá algo de respeto de su parte. Si no me atrajo la idea en general, sí me convenció su forma de pedirlo. El hombre frente a mi no se parece en nada a la bestia con la que me case. 

- sí ya soporte lo peor de usted no creo que intentar llevarnos mejor me mate- dije sarcástica. 

-lo dicho… el sarcasmo de Jasper se te pego- dijo con una mueca parecida a una sonrisa - maravilloso, entonces…. ¿Cómo te sientes? - pregunto una vez más. 

- como si una estampida de caballos salvajes hubiera pasado por mi cabeza - dije cerrando los ojos de nuevo. 

- le pediré a Carmen que te traiga algo para que te sientas mejor - dijo acercándose a la cuerda que conectaba a la campanilla en la cocina. 

Unos minutos después de que pidiera algo para mí, regreso Carmen. No la dejo entrar, recibió la bandeja y la dejo en el buro junto a mi lado de la cama. 

- déjame ayudarte- dijo mientras me abrazaba hasta dejarme sentada contra las almohadas. 

Me tendió el vaso con leche caliente. 

Estuvo pendiente de mi lo que duro la tarde, entre sonrisas, algo muy parecido a la ternura y un algo más que dudo sea, porque no creo que él sea capaz de sentirlo… cariño. 

-¿Por qué hace esto?- pregunte desconcertada en la noche, mientras se disponía a bañarse. 

En mi tina. 

-porque… eres mi esposa- dijo sin más. 

Me quede con sus palabras en la cabeza mientras lo veía desnudarse. Es increíblemente atractivo. Su cuerpo musculoso y marcado es digno de admirarse. Me sentí húmeda de excitación. Aunque no entendí porque. No es agradable el acto. No suelo disfrutar casi nada. De acuerdo… nada en absoluto. 

-vamos… las damas primero- dijo mientras desnudo como esta y duro como esta, camino hacia mí y me llevo en brazos hasta dejarme junto a la tina. 

Me desnudo despacio. 

Por un momento solo se dedico a quitarme las prendas. El contacto con sus manos y su cuerpo desnudo y excitado me pusieron peor. Mi cuerpo traicionero se estremeció haciendo que mis pezones se irguieran. 

-¿frio?- pregunto con una sonrisa, apenas asentí- déjame ayudarte con eso también- 

Acto seguido sus labios se apoderaron de mi seno izquierdo mientras su mano cubría el derecho, sin entender bien que pasa me deje llevar, esto sí me gusta. Me tomo de la cintura y me pego a su cuerpo, enterrando su miembro justo entre mis piernas pero sin entrar. Siguió chupando… hasta que sentí sus dientes mordisqueándome. 

Gemí de gusto, es completamente increíble. La humedad creció de manera exponencial. Por primera vez lo toque. Un roce apenas de mis dedos en sus hombros, intensifico las caricias hasta que me colgué de él, las piernas se me hicieron trapo. No me aguantaría de pie más tiempo. 

-hoy te enseñaré como debe ser la interacción entre los esposos… hoy te hare el amor de verdad- dijo susurrando contra mi oído mientras sus manos se quedaban en mi espalda. 

-creí que eso ya lo había experimentado…- dije con lo que me quedaba de coherencia. 

-no… ni siquiera has pasado de lejos por ahí- dijo mientras bajaba sus manos por mis costados y se quedaba en mis caderas. 

Con suavidad me dejo sola en la tina, el agua esta caliente, un poco más de lo que me gusta pero decidí no hacer caso a eso y sí poner atención a lo que me hace con sus manos. 

Las cuales están ahora en mis senos. 

Fue bajando con sus labios por mi cuello, paso por mis senos, bajo por uno y regreso por el otro para después bajar por en medio de ambos. Siguió por mi torso hasta mi vientre. Me quede ahí parada mientras él hacía de mi lo que se le daba la gana. Baje la vista para verlo de rodillas besando mi cuerpo. Mis manos se movieron solas hacía su cabello. Me tomo de las manos y me jalo suavemente hasta dejarme frente a él, hincada también. 

-eres absolutamente hermosa… lamento no habértelo dicho antes- susurro mirándome fijamente. 

No supe que contestar, pero la cercanía de su cuerpo con el mío me hizo moverme en su dirección hasta besarlo. Apenas un roce de mis labios en su pecho. Pero al parecer fue suficiente para él. Se sentó por completo y me jalo con él haciendo un verdadero reguero de agua. Me levanto apenas hasta dejarme a horcadas sobre él. 

-¿qué hace?- pregunte cuando sentí su dureza en mi cuerpo, por fuera aun. 

-no tengas miedo… se siente mucho más de esta manera, al menos tu sentirás mucho más - dijo al tiempo que me levantaba de la cintura y su miembro entraba en mi. 

Gemí sin poder evitarlo, pero no de dolor, sino de gusto, tal como me dijo… la sensación es placentera de una manera que nunca imagine. 

Me movió despacio al principio con sus manos en mis caderas. Pero en poco no necesite que lo hiciera. Mi cuerpo se movía por voluntad y buscando más placer todavía, buscando su miembro aun más adentro de mí, me moví llevada por el deseo, persiguiendo eso que parecía dejarse alcanzar solo para alejarse de nuevo. 

-así Bella… sigue así…- lograba decir con su rostro hundido en mi cuello, sus manos en mi cadera y las mías en sus hombros. 

Por fin me sentí estallar. Apenas pude dejar de gritar y moverme. Apenas pude entender que me pasa. 

Esto jamás lo había sentido, no de esta manera. Nunca de esta manera. Unos minutos después de que él tomara el control de mi cuerpo moviendo a su antojo lo escuche gemir y se estremeció bajo mi cuerpo. No lo había hecho nunca antes. 

-¿ahora vez la diferencia?- pregunto aun con la respiración entrecortada y su mirada en la mia. 

A la luz de las velas me pareció el hombre más hermoso del mundo y pro esta noche parecía mío, solo mío. 

-si… ¿se puede repetir?- pregunte rompiendo el contacto visual, no estoy segura de porque pero necesito tener más de esto. 

-sí, tanto como tú quieras… ¿quieres repetir?- pregunto tocando mi rostro en busca de mis ojos. 

-sí… si aún quiere…- dije sin mirarlo. 

-Bella ¿Por qué nunca me llamas por mi nombre?- pregunto mientras me abrazaba. 

-no sé… no… no sé- dije de nuevo. 

Pero si sé, la verdad es que no me siento en confianza con él, no quiero cruzar los límites que me puse cuando se marcho de mi cama la primera noche. 

No confió en él. 

Aún no lo hago. 

-no confías en mi lo suficiente…- dijo adivinando mi sentir pues no creo que lea mentes - lo entiendo y no te culpo… pero ¿puedes decirlo solo una vez?- pidió con ese tono de voz que me convencería de arrancarme el corazón. 

-¿quiere que lo diga? ¿Por qué?- pregunte mientras me separaba de su cuerpo, por completo hasta sentarme frente a él en la misma tina. 

-porque… no hay nada más excitante que escuchar a la mujer con quien estas… decir tu nombre mientras… ya sabes… llega- dijo sin mirarme esta vez. 

Medite sus palabras, no es una petición que sea muy difícil de cumplir, solo debo decir su nombre… una sola vez. 

-Edward- dije apenas. 

Me miro y una sonrisa perfecta y enorme se dibujo en su rostro. Esa simple sonrisa hizo que se viera mucho más joven de lo que realmente es, que se viera mucho más atractivo de lo que pensé que era. 

-gracias- 

No supe que responder. Así que salí de la tina bajo su atenta mirada. 

-¿viene?- pregunte cuando llegue a la cama, desnuda y mojada. 

Me miro sonriendo de nuevo. Camino hasta mí y me abrazo una vez más. Me sedujo otra vez, me puso al límite de nuevo. 

Esta noche aprendí que montar es mucho más que solo subirse a un caballo. Esta noche no hice otra cosa más que estar sobre él. 

Y él no hizo otra cosa que dejarme estar arriba, moverme cuando ya no podía hacerlo más y llevarme aun más lejos con nada más que sus labios en mi cuerpo, en mis senos y sus manos en mis caderas. 

Edward pov 

Para cuando termino conmigo… porque literalmente termino conmigo, el sol se asomaba por su ventana. Recordé una de muchas mañanas, en otra habitación, en otra cama, con otra mujer. 

Deseche el pensamiento de inmediato. 

Si ya tengo el firme propósito de hacer bien las cosas con esta esposa no debo dejar que los buenos recuerdos opaquen el momento. 

-Señora… abra, tengo que arreglarla para el desayuno… vamos señora… ya despiértese - escuche del otro lado de la puerta a Carmen. 

-Carmen, no saldremos hoy tampoco, deja la bandeja con el desayuno afuera y toca solo una vez cuando lo hagas, no nos molesten y sí alguien me busca… a menos que sea de muerte, no estoy para nadie - dije asomándome apenas por una rendija entre la puerta y la pared. 

-si señor… como usted ordene- dijo la mujer con la sonrisa pintada en su moreno rostro. 

Cerré de nuevo y al darme la vuelta encontré a mi muy rápida aprendiz de esposa despierta y sentada en la cama con su muy hermosa cabellera cubriendo sus muy hermosos senos, mientras la sabana cubría su cadera y su espalda descansaba en el cabezal de la cama, mirándome con una sonrisa casi completa. 

-¿Qué me enseñara ahora?- pregunto mientras quitaba la sabana de una patada. 

-hum… interesante pregunta… veamos que sale - dije caminando hacia el lado donde estaba. 

Uno podría pensar que después de pasar la noche en las lecciones relegadas del arte de amar, nos encontraríamos cansados, adoloridos o algo por así, pero me descubrí deseoso de tomarla de nuevo. Me descubrí impaciente por tomarla de cada manera posible que mi cabeza ideara… 

Apenas la he dejado dormir menos de una hora y solo porque al abrazarla me sentí tan cómodo que no quise arruinar el momento haciéndolo carnal y mundano, para cuando intente meter mis dedos traviesos en su entrepierna, note que dormía. 

La contemple por no sé cuánto tiempo hasta que Carmen interrumpió en la puerta. 

-¿la cama es el único lugar aparte de la tina donde se puede hacer?- pregunto cuando me senté a su lado. 

-no… cualquier sitio que no sea a la vista de los demás es bueno… ¿tienes algo en mente?- pregunte sabiendo que su respuesta probablemente me gustaría. 

Su mirada se desvió hacía el tocador de madera solida. Como dije, su respuesta me gusto. 

Y la respuesta de su cuerpo a mis caricias previas me gusto aun más. 

Apenas a puse sentada sobre la madera abrió sus piernas dejándome acercar tanto como pude a su cuerpo. Bese el hombro despacio mientras mis manos jugaban con sus pezones, acariciando sus senos, arrancándole gemidos pequeños. 

-¿Qué quieres que te haga Bella?- pregunte. 

Quería saber si me pediría algo en específico o solo me dejaría llevarla por donde yo quiera. 

-tóqueme- dijo apenas. 

Baje mi mano hasta su centro, acaricie solo un poco, se separo de mi colocando sus manos atrás y apoyándose en ellas, dejando su centro expuesto y es espera de que yo hiciera más que solo tocar. 

Esa simple acción me puso loco. 

La tome de la cadera acercándola hasta la orilla y sin más espera, mojada como esta y goteando como estoy, entre sin demoras. 

La escuche gemir más alto y sus ojos se agrandaron. Pensé que la había lastimado, hasta que cerró los ojos y separo sus labios pidiéndome más. 

Y la complací. Me moví dentro de ella mientras con una mano la sostenía de la cadera y con la otra acariciaba su botón, sensible y mojado. 

-más… por favor más... no tardare nada en…- y con un último grito me hizo saber que había llegado. 

Me moví un par de veces más antes de correrme en ella. Gemí sin quiere evitarlo, tomarla así es increíble. 

Me quede en su cuerpo hasta que la respiración de ambos fue casi normal, mi verga por un momento sin vida salió de ella haciendo sentir frío. Retire un mechos rebelde de su rostro y la vi sonreír de lo que espero sea satisfacción. 

-¿regresamos a la tina?- pregunto mientras me miraba con los labio entreabiertos. 

Con sus pezones duros y las claras ganas de hacerlo de nuevo.


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listo nenas el capi siguiente

8 comentarios:

  1. OMG fascinante parece que ahora si las cosas van x buen camino....

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  2. GENIAL,GENIAL,GENIAL,GRACIAS POR PUBLICAR MAS SEGUIDO!!!!!!!!besos Emma

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  3. menos mallll, la cosa ya va mejorando pero aun asi si yo fuera bella no se lo pondria tan facil y lo haria sufrir un poco más, es lo menos que se merece por haberla hecho sufrir y utilizarla de ese modo. que sepa con quien se las gasta!!! :P

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  4. esta superrrr buenooooooooo me encantaaaa!!!

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  5. Wow la verdad es que no me esperaba para nada esto! Lo ame!!! Ya por fin están empezando a entenderse! ;D

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  6. que bueno q aflojaron las peleas con una muy buena sesión de sexo.... jajaja estoy ansiosa por el próximo capítulo

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  7. SIMPLEMENTE WOW Y SUPER WOOOWW!! ESPECTACULAR AMIX.

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  8. OMG!!!!!genial...pero avanza mas....plssss!!!!!super emocionante!!!!!me encanta!!!

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