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2.- Dulces nupcias
Bella pov.
-maldita sea señora, está complicando todo mi trabajo ¿es que no puede aceptarlo y seguir adelante? Mire como estamos- dijo molesto de nuevo.
Bueno… el enfado no se le ha pasado a lo largo del camino.
-¿Aceptarlo? ¡¿Aceptarlo?! ¿usted piensa que dejar a mi familia atrás, mi casa, mi gente, para casarme, entregarme y quedarme con un hombre al que nunca en mi vida he visto, que además tiene prisionero a mi hermano desde hace tres meses es algo que puedo aceptar en unas horas? debe tener heno en la cabeza. Y sí estamos así es su maldita culpa, solo quería ver la caída del agua, no caer con ella, imbécil- dije en respuesta.
-es su culpa, galopo tan rápido que pensé…-
-¿Qué escaparía dejando a su suerte a mi gente, a mi hermano? No Señor, seré mujer pero tengo honor, di mi palabra de contraer matrimonio con su Señor y eso haré. Como bien dijo, si lo considero un premio o no, no es relevante. La vida de mi hermano y de mi clan está en juego- dije mirándolo seriamente.
-le ofrezco una disculpa por ello, ya estamos cerca del castillo, por favor señora, terminemos con esto cuanto antes- pidió mirando hacía el camino que había frente a nosotros.
-bien, pero quiero que sepa que no me agrada- dije mirando el mismo camino que él.
Si entendió que es lo que no me agrada o quien no me agrada no lo dijo. Un momento después, o así lo sentí, frente a nosotros estuvo un puente que cruza un riachuelo lo suficientemente grande para nadar pero pequeño para navegar. Apenas anduvimos un poco después de pasarlo y entramos a una especie de pueblo. Lo atravesamos y entonces pude ver el lugar.
Un edificio de piedra negra, sin importar que el sol este arriba alumbrándolo con todo su resplandor, el lugar es oscuro como su señor. Un castillo enorme y atemorizante. Sentí al hombre de los Cullen azuzar mi caballo para ir más de prisa. Quise negarme pero… ya estoy aquí, ¿para qué retrasar más lo inevitable?
-Jasper te esperaba mucho antes- dijo un hombre de unos veinte muchos treinta ni uno de años.
No le preste atención. Pues en cuanto cruce las puertas del castillo mi destino estuvo sellado y saber eso me hizo miserable.
-lo siento Edward, la señora necesitaba tiempo para adaptarse al viaje- respondió mientras gentilmente me jalaba del brazo, porque eso fue lo que hizo, hasta dejarme frente al jefe del clan.
Evite mirarlo a la cara, no me interesa conocerlo, no necesito conocerlo si de todas formas tendré que someterme.
-bienvenida Lady Swan, Isabella Swan- dijo y no me quedo de otra.
Lo mire.
Verdes, sus ojos son verdes.
Apenas puse atención a los dos hombres que estaban detrás de él o a la pequeña multitud que se reunió a mi espalda.
-gracias Señor, ¿puedo ver a mi hermano?- pregunte en cuanto respire profundamente.
-en cuanto estemos casados y todo este firmado- respondió con irritación.
-entonces acabemos con esto de una vez, realmente quiero ver a mi hermano- dije segura y con un tono lo suficientemente alto para que me escuchara.
-creo que lo mejor será que se arregle primero, su vestido está…-
-puedo pronunciar los votos así como estoy, no hagamos de esto algo que no es, usted quiere una esposa, yo quiero a mi hermano libre, no hagamos un carnaval- dije en tono más bajo, no me interesa que todos los presentes ahí se enteren que me acostare con él solo por la libertad de mi hermano.
-¡¡¡Jasper llama al Sacerdote!!!- grito haciéndome saltar.
Preferí no mirarlo, no parece haberle agradado mi comentario. Que se aguante. A mí no me agrada él y aquí estoy casándome.
-pero Edward, la dama quizá quiera…-
-la dama ha expresado su deseo de terminar con esto de una vez y voy a complacerla. ¡¡¡Trae al sacerdote ahora!!!- grito una vez más.
El hombre salió disparado. Regreso un momento después con un cura, la expresión en su rostro es de asombro pero igual que Jasper obedeció.
Ahí en la entrada del castillo, con mi vestido mojado y sucio, así como toda yo, me case con la bestia del castillo negro, ahora espero sobrevivir hasta mañana solo para morir de tristeza. Este hombre no es Jacob. Y al paso de la noche de bodas toda esperanza para mí se habrá ido.
-bien señor, ya estamos casados. ¿Puedo ver a mi hermano ahora?- pregunte sin mirarlo a los ojos.
-señora tus exigencias son irrespetuosas, no tienes derecho a nada en esta casa aún, verás a tu hermano cuando seas mi esposa por completo- dijo acercándose a mí.
Supuse que se refería a consumar el matrimonio. Bien, si de todos me tomara, que sea a la luz de la tarde, debe ser menos aterrador que en la noche.
-pues entonces terminemos con eso también ¿su habitación?- pregunte entrando y empujando a Jasper a la pasada.
Cuando vi que no me seguía me detuve.
Lo mire y espere a que hiciera algo. Apenas entendí que me había excedido cuando sentí sus manos en mis hombros, me miro con ganas de atravesarme. Pero no lo hizo. Me llevo con toda la rudeza que encontró hasta una pared la cual se movió y dio paso a un calabozo.
Dios, lo hice enfadar y ahora pagare el precio. Mi clan se iría a la ruina y probablemente mate a mi hermano.
Me llevo por un pasillo oscuro, a veces apenas iluminado por antorchas. Llego a una puerta y me puso contra la pared.
-ahí está tu hermano, tienes cinco minutos, al salir te llevarán a tu habitación y te buscare en una hora, más te vale estar lista- dijo con su pecho pegado a mi espalda, su boca susurrando en mi oído - Seth asegúrate que llegue a la salida después del tiempo que le di- dijo a un hombre que no vi hasta que se acerco a mi.
-Mike, Mike ¿estás bien?- pregunte.
-hermanita ¿Qué haces aquí?-
-sacándote, dile a papa que estaré bien y asegúrate de que no enferme y que no trabaje tanto. Ha estado más cansado últimamente. Mike… no podre arreglar tus desastres nunca más… me he casado con él- dije
-¿te pidió en matrimonio para liberarme?-
-no… no - mentí - papa consiguió un acuerdo, mi matrimonio proveerá al clan de lo necesario para ser lo que fuimos una vez, pero tienes que madurar y dejar de hacer tonterías. Hazlo por papa, está envejeciendo. Cuídalo, cuida todo lo por lo que estoy luchando…- pedí antes de llorar.
El silencio entre nosotros se hizo pesado en los diez segundos que duro.
-hermanita, lo siento. Esta vez ha sido muy alto el precio por mí, ¿quieres que le diga algo a Jacob?- pregunto en tono aun más bajo.
-dile que lo extraño, que lo amo, pero que lo nuestro ya no sucederá. Que busque una mujer que…- no pude seguir…
Imaginarlo con otra mujer es algo que me rompe el alma o lo que me queda de ella.
-se lo diré… te amo Bellis- dijo mi hermano tomando mis manos entre los barrotes de la puerta.
-señora ya es hora, debo llevarla a la puerta- dijo el hombre.
Sé que pedir más tiempo será inútil y que solo lograre enfurecer más a mi nuevo esposo. Mire a mi hermano una vez más y deje que el guardia me guiara.
Mike está realmente golpeado y lastimado.
-señora soy Carmen, seré su doncella por ahora- dijo una mujer de apenas más edad de la que mi madre tendría ahora.
Me sonrió y me tomo de la mano hasta llevarme a torre más cercana. La habitación del último piso es la mía al parecer. Hay una justo debajo. No pregunte de quien es, pero espero que no sea de él.
-la tina esta lista, déjeme ayudarla con esto- dijo desatando los lazos de mi vestido.
-no gracias, yo puedo hacerlo sola, necesito un momento… estaré bien, gracias- dije mientras esperaba que se fuera.
En realidad no necesito ayuda de cámara porque hace años que en el castillo de mi padre no tengo una, así que aprendí a hacerlo todo por mí misma. Y desnudarme delante de una mujer desconocida no me agrada.
Aunque eso no debe importarme. En un momento hare algo más que desnudarme frente a un desconocido. Mientras me deshacía de mi ropa arruinada y me metía en la tina llore.
Por mi nuevo futuro, por mi pasado, por todo lo que soñé tener y ya no tendría: un esposo que me amara, hijos que cuidar, un matrimonio por amor con él hombre de mi vida. Y mi llanto no fue suave y en silencio. Fue desesperado, cargado de dolor, de desesperación, de miedo ante lo que vendrá y que no puedo evitar.
Cuando ese hombre me tome como su mujer ya no habrá vuelta atrás.
La puerta se abrió de golpe. Me gire en esa dirección esperando ver a mi esposo. Carmen, aparecio Carmen.
-Señora ¿está bien?- pregunto acercándose tanto como su velocidad se lo permitió.
-sí, gracias… ¿Por qué viniste?- pregunte.
-hum… bueno la deje tanto tiempo que pensé me podría necesitar, estaré abajo, me puede llamar si desea algo. Esta cuerda esta conectada con la campanilla que comunica directamente en la cocina. Usted la jala y alguien, si no soy yo, subirá- dijo sonriendo mientras yo asentía.
Se marcho y me entregue al llanto de nuevo. Pero esta vez trate de no hacer tanto ruido. Para cuando me sentí con fuerzas para salir, la hora impuesta por mi esposo había pasado y el agua estaba fría completamente, a pesar de ser casi verano, pues estamos en el quinto día de junio, yo tengo frio. Me levante con algo de trabajo y salí envolviéndome en las mantas que dejará Carmen para ese fin.
Mi vestido de “bodas” esta sobre la cama, es bonito, no muy de mi gusto pero bonito en general. Busque entre las cosas que había ahí mi baúl. No lo encontré. Me quede esperando que Carmen regresara, eso de la campanilla no me agrada mucho. Paso un par de minutos hasta que la puerta se abrió de nuevo.
-Carmen ¿podrías decirme donde esta mi baúl o sí ya llego? Estaba en el carruaje- dije sin girarme.
-lo traerán después- escuche a mi espalda, sentí su aliento en mi cuello antes de sentir sus manos en mis hombros.
-esta… bien- dije sin saber que más hacer.
Me giro despacio hasta dejarme de frente a él. Tomo con sus dedos mi rostro y lo levanto hasta que lo mire a los ojos. No es desagradable físicamente. Es blanco de la piel aunque el sol ha menguado ese color, de cabello castaño oscuro sin ser negro, labios rojos, barba tupida, bien definida y de un tono apenas más claro que su cabello, rostro cuadrado y muy atractivo, perfecto es la palabra. Según pude ver músculos. Más grande que Jacob, al menos en estatura.
-no tengas miedo… no soy como dicen- dijo acercándose a mis labios.
Me quede tan quieta como pude. El único que me había besado era Jacob.
Sentí sus labios tibios sobre los míos. Sus manos bajaron por mis brazos hasta que los dejo en mis codos. Mis manos sujetaban la tela mojada con fuerza.
-por favor no tengas miedo- pidió una vez más.
Me di cuenta en ese momento que sigo temblando.
No es de miedo a él en sí, es de miedo a lo que viene, no por no saber nada sobre lo que sucede entre un hombre y una mujer, sino porque él no es el hombre que yo esperaba se llevara mi virtud.
-no es miedo… es frío- mentí.
-¡¡mientes…!! Sé lo que se dice de mí. Temes yacer con la bestia del castillo negro y no sobrevivir. No te preocupes, mis métodos no son tan letales- dijo alejándose.
-¿Cuándo liberara a mi hermano?- pregunte cambiando el tema.
Se ve algo molesto.
-¡¡¡cuando te hayas acostado conmigo!!!- grito yendo hacía la puerta.
-no se vaya… terminemos con eso de una vez- dije mientras con la primer frase él se giraba hacía mi y con la segunda yo dejaba caer la tela que me cubría.
Sin mirarlo a los ojos, en cuanto se giro mire al piso.
Su respuesta fue salir cerrando de un portazo que resonó en mí como si me hubiera golpeado.
Acaba de despreciarme y quizá mi hermano pagará el precio.
Después de todo que se puede esperar del hombre que mato a su esposa por no darle hijos.
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Niñas, un día tarde pero seguro, saludos, recuerden comentar y votar, besitos ;)
OMG fue un comienzo fatal en ese matrimonio aunque ella creo que debería cambiar su actitud un poco y no regirse a lo que dicen de el,me encanto y valio la espera,gracias linda....Besos...
ResponderEliminargracias nydia, desgraciadamente las habladurias son muchas y la bestialidad de edward no es inventada, ya veras por que lo digo, sigue por aki!!!
EliminarMe encanto,corto pero genial,me gustaría que se publicara dos o tres tal vez cuatro veces en la semana en lugar de una,jajajaja,que te puedo decir soy fana de los fic épicos,besos Emma
ResponderEliminarHola Emma, fíjate que si publico mas de una vez a la semana se me acaba en menos de un mes... jajajajajaja lo siento, este fic seguirá así, tranquila, se que puedes soportarlo!!
Eliminarjajaja menuda boda!!! parece que empiezan con mal pie, pero no hay duda de que al menos hay atraccion fisica, por algo se empieza...
ResponderEliminargracias por tus palabras paty, si crees quela boda fue "menuda" espera la noche de bodas!!!
EliminarME ENCANTOOOO!!!! Amo a los Edward con mal caracter!!!! Y mas si Bella es igual o mas terca q el... me encanta me encanta me encantaaa! Una mezcla explosiva!
ResponderEliminarLa verdad q tu nueva historia es muy muy prometedora! Cuanto me gustara q desde el domingo me como las uñas para saber como sigue... jajajjaja! En resumen excelente el capitulo! Besosss
P.D: que le paso a bella q estaba mojada y sucia????
Hola Ale, ya veo que esta rivalidad entre ambos va a ser muy divertida y muy sufrida jajaja, ambos son tercos, amo a estos dos, no es la mejor manera de comenzar de estos, pero sin duda ya nos tienes enamoradas del fic, ya quiero el proximo capi.
ResponderEliminarbesotes!!
y luego q paso?... no puedes subir mas dias el cap? esta genial =D sigue asi
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