Capitulo XV
¿El Inicio del Caos?
Por primera vez agradecí que estuviera Emmett aquí, este le había hablado a Edward preguntándole sobre cómo era la vida universitaria intentando distraerlo mientras yo me escabuia disimuladamente junto a Alice.
Mientras Emmett junto a Edward se encontraban de espaldas a nosotros Alice se detuvo a un par de metros de donde se encontraba Jake dándome espacio para hablar privadamente.
-Jake ¿Qué haces aquí? – me acerque a él quedando frente a frente.
- Ni un beso de bienvenida – sonrió – he venido a presentarme con tu hermano… es lo correcto ya que soy tu novio.
-Eh… si Jake – voltee preocupada pero solo Alice nos veía – entiendo. Pero te pedí que me dieras tiempo para informarle sobre nuestra relación ¿Recuerdas?
-Lo sé, pero todavía recuerdo lo que dijo Emmett a cerca de hacer las cosas bien – Oh, pienso cazar a un oso más tarde.
-Jake, pero… - este me quedo viendo confuso por mi reacción, no pensaba recibirlo con los brazos abiertos y decirle que había hecho bien, yo no lo sentía así pero parece que el esperaba otra reacción de mi parte.
¿Por qué tenía que ser tan correcto en estos momentos? No es que no me gustara pero no era el mejor momento para esto, Edward estaba aquí. No es que tuviera miedo de mi hermano, bueno tal vez un poquito; lo que me preocupa es que no quiera que este con Jake.
No sé cómo había entendido mi silencio y mis constantes miradas hacia donde se encontraban Emmett y Edward pero su reacción no fue muy buena.
-¿Por qué tengo que esconderme? Es solo tu hermano – me vio con los ojos tristes y a la vez molestos – es más, pienso presentarme en este momento.
Me aterre, lo vi dar un paso hacia delante y tome lo más fuerte que pude de su mano logrando detenerlo, sabía que otra vez malentendería mi reacción pero no quería enfrentarme a esto en este momento. El vio mi blanquecina mano sobre su piel canela y luego levanto el rostro para verme, sufría, lo podía ver en sus ojos pero ¿Qué le decía? No se me ocurría nada adecuado para ese momento.
-Bella – hablo Alice llegando a nosotros. Gracias a Dios había interrumpido el momento – han llegado tus padres y los invitados de tu hermano hace un momento.
Los vi a todos junto a Edward quienes avanzaban en dirección al interior de la casa. Por suerte la motocicleta de Jake se encontraba en el estacionamiento y mis padres habían dejado el auto frente a la entrada por lo que tenía una distancia prudente y no nos veían gracias a unos decorados con rosales en escalera de mi madre.
-Voy en un momento – la vi con una sonrisa disimulada que no me llego a los ojos. Ella asintió entendiendo que era un momento de tensión.
Observe nerviosa como uno tras otro entraban con sus respectivas maletas antes de dirigirme de nuevo a Jacob. Alice fue la última en entrar dándome una sonrisa de apoyo; esperaba que su sexto sentido funcionara y me dijera que todo saldría bien.
-Así que ¿Me presentaras a tu hermano? ¿Le dirás que soy tu novio? – hablo con un tono autoritario al ver que no decía palabra alguna.
- Si… lo hare – suspire – pero por favor, no en este momento – casi le rogaba – dame tiempo, el acaba de llegar y no viene solo.
-¿Tiempo?
- Solo un par de días.
-¿Un… un par de días? Bella… no quieres verme – dijo afirmando - ¿Tu… tu, tú te avergüenzas de mí?
Su pregunta me tomo por sorpresa, ¿Cómo podía decir algo así? Parecía como si no me conociera, se le habían olvidado todas las veces que le había dicho que él era muy especial para mí y que lo quería muchísimo.
-¿Qué? ¿Qué dices? – Hable molesta por la clase de pregunta que me hacía – es que tu no entiendes.
-¿Entender que Bella? Porque simplemente nunca me has explicado bien esto de no decirle a tu hermano – levanto la voz.
¿Por qué no me entendía? Estaba haciendo las cosas de este modo por nosotros, el no conocía a mi hermano como yo. Jamás se lo había explicado bien a Jacob porque pensaría que Edward es un ogro que no deja que su hermana tenga una vida sin él, pero no era así. Yo era su pequeño tesoro, eso me había dicho el el día que se fue a Inglaterra y conociendo a Edward el cuidaba sus tesoros con dientes y garras, su piano era testigo.
-Lo hago por nosotros – le grite herida y molesta por su reacción. Mis ojos en ese momento decidieron traicionarme al humedecerse un poco.
-¿Y qué tiene que ver Edward en el nosotros? – Me respondió este con el mismo tono de voz – una relación es de dos, no de tres y por mucho que Edward sea tu hermano tiene que aceptarlo.
-¿Cómo lo va a aceptar si ni siquiera lo sabe? – estaba llegando a mi limite.
-No lo sabe porque tú no se los has dicho, esa es la única razón – bufo – él es tu hermano no tu padre. Y te recuerdo que ya tengo su permiso, solo he esperado que hablaras con tu hermano por respeto a ti y tus padres no porque nos afecte.
- Lo que piense Edward es igual de importante para mí, pero tú no lo entiendes.
-Claro que entiendo que ames a tu hermano, es normal y lo correcto pero él no es tu dueño, no necesitas de su aprobación.
Me quede ahí, de frente a él con los ojos empañados evitando derramar las lágrimas que se acumulaban en ellos. Su rostro tampoco era de felicidad, me miraba con un deje de arrepentimiento pero aun así no cedía.
-Be…lla – oi la voz de Edward detrás de mí la cual le salió entrecortada posiblemente porque creía que estaría sola. Se acercó junto a mí ignorando a Jacob.
-¿Está todo bien? – me pregunto ya que yo intentaba no verlo a la cara. Levanto suavemente mi rostro buscando mi mirada. Edward me conocía muy bien aunque no hubiéramos vivido los últimos años juntos y mis ojos rojos y húmedos no serían buena señal.
Asentí levemente intentando a la vez hilar la respuesta en mis labios pero no pude. Sus ojos me inspeccionaron por unos segundos más antes de girarse para quedar de frente a Jacob.
-¿Quién eres tú? – le pregunto a la defensiva - ¿Y quién te crees para venir a mi casa y hacer llorar a mi hermana? – aun con los brazos en sus costados note que cerro sus puños.
-Hey… yo no estoy llorando – Salí en mi defensa.
Edward volteo a verme, sus ojos reflejaban molestia por lo que yo había dicho. Era lindo que viniera y me defendiera pero yo ya no era una niña y podía hacerlo bien, sola.
-Tu… tu simplemente no digas nada – frunció los labios.
No pude decir nada más. La forma en que me vio y el tono que uso en esas palabras me confirmaron que su reacción había sido diez veces peor que cuando tenía doce años.
-Yo… -dio un paso – soy Jacob Black, el… - negué con la cabeza aprovechando el encontrarme de espaldas a Edward, implorándole que no dijera nada.
-¿El? – pidió que continuara con un deje de fastidio por no haber terminado de hablar.
-Amigo de Bella – dijo este bajando los hombros resignado – solo venía a despedirme de ella.
Edward lo miraba fijamente con su postura erguida como si en cualquier momento Jacob se le tiraría encima, ambos eran altos por lo que no se miraba mucha diferencia si llegaran a pelearse pero esperaba que no lo hicieran.
-Ya lo hiciste, ya te puedes ir – las palabras de Edward destilaban veneno. Eso no me gusto, Jake me la había puesto difícil.
- Edward – tome su mano con suavidad - ¿Me podrías dar un minuto con él a solas? – le pedí apretando sutilmente su mano.
El me soltó y negó con la cabeza, pero no tuve tiempo de reaccionar para volver a pedírselo ya que caminaba en dirección a la entrada de la casa. Me había negado hablar con Jake pero ¿aun así nos dejaba solos?
-Me voy – dijo Jake acercándose a su motocicleta.
- Jake, espera – lo seguí tropezándome con una piedra haciéndome trastabillar.
-Si puedes hablar ya sabes dónde encontrarme – sonrió burlonamente – adiós Bella.
Tomo su motocicleta y la arranco haciendo que esta diera un sonido ahogado, vi cómo se perdía a través del camino; me había dejado ahí, parada a mitad del estacionamiento con las palabras atoradas en mi garganta y mi mano extendida como si eso pudiera detenerlo. Eso dolió y no pude evitarlo, una traicionera lágrima recorrió mi mejilla mientras seguía viendo un camino vacío.
Recordé que no estaba sola. Adentro ocho personas posiblemente me esperaban, pero siendo sincera sabía que de todos ellos dos eran los más interesados.
Toque la dolorosa lagrima que colgaba de mi barbilla borrando la clara evidencia del dolor que jamás había sentido. Una sensación punzante y aguda se mantenía en mi pecho; sentía asfixiarme, jamás me había peleado con Jacob. Si, habíamos discutido pero él siempre se reía de lo obstinada que era y luego todo volvía a la normalidad, pero hoy no era así. Lo que se supone debía ser un buen día término siendo una versión de una tragedia.
Empecé a caminar lentamente hacia la puerta mientras pensaba en que decirles, me vi a través de los vidrios polarizados del auto de mi padre y mi cara reflejaba tristeza, debía disimularla. Aunque la actuación o mentir nunca había sido lo mío y no me quejaba por eso hoy las necesitaba a ambas urgentemente.
Presione mi rostro y limpie mis ojos intentando borrar todo rastro que pudiera delatarme pero sabía era imposible. Alice no se la tragaría y Edward tampoco.
Cuando pensaba girar el pomo de la perilla sentí la puerta abrirse y unos ojos verdes me miraban expectantes, curiosos y preocupados. De todas las personas ¿Tenía que abrir la puerta precisamente Edward?
Vi sus labios moverse intentando decirme algo pero fue interrumpido.
-Edward – lo llamo Tanya – tus padres te esperan – giro su vista hacia mí – Oh, Bella a ti también.
Agradecida por que ella apareciera en ese momento asentí. Antes de entrar le di una pequeña y falsa sonrisa a mi hermano.
-Vamos – le dije a Tanya que todavía esperaba. Edward solo nos siguió sin decir nada.
que lio para Bella como saldra de está...
ResponderEliminaroh ohhhhhhhh se avecina tormenta.... jijiji Jacob se ha portado como un idiota presionando a bella, ella necesita tiempo para dar ese paso y el no lo acepta. al fin y al cabo tampoco llevan tanto tiempo juntos como para exigirle de esa manera... que se cree?
ResponderEliminarhola quería avisar que te nominé cualquier duda que tengas entra acá http://besosenlaeternidad.blogspot.com.ar/2012/10/mi-primer-nominacion.html están todas las bases, mucha suerte besos
ResponderEliminarPD: por favor seguí con las historias que estoy re ansiosa por ver como siguen