Volvemos al amor

Capitulo 2.- Los Cullen

Bella pov.

Seis días después de llegar a Londres, nos mudamos a una casa en las afueras de la ciudad, es hermosa, grande, de cristal en lugar de paredes comunes, tres plantas por lo que pude notar, una enorme cochera, toda la casa decorada con exquisito gusto, los tonos blanco, gris y rojo ladrillo predominan y a pesar de eso, es cálida, pisos de madera, cocina rustica pero con estufa y horno de última tendencia. 

La sala tiene muebles en una gama de colores que van desde gris oscuro hasta el blanco y cojines en rojo, una pantalla plana domina parte de la pared lateral a la entrada, un estante de madera oscura contiene consolas, juegos, un equipo de sonido, un reproductor tipo DVD y algunos discos de música, así como películas de todo género.

El comedor hace juego con la cocina y esta a un costado, una pequeña barra las separa, las sillas son rústicas, con diseños similares a los soportes de la mesa, la cual esta remada en cristal. Un hermoso Jarrón en azul con detalles en oro, adorna una mesa pegada a la pared, justo en la entrada, el espacio conecta el comedor con la sala y las escaleras. 

-¿te gusta?- pregunto Jasper abrazándome. 

-es preciosa, hum, además el bosque se ve hermoso desde aquí- camine hacia una de las paredes para contemplar los arboles verdes, todo es verde, demasiado verde. 

Pero hermoso, imagino que desde la última planta se verá mucho mejor.

-si tanto te gusta, te prometo que cuando te cases conmigo te construiré una igual- bromeo mientras me dejaba un beso en el cuello, clásico de Jasper. 

A veces me pregunto si lo dice en serio o solo juega conmigo. 

-entonces ¿les gusta la casa?- pregunto un chico como de la edad de Jasper.

Venia bajando por las escaleras, apenas nos miro pues sus ojos están fijos en Rosalie quien apenas mantiene la boca cerrada. 

Listo, mi amiga esta flechada y no es para menos, el tipo es enorme, musculoso, cabello negro muy corto, ojos pequeños, cara infantil, completamente guapísimo. Tal como Rosalie los prefiere.

-sí, es perfecta, hum ¿me muestras donde nos quedaremos?- balbuceo Rosalie acercándose, el chico apenas reacciono al tenerla enfrente.

-sí, claro, hum, ¿Alice las maletas donde están?- 

-las mandaran después, eran muchas- contesto la chica desde la cocina, regreso con una bandeja y vasos con algo en ella. 

Cabello medio largo y negro, ojos oro, sonrisa amplia y muy guapa. Me cayó bien desde el instante que la vi esperándonos en el lobby del hotel.

-sí, lo siento salimos de compras estos días y no pensamos en el traslado- me disculpe hablando con Emmet, el enorme tipo, que se babea literalmente por mí amiga. 

Mientras que la chica mira entre ratos a Jasper con algo más que curiosidad, una ola leve de celos me inundo, hasta que recordé que entre nosotros no hay nada. Nada oficial en todo caso.

-¿adictas a las compras? genial debemos ir juntas- me respondió Alice sonriendo, un poco menos al notar cómo me tiene abrazada Jasper.

-¿Y Edward?- pregunto Rosalie apenas regreso de la habitación, seguida de Emmet.

-está en casa de Jacob, un amigo suyo, estaban terminando de componer algo. Edward tiene un grupo de rock alternativo y con Jacob componen lo que tocan. Ya lo conocerás, Bella, Jacob es guapísimo, si te gustan morenos, cabello largo, ojos casi negros, es todo lo contrario de mi hermano, yo creo que por eso se llevan tan bien- finalizo Alice mientras nos jalaba hacia la sala.

-y díganme ¿Qué quieren hace hoy en la noche? es viernes, seguro que aun no conocen los antros de moda- pregunto el enorme oso. 

Eso parece.

-pues el primer día que estuvimos aquí, fuimos a uno, hum, “La reserva” o algo así, nos gusto, el ambiente era tranquilo- le respondió Rose de inmediato.

-ese es bueno pero hay uno mejor, “La Push” está del otro lado de la ciudad, ya se, descansen lo que queda del día y en la noche nos vamos de fiesta, les advierto que mi hermanita no para hasta ver el sol- 

-Emmet los asustaras- reprocho.

- no conoces a estas dos, te juro que son imparables, sobre todo Rosalie- contesto Jasper mirando a la chica detenidamente. 

Si, otro flechazo se ve en camino. Si me quito del camino, pero… ¿lo haré?

-¿no necesitamos identificaciones para entrar? – pregunte preocupada, la noche anterior nos habíamos escabullido pero no siempre podremos.

-¿tienes mi edad, cierto? – pregunto Alice,

-tengo diecisiete, Rosalie es de tu edad- conteste un poco apenada.

-aún así no hay problema, un poco de maquillaje, algo de tacones y listo y por lo demás no te preocupes, Edward conoce a todos los guardias de los antros, así que no habrá problemas, además toca seguido en ahí nos dejan entrar sin problemas- me guiño el ojo antes de levantarse.

-bueno pueden escoger las habitaciones que quieran hay dos en la parte media y una en la última planta…-

-yo quiero esa - interrumpí de inmediato, pensando en la vista por la ventana.

- es la primera puerta, en el baño encontraras las toallas y en cuanto lleguen tus maletas Emmet las subirá, ahora descansa que la noche será interminable- 

-gracias Alice, Jasper ¿dónde te quedaras?- pregunte recordando que quizá no es buena idea estar muy lejos de ellos.

-cerca, en la primera puerta junto a las escaleras, no te preocupes- dijo sonriéndome.

-y yo estaré en la segunda puerta- respondio mi amiga.

-pueden compartir habitación, hasta que mis padres lleguen- dijo Alice con cierto pesar en la voz.

-no, no será necesario, ya sé dónde encontrarlo, gracias, me iré a descansar, me avisan con tiempo para arreglarme- conteste mientras Jasper miraba a Alice con el ceño fruncido.

Enseguida subí, encontré dos puertas, una de ellas abierta. Entre en esa. Cerré detrás de mí, la cama pegada a la pared esta tendida, hay una sabana doblada a los pies, no preste mucha atención a lo demás, estoy cansada, me tire sobre la cama apenas después de quitarme los tenis. 

No falta mucho para que oscurezca, las ventanas están abiertas y la luz de la terraza alumbra bastante. No estaré en la oscuridad. 

Rodé hasta la pared, me gusta sentir el frio del concreto, es refrescante, me quite el pantalón y la blusa quedando solo en bóxer y top, perfectos para dormir.

Me perdí enseguida. 

Sentí un cuerpo junto al mío, un calor, un aroma que no reconocí, sentí su brazo sujetarme contra la cama, abrí los ojos mientras la persona se movía de pronto, grite con todas mis fuerzas. 

Trate de levantarme pero la sabana se enredo en mis piernas, me sentí caer y un golpe intenso en el costado de mi frente. La oscuridad se hizo completa por un segundo… sentí sus manos tomarme por los hombros, sacando fuerzas del miedo grite otra vez, la puerta se abrió de golpe. 

Jasper.

-¡¡¡ suéltala ahora….!!!-

Edward pov.

-es suficiente por hoy Jake estoy muerto, te veo mañana, hum, mejor te llamo, los hijos de mi madrina viene de vacaciones, hace años que no los veo y según sé, traen a la adoptada, así que probablemente nos toque hacerla de guías, ojala no me molesten demasiado- dije. 

Me quede pensando que Rosalie solía ser…, hum, pesada a más no poder. Jasper me cae bien, no se mete conmigo, aunque se llevaba mas con Emmet, son de la misma edad y Alice con Rosalie. Así que yo por ser el de en medio, no encajaba. Aunque tampoco lo intentaba. Quizá es hora de hacer amigos, aparte de mi grupo de música no hay más. 

Esta vez tratare de encajar.

-Hola Jasper, Rosalie- salude al entrar, están sentados viendo una película. 

No vi a la nueva, quizá no ha venido después de todo.

-¡Edward hola!- corrió Rosalie abrazándome y tomándome por completo desprevenido. 

Jasper se puso en pie y me abrazo cariñosamente. Raro. 

¿Quiénes eran estos y que hicieron con los anteriores, los pesados? Aunque, nueve años después han madurado. O yo deje de ser tan anti social. Como sea.

-saldremos de fiesta ¿te unes? para que seamos seis- pregunto Emmet.

-¿seis?- pregunte a mi vez, pensando si salir o quedarme a dormir.

-sí, Bella está dormida, por fa no hagas mucho ruido, se quedo en la habitación frente a la tuya- aclaro Alice.

-bien y ¿a qué hora saldrán?-pregunte animado con la idea, salir con la familia me hara bien.

-en unas tres horas- contesto Emmet.

-genial dormiré un rato, Alice ¿me avisas media hora antes de salir? – pedí subiendo las escaleras.

Ambas puertas están cerradas, juraría que deje la mía abierta. Las cortinas automáticas ya se han cerrado, me quite la camisa, el cinturón, los zapatos y me acosté mirando al techo, suspire pensando que me hace falta una novia. 

Me gire hacia la pared buscando la frialdad, es agradable. De inmediato sentí algo, alguien ahí, me incorpore de inmediato al tiempo que una voz de mujer gritaba desesperada, lo que me hizo saltar de la cama, en la oscuridad total escuche como caía, llevándose algunas cosas de la mesa, me apresure a levantarla, grito todavía más y antes que pudiera decir nada la puerta se abrió dando paso a un Jasper enfurecido.

-¡¡¡ suéltala, ahora….!!!-

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Perdón por la demora niñas, aquí les dejo el capi...