domingo, 3 de marzo de 2013

La Bestia del Castillo




:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Capitulo 28.- El pasar del tiempo 

Bella pov 

-¿Cómo sigue?- pregunto Jasper apenas cruce la puerta de la habitación. 

-igual, pero no quiere tomar té- dije algo molesta. 

-déjame hablar con él, quizá me escuche- 

Hice un gesto para que entrara. 

Mi testarudo esposo se ha negado rotundamente a tomar más te para el dolor desde el tercer día que despertó por completo. Al principio no me molesto pero ahora, viéndolo sufrir por las heridas, me parece estúpido de su parte. 

-nada, no quiere… ¿Qué hacemos?- pregunto Jasper cuando salió un rato después. 

-tráeme por favor una taza, se la va a tomar o sabrá de lo que soy capaz- dije al borde de la histeria. 

Cinco días escuchándolo casi llorar, el no poder acercarme porque ladra y no dormir con él porque hasta el viento le molesta me tiene loca, desesperada y de un humor del demonio. 

-¡¡¡o te tomas una taza como mínimo al día o me regreso con los niños hasta el castillo mayor y a ver quién te cuida, me tienes harta, apenas te soporto con esta estúpida idea de no querer beber nada, serás muy macho para todo pero en esto o cedes o te quedas solo!!!- grite apenas llegue a donde podría verme. 

-Bella no tomare nada… no quiero dormir todo el tiempo, quiero verte, ver a los niños…- un gesto de dolor cruzo su rostro. 

-aquí esta lo que me pediste- dijo Jasper entrando en ese momento. 

-o te la tomas o me voy- dije seria. 

Me miro serio también 

-no- respondió. 

Me gire y empecé a sacar mi ropa del armario. 

-¿Qué haces?- pregunto 

-¿Qué te parece que hago?- respondí. 

El día de navidad lo habíamos celebrado, la cena fue en el comedor pero me retire temprano para estar con él. Los niños jugaron un rato bajo su mirada y se agarraban de la sabana para poder tocarlo, pero el constante movimiento le causaba dolor y termino enfadándose con ellos. Motivo por el cual no había dejado que ese día entraran a la habitación. 

-¡¡¡¡no te atrevas a irte!!!!- rugió. 

No ha perdido ni un poquito de la bestialidad que le caracteriza y ante esta situación la saca a ver el sol casi diario. Eso también me tiene harta. 

-detenme- rete mirándolo. 

Me miro con una ferocidad que pocas veces le vi y jamás dirigida a mí. Pero me mantuve firme, soy una Cullen y no me dejare ganar esta partida. 

-bien, tomare una taza al día, ¡¡¡pero solo una!!!- grito mientras mi sonrisa salía al encuentro de su ceño fruncido. 

-vamos Jasper, ayúdame- pedí. 

Un rato después, cuando acabo de insultar a Jasper y decirle en cuantas partes le partiría el culo por ayudarme, se durmió. 

-bueno, la bestia sigue viva, eso es muy bueno- dijo riéndose mientras recordábamos la sarta de palabras que jamás le había escuchado. 

-sí… y no sabes cuánto me alegra- dije sinceramente. 

Esa furia le dará la fuerza para resistir lo que venga. Ahora lo único que opaca ligeramente mi futuro es el nacimiento de mi hijo. Espero de verdad tener mejor suerte que mi madre y sobrevivir. No imagino cómo será la vida de mi esposo sin mí. No quiero imaginarla. 

Regrese a la habitación después de comer y de ver que mis hijos comieran, Charlie le ha perdido el gusto a los guisantes y Marco a las zanahorias, pero lo curioso es que se comen lo que el otro no. 

Cuando entre su rostro estaba hacía el lado donde duermo yo, me acosté tratando de no moverlo demasiado y me rodé sobre mi costado para mirarlo. Es increíblemente hermoso, su barba abundante le da un aire de madurez que no tiene, su rostro serio, sus labios cerrados así como sus ojos me tiene perdida. 

Lo amo, de eso no tengo la mejor duda. 


Edward pov 

Sentí a alguien moverme el cabello hacía atrás. Abrí los ojos y me tope con Alice. 

-lo siento, te desperté…- dijo apenada. 

-no pasa nada… ¿Qué haces aquí?- pregunte mientras miraba a la mujer que dormía a mí lado. 

Mi esposa. 

-vine a preguntarle algo a Bella pero está perdida entre el sueño y luego me pareció que hablabas, me acerque para escucharte… ¿te duele?- pregunto cuando mi expresión me delato. 

-un poco, pero no digas nada, querrán darme más mierda para dormir y no quiero- dije seguro. 

-deberías hacerlo, cuando te pones mal Bella lo hace también, recuerda que está embarazada, mientras más tranquila este mejor, ¿Cuánto te puede costar dormir un poco más para complacerla?- pregunto mirándome con cara de “contradíceme y te golpeo” 

-Alice… ¿Cómo ha estado Bella estos días? Dime la verdad- pedí. 

-bueno… lloraba mucho al principio, porque no había mejoras en tu estado, Edgar le dijo que quizá no sobrevivirías, cuando se cambio a esta recamara y trajo a Charlie contigo pareció estar más tranquila. Unos días después la infección te volvió y ella se preocupo de nuevo, no salió de aquí, paso una semana entera sin asomar la cabeza fuera. Cuando por fin le dijeron que te dejarían despertar se alegro, pero igual que antes la tristeza le gano cuando no reaccionaste. Te ha extrañado tanto Edward que era difícil verla así - 

-¿se puso mal por todo esto? Me refiero a la criatura- 

-no, no a ese grado, porque entre Rose y yo le hacíamos comer y cuidábamos a los niños para que pudiera dormir… ¿sabes que cuando tu estas dormido ella se duerme también? Si no quieres hacerlo por ti, hazlo por ella, necesita descansar, los desastres no le dan mucha paz cuando la ven, Charlie es quien más apegado a ella esta y como Marco nunca anda lejos…- un llanto le interrumpió. 

Me quede escuchando atentamente, un minuto después otro llanto le hizo compañía y antes que mi sonrisa se formara, el llanto fino se unió al coro. 

Sentí que mi esposa se levanto de golpe. Gire mi rostro hacía ella. Coloco sus manos en su vientre. Mi miro y sonrió. Un golpe, como un mazo invisible, me sacudió por completo. Supe que haré lo que sea que ella me pida porque la amo y desde ese momento en más viviré para complacerla. 

-iré a ver a los niños, descansa un rato más… Edward se tomara otro te, ¿verdad Edward?- dijo Alice mirándome. 

La mire antes de regresar la vista a mi esposa. 

-tantos como tú quieras Bella- dije cuando escuche la puerta cerrarse- hare lo que sea que me pidas amor, lo que sea que me pidas- repetí. 

-¿Por qué?- pregunto a su vez. 

-porque te amo- dije. 

Abrió la boca para decir algo más pero no salió sonido alguno. Tomo mi mano y la llevo rápidamente hacía su vientre, la acción me dolió pero cuando sentí a mi hijo moverse se me olvido todo lo que no fuera la sensación en la palma de mi mano. 

-¿lo sentiste?- pregunto con la mirada cargada de ilusión y el brillo en sus ojos. 

-sí, es increíble… casi igual que los niños cuando estaban aquí- dije pasando lentamente mi mano sobre su vientre. 

-aunque este se mueve más, sobre todo cuando lloran, ¿Recuerdas que te dije?- pregunto. 

Asentí mientras sentía un golpecito suave. Seguido de otro. 

-¿crees que me quiera?- pregunte. 

-eres su padre, ¿Por qué no habría de quererte?- pregunto. 

-porque trate de matarle, por eso- dije con tristeza, amargura y un profundo dolor. 

-pero no lo hiciste y lo amaras tanto como a los desastres, no tendrá motivos para no amarte- dijo mi esposa convencida. 

-ya lo amo, tanto como te amo a ti- quise moverme más pero el dolor me llego antes de poder tocar su rostro. 

-es hora de mas te- dijo suspicazmente. 

Suspire resignado. Ya le había dicho que lo hare y lo cumpliré. 

-sí, ya es hora- respondí. 

Un rato después Emmet, quien me ha evitado como la plaga desde que mi humor se pusiera del carajo, me levanto para tomar el dichoso remedio. 

-los niños dormirán con Rose y conmigo, descansa Bella, lo necesitas… por cierto, Divina está preñada- dijo mi primo riendo. 

-vaya, me alegra saber que no soy la única- dijo mi esposa riendo. 

Se acostó a mi lado, puso su mano bajo la mía y se quedo dormida casi al instante. Cerré los ojos y me entregue a la oscuridad. 


Y el tiempo siguió su curso. 


-¡¡¡Alice no me queda!!!- grito mi esposa furibunda con un vestido en las manos. 

Caminando de un lado a otro mientras Alice trata de seguirle el paso. Es muy divertido ver a Bella con sus nueve meses de embarazo seguida de Alice de siete. La risa no se me queda dentro. 

Sentado en la cama con la espalda apoyada entre almohadas realmente suaves mire a ambas mujeres discutir. 

-Bella no te queda porque ese no es tuyo, es mío. El tuyo es el morado- dijo Alice señalando el vestido que estaba junto a mí. 

Mi esposa se detuvo, miro en mi dirección y estallo de nuevo. 

-¡¡¡¡¿Qué te parece tan gracioso Cullen?!!!!- grito mientras mi risa se borraba. 

Más por no hacerle enfadar otro poco que por otra cosa. 

-lo siento cariño, fue tonto de mi parte, no hay motivo para reír- respondí siendo lo mas diplomático posible. 

Es eso o arriesgarme a que me grite por la próxima hora y media. 

En los meses que han trascurrido mi esposa ha estallado en mal genio con más frecuencia que nunca durante el tiempo de casados. Casi siempre yo soy el motivo o causante de dicha furia. 

Mi recuperación es lenta pero completa. 

En el tercer mes pude moverme lo suficiente como para sentarme solo. El Cuarto mes pude dormir de lado, abrazado al cuerpo de mi mujer, extrañando el contacto de su piel desnuda. 

Y no duerme desnuda porque dice que le dan ganas y que yo no estoy en condiciones y por más que trate de hacerle algo, no se dejo. Cuando amenazo con mudarse a otra habitación decidí dejarla en paz. Ya tendré tiempo cuando la criatura nazca. 

Ahora ya puedo dormir sobre mi espalda pero por periodo cortos, sigo tomando láudano pero en muy poca cantidad y solo en las noches. También bajo al comedor con todos los demás, me baño y visto solo. Aunque aun no me dejan montar a caballo ni entrenar. 

Había estado saliendo poco al patio. Mis hombres se arremolinaron en torno a mi cuando puse un pie fuera del castillo. 

-si lo fue, ¿no tienes que hacer otra cosa? ¿Vestirte por ejemplo?- me recrimino. 

-ok lo hago, pero por favor, ya no te enfades. Es el cumpleaños de los desastres y necesitas divertirte. Deja que Carmen y las demás se encarguen- pedí. 

-no puedo tranquilizarme…- miro a Alice y esta se marcho- tengo miedo que algo les pase, no debimos hacer su cumpleaños tan grande, medio castillo mayor esta aquí, sin contar con tus tíos, los del consejo y no sé cuanta gente más desconocida… no estaré en paz- dijo tomando mi mano. 

-amor, el castillo fue revisado por completo, los desastres traen hombres cuidándolos aparte de sus niñeras fijas. Nadie más que ellas los moverán, son de confianza y nada pasara. Bella yo no dejare que nada pase. Me asegure que todo sea perfecto este día, para ti- dije tomando su rostro entre mis manos. 

-gracias amor, me siento un poquito más tranquila- 

-¿Solo un poquito?- pregunte arrugando el ceño 

Hizo una seña con sus dedos índice y pulgar juntándolos y separándolos apenas algo. Eso me causo mucha risa. Y me siguió. Es completamente hermosa cuando se ríe. Aunque pensándolo bien, es completamente hermosa siempre. 

-¿te vestirás solo o quieres ayuda?- pregunto sin soltarme. 

-lo que realmente quiero es tenerte desnuda- dije. 

Me miro seriamente. Se levanto sin decir nada y tiro de las cintas que unían su vestido. 

Lo dejo caer por su cuerpo. 

-¿te parezco fea?- pregunto cuando la mire aguantando la respiración. 

-no, eres la mujer más hermosa que jamás haya visto, ven- pedí. 

Rodeo la cama y se subió por el otro lado. 

Se acerco a mí...

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Esta vez lo puse a tiempo... saludos mis niñas!!!

5 comentarios:

  1. "Se acerco a mi..."??? WTF???? me lleva la mierda bruja!! definitivamente tu increíble don para la intriga va a matarme!!!

    ResponderEliminar
  2. OMG nos dejas en lo mejor ,voy a morir de desesperacion jajaja me encantaaaaaaaaaaaaaaa-...Gracias linda...Besos...

    ResponderEliminar
  3. GENIALLLLLLLLLLLLLLL!!!!!!!!!!!!!!!!!,gracias por actualizar, 2 seguidos WAUUUUUU,espero leerte pronto,besos Emma

    ResponderEliminar
  4. Fue un capítulo genial. Gracias por actualizar tan rápido.
    Todo mi cariño para ti.
    Besos desde Colombia.
    Amy

    ResponderEliminar
  5. me encanta, me encanta!!
    Me habia desconectado un poco, pero YA!, ya regrese, y esto esta super que mega GENIALLLLLL!!

    ResponderEliminar