lunes, 25 de febrero de 2013

La Bestia del Castillo


::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Capitulo 27.- De vuelta a la vida 


Edward pov 

-Marco no hagas… ¡Tornado!- 

-Bella déjame ayudarte con eso, René aun duerme y Rose no tarda en subir. ¿Por qué no te metes en la tina un momento? Te lo mereces. Deja que me lleve a tus desastres naturales a mi habitación, Jasper sigue ahí- 

-gracias Alice, lo necesito… ¿Cuándo mi hijo entenderá que la verdura es para comer no para vestir? De verdad que este niño le enseñara muy malos modales a Charlie- 

-bueno, algo le tiene que enseñar, mira… Huracán se quedo sentado- 

-¡¡¡Dios… Llama a Jasper!!!- 

Una puerta se azota. 

Qué hermoso sueño, logro ver a mi esposa con la papilla en el vestido, a mi hijo Charlie sentado y a Marco con las manos llenas de comida y la sonrisa en sus labios mirando a su madre mientras intenta limpiarse. 

Vi a Alice limpiando a Marco antes de salir corriendo. 

Tan nítidamente como si estuvieran frente a mí. 

Sé que es un sueño porque… mi Charlie no está más. 

Este dolor es molesto y esta tornándose intenso… este dolor no es del alma, es físico. La oscuridad lo está invadiendo todo… al menos ya no duele. 

Que hermosa se ve Bella, su cadera está más ancha. Pierdo el aire cuando se voltea. Esa panza no estaba ahí antes… claro nuestro hijo. El que trate de matar… Dios me ha castigado, me ha quitado uno nacido por querer evitar que naciera el otro. Me lo merezco… pero… ahí está… en el vientre de mi esposa, mi hermosa y dulce esposa. 

¿Qué carajo pasa conmigo? ¿Por qué este dolor sigue aquí? ¿Qué no estoy muerto? ¿Estoy vivo? ¿Dónde estoy? 

Agh… este dolor… la oscuridad es mejor. 

Es de día. 

Es de noche. 

Cada que abro los ojos frente a mi hay algo diferente, mejor los cierro de nuevo. 

¿Qué pasa? 

Esos llantos de nuevo. 

Llevo tiempo escuchándolos, ahí llega el otro y falta… no, ahí está el tercero, fino y estridente. 

¿Cómo dormir si no dejan de hacer ruido? 

-por favor, que se callen- pedí. 

-¡¡¡¿Edward?!!!- Ah, esa voz de ángel a mi lado. 

Abro los ojos con algo de trabajo. Me siento cansado, adolorido, completamente jodido. 

-¿Bella?- logro decir. 

Tengo la boca seca y no estoy seguro de nada. 

-Edward, despertaste, gracias a Dios despertaste. ¡¡¡Emmet… Edward despertó!!!- 

-¿Qué…?- un dolor agudo me atraviesa en cuando intento mover mi brazo. 

-no te muevas, aun estas muy lastimado… no te muevas… estas despierto- mi mujer se derrumbo junto a la cama llorando. 

Con su mano aferrada a la mía. 

-amor nuestro hijo…- 

-está vivo… esta aun algo lastimado pero vivo… ¿entiendes lo que digo?- pregunto cuando deje de respirar. 

-lo vi caer Bella, no llegue a tiempo, lo vi caer y cuando levante la canasta él… había sangre por todo su… ¡no me mientas Isabella!- grite apenas con las fuerzas que tenía. 

Se soltó de mí levantándose despacio, salió de mi vista y escuche la puerta cerrarse de golpe. 

-¡¡¡Bella no, no me dejes… por favor perdóname!!!- grite de nuevo pero no regreso. 

La perderé también… 

¿Por qué carajo no me he muerto yo? 

Apenas han pasado unos minutos cuando la puerta se abre de nuevo y mi esposa aparece. Se puso de rodillas llevando entre los brazos a Marco… Charlie. 

Vivo. Sucio y riendo. 

-Está vivo- dijo de nuevo mi esposa. 

Me quede callado porque esto no puede ser. Yo lo vi. 

Estaba muerto, yo… deje de pensar cuando me sonríe. Con su piel blanca, su pelo entre rubio y rojo pasando por el café. La sonrisa como la de su madre. 

-Yo vi que…- 

-sé lo que viste, pero no es así, no lo perdimos, gracias Dios y a ti no lo perdimos… no lo hicimos- dijo con las mejillas húmedas. 

Los mire sin decir nada, esa imagen quiero grabármela a fuego en mi alma para siempre. Sentí la mirada nublada y supe que estoy llorando. 

Acerco su mano y me limpio. Me dejo un beso apenas largo para mi gusto y sonrió. 

-llevare a Charlie con Alice, esta comiendo- dijo antes de dejar al niño sentado en el suelo. 

Al levantarse pude notar que su vientre es más que visible. 

-¿Cuándo…? ¿Qué día es hoy?- pregunte tratando de tener coherencia 

-20 de diciembre, pasaste dormido casi mes y medio- dijo sonriendo con dulzura - ya regreso- 

Salió por la puerta y cerro detrás de sí. Trate de moverme pero me causo mucho dolor. La puerta se abrió y espere que fuera ella. 

-¡¡Edward!! Hasta que te dignas a despertar, eres un imbécil, has tenido a tu esposa noche y día pendiente de ti, llorando por ti, en su estado eso…- 

-si quieres golpéame- dije sarcástico mientras mi amigo daba vueltas frente a mi mareándome. 

-no me des ideas- dijo deteniéndose. 

Me miro serio y una lagrima rodo por el rabillo de su ojo derecho. 

-¿estás llorando?- pregunte. 

-no pendejo, es una basurita- dijo tallándose los ojos. 

Sonreí antes su respuesta, mi mejor amigo ha estado preocupado sin duda por mí. Un minuto después entro Jasper. Camino hasta estar quedar junto a Emmet. 

-¿ya le leíste la cartilla? -pregunto mirando a Emmet. 

-sí, pero recuérdasela- respondió encogiéndose de hombros. 

-eres un pendejo, un imbécil y… si vuelves a hacer pasar a Bella por algo así te rompo el culo en cuatro- dijo serio. 

Supe que también estaba preocupado por mi y que Bella es su pretexto para sacar la frustración. 

-¡¡¡fuera de aquí par de imbéciles, esta despertándose y ya están ustedes con sus pendejadas!!! ¡¡¡A joder por otro lado!!!- grito mi esposa desde la puerta. 

-¡¡¡Bella!!!- dijo Emmet asombrado. 

Esa es mi esposa sacando el demonio que tiene dentro cuando se enfada. Sonreí como imbécil aunque el dolor me amenaza con derrumbarme de nuevo. 

-si ya acabaron de hacer enfadar a mi mujer… me dan algo para el dolor- pedí 

-toma cielo, te traje un té con algo de láudano- dijo Bella acercándose. 

Emmet se subió a la cama de un lado mientras Jasper metía las manos bajo mi pecho, entre los dos me levantaron solo un poco. Bella puso la taza en mis labios y tome un trago largo. 

-eso te hará dormir -dijo y la mire aterrado. 

Tuve miedo que no sea más que un sueño. Que nada de esto sea real. 

¿Y si al despertar encuentro que Charlie sí está muerto, mi esposa destruida y mi familia en pedazos? 

-estaré aquí cuando despiertes- dijo rozando mi rostro. 

Solo ahí fui consciente de la barba que tengo. La última vez que la tuve así fue cuando Kate murió. Sin desearlo me fui quedando en la oscuridad. 

-no me dejes Bella- susurre antes de cerrar los ojos 

-nunca, nada me separara de ti- alcance a escuchar. 

Después todo fue silencio. 

Me desperté en la oscuridad. 

Desorientado, adolorido y con frío. 

Moverme es imposible. Suspire ruidosamente o al menos me lo pareció. 

-¿quieres algo amor?- pregunto Bella junto a mí. 

Una luz tenue se encendió y pude ver su rostro, está sentada mirándome con la vela entre los dos. Me quede en silencio. Sintiendo el amor llenar cada poro de mi piel, ahí está mi esposa, mi mujer, mi amiga, mi amante complaciente. Mi razón de vivir. Baje la mirada un poco más y note la deformación en su camisón. Siguió mi mirada y su sonrisa se borro. 

-sé que no quieres tenerlo… pero ya no puedo perderlo- susurro sin mirarme. 

Recordé el día que Charlie desapareció, ella guardando sus cosas, diciendo que se iba porque yo quería matar a nuestro hijo, tenía razón. Recordé lo mal que estaban las cosas entre nosotros. 

-si quiero tenerlo… pero no puedo perderte. Cuando creí que huracán estaba…- calle porque decirlo es horrible, aun me quema la imagen de mi hijo bajo la canasta. 

-lo sé, Jasper me conto lo que paso, me dijo todo. Lo que hiciste por rescatarlo, cada minuto en que tu determinación a traerlo vivo a casa, ayudo a salvarlo. Espero que lo vivido con Charlie te ayude a entender que no puedo perder a este, no podía acceder a algo así. Sé que morir es una posibilidad de la que no puedo rechazar o negar su existencia pero… ¿acaso tu no habrías muerto por alguno de nuestros hijos?- pregunto llorando. 

Verla así, con la mano sobre su vientre protegiéndolo, dispuesta a dar su vida por la que traía dentro y por las otras dos que dormían en la habitación de un lado me rompió el alma. De haber conseguido mi propósito aquella noche, no solo habría perdido un hijo, habría perdido todo. Porque Bella es todo para mí. 

-cuando nuestro hijo nazca seré el hombre más feliz y con suerte me perdonas y no me dejas de amar por ser tan imbécil la mayor parte del tiempo- dije mirándola. 

-te perdone la noche que saliste a buscar a huracán y jamás te dejaría de amar porque al igual que mi hijos, mi vida eres tu- susurro mientras su mano se movía en dirección de la mía. 

Me aferre a ella, no supe en qué momento me dormí de nuevo. Con su calor, con su cuerpo junto al mío. 

Un llanto nos despertó casi al mismo tiempo, encendió una vela y me miro sonriendo. La vi levantarse rápidamente, camino hacía donde el grito provenía, no logre ver mucho ya que no me puedo mover aun. La vi regresar con uno de los niños, con la poca luz no distinguí cual es. 

-lo siento, Charlie ha vuelto a su etapa de bebe, llora desesperado cuando se moja- explico mientras le cambiaba el pañal. 

-¿Por qué están aquí?- pregunte cuando escuche el parloteo del otro. 

-bueno, Alice y Jasper necesita una noche solos y Rose con la bebe necesita descansar, Emmet ayuda pero no mucho, además es él quien entrena a los del castillo junto con Jacob, Jasper ha estado algo raro. Desde que Alice se embarazo, el olor del aceite de las armaduras le hace vomitar. Así que no entrena- dijo mientras se colocaba a Charlie entre los brazos. 

Trataba de no aplastarse el vientre, cuando no lo consiguió lo acostó entre los dos. Lo abrazo de lado mirándome mientras me reía de lo que le tocaba hacer para dormirlo. 

-¿Cómo has estado tu? ¿Te ha hecho pasar problemas?- pregunte mirando su panza. 

-no, es bastante tranquilo, aunque cuando los niños lloran se mueve mucho, creo que es su manera de seguirles el juego, resulta que cuando uno de los desastres llora, el otro le hace segunda y la nena tercera- dijo de nuevo en un susurro ya que nuestro hijo se había dormido. 

-me lo estoy perdiendo… ¿Por qué aun no me puedo mover?- pregunte. 

El frío había pasado, en algún momento de la noche me cubrió con una manta gruesa metiéndose ella misma a mi lado. 

-bueno, cuando entraste por huracán, una pantera se te echo encima, antes que pudieran matarla te desgarro la piel de la espalda, tardaste mucho en empezar a sanar porque la infección te dio dos veces. Así que aunque tu piel ha empezado sanar por fuera por dentro aún está abierto y te causa dolor- explico pacientemente. 

-creo que me quedare dormido de nuevo, odio esto… ya no... Láudano-

 ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::


5 comentarios:

  1. Hermoso capítulo, gracias por compartirlo con tus lectoras. Ya extrañaba esta bellísima historia, pero valió la pena la espera pues el capítulo estuvo espectacular.

    ResponderEliminar
  2. Hermoso capitulo bruja de ma corazon!! y para que veas que siempre leo te comento para que no te quejes!!! jajaj

    ResponderEliminar
  3. GENIAL,GENIAL,GENIALLLLLLLL!!!!!!!!!!!!!!espero leerte pronto,besos Emma

    ResponderEliminar
  4. que bien que ya se despertó! deseando que llegue el siguiente... besos linda!!!

    ResponderEliminar
  5. fascinante al fin desperto ,me encantaaaaaaaaaa..Gracias...

    ResponderEliminar