22.- Planes escondidos
Bella pov
-Bella hija, me da gusto verte tan repuesta, cuando nos fuimos…-
-lo sé Esme, gracias. Lamento que no pudieran venir antes, Edward me explico que los múltiples acontecimientos en el clan los tuvieron ocupados- comente.
-sí, ser líder del consejo parece menos trabajo del que realmente es, hemos estado viajando desde que nos fuimos de aquí, pero no es de eso de lo que te quiero hablar, cuéntame ¿Cómo van las cosas entre ustedes?- pregunto con una sonrisa.
-Carmen te dijo algo ¿verdad?- pregunte cuando la note ansiosa por escucharme.
-sí, la verdad es que sí y además durante el desayuno note que Edward y tu no intercambiaron más palabras que los buenos días, él parecía querer hacerte conversación y tu… lo despachaste sin pérdida de tiempo, ¿Qué hizo ahora el idiota de mi sobrino?- pregunto con cara de resignación.
-estoy embarazada- dije.
-Bella eso es maravilloso felicidades… ahora entiendo, seguramente hizo algo que te enfado, pero vamos hija, los hombres no entienden los cambios que se dan en una mujer embarazada…-
-no quiere que lo tenga- solté interrumpiendo su dialogo y llorando en el proceso.
-¿Qué?- pregunto levantándose de la cama donde estábamos sentadas.
-eso, apenas se entero se ha puesto como loco, me maltrato cuando se lo dije y ayer… quiere que lo pierda, dice que él se encargará de eso. Esta fuera de sí, dice que no quiere perderme, que es muy pronto para mí el tener otros hijos después de los gemelos, que no quiere que pase por lo mismo y se ha agarrado del hecho que mi madre murió con el tercer hijo y que no piensa permitir que siga embarazada, que soy su esposa y tengo que hacer lo que él diga…- termine cuando me falto el aire.
Me miro mientras su expresión cambiaba.
-¿y tú qué quieres hacer?- pregunto en tono calmado.
-quiero conservarlo, es hijo de los dos, es fruto del amor que nos tenemos o que pensé que nos teníamos, no pienso renuncia a esta criatura… pero no sé como pueda evitar lo que Edward pretende, cualquier cosa que él haga no tengo idea de cómo evitarla-
-pide asilo- dijo.
-¿Qué?-
-si sientes que tu esposo es una amenaza para tu integridad, o la de tus hijos puedes pedir al consejo asilo, en este caso Carlisle por ser el jefe del consejo tiene la responsabilidad de ver por ti y tus criaturas mientras se resuelve si Edward es apto o no para vivir cerca de ustedes, además si entiendo bien esta criatura sería heredero o heredera lo que hace el asunto más grave, Edward no puede atentar contra ningún miembro del clan con posibilidades de llegar a ocupar el puesto de Jefe del mismo- dijo tomando mi mano
-pero si hago eso, todos sabrán y eso afectara a Edward-
-sí claro que lo afectara, será removido de su cargo de manera inmediata y todo pasará a manos de Jasper por ser el siguiente en la línea, pero… tu hijo o hija estará bien. Tú estarás bien. Debes entender que a juicio del consejo puede ser que solo te permitan irte con la criatura que llevas dentro, no podrás llevarte a tus hijos hasta que se demuestre que Edward no es bueno para ellos-
-pero Edward sí es buen padre- dije levantándome de inmediato.
-entonces solo podrás irte con él que llevas en el vientre, los gemelos se quedarán, si todo sale bien podrás regresar cuando nazca. Al ser su hijo o hija y tú su esposa, Edward tiene la responsabilidad de aceptarte de nuevo y a la criatura-
-no sé Esme, esto es tan complicado que… no quiero… solo deseo que él entienda, solo eso- dije llorando de nuevo.
Y una idea paso por mi mente.
-¿y si tiene razón? ¿Y si muero? ¿Y mis hijos? ¿Y si logro traer a este bebe al mundo y no me quedo para cuidarlo?- la mire con el miedo en el alma.
-es algo que solo tú puedes decidir, piensa que quieres hacer, te podríamos sacar de aquí en cuanto el bautizo pase- dijo mirándome seria.
Se acerco hasta la puerta y salió. Me quede con todo lo dicho dando vueltas en mi mente. Parece mucho sacrificio… pero también es mucho lo que está en juego.
-Señora, el señor pide que lo vea en las almenas de la torre norte- anuncio Carmen trayendo a Huracán en brazos.
Bese a mi hijo y salí con dirección a donde mi esposo me espera.
-estuve hablando con Rhona, ella te revisara y podrá decirnos si estas o no encinta y de ser así cuanto tiempo tienes, con esa información sabremos que hacer- dijo sin mirarme.
-ya te dije que no hare nada, no lo matare solo porque tus malditos miedos no te dejan ver más allá de tu nariz- dije dándome la vuelta.
-¡¡¡no te vayas, no he terminado de hablar!!!- rugió cortándome el paso -no estás considerando las consecuencias de tus acciones, si decides tener esta criatura y mueres ¿Qué será de Charlie y Marco? ¿Has pensado en ellos? Son tus hijos, si no lo haces por mí, hazlo por ellos- dijo.
Mi respuesta fue abofetearlo, una segunda vez.
-no te atrevas a usarlos para conseguir tus propósitos- dije.
Pase a su lado pensando que la idea de Esme no es tan mala después de todo, este hombre está yendo más allá de lo razonable.
Camine directamente a donde mis hijos están ahora. Dormidos en las cunas, me acosté en la cama y llore de nuevo. No salí hasta que fue hora de la cena.
-señora, ¿quiere que le cambie el plato?- pregunto maría, una de las sirvientas, cuando puse cara después del segundo bocado.
-si por favor, tráeme solo pan y queso- pedí.
Los síntomas están apareciendo, así que debo estar en el segundo mes, o como la ocasión pasada, casi en el tercero.
-¿malestares?- pregunto Edward.
Evite mirarlo. Se que todos estarán con la atención puesta en nosotros ya que mis amigas an estado más al pendiente de mi que de costumbre. Solo asentí.
-pasado mañana Alice se irá a casa de su familia unos días, Emmet la llevará y regresara enseguida, Jasper irá a visitar a su padre antes que nazca el bebe de Rose, ella se quedará con nosotros, en la habitación de abajo- anuncio mi esposo mientras caminábamos juntos hacía la habitación.
-te lo pido una vez más Edward, déjame tener a nuestro hijo, ¿Por qué estas tan seguro que moriré?- pregunte tomándolo de las manos.
-no estoy seguro de nada, solo sé que es muy pronto, no te digo que no tendremos más pero… al menos esperemos a que los niños cumplan el año, Bella puedes morir- dijo en voz baja.
-y puedo no hacerlo- dije con el mismo tono.
-no puedo arriesgarme, es demasiado lo que tengo que perder-
-ya me estás perdiendo- dije.
Me di la vuelta y baje de nuevo. No me siguió. Cruce el espacio que me separaba de mi objetivo. Por fin llegue. Toque la puerta y espere.
-¿Está todo bien Bella?- pregunto el hombre.
-quiero asilo- dije.
Asintió antes de dejarme entrar.
Edward pov
Apenas terminamos el desayuno con los invitados en casa, mi tíos Carlisle y Esme, Jasper y Alice, Emmet y Rose, Bella se marcho dejándome con la palabra en la boca.
El bautizo se acerca y no se invito a nadie más, la fiesta será para la gente del pueblo, mi tío, el padre de Jasper y Rose, no pudo venir por enfermedad por lo que mi primo ha pedido permiso para ir a verlo y Emmet llevaría a Alice a ver a su mama quien se dice está enferma también.
Me parece demasiada coincidencia y sentí que es el presagio de algo malo; me dirigí a donde Rhona.
-señor, ¿está todo bien con la señora?- pregunto cuando me dejo entrar.
-no, la señora está embarazada- dije
-cielos, es un poco pronto pero creo que estará bien si se cuida, con suerte es uno esta vez- dijo la mujer mirándome de manera suspicaz.
-¿crees poder revisarla y decirme cuanto tiempo tiene?- pregunte
-claro, hoy en la noche puedo hacerlo- dijo -pero hay mas ¿verdad?- dijo sentándose frente a mí.
-no quiero que lo tenga- dije sin mirarla a los ojos.
-¿si entiende que lo que paso con los gemelos podría no volver a repetirse?- pregunto
-garantízame que no la perderé y seré el hombre más feliz sobre la tierra de ver que mi familia crece- dije
-no puedo hacer eso señor, no puedo decirle que su esposa saldrá viva de esto porque con ellos apenas logramos salvarla- dijo la mujer mirando al suelo.
-lo sé y no pasare por eso de nuevo, quiero que me des algo para que… no puede tenerlo Rhona, es muy pronto, tú lo sabes, yo lo sé, la única que se niega a verlo es ella- dije.
-es un hijo… a los hijos no se les mata- dijo la mujer.
-no quiero quedarme con dos o tres hijos y sin mi esposa para verlos crecer, ¿eso me convierte en un monstruo?- pregunte.
-no, eso no, lo que le conviene en uno ante los ojos de su esposa es el hecho de la preferirá por encima de sus hijos, la señora no aceptará- dijo
-la señora no se enterara hasta que sea tarde y no puedas hacer nada- dije mientras por primera vez y sin entender el cómo, una lagrima se escapo de mi férreo control.
-¿Por qué no le da una oportunidad a su criatura? Quizá no pase nada, si usted hace esto y la señora se entera, lo odiara-
-me odiara pero estará aquí, estará viva-
-garantíceme que su esposa no morirá de tristeza y lo ayudo- dijo Rhona mirándome
-no puedo hacer eso, pero algo debo hacer, no quiero perderla… ayúdame- suplique.
-lo ayudare, le daré un té que sirve para… lo deberá tomar dos veces, si no lo pierde no hare nada más- dijo la mujer seriamente entregándome dos bolsitas.
-lo entiendo, gracias- dije.
Salir rápidamente. Aun tengo asuntos pendientes.
No vi a mi esposa en todo la tarde, hasta la hora de la cena y me ignoro tanto como pudo. Pero se tomo el primer té, cuando las copas fueron llevadas yo tenía esa en la mano, la cambie cuando sirvieron lo demás.
De inmediato vi que se siento mal cuando después de unos minutos de ingerir todo el contenido hizo por vomitar cuando probo la cena. Pregunte y apenas contesto.
Su intento de convencerme de conservar a la criatura casi me hace cambiar de parecer, pero… no puedo perderla. No de manera física.
Ahora espero que regresara a la habitación, tras haber discutido otra vez, tiene casi una hora de haberse marchado dejándome en las escaleras. Rhona llego y le pedí que esperara.
-no me revisaras hoy Rhona, estoy cansada, retírate- dijo mi esposa entrando y dirigiéndose a la cama.
-sí te revisara- dije.
No grito pero la expresión en su rostro me indico que esta vez he ganado la batalla. Se desnudo y se acostó. La mujer se acerco y preferí mirar por la ventana mientras lo que sea que Rhona se encarga.
-Por lo que veo, siento y me dice la señora, unas doce o trece semanas señor- dijo Rhona mientras mi esposa se tapaba con las mantas.
-retírate ahora, gracias- dije.
Cuando la puerta se cerró mire a mi esposa, de espaldas a mí y mirando hacía la chimenea, aun desnuda.
-Bella… aun es tiempo, por favor, vamos a renunciar a este y te juro que cuando los niños tengas más edad, yo seré el primero en estar feliz con la noticia de otro hijo, por favor amor, no quiero… no puedo perderte- suplique.
No me respondió. Pero el leve sollozo que escuche me fue suficiente. Estoy lastimándola, pero es necesario. La deje en paz porque al día siguiente el bautismo será celebrado y necesita descansar. Me quede un par de horas mirando el techo, pensando en que mis acciones lastimarán a mi mujer.
Que intente deshacerme de mi hijo no significa que quiero mal a mi esposa.
Deshacerme de mi hijo… deshacerme de…
-Bella despierta, despierta, tienes que vomitar- dije moviéndola nada amable.
-¿ahora qué quieres? -pregunto desperezándose del todo.
-en la cena te di algo y debes vomitarlo antes que te haga daño- dije sin mirarla a los ojos.
-¿Qué me diste Edward?- pregunto sin apartar su mirada de mi.
-un té para que… carajo Bella, no es el momento para explicaciones, tienes que vomitarlo, nuestro hijo está en peligro- dije.
Lo siguiente que mi esposa hizo fue girarse devolviendo toda la cena.
Gracias a dios.
¿En qué demonios estaba pensando cuando decidí… hacerlo?
-¿te sientes mejor? -pregunte cuando termino.
Retire el cubo que apenas me había dado tiempo de poner. Tome una jarra con agua de la tina y se la ofrecí, se enjuago la boca y se levanto.
-Bella ¿A dónde…?- cerro con un portazo.
Me quede sentado en el sillón mirando el fuego, hasta que el sol apareció del otro lado de la ventana. El día de la fiesta llego.
Me prepare y cuando me dirigía a la puerta, entro, peinada con una trenza complicada y flores en cada espacio disponible. Con un vestido rojo encendido, el inicio de sus senos se ven por la parte del escote, su cintura pequeña de nuevo, se marca. Su vientre aun es plano.
La vi tan hermosa que las dudas sobre conservarlo me atacaron de nuevo, pero ya es tarde para hacer nada, ahora sabe lo que intente y no confiará en mí de nuevo.
La he perdido y como siempre es mi culpa.
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Nenas he aquí el capi... tengo pendiente el fic de ¿y mi final feliz? en cuanto pueda me pongo al día con eso... saludos!!!!